Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Demonically angelic por DNA

[Reviews - 114]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Último cap por hoy :3

Tenía hambre, su estomaguito rugía pidiendo comida pero no podía pedírsela a Han porque él siempre traía comida y estaba ya muy cansado, también seguía enojado con él y seguro iba a gritarle si le pedía más comida.

De alguna forma recordó a Sehun, él había sido muy bueno con él, no le gritó ni una sola vez como Han hacía siempre, le dio de comer cundo lo pidió e incluso le preocupo el hecho de que no le gustara y esos pensamientos únicamente lo hicieron llorar, quería volver con ellos, allá se sentía seguro y protegido, quería volver con Hunnie y no estar con Han, él le daba mucho miedo la mayoría del tiempo.

-Deja de llorar-ordenó Han que ahora lo miraba con todo ese asco que Lu no sabía de dónde había sacado.

“Lo siento”-se disculpó mirándolo a los ojos.

Esa era su forma de hablar con el mayor, Han de alguna manera siempre sabía lo que trataba de decir con únicamente mirar sus ojos, era inexplicable y la única persona que alguna vez fue capaz de hacerlo había sido su madre pero Han no era su mamá y nunca llegaría a parecerse a ella, ella era buena con él, lo mimaba y lo llenaba de besos, su madre lo amaba a diferencia de Han que parecía odiarlo con todo su ser.

-Maldición-masculló el mayor poniéndose de pie sin dejar de mirar la entrada de la su improvisado refugio.

“Hannie”-trató de llamarlo pero él no lo miraba a los ojos y así no podía escucharlo.

Afuera ya era de noche, Han sabía que la noche era de los Cazadores pero no le importaba porque ellos no les harían nada, estaban huyendo desde hacía casi siete días y estaban cansados pero al parecer ese bastardo tuerto y el estúpido humano no podían darse por vencidos, miró al rubio que lo miraba asustado sabiendo que de nuevo tendrían que comenzar a correr y lo tomó de la mano.

Salieron rápidamente de aquel lugar y comenzaron a correr a ciegas, la noche estaba demasiado oscura impidiéndoles ver hacia donde iban pero debían moverse o serían atrapados, tenían miedo, Han nunca iba a admitirlo pero lo tenía, ellos estaban siempre cada vez más cerca de hallarlos y eso lo aterraba porque no quería regresar con ninguno de los dos.

Apretó más fuerte la mano de Lu cuando el menor trastabilló al tropezarse con algo, poder mantenerlo en pie fue un total alivio y les permitió seguir corriendo, algo se acercaba, era grande y ambos sabían que si los alcanzaban sería su fin.

La luz de la Luna brillaba adelante y ambos corrieron más sintiendo que si lograban llegar a ese lugar estarían a salvo, cruzaron la muralla que los arboles formaban llegando a un claro, una enorme criatura apareció de la nada lanzándose sobre Han y Lu gritó con fuerza al ver al mayor en el suelo tratando de luchar contra ese deforme monstruo.

El castaño luchaba por alejarse de las filosas fauces de aquella criatura hasta que logró sacárselo de encima y ponerse de pie mirándolo ferozmente hasta que la cosa se irguió dejándose ver ante ambos chicos.

-¡¿Qué mierdas estás haciendo?!-exigió saber furioso.

Lu también miraba en shock al Cazador frente a ellos, no lo entendía, Han era intocable para ellos pero ahora uno estaba atacándoles y supo entonces que algo iba mal, esa criatura era diferente a las demás criaturas de la noche, no parecía un animal sino… un humano.

“¡HANNIE CUIDADO!”-gritó para sus adentros ya que de su boca ni un sonido salió.

La monstruosa criatura golpeó a Han lanzándolo como un muñeco de trapo hasta que se estrelló contra uno de los enormes árboles, vio el cuerpo del mayor caer inmóvil al suelo y quiso correr hacia él siendo detenido por el monstruo que cerró su paso.

Sus asustados ojos grises se fijaron en la cara deforme de la bestia y retrocedió aterrorizado, él nada podía hacer contra esa cosa, era totalmente inútil, dio un paso atrás y la criatura se lanzó hacia él, gritó y cerró los ojos esperando el ataque que nunca llegó, abrió los ojos con desesperación encontrándose con Han frente a él deteniendo a esa cosa.

-¡CORRE!-le ordenó apenas siendo capaz de detener a esa cosa.

Lu no supo que hacer entonces, no quería abandonarlo pero nada podía hacer tampoco, lágrimas de impotencia corrieron por sus mejillas mientras veía como la bestia embestía a Han arrojándolo al suelo con una fuerza brutal, lo escuchó gritar de dolor y él mismo acompañó aquel grito con uno de miedo e impotencia.

Algo se encendió en él al ver cómo Han era atacado y gritaba de dolor, se levantó y corrió hacia esa cosa ignorando la anterior orden del mayor, sus pequeñas y delicadas manos sujetaron una de las garras del monstruo tratando de detener el siguiente ataque hacia el mayor, la bestia rugió enfurecida y Lu se aferró más a él.

-¡NO HAGAS UNA ESTUPIDEZ, HUYE!-gritaba desesperado Han sujetando el cuerpo de aquel monstruo impidiendo que se moviera y atacara al rubio.

“¡NO VOY A DEJARTE ATRÁS!”-gritó desde el fondo de su alma.

Solamente un movimiento basto para lanzar lejos al pequeño rubio que cayó duramente en el suelo como peso muerto, Han lo llamó a gritos al ver que no se movía distrayéndose y siendo empujado nuevamente al suelo donde fue nuevamente atacado por las garras de aquella cosa.

Un grito de dolor rompió el silencio y cundo pensó que todos estaba perdido la deforma criatura fue lanzada lejos, lo siguiente que escuchó fueron disparos y entonces sus ojos se conectaron con esos peculiares ojos de los que se suponía estaba huyendo.

-¡Sehun!-llamó Max al no poder seguir conteniendo al Cazador.

Los ojos de Sehun se apartaron de los avellanados orbes de Han y volvió toda su atención al Cazador que anteriormente había atacado a ambos menores, Han quiso gritarle que se alejara pero todas sus advertencias murieron en su garganta cuando vio como Sehun golpeaba a esa criatura con su puño descubierto aplastando su cabeza únicamente con eso y hundiendo la tierra bajo ellos solamente con la fuerza de eso que no se había visto más que como un simple golpe.

Los inusuales y enigmáticos ojos del mayor volvieron a unirse a los suyos que aún veían con incredulidad toda la escena, Sehun no era un humano normal pero no era como ellos tampoco, ¿qué era entonces ese hombre?

-Sehun-volvió a hablar ese pelirrojo.

Sehun miró horrorizado al pequeño rubio en el suelo y corrió hacia él ignorando las heridas del castaño, lo acurrucó en sus brazos llamándolo con insistencia pero el pequeño no respondía y eso oprimió su corazón.

-Lu-habló entonces Han poniéndose de pie para correr al rubio.

-¡No te acerques a él!-advirtió el furioso pelinegro-¡Esto es tu culpa!-acusó-¡Sí algo malo le ha sucedido voy a hacerte mucho daño!-amenazó.

Han apretó los puños con fuerza, una punzada de dolor se clavó en su pecho y sentía unas inmensas ganas de gritar. Era igual que aquel día, ese niño siempre iba a importar más que él para todos.

-Sehun ya basta-ordenó su compañero-Tenemos que llevarlos de vuelta a la Fortaleza-indicó.

Sehun asintió y se puso de pie con el pequeño rubio en brazos, pasó justo al lado de Han chocando rudamente sus hombros enfureciéndolo pero antes de poder enfrentarlo Max lo tomó del brazo y lo arrastró con él hasta el vehículo que los llevaría de vuelta.

"¿Por qué siempre se trata de él?"

Esa pregunta no dejaba de repetirse mientras miraba como ese hombre abrazaba protectoramente a Lu contra su cuerpo, Han sentía sus propias heridas ardiendo, la sangre manchaba su ropa y su piel, tenía miedo también pero a nadie le importaba, era justo como cuando su maestro se había ido.

Cuando finalmente llegaron Sehun bajó con Lu en brazos y gritando por ayuda siendo seguido por su compañero, Han no se movió ni un centímetro y permaneció ahí con la mirada fija en la nada, el dolor seguía latente en su cuerpo y el olor de su sangre impregnado en sus fosas nasales pero no parecía afectarle.

Desvío su mirada a las puertas abiertas del vehículo que los había transportado, notando entonces que la Luna brillaba hermosamente pero no era la suya si no la de él. Rechino los dientes por ello porque todo parecía estar confabulando en su contra para decirle que todo se trataba de ese pequeño, todo era sobre Lu.

-Baja sin hacer ningún movimiento extraño-ordenó un chico bajito de cabello negro que le apuntaba con un arma.

Lo reconoció rápidamente como el chico con el que había chocado el día que escaparon y no venía solo, había de hecho un escuadrón rodeándolo y aunque podría doblegarlos no tenía ganas, ya no quería pelear, estaba cansado y su cuerpo dolía, había llegado a su límite y por eso lo único que atinó a hacer fue obedecer.

-Las manos donde las vea-ordenó el irritante chico con cara aniñada.

Han obedeció a eso también y lo siguiente que sintió fue un duro golpe en el rostro con el arma que él sostenía, cayó al suelo y escupió un poco de sangre manteniendo la cabeza gacha y aferrándose a mantener quieta a la fiera en su interior que pedía ser liberada y matar a ese insignificante ser y a los demás que reían por la pasada acción.

-¿Ya no eres tan rudo o sí?-inquirió burlón.

Han apretó los puños luchando porque sus ojos no cambiaran y perdiera el control, un nuevo golpe cayó sobre él seguido de una brutal patada, en su estado todo dolía y eso solamente comenzaba a activar su sed de sangre.

-Vamos pequeño, levántate-ordenó con arrogancia Baekhyun.

-Desaparece asquerosa basura-gruñó con una voz aterradora mostrándole un par de espeluznantes ojos rojos como la sangre, sus pupilas estaban rasgadas como si fueran los ojos de un gato y de su boca podían apreciarse lo que parecían filosos colmillos blancos.

Todos a su alrededor retrocedieron un paso asustados por el aura mortífera que ese chiquillo desprendía, Baekhyun pasó saliva y volvió a acercarse jugando al valiente sin ser cociente que la hermosa criatura frente a él podía descuartizarlo con un parpadeo.

-¿Y-y qué sí no?-cuestionó ignorando el temblor en su voz al comenzar a hablar.

-¿De verdad quieres saber?-inquirió mostrándole una sonrisa sanguinaria y sus ojos nuevamente cambiaron, volviéndose completamente negros horrorizado al otro.

-T-tú...

-¿Baekhyun qué mierda estás haciendo?-habló molesto Max llamando la atención de todos.

-Y-yo...

-Déjalo en paz-ordenó autoritario-¿Estás bien?-le preguntó al menor con amabilidad.

-Sí-musitó débilmente.

-Estás herido-murmuró preocupado-Vayamos a que te revisen.

Han no respondió y simplemente dejó que el alto hombre pasará su brazo por sus hombros y lo guiará al interior de aquel lugar, no necesitaba ser revisado pero si una ducha así que eso fue lo que le solicitó al pelirrojo que estaba siendo tan servicial.

-¿Seguro que no quieres que te revisen?-Han asintió-Bien, toma esto entonces-dijo entregándole una botella, una barra de lo que seguro era jabón, una toalla y una camiseta muy grande-Te mostrare el baño-indicó con una linda sonrisa.

Han no respondió dedicándose a seguirlo únicamente, no sabía por qué ese hombre era tan amable y lo atribuyó rápidamente a que seguramente algo de la hipnosis que había usado con el pelirrojo aquella noche continuaba surtiendo efecto todavía.

Lo que Han en realidad no sabía era que Max quería ayudarlo porque él si había notado la tristeza en sus ojos ante los gritos de Sehun, Max quería ser bueno con él porque lo veía como un niño asustado y frágil, Han nunca sabría que no era por obligación si no por bondad.

El agua estaba fría cuando entró en contacto con su sensible piel, cerró los ojos dejando que toda la suciedad se fuera lejos de su cuerpo sintiéndose relajado y liberado de alguna forma.

«No puedes huir de mí, pequeño cervatillo... »

Esa voz lo hizo abrir los ojos de golpe y mirar a todos lados muerto de miedo, un vago recuerdo regresó a él haciendo que el miedo y asco crecieran, lavó su piel con rabia hasta dejarla roja sollozando porque la sensación de asco lo dejara en paz y únicamente cuando ese horrible sentimiento fue disminuido fue que salió y secó su irritada piel para luego vestirse con aquella prenda que le quedaba ridículamente grande.

Al salir del pequeño espacio que era una de las muchas regaderas en ese lugar se topó nuevamente con el pelinegro de mirada inusual que lo recorrió descaradamente de pies a cabeza con la mirada volviendo a hacer que el asco se instalará en sus entrañas.

Sehun no podía dejar de mirarlo, de alguna manera mirar al jovencito frente a él era como mirar a Lu pero en lugar de desprender esa aura de pureza e inocencia lo que el castaño desprendía era erotismo y sensualidad, se veía exquisito de esa forma y su entrepierna se encargaba de decirle que el mocoso altanero le gustaba demasiado.

-Deja de mirarme maldito cerdo-masculló el menor.

-¿Qué le pasó a tu piel?-preguntó seriamente al ver lo roja que se veía dejando de lado el ofensivo comentario anterior.

-Es culpa de este asqueroso baño, mi piel es muy sensible-respondió arrogante.

-Disculpe usted su majestad por no tener agua caliente para su distinguida persona-se mofó.

Han hizo una mueca y lo pasó de largo, Sehun no sabía pero esa había sido la ducha más decente que había tenido en mucho tiempo, antes ese malnacido lo bañaba con agua helada frente a quien quisiera mirar y simplemente por el placer de verlo humillado y llorando de rabia, apretó los puños cuando miles de imágenes volvieron a su mente y corrió fuera del baño buscando un lugar donde refugiarse, varias mirada se posaron en él, todas lujuriosas y repugnantes.

Se sintió asqueroso bajo todas ellas y lo único que pudo hacer fue correr lejos de todas ellas, no quería más eso, estaba asustado, quería correr a los brazos protectores de su maestro, deseaba ser libre de una buena vez.

-Estás siendo muy cruel con ese chico-le reprochó Max.

-¿Y qué esperabas? ¿Qué lo mime y felicite luego de lo que hizo?-gruñó.

-Lu está bien, Jena lo dijo-le recordó.

-Todo es culpa de ese imbécil-acusó.

-¿De verdad?

-De no ser por él...

-Dejando a un lado el hecho de esta confusa, nueva y sobreprotectora actitud tuya para con un niño que apenas y conoces, ¿no te parece a ti que sí de verdad él quisiera lastimar a Lu no hubiera enfrentado al Cazador por protegerlo?

-No uses esa mierda con...

-Tú lo viste... ese chico lo estaba enfrentando para proteger a Lu y no sé tú pero... nadie hace algo así por una persona a la que odia-finalizó su discurso antes de irse dejando a Sehun demasiado confundido.

***

Sus piernas temblaban cuando logró hallar un refugió, era de hecho el único que conocía en ese lugar, miró a todos lados la habitación que aunque tenía las luces encendidas estaba totalmente abandonada, caminó apresurado hacia la única puerta que conectaba la enfermería con esa oficina y cerró rápidamente la puerta en cuanto sus ojos estuvieron puestos en la pequeña y etérea criatura que descansaba impasible en una de las tres camas que había ahí.

Se acercó inseguro mirándolo con culpabilidad, eso era responsabilidad suya justo como Sehun había dicho, él nunca había buscado eso a propósito pero había pasado y aquello lo hacía sentirse peor que basura porque se daba cuenta entonces de lo débil que era, así el no podría protegerlo, así era inútil para cuidar de Lu.

-Lo siento-susurró tratando de no desmoronarse-Lo siento mucho Lu, esto no era lo que yo quería pero… tenía tanto miedo y estaba desesperado por protegerte que no pensé y…

Un nudo se formó en su garganta sin permitirle decir nada más, miró a uno de los costados notando que había una ventaba en esa dirección, caminó hasta ella y corrió un poco las costinas hasta que la plateada luz de la Luna llegó al pequeño ángel e iluminó su celestial rostro.

No sabía mucho de ellos pero sabía que la Luna iba a ayudarlo, él nada más podía hacer porque era débil pero esperaba por lo menos reparar un poco de daño con eso, suspiró con fuerza y fue hasta la cajonera que había junto a la cama donde metió ese cuaderno que el pequeño nunca quería soltar y que había logrado recoger antes de ser llevado hasta el vehículo que los había llevado hasta ahí.

-Él estará bien-habló alguien a sus espaldas haciéndolo dar un ligero respingo antes de que se girara rápidamente hacía el recién llegado.

-Yo…

-No tienes nada de que preocuparte, aquí ambos estarán seguros-prometió.

-¿Seguros?-repitió dudoso.

-No sé que es lo que les haya pasado antes pero... aquí nadie va a lastimarlos-aseguró.

-¿De verdad?-preguntó suplicando porque él prometiera que todo estaría bien si decidía quedarse.

-Sé que temes confiar en los demás pero puedes hacerlo porque yo mismo me encargare de cumplir la promesa de no permitir que les hagan más daño-aseguró.

-¿Cómo te llamas?-murmuró sin apartar la mirada de ese par de amables ojos color chocolate.

-Dime Suho-sonrió cálidamente.

-Suho significa guardián-musitó despacio.

-Eso seré si tú quieres.

-Está bien-respondió-Me quedare aquí-aceptó finalmente, sabía que no era algo para siempre pero tenían que mantenerse ocultos mientras él hallaba la forma de que volvieran a sus hogares y las palabras de ese hombre prometían que ahí estarían bien.

-Gran decisión-lo felicitó-Ahora vamos pequeño, debes instalarte-su mano se extendió hacía Han que aunque dudo un poco al final la tomó.

Fue guiado por los pasillos de ese lugar que no podía identificar, sentía todavía la mirada de todos sobre él pero de alguna forma se sentía mucho más tranquilo al sentir el brazo de Suho alrededor de sus hombros. Sus pasos se detuvieron en una puerta que Suho abrió para él dejándolo entrar al interior de lo que parecía un basurero y donde se encontró nuevamente con la mirada venenosa de Sehun.

Baekhyun y Max se encontraban ahí también mirándolo y se obligó a recuperar su máscara de arrogancia para sonreírle a Max que le sonreía con amabilidad y a Baekhyun que lo observaba con cierto temor.

-Chicos-llamó Suho-Han decidió quedarse-informó con una sonrisa radiante.

-Es bueno que lo haya decidido por su cuenta y nos evitara el trabajo de ponerle grilletes y encerrarlo en el calabozo-escupió con malicia Sehun.

-Dudo que el imbécil que seguramente quiere meterse entre mis  piernas pueda hacer algo contra mí-bufó el menor con altanería.

-No tienes tanta suerte-rió mordaz-Sé bien que me gustan fáciles pero hasta yo tengo mis limites.

Han gruñó cuando la mano de Sehun se colocó bajo su mentón y la apartó con violencia provocando la risa socarrona del mayor, no había pasado ni una jodida hora y ya se estaba arrepintiendo de su decisión de quedarse.

-Basta Sehun-ordenó autoritario Suho-Debes aprender a llevarte bien con Han-advirtió.

-Que él vaya a quedarse aquí no significa que yo debo tratarlo bien-gruñó en desaprobación.

-Oh vamos Hunnie, se bueno conmigo y tal vez dejé que me toques un poco-lo provocó más.

-Cuida tu petulante lengua niño-habló amenazador.

-¿Qué si te mando a la mierda como he venido haciendo?

-Suficiente-volvió a intervenir Suho-Ustedes dos deben llevarse bien quieran o no-sentenció el mayor.

-Suho tal vez esto no es muy buena idea-murmuró inseguro Max.

-Nada de eso, es una orden y la obedecerán, Sehun desde ahora en más tú serás el guardián de Lu y Han-sentenció inflexible.

-¡¿Qué?!-exclamaron ambos a la vez.

-Ya escucharon, es una orden y ninguno tiene permitido oponerse-dictaminó dando por finalizada esa discusión.

Ambos se miraron con odio antes de que el menor de ambos implicados saliera de la habitación echando chispas, escuchó al imbécil ordenándole volver pero poco le importo y continuó caminando sin rumbo fijo, no conocía el lugar después de todo y al final lo único que quería era alejarse de aquella asquerosa pocilga maloliente.

Sus pies lo llevaron a unas largas escaleras que subió de a dos hasta que finalmente estuvo de frente a una puerta que sin ningún problema derribó, la fría brisa nocturna acarició suavemente su rostro mientras miraba maravillado la increíble vista que la azotea que el edificio brindaba.

El cielo despejado era cubierto por miles de estrellas que acompañaban a la enorme Luna paleteada que iluminaba todos los rincones bajo ella, enormes arboles eran lo único que podía verse alrededor de la Fortaleza haciéndolo sonreír porque al ver eso era evidente que luego del Suceso la única que realmente había salido victoriosa había sido la madre naturaleza que había recuperado su gloria.

 Dio un profundo respiro llenándose los pulmones del limpio y refrescante aire nocturno, se sostuvo fuertemente de frío tubo que lo mantenía seguro de que no iba a caer y sin más lo pasó para quedar en la orilla mirando hacia abajo con emoción.

-¡Soy libre de ti asqueroso bastardo hijo de puta!-exclamó con todas sus fuerzas para después dejar ir una estruendosa risa llena de felicidad porque ya no tendría que soportar a ese monstruo-Voy a encontrarte-prometió en un susurro, nunca iba a irse sin su maestro, simplemente no podía olvidar a su amor después de todo.

Volvió a cruzar la cerca metálica que lo regresaba a la seguridad, dio dos vueltas enteras con los brazos estirados y sin más comenzó a tararear esa canción que solamente ellos dos conocían comenzado a bailar, eso le gustaba desde que él le había enseñado a hacerlo, era algo de humanos pero le gustaba.

«Eres muy bueno.»

Eso le había dicho durante su primera lección de baile, no estaba seguro de si lo decía por ser educado o era en serio pero le daba igual porque intentar eso significaba pasar tiempo a su lado y solamente por eso había aceptado hacer aquello que en realidad se había vuelto su más divertido pasatiempo.

***

Sehun vio la puerta abierta mientras subía las escaleras y se apresuró a terminar de subirlas, lo último que necesitaban era que los Cazadores invadieran el lugar, estaba listo para pelear pero al terminar de subir las escaleras lo único que encontró fue a ese mocoso altanero bailando con los ojos cerrados mientras tarareaba una canción que no podía reconocer.

No se atrevió a hablarle y se quedó a ahí observándolo mientras bailaba al compas de una melodía inexistente, nunca había visto nada igual a lo que él hacía pero no era como si pudiera evitarse porque al ser parte la resistencia no tenía mucho tiempo para divertirse y los bailes que había visto alguna vez eran siempre de mujeres que en nada se comparaban con la delicadeza y elegancia de esos movimientos.

-¿Ahora serás alguna clase de acosador que observa desde las sombras?-las palabras del castaño lo sacaron de su burbuja de admiración y le devolvieron esa expresión de desprecio hacia ese pequeño fastidioso.

-Vuelve adentro-ordenó.

-No-respondió sin duda y una mirada desafiante.

-Te recomiendo hacerlo por tu cuenta porque no va a gustarte si yo te obligo-advirtió.

Han estaba listo para pelear y defenderse pero decidió no hacerlo y simplemente obedecer, pasó junto a él sin mirarlo siquiera y bajó las escaleras listo para seguir su propio camino hasta que él lo sujetó del brazo y comenzó a caminar a otro lado sin su consentimiento.

-¡Aleja tus sucias manos de mí!-exigió amenazadoramente.

-No puedes pasearte por ahí-dijo con desinterés.

Lo escuchó gruñir y poco le importó, siguió caminando a pesar de todo lo que el caprichoso mocoso se resistió hasta finalmente estar frente a su habitación, abrió la puerta y sin ningún cuidado empujó al pequeño imbécil al interior de esta importándole poco si lo lastimaba o no.

-Te quedaras donde yo pueda verte-sentenció.

El menor gruñó audiblemente antes de irse directo a la cama y acomodarse en ella sin volver a dirigirle la mirada al idiota que ahora se creía su secuestrador o algo así, no tenía deseo alguno de continuar discutiendo así que únicamente por eso no iba a lanzarlo por alguna venta además de que también estaba muriendo de sueño.

-Hey-llamó Sehun al notar que su respiración comenzaba a ser tranquila-Ni siquiera se te ocurra dormirte en mi cama-advirtió.

-¿Dónde dormiré entonces idiota? Porque dudo mucho que tu pocilga tenga una segunda cama oculta o algo así-masculló agresivamente.

Sehun sonrió socarrón y caminó hasta el baúl que contenía todas su pertenencia, sacó dos mantas que arrojó al suelo para luego mirar al menor que ya le enviaba su odio con solamente su mirada pero poco le importó y simplemente amplió más su sonrisa y miró al suelo.

-Eso-apuntó las mantas-Es tu cama-explicó divertido esperando la explosión del caprichoso niño.

Pero él no explotó ni puso ninguna queja, Han simplemente se levantó de la cama y se acercó a las mantas las cuales desdobló dejándolas bien extendidas en el suelo, estaba acostumbrado a dormir en condiciones mucho peores por lo que en realidad le daba igual y podía manejarlo sin problemas.

Sí ese imbécil creía que iba a llorar o suplicarle que no le hiciera aquello estaba muy equivocado, había soportado cosas mucho peores para ir a desmoronarse frente a ese insignificante tipo que pareció disgustarse cuando sin decir nada solamente se había acostado en el suelo y cubierto con la otra manta.

Nadie volvió a decir ni una sola palabra, ambos se daban la espalda, la noche avanzaba lento y finalmente Han se rindió ante el cansancio y el dolor en su cuerpo quedando profundamente dormido, siendo su sueño el mejor que había tenido en días porque soñaba con su maestro.

«Descansa cuanto puedas mi hermoso cervatillo… »

Aquel tenebroso susurró transformó su hermoso sueño en la peor de sus pesadillas, despertó bañado en sudor y con la respiración agitada mientras miraba a todos lados muerto de miedo, había sentido su presencia preocupantemente cerca, se puso de pie con las piernas temblorosas esperando alerta que ese asqueroso ser se le lanzara encima.

-Niño-llamó alguien más haciendo que él se girara de forma inmediata.

Sehun lo miraba desconcertado por su repentino e inexplicable temor, lo vio abrir y cerrar la boca como buscando algo coherente que decirle pero nada salía y al final sus labios se torcieron en una mueca de frustración y miedo.

En ese momento Sehun no pudo seguir ignorando lo mal que él lucía, había rasguños en sus brazos, piernas y uno en el cuello que se perdía donde comenzaba la camiseta de Max, un enorme hematoma comenzaba a tomar una coloración oscura en su pómulo y parecía estar por desmayarse.

-¿Tuviste una pesadilla?-preguntó lo obvio.

El menor llevó ambas manos a su rostro como tratando de tranquilizar su agitada respiración y el temblor en su cuerpo, algo no andaba bien y él no sabía cómo remediarlo porque lo único que había hecho hasta minutos atrás era pelear con él.

Han volvió a mirarlo con la mirada llena de suplica aunque nada salía de sus labios, era demasiado orgulloso como para pedirle que lo dejara dormir con él y aunque no sabía si él estaba entendiendo lo que pedía rogaba porque le respondiera rápido.

-Ven a la cama-habló por fin.

Dio vacilante el primer paso deteniéndose de golpe. ¿Podía confiar en ese hombre que podría hacerle daño sin problemas? Sehun no era un humano común y corriente, si trataba de hacerle algo él no iba a poder defenderse cuando apenas tenía fuerzas para mantenerse en pie.

-No voy a hacerte daño-la voz del pelinegro lo arrastró de vuelta a la realidad además de haber respondido la pregunta que no había hecho.

-Como si realmente pudiera tener miedo de alguien tan insignificante como tú-soltó burlón tratando de mantener su fachada de arrogancia.

Sehun no volvió a decir nada al igual que él, que únicamente se dedicó a caminar hacia la cama, se miraron a los ojos durante largos segundos antes de que el castaño finalmente se metiera bajo las mantas a su lado.

La tensión era palpable entre ellos así como la evidente incomodidad del menor, la cama era pequeña y Han poco podría seguir soportando tener al otro hombre así de cerca pero era mejor eso a dejar que ese tipo siguiera metiéndose en sus sueños.

-La cama es pequeña-dijo sin estar seguro de por qué.

-Es mejor que el piso-señaló.

Cerró los ojos tras aquel cometario, se giró para darle la espalda y cerró con fuerza los ojos, su cuerpo iba a traicionarlo si seguía mirándolo a la cara y eso era lo último que deseaba, ahora libre y no tendría que volver a pasar por eso más.

-Buenas noches-susurró Sehun cerca de su oído provocándole un escalofrió.

-Igual-logró responder con un suspiro que gracias a lo que fuera, Sehun no comentó.

Notas finales:

Hannie es un amor y lo saben :3

Y bueno...

Eso ha sido todo por hoy, espero que hayan disfrutado estos dos capítulos, dejen sus RW si fue así y gracias por leer <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).