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Demonically angelic por DNA

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Notas del capitulo:

Último :3

"¿Qué demonios hice?"

Se preguntó a sí mismo como llevaba haciendo toda la jodida tarde desde que eso había pasado, había sido el idiota más grande del mundo por haber correspondido el beso de Lu y no haberlo rechazado como su sentido común le gritó desde el inicio.

¡¿En qué mierda estaba pensando cuando decidió corresponder?! ¡Pero que rayos, era obvio que no estaba pensando y simplemente se había dejado guiar por sus muy estúpidos impulsos retorcidos!

¡Joder, Lu era tan sólo un niño! ¡¿Qué clase de enfermo era al hacer aquello y todavía pensar que le había gustado?!

-¡Pero sí es que estoy enfermo!-soltó al aire con frustración-¡¿Cómo pude hacerle eso a él?, es tan sólo un niño confundido!

-Y tú un pervertido que tiene fantasías con él, ¿verdad?

Esa voz, era sin duda lo peor que podía pasarle en esos instantes pero ahí estaba él mirándolo con suficiencia y portando una irritante sonrisa ladina, era obvio que Han no los había visto pero seguro que sospechaba que algo había pasado y eso era lo peor que podía sucederle a él, porque entonces el castaño iba a dar por sentadas sus ridículas sospechas y nunca iba a dejar de fastidiarlo.

"Sí, claro. Las 'ridículas sospechas de Han', decir eso ahora luego de lo que hice es totalmente absurdo."

Se recriminó, escuchó a Han bufar y rápidamente clavó sus ojos sobre él, decirle que no estaba para sus estupideces era lo más ideal pero su cerebro estaba tan liado que ni eso podía hacer.

-¿Qué le hiciste?-preguntó sin rodeos-Ya sé que algo pasó, claro que eso no fue muy difícil de descubrir, es decir, tan sólo bastaba con la tormenta y ver como llegaste.

-No es asunto tuyo-respondió con hostilidad.

-Bien-se encogió de hombros ignorando su agresiva actitud-Tan sólo no te olvides que Lu está prohibido para ti-le recordó.

-¡Claro que está prohibido, es un niño! ¡¿Por qué clase de enfermo me estás tomando?!-soltó demasiado alterado, era más bien como si a quién tratara de convencer con esas palabras fuera a sí mismo.

-No lo decía por eso sino porque... no, mejor olvídalo-dijo despreocupado, él no era quien para decirle que su querido Lu ya tenía a alguien esperándolo en Incendium.

-¿Qué haces aquí tan tarde en primer lugar?-preguntó el irritado pelinegro.

La mirada del castaño era demasiado intensa cuando sus ojos chocaron con los suyos, los nervios y el temor comenzaron a hacerse más presentes y su decisión ya no era algo que quisiera llevar más adelante.

-Debería ser obvio-pronunciaron sus labios antes de que pudiese decidirse a salir corriendo.

Sehun lo miró demasiado seriamente antes de finalmente ponerse de pie, fue evidente lo temeroso que Han estaba porque de sólo verlo acercarse se tensó completamente y sin que fuera cociente de ello, retrocedió dos pasos antes de que por fin tomara su mano para detenerlo.

-¿Estás seguro de esto?-preguntó con cautela, lo último que deseaba era dañar más al pequeño castaño.

-No estaría aquí de no estar seguro, ¿no te parece?-soltó en un vano intento de sonar arrogante.

-De acuerdo-susurró suavemente esperando así ayudarlo a relajarse-Recuerda que yo no voy a lastimarte y si tú deseo es que me detenga, voy a hacerlo-prometió.

Han asintió lentamente aún sintiendo un nudo en la garganta, quería confiar en Sehun pero antes muchas personas ya lo habían defraudado y confiar en otro ya se había vuelto algo muy difícil para él.

-No temas-pidió con un murmullo.

Las manos de Sehun se posaron sobre sus tensos hombros bajando lentamente hasta sus brazos y volviendo a subir con la misma delicada caricia. Han ya sabía que estaba intentando calmarlo pero eso simplemente lo puso más tenso, sus instintos se activaron y aún en contra de su voluntad sus ojos se volvieron rojos fijándose en los de Sehun para tratar de tomar el control por temor a salir herido.

Sehun permaneció inmóvil luego de que su mirada chocara con la del menor, Han estaba asustado y lo sabía pero tenía que entender que no iba a hacerle daño y que no tenía que a hacer eso, además de que tampoco funcionaba con él.

-No hagas eso, confía en mí-pidió.

Los ojos de Han se abrieron desmesuradamente ante la sorpresa de que Sehun no sólo era inmune a él sino que además continuaba hablándole con toda esa serenidad y confianza. Sus ojos se cerraron con fuerza cuando los labios de Sehun cubrieron los suyos y esperó resignado a que las nauseas y el rechazo, se construyeran en su interior pero eso nunca pasó.

"¿Esto está bien?"

Se preguntó para sus adentros permaneciendo ahí, pasmado mientras Sehun comenzaba a con esa conocida danza que siempre había detestado, y sin embargo, en esos momentos-y de alguna u otra forma-no había nada que le desagradara. Sehun estaba siendo tan gentil como nunca imaginó que alguien sería con él.

"No hay nada que temer, él te quiere a ti y sólo a ti."

Darse cuenta de eso provocó un sentimiento demasiado extraño y nuevo, algunos de sus temores lo abandonaron cuando finalmente reunió el valor suficiente para corresponder con el mismo entusiasmo con el que Sehun lo besaba, sus brazos rodearon con inseguridad el cuello del pelinegro y su cuerpo dio un pequeño respingo luego de que él llevara sus manos a su cintura.

-Shhh, tranquilo-murmuró contra sus labios.

Han asintió nervioso, sintiéndose de lo más estúpido por estar así de nervioso y temeroso cuando era obvio que eso no sería ni remotamente parecido a lo que había tenido que soportar antes, se percató entonces de la dulce y familiar fragancia que impregnaba el aire y miró de reojo hacia la puerta que entonces estaba entreabierta.

-No debes tener miedo de mí-aseguró Sehun volviendo a captar su atención.

Asintió sin objeción y permitió a sus ojos cerrarse disfrutando de la sutil caricia que los dedos de Sehun dibujaban sobre una de sus mejillas, los labios de Sehun volvieron a buscar los suyos y no dudó en corresponder a cada unos de sus besos en esa ocasión, asombrándose con lo suaves que eran sus labios.

Se sentía como en otro planeta al estar ahí tan sólo disfrutando de todas y cada una de las acciones de Sehun aún cuando era él quien siempre debía manejar la situación, dejarse llevar era terreno desconocido para él y no estaba seguro de cómo hacerlo correctamente y todavía temía que todo terminara igual que antes.

No pudo evitar sorprenderse y empujar a Sehun cuando sintió la suave y húmeda lengua del mayor rozar sus labios, no era la primera vez pero estaba demasiado tenso, él lo miraba con preocupación recordándole de esa manera que podía detenerse si él eso quería.

-Yo... lo siento... no...

-Está bien, nosotros podemos...

-¡No!-exclamó de una vergonzosa forma que sorprendió al mayor.

Sus mejillas se calentaron luego de darse cuenta de su reacción y desvío la mirada sin saber que otra cosa hacer, nunca había sentido agrado alguno por ese acto y ahora que finalmente sentía que podía sentirse bien, quería llegar  hasta el final con Sehun.

-Ta-tan sólo sigue-musitó con vergonzosa timidez.

Sehun rió ligeramente antes de tomar su mano para guiarlo hasta su cama, la inseguridad y ansiedad volvieron a crecer cuando estuvo frente a ella; la habían compartido tan sólo una vez y no en muy buenos términos.

-Han-lo llamó.

-Estoy bien-aseguró.

La manera de probarle que todo continuaba perfectamente en orden, fue sellar su boca con sus labios y fue él quien profundizó el beso invadiendo la boca de Sehun explorando y saboreando cada rincón. Un suspiró murió en sus bocas luego de volver a disfrutar de la seguridad que le proporcionaba estar envuelto en los brazos del mayor.

Se aferró con fuerza a él por temor a caerse después de que él finalmente tomara el completo control de sus labios chupándolos y mordiéndolos a su antojo, provocando húmedos sonidos que antes le habían parecido desagradables y ahora hallaba fascinantes, disfrutando el roce de sus leguas.

No era su primer beso pero si el único había disfrutado.

Su cuerpo entero se estremeció al sentir las manos de Sehun comenzar a recorrerlo de forma tan familiar como si no fuese la primera vez, amoldándose perfectamente a cada curva en él. Los labios de Sehun abandonaron sin previo aviso sus labios viajando directamente hasta su cuello y él no pudo hacer más que abrazarlo más fuerte.

-Estás temblando-susurró haciéndole cosquillas con su aliento.

-Está bien-dijo en un murmullo para así calmar su preocupación.

-Tócame también-pidió.

Han asintió sin mirarlo a la cara, manteniendo su rostro ocultó de la mirada de Sehun y percatándose de que era momento de comenzar a deshacerse de las prendas sólo cuando tuvo que levantar los brazos para facilitarle a Sehun la tarea de quitar su camiseta. Al principio quiso cubrirse luego de que el mayor tan sólo se quedara ahí mirándolo intensamente pero decidió desechar esa idea cuando finalmente las cálidas manos ajenas lo acariciaron.

Varios suspiros se le escaparon a medida que un nuevo tramo de su piel era alcanzada por las manos ajenas, sus labios volvieron a su cuello llenándolo con suaves besos que le erizaban la piel y se sumaban al sin número de sensaciones para las que aún no tenían nombre.

Jadeó inevitablemente cuando sus dientes pellizcaron su sensible piel calmando la irritación con su lengua, dejó que sus ojos se cerraran gozando de cada segundo en el que Sehun hacia eso hasta que sintió una ligera succión que lo alarmó y lo obligó a empujar a Sehun.

-¿Qué haces?-preguntó desconfiado.

-Lo siento, pensé que se sentiría bien pero no lo haré de nuevo si no quieres-prometió.

-No es... se sentía extraño-murmuró.

La mirada del mayor estaba fija en sus expresión de indecisión y él no sabía cómo actuar a partir de ahí hasta que fue Sehun quien tomó sus manos y las llevó hasta el dobladillo de su camiseta.

-¿Me ayudas?-preguntó tranquilamente.

Han no emitió palabra alguna y tan sólo hizo lo que él quería retirando esa prenda que cubría su torso, sus ojos lo recorrieron curiosos hasta su cuello dónde se quedaron fijos en su lunar, una de sus manos se elevó hasta él y lo acarició con la yema de los dedos.

Sehun tomó esa misma mano y la guió hasta sus labios besando sus nudillos con suavidad, sus brazos volvieron a rodearlo con firmeza y nuevamente comenzó a robarle el aliento con sus aditivos besos, no se dio cuenta del cómo fue que Sehun lo había recostado sobre la cama y le daba exactamente igual, en esos momentos era más importante continuar degustando sus labios.

Un vergonzoso sonido escapó de sus labios luego de que las expertas manos del mayor comenzaron recorrerle el pecho, descendiendo por sus costados hasta su cintura, rozando sus caderas y acareándole los muslos abriéndose paso para terminar en medio de ellos.

El extraño sonido se repitió cuando la boca de Sehun descendió hasta entretenerse en sus clavículas, pronto los labios de Sehun cubrieron uno de sus pequeños botones haciendo que  su espalda se arqueara arrancándole más de esos sonido que ahora recordaba se llamaban gemidos.

Eso era algo nuevo y se sentía placenteramente extraño, él tampoco había recordado gemir antes y en su lugar sólo había habido sollozos y gruñidos, pero con Sehun todo se sentía bien y no había esa asquerosa sensación cubriéndole la piel.

Sus dientes se apretaron sobre su labio inferior tratando de acallar los sonidos le provocaba cada beso que Sehun repartía sobre su abdomen. Lo que quedaba de su ropa desapareció y con ella el miedo volvió, ya sabía lo que venía y esa era siempre la peor parte.

Sus ojos buscaron temerosos los de Sehun y al verlo se sintió confundido, quería preguntar que era lo que estaba mal y en su lugar lo único que abandonó sus labios fue un fuerte gemido que tan sólo continuó repitiéndose, porque había dos cosas que Han jamás espero presenciar en su vida.

La primera; él estaba casi completamente seguro de que jamás iba a tener una erección pero ahora la tenía y la segunda; jamás había llegado ni a imaginar que alguien iba a darle placer con su boca pero Sehun lo estaba haciendo y se sentía increíble.

Su cuerpo temblaba en dulce éxtasis mientras Sehun lo tomaba cada vez más profundamente, su lengua iba volverlo loco y no podía dejar de gemir cuando él chupaba de esa forma. Temía desmayarse por el exceso de placer, estaba al límite y lo único que podía hacer era clavar sus uñas en las mantas que cubrían la cama.

Estaba al borde y ya podía vislumbrar su orgasmo que seguramente también iba ser el único que iba a tener en la vida y que lo estaba acariciando con la llama de los dedos, su respiración ruidosa se combinada con sus gemidos suplicantes y los ruidos obscenos que provocaba la pecaminosa boca del pelinegro.

Sus ojos se cerraron con fuerza y sus manos tiraron con fuerza del cabello de Sehun cuando finalmente pudo arañar el éxtasis pero en lugar de experimentar eso que anhelaba por descubrir, todo se detuvo, sus confundidos ojos miraron a Sehun que lo miraba con serenidad  y palabras de calma que no podía decirle en voz alta, sabía lo que venía y por primera vez quería que sucediera.

-N-no-susurró y tomó la mano de Sehun cuando se percato de lo que iba a hacer.

-Pero…

-No-repitió con un suspiro.

Él no era un humano y su cuerpo no iba a sentir dolor si Sehun decidía entrar sin prepararlo o quería ser un poco brusco, sus labios volvieron a colisionar consiguiendo que se olvidara de todo lo demás de esa forma tan simple, un quedo gemido de incomodidad y secreta satisfacción se quedó atorado en su garganta al sentir como era invadido centímetro a centímetro.

Su voz se volvió varios decibeles más alta, sus uñas se clavaron en la espalda de Sehun y el sabor ferroso de la dulce sangre del pelinegro se combinó con sus salivas luego de que sus agudos colmillos aparecieran cortando un poco los labios y lengua del pelinegro que no le prestó ni la más mínima atención.

Su cuerpo entero tembló y vibró cuando esa sexual danza empezó, cada embate era tan lento y dócil que comenzaba a desesperarlo, sabía bien que Sehun quería ser lo más dócil posible con él pero estaba comenzando a volverlo loco.

Sus gemidos retumbaban en la habitación, todos y cada uno de ellos con el nombre de Sehun escrito en ellos, las suplicas no tardaron en aparecer y no pudo evitar gritar de gozo cuando Sehun finalmente abandonó la idea de tener miedo a algo que no iba a poder hacer, él no iba a lastimarlo y ahora lo sabía.

Las embestidas, cada vez más rápidas y duras, lo estaban transformando en agua entre los dedos de Sehun, los gemidos del mayor eran sin duda lo más bonito que había escuchado jamás y su corazón estaba a nada de explotar de alegría porque finalmente entendía porque eso era algo que provocaba satisfacción y no miedo.

Sus uñas arañaban con cada centímetro que alcanzaba de piel, de su boca empezaron salían palabras incoherentes gritadas a todo pulmón, el roce de sus pieles hacía su cuerpo arder y puntos rojos comenzaron a empañarle la mirada con cada violento golpe que cada vez llegaba más profundo en su interior.

Escuchaba una voz extraña susurrándole algo al oído y no tardó en descubrir que era la voz de Sehun repitiendo su nombre sin parar, sus labios volvieron a buscar los del pelinegro ansiando callar su voz que estaba empujándolo cada vez más a ese lugar que desconocía y al que aún le tenía algo de temor.

Sus cuerpos se presionaron más cerca y Han comenzó a  gritar miles de maldiciones en lenguas desconocidas cuando Sehun comenzó a golpear sin piedad ese punto que no sabía que tenía, los diminutos puntos rojos se volvieron en manchas enorme que lo cegaron y finalmente pudo tocar eso que tanto quería conocer pero que no había conocido nunca. Su cuerpo entero vibró de placer y el nombre de Sehun escapó de su boca en forma de un grito lleno de éxtasis que liberó su esencia entre sus cuerpos, Sehun lo siguió poco después mordiendo con fuerza su cuello para acallar el gemido que intentó salir y terminando dentro suyo para finalmente desplomarse sobre ese manojo de espasmos que era su desgastado cuerpo.

Sus pulmones no recordaban ya como llevar aire de vuelta y le estaba costando mucho tranquilizar los violentos golpes de su corazón pero aun así era estúpidamente feliz y eso sólo se sintió miles veces mejor cuando Sehun lo abrazó con tanta ternura, ahora podía decir que no se arrepentía de nada aún cuando la mordida en su cuello dolía como los mil demonios.

-¿Te hice daño?-preguntó con la voz algo agitada.

La pregunta sin duda fue la más estúpida que él pudo hacerle y también fue la más divertida, una carcajada nació de lo más profundo de su ser y se liberó sin restricciones, Sehun le dio una mirada de extrañeza y él a cambió le pagó con un último beso que él aceptó con una sonrisa, una sonrisa que aunque estaba ahí, parecía algo armado y Han sabía que era a causa del pequeño rubio que probablemente ahora estaba llorar al saber lo que habían hecho.

-Estoy bien-dijo por fin.

-Me alegro-murmuró estrechándolo un poco más fuerte entre sus brazos.

Sus cuerpo fueron cubiertos por las sabanas y Han esperó pacientemente a que Sehun se quedara profundamente dormido para finalmente ponerse de pie y vestirse rápidamente, el tiempo era cada vez menos y tenía que darse prisa si quería marcharse sin ser descubierto, le dio una última mirada a Sehun y decidió a cercarse para ver una última vez su rostro dormido, iba a extrañarlo.

-Eres bueno Sehun y sé que podrás conseguir lo que buscas. Mucha suerte y gracias por todo-susurró suavemente antes de depositar un casto beso en su mejilla como un gesto de despedida.

Salió de la habitación sigilosamente y corrió a través de los pasillos para reunirse con Lu que debía estar esperándolo desde hacía un buen rato, al llegar lo encontró sentado junto a Lux, tenía la mirada pérdida en la nada y parecía no haberse percataba siquiera de su presencia.

-Llegas tarde-le dijo con frialdad, una que jamás había sentido proveniente de él.

-Vaya, así que si eras tú-soltó seriamente.

-Él no es un objeto-masculló entre dientes.

-Lo sé, el es bueno-aseguró.

-Entonces no lo utilices como a uno más-advirtió rencorosamente.

-No hice tal cosa pero no tengo que darte ninguna explicación a ti que no sólo estás sintiendo algo prohibido sino que también hizo algo que no debería-recalcó seriamente-Porque hasta dónde yo sé besar a Sehun no es algo que debiste hacer de ninguna forma.

-Olvídalo, no lo entenderías-murmuró.

-Lo mismo digo-bufó sacándole un suspiro al menor.

-Este no es momento para pelear, debemos irnos cuanto antes-indicó.

-¿Cuál es nuestro destino?-preguntó curioso, tenían que tener un plan después de todo y no sólo ir vagando por ahí.

-El único lugar que Kyungsoo siempre quiso mantener oculto, necesitamos respuestas y ese lugar nos las dará.

-¿El laboratorio número diez?-Lu asintió-Ni siquiera nosotros sabemos dónde está.

-Pero Lux sí, ella nos llevará-respondió, subió al lomo de la hermosa loba y le tendió una mirada a Han para ayudarlo.

-Bien-aceptó la mano que Lu le tendía e hizo lo mismo que el menor había hecho antes.

Ella se irguió con ambos en su lomo, aulló hacia la Luna y con un salto bajó de la azotea hacia el suelo comenzando a correr abriéndose paso a través del espeso bosque. Ambos chicos miraban hacia atrás mientras más se alejaban, ambos con el mismo pensamiento y con las mismas palabras que se habían quedado con las ganas de decirle a él.

 

"Adiós Sehun."

Notas finales:

¿Qué pasara ahora? ¿Qué sera lo que hallaran en el laboratorio 10? ¿Qué hará Sehun?

Pues quédense con la duda jajajaja

Ok Ya, espero que los capítulos de hoy les gustaran, muchas gracias por leer y hasta la próxima <3


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