*~*~*
"¿Dónde estoy?"
Se preguntó a sí mismo mientras miraba en todas direcciones, pero ahí no había nada, era una habitación vacía con únicamente una puerta que no sabía a dónde podría llevarlo.
La acción más lógica sería que fuese hasta la puerta y la abriera para así salir de ese lugar y tal vez obtener una pista acerca de su paradero, sin embargo, Sehun tenía miedo de hacer eso.
-¿Qué rayos pasa conmigo?-se recriminó antes de finalmente atreverse a ir hasta la puerta.
La duda la asaltó cuando su mano finalmente tomó el picaporte pero hubo una fuerza extraña que lo movió, haciendo que abriera y saliera finalmente de esa habitación desconocida. El familiar pasillo, que aparecía cuando soñaba con ella, fue lo que halló afuera pero había algo diferente entonces; ninguna de las puertas tenía cadenas o candados.
El irracional miedo que tenía le pidió regresar a la habitación pero la curiosidad lo guió hasta una de las puertas que, tenía la sensación, debía estar cerrada con candado. Sujetó firmemente el picaporte y lo giró lentamente hasta que escuchó el 'click' de la cerradura.
Y no fue la única, inexplicablemente todas las puertas emitieron el mismo sonido logrando acrecentar su miedo pero aún así empujó la puerta para ver que era lo que ocultaba.
El sonido de las bisagras oxidadas le provocó un escalofrío porque todas las puertas se abrían a la vez en ese preciso instante. Hubo un perturbador silencio luego de que todas las puertas chocaran con la pared y Sehun no supo que pensar porque todas las habitaciones parecían estar vacías.
Algo en su interior se sintió como si se quebrara y temeroso dio apenas un paso cerca de aquella habitación, una ráfaga de viento salió de ella y lo empujó contra la pared pero ese dolor no fue nada comparado con el de su cabeza que era provocado por un sin fin de voces e imágenes.
-Sehunnie, mira lo que encontré en el jardín del laboratorio-anunciaba con emoción la pequeña figura que corría hasta él.
-Impresionante, hallaste una mariposa-dijo asombrado.
-¿Una Maniposa?-inquirió ladeando su cabeza de una forma muy tierna.
-No, no es Maniposa-rió sin poder evitarlo.
-¡Ya, no te rías de mí!-chilló escandalosamente.
-Está bien, está bien-dijo aún riendo-Ya no te enojes y mejor repite después de mí. Ma.
-Ma.
-Ri.
-R-ri.
-Po.
-P-po.
-Sa.
-Sa.
-Mariposa-pronunció.
-¡Mariposa!-exclamó muy feliz por haberlo dicho bien.
Su voz, era ella pero su imagen aún era una silueta borrosa de la que sólo podía ver sus hermosos ojos grises.
-¡Sehunnie!-exclamó angustiadamente.
-N-no... -quería decirle que estaba bien.
-¡¿Qué te hicieron?!-preguntó llorando.
-Tran-tranq...
-¡No! ¡No los perdonare!-afirmó.
-N-no...
-¡LOS MATARÉ! ¡LOS MATARÉ A TODOS!-gritó.
Esa noche lo marco todo, hubo lágrimas, gritos de terror, fuego, una figura borrosa y luego sólo paz.
-Hunnie, yo... -lloraba, era todo lo que podía hacer mientras él miraba el macabro escenario en estado de shock.
-Está bien, todo estará bien-susurró envolviendo sus brazos esa temblorosa y pequeña figura.
-Pe-pero yo...
-No llores, no fue tu culpa, fue culpa de ellos por hacerte enojar-aseguró.
-Pe-pero yo... l-los maté aunque te prometí que... q-que no iba a dañar a... a ningún otro humano-balbuceó con arrepentimiento.
-Se lo merecían, ellos te hicieron llorar, por eso... merecían morir.
Le había dado una gran sonrisa luego de decirle eso y sólo así fue que pudo escuchar su risa, esa que hacía que sus hermosos ojos grises brillaran de alegría y a cambio esa noche recibió un inocente beso en la mejilla.
-Hunnie, no llores-pidió suplicante.
-Esto es culpa mía... lo siento-sollozó.
-Estoy bien-prometió.
-¡Tienes fiebre!-exclamó culpándose de todo.
-No es nada-afirmó tratando de hacerlo sentir mejor.
-¿Nada?, has enfermado por mi culpa-murmuró frustrado consigo mismo.
-No, Hunnie no tiene la culpa de nada.
-Pe-pero...
-Además, estoy muy feliz porque ahora tú no te apartas de mi lado-sonrió divinamente.
-Tú...
-Por favor, cuídame un poco más-pidió.
Recordaba vagamente su sonrisa, su suave tacto y el dulce aroma de su piel, podía sentirlo como si estuviera ahí nuevamente.
-¿Otra vez te vas a jugar con el pesado de Suho?-preguntó con tristeza.
-No voy a jugar, estoy entrenando-aclaró.
-Ya sé, pero...
-Hey, ¿por qué pones esa carita?-preguntó al ver su rostro formar una expresión de decepción.
-Es porque ya casi no tienes tiempo para mí-murmuró.
-Lo lamento, mi intención no es que te sientas como si te estuviera abanando pero tengo que hacerme fuerte-le recordó.
-Pero... ¡Ah, ¿y sí yo también entreno como tú?!-sugirió con entusiasmo.
-De ninguna forma, es peligroso para ti y para los humanos, no lo harás-sentenció.
-Pero... quiero pasar más tiempo contigo... -sollozó.
-No, no llores por favor. Te prometo que encontrare una forma de estar más tiempo contigo, ¿de acuerdo?
-B-bien-asintió con una pequeña sonrisa.
Odiaba cuando lloraba y siempre se esforzaba porque hubiera una sonrisa en sus labios, hizo hasta lo imposible para lograr eso.
-¡NO TENGO NADA CON SUHO!-casi gritó con enojo.
-¡¿Entonces por qué últimamente estás siempre con él?!-exigió saber.
-¡Sehun, fuiste tú quien me pidió ser más agradable con él!-le recordó.
-¡No de esta forma!
-¡No tengo nada con él!-repitió.
-Júralo-pidió.
-Y-yo...
-¡JÚRALO!-gritó desesperado.
-Sehun, yo no tengo nada con Suho porque te amo a ti-confesó seriamente.
-¿Qué?-musitó asombrado.
-Tan sólo olvidado-suspiró con cansancio.
-No, repítelo-pidió, se sentía estúpidamente feliz.
-No.
-Te amo-dijo con seguridad, por fin podía decirlo en voz alta y se sentía increíble.
-¿Q-qué?-balbuceó-¡Hey, ¿q-qué crees que haces?!-chilló escandalosamente cuando Sehun estuvo demasiado cerca.
-Eres adorable-dijo entre risas.
-¡Vete al diablo! ¡No voy a besarte luego de todo esto!-sentenció-¡Y ya deja de reírte!
-Te amo-le repitió.
-Y-yo ya no-farfulló infantilmente.
Le había dicho eso pero nunca dejaba de repetirle lo contrario, sus besos eran los más dulces del mundo y Sehun podía sentir todavía su roce como si estuviera besando sus labios en ese mismo instante.
-¿Sigues enojado?-preguntó por milésima vez, aunque más que arrepentimiento su voz denotaba diversión.
-Sí-gruñó.
-Oh, vamos. Tú sabes que yo sólo te amo a ti-aseguró.
-¿Y por qué entonces aceptaste su obsequio?-preguntó molesto.
-Me gustan los dulces-se encogió de hombros recibiendo una mirada fulminante de parte de su novio.
-Tíralos-ordenó.
-¡¿Que?!-chilló-Pero son dulces, los dulces son muy difíciles de conseguir-lloriqueó.
-No estoy bromeando-gruñó.
-Hunnie~.
-Haz lo que quieras entonces-bufó.
-Sehunnie, no seas así, son sólo dulces.
-Lo sé-suspiró-Es sólo que odio ese tipo de atenciones que Suho tiene contigo.
-Yo siempre estoy rechazándolo, si eso te hace sentir mejor-sonrió brillantemente.
-Lo hace, gracias-le sonrió de vuelta antes de besar sus labios-Pero es la última vez que te quedas con alguno de sus regalos-advirtió.
-De acuerdo, de acuerdo-respondió entre risas.
Sehun siempre fue demasiado celoso pero nunca pareció molestarle y de hecho parecía que le gustaba, decía que esa era la forma en que comprobaba lo importante que era para él.
-Y-yo... -un nudo en la garganta le impedía hablar y se hacía más grande al escuchar su llanto.
-¿Po-por qué?... Y-yo no... -sollozaba.
-Amor... perdóname yo... no sé qué... -fue su turno para llorar, se sentía como el peor de los monstruos, peor que Kyungsoo incluso.
-Hu-Hunnie-lo llamó temerosamente.
-Perdóname-suplicó, su llanto aumento y apenas pudo creérselo cuando sus cálidos brazos lo envolvieron.
-Es-está bien... yo estoy bien-aseguró.
-No… yo... lo que hice no...
-Yo te amo de cualquier forma-dijo con una hermosa sonrisa en los labios.
Esa noche recordaba haber llorado como un niño pequeño entre sus brazos y también se dio cuenta de lo afortunado que era porque aún después de eso tan horrible, fue perdonado y siguió ella continuó amándolo igual que siempre.
-Sehun-su voz llegó hasta él deteniendo el dolor y haciendo que algo en su interior se removiera.
Todavía no podía ver su rostro pero ahora tenía una silueta más clara y podía ver sus ojos, esos que le habían quitado el aliento desde la primera vez.
-Esa noche... -volvió a hablar mirando hacia la puerta frente a ellos-Estabas muy molesto así que de algún modo yo supe que no había sido tu intención-sonrió, y Sehun podía ver su sonrisa.
-Pero yo... te hice algo horrible... te obligue y te lastimé... yo...
-Admito que no imaginaba de esa forma nuestra primera vez, pero estaba bien porque era Sehunnie-miedo, sólo eso pudo sentir cuando ella se sentó a su lado en el suelo-Además, fue mejor la segunda vez-rió tímidamente.
Una idea se instaló en su cabeza y no pudo ignorarla, estiró su mano sin estar seguro de lo que hacía, tomó su mano y encontró que estaba tibia y era tan suave como Sehun recordaba, ese simple hecho casi lo hizo llorar.
Ella entrelazó sus dedos porque de alguna forma sentía su miedo y seguramente ya sabía lo que venía, pero Sehun tenía que saber, por mucho que doliera, él lo necesitaba.
-Hace poco Lu me habló de su mamá-comentó y ella se tensó al instante-Me contó muchas cosas pero lo que llamó mi atención fue el hecho de que ella se hubiera enamorado de un humano y que dijera que la descripción de ese hombre le recordaba a mí.
-Sehunnie-susurró.
-Tú siempre estás diciéndome que no podemos vernos cara a cara.
-Hunnie...
-Dices que me hiciste olvidar porque iba a ser muy doloroso para mí.
-Yo...
-Sé que no tengo de vuelta todos mis recuerdos pero... de alguna forma ahora mismo yo entiendo muchas cosas... tú siempre decías eso porque ya no estás con vida... ¿cierto, Yi Jie?-preguntó llorando, porque dolía inimaginablemente.
-Perdóname Sehun-pidió.
Algo pasó entonces, fue como si un espejo se rompiera y entonces finalmente ella estaba ahí. Una hermosa mujer de largo cabello dorado, ojos grises y rostro angelical, lo miraba con tristeza. Sehun sintió algo quebrarse en su interior y se dejó abrazar por ella mientras lloraba como un niño pequeño, era como si algo lo estuviera desgarrando por dentro y el vacío que pensó que se llenaría cuando la viera, tan sólo creció.
-Era por esto... -sollozó estrechándola fuertemente entre sus brazos-Por esto me sentía tan unido a Lu... es porque tiene tanto de ti.
-Lo siento-repitió y sólo así supo que ella también lloraba.
-¿Por qué? ¿Por qué te fuiste?
-Debía hacerlo.
-Lu, él...
-No, no existe ninguna relación de ese tipo entre ustedes-aseguró.
-Quiero volver-pidió, no podía, no era tan fuerte.
-De acuerdo-asintió.
Sehun se levantó torpemente con la intención de alejarse antes de que ella tomara su mano, un beso frío y con un gusto amargo fue depositado en sus labios sellados y lo hizo sentir peor porque ahora ya sabía el porqué de que sus besos fueran así.
-Perdóname-pidió nuevamente.
-Te quiero-susurró y besó su frente antes de marcharse sin mirar atrás.
Lágrimas comenzaron a caer una tras otra luego de verlo marcharse y le fue imposible detenerlas aún cuando se dio cuenta de que había alguien más ahí.
-¿Es necesario lastimarlo?-preguntó con un hilo de voz el pequeño rubio.
-Yo...
-Sehunnie no merece esto.
-¡¿CREES QUE NO LO SÉ YA?!-gritó sin poder contenerse, asustando al pequeño-L-lo lamento, yo no...
-No importa-susurró.
-Esto no me gusta más que a ti pero...
-Ya sé-se adelantó al discurso de siempre, no estaba de ánimos para oírlo.
-Es difícil y lo sé, pero confío en ti y por eso te di está misión. Cumple con ella por favor-pidió.
-Lo haré-prometió.
-Gracias.
-Me voy.
-Adiós, Lu-se despidió viéndolo desaparecer también.
*~*~*
Fue el primero en abrir los ojos, Sehun lo hizo unos segundos después y creyó de verdad que podría gritar por el sólo hecho de verse obligado a sonreír cuando los ojos de Sehun reflejaban toda esa tristeza.
-Despertaste-dijo fingiendo una alegría que no sentía-Estaba muy preocupado por ti y...
Fue inútil intentar seguir aparentando que estaba bien luego de que Sehun lo abrazara de esa forma, no podía verlo y de todas formas ya sabía que él estaba llorando y Lu no podía sentirse más miserable porque sentía que era su culpa también.
-Sehunnie-sollozó aferrándose fuertemente a él.
-Eres todo lo que me queda de ella-lo escuchó decir.
Se oía tan infeliz, tan desolado y triste que no estaba seguro de como todavía no estaba gritándole toda la verdad.
-¿De ella? ¿De que hablas?-preguntó, y mentirle mientras lo veía a los ojos en esos momentos, era mil veces peor que cualquier tortura que Kyungsoo pudiera tener para él.
Él tan sólo negó ligeramente con la cabeza.
-¿Po-por qué lloras? ¿Te du-duele algo? ¿De-debo llamar a Cho Ah?-lástima que no fuera nada físico, porque de ser así Lu podría curarlo fácilmente.
Él negó por segunda vez, su sonrisa parecía dolorosa y Lu lloró un poco más fuerte por eso.
-¿Qué tienes, Sehunnie?
"Deja de hacer preguntas estúpidas."
-Voy a protegerte sin importar qué, porque tú eres todo lo que tengo que me une a ella-susurró.
Lu no sabía cómo sentirse con respecto a eso, pensó que debía continuar preguntando pero no pudo, y no porque lo hubiera decidido, sino por Sehun. Él lo besaba en los labios; un beso que sabía a sal, uno muy superficial y que en realidad no era para él sino para la persona que Sehun quería ver por medio de él, pero aún sabiendo todo eso, se permitió ser estúpidamente feliz y correspondió gustoso.
"Estoy feliz pero aún así duele muchísimo más."