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Demonically angelic por DNA

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Notas del capitulo:

No. 2

"Lo prefiere a él."

Ese recurrente pensamiento lo había seguido desde hacía mucho y él había dejado de contar los días luego del séptimo. Intentar sonreír ya dolía pero continuaba forzándose a hacerlo porque continuaba pensando que la sonrisa de Sehun valía cualquier sacrificio de su parte.

Porque sí, Han había acertado ahí donde él había fallado mil veces, Han le había devuelto la sonrisa a Sehun, y aunque era pequeña estaba ahí y cada día podía verla con mayor frecuencia, sin embargo dolía. Dolía aún cuando Sehun casi siempre estaba a su lado, aunque él era el único con el privilegio de abrazarlo siempre que lo deseara, aunque era el único que podía caminar tomado de su mano, aunque fuera el único con quien Sehun se mostrara dulce y cariñoso; igual dolía porque una vez que las luces se apagaban, Sehun se entregaba a Han, a sus besos, caricias y deseos.

Lu ya sabía y eso lo hacía incluso peor; él ya se había dado cuenta de que Sehun lo veía de una forma casi paternal mientras que a Han lo miraba de una forma mucho más especial, no sólo era atracción física o deseo, había algo más y eso a él estaba matándolo aunque siempre actuara como si estuviera bien.

No sabía cuánto podría soportarlo y había comenzado a sentir miedo cuando descubrió sentimientos como; los celos, la envidia y el desprecio, creciendo en su interior y todos dirigidos hacia Han. Ellos a veces actuaban casi por voluntad propia y Lu se encontraba a sí mismo haciendo cosas que ni siquiera había decidido hacer, justo como en ese momento.

Sus piernas tan sólo se habían movido hacia ellos, la risa de Han había dejado de salir y sentía sus ojos sobre él que tenía los brazos envueltos en el cuerpo de Sehun de una forma por demás posesiva y la culpa comenzó a atormentarlo.

Porque él sabía que Han no estaba pasándola bien por culpa de Chanyeol que no dejaba de hostigarlo y pelear con él debido a su cercanía con Sehun, sabía también que Sehun era el medio de escape que Han tenía cuando sus demonios salían para tortúralo y se sentía mal por estar robándole el poco tiempo que tenía a su lado.

-¿Qué sucede bebé?-le preguntó algo preocupado Sehun.

Sí tan sólo él supiera lo dichoso que lo hacía sentir con ese mote nada importante, sí tan sólo él dejara de actuar como su padre, sí tan sólo lo quisiera de la misma forma.

-Nada-respondió quedito.

-¿Seguro? ¿Ese tipo no está molestándote de nuevo, verdad?-inquirió seriamente.

-No-respondió, y no mentía, Minseok ya ni siquiera había tratado de acercársele luego de aquel día en que le había restregado que no iba le iban a corresponder sin importar que lo rechazara a él.

-Bien, pero me dirás si te hace algo, ¿de acuerdo?

"Deja de actuar así o no podré dejarte ir."

-Sí-susurró en respuesta.

-Sehun-llamó Han.

-¿Di...?

-¡Acompáñame a un lugar!-casi gritó de forma apresurada ganándose una mirada de ambos mayores. Han lo miraba fríamente mientras Sehun parecía sorprendido.

-Claro, ¿a dónde quieres ir?-preguntó Sehun mostrándole su dulce sonrisa.

Era capaz de sentir todavía la mirada resentida de Han y por ello tan sólo pudo negar, una sonrisa, que en realidad no quería aparecer, curveó sus labios y sin decir nada más, se alejó de ambos. Descubrió entonces lo difícil que era hallar un lugar para estar solo pero se sintió demasiado feliz cuando finalmente pudo hacerlo.

Se sentó sobre el suelo abrazando sus piernas con la mirada dirigida hacia la Luna, sintiendo algo revolverse en su interior; la noche siguiente habría Luna menguante y harían el ritual.

"¿Pasa algo malo?"-preguntó Lux mientras se sentaba a su lado.

Lu no la miró, mantuvo su rostro ocultó entre sus piernas y negó.

"Mañana será el ritual, ¿verdad?"

Lu asintió en la misma posición.

"¿Quién te llevara?"-preguntó curiosa.

Lu sabía que en verdad ella no quería hacerle daño pero igual lo hizo, ya que se suponía que durante ese importante día él sería acompañado por su madre, esa era la tradición pero Lu ya no tenía a nadie en el mundo, estaba solo y recordar eso tan sólo lo hizo llorar.

"Lo lamento, no era mi intención"-se disculpó ella.

-¿S-soy... al-alguien malo?-le preguntó llorando.

"No, tú eres muy bueno"-aseguró ella.

-Entonces... ¿por qué siento estás horribles cosas?-cuestionó.

Ella lo miró sin entender hasta que el pequeño niño elevó la mirada para enfrentarla, la desaprobación brillo en los penetrantes ojos grises de la hermosa criatura y Lu únicamente pudo agachar la mirada sintiéndose avergonzado.

"No anheles lo ajeno"-le advirtió.

-Lo sé-musitó con la voz quebrada.

Ella se puso de pie y caminó hasta estar tras él, se echó en el frío suelo y se enroscó a su alrededor dejando que el pequeño se acurrucara junto a ella; sabía que no ayudaba mucho pero por lo menos podía escuchar sus penas con atención.

Para cuando el nuevo día llegó Lu tan sólo quería salir corriendo pero no podía, Lay no iba a dejarlo huir. Fue encerrado en una habitación totalmente oscura con el fin de que pudiera meditar pero en lo único que podía pensar era en la forma en la que Han estaba prendado del brazo de Sehun cuando los había visto a lo lejos en el pasillo.

Creía que iba a volverse loco mientras las horas pasaban perezosas dentro de aquel sitio pero finalmente la tarde llegó y fue liberado, lo primero que hizo entonces fue escapar de Lay y correr hasta donde podía percibir la presencia de Sehun. Él y Han se encontraban muy cerca el uno del otro cuando él ingresó estrepitosamente a la habitación y ni siquiera pudo pensar en las palabras correctas para expresar lo dichoso que se sintió cuando Sehun fue hasta él y lo envolvió entre sus brazos.

-Estoy tan feliz de verte-lo oyó decir y únicamente eso tenía a su corazón a punto de reventar-Pensé que el dichoso ritual no iba a terminar nunca.

-No ha terminado-intervino Lay alejándolo de Sehun-No puedes tocarlo-le gruñó al humano que lo miraba amenazante.

Lu quiso liberarse y llamar a Sehun pero únicamente un gruñido salió de sus labios, sus manos fueron hasta su garganta y se sintió frustrado al recordar que el sello había vuelto a ser puesto y que nadie escucharía su voz hasta que todo terminara.

-¿Qué rayos le has hecho?-exigió saber Sehun que empujó bruscamente a Lay, liberándolo a él para revisarlo en busca del problema.

-Eso es necesario-habló Han-Es parte del ritual-explicó.

-¿Qué clase de ridiculez es esa?-bufó molesto abrazando protectoramente al rubio.

-Lu ni siquiera debería estar aquí en primer lugar-señaló el castaño.

-En efecto, ahora te agradecería que me dejaras continuar-masculló Lay.

"Por favor, dile a Sehun que quiero que sea él quien me acompañe hasta ese lugar"-le dijo a Han que era con el único que podía comunicarse.

-De acuerdo-asintió y luego miró a Sehun-Él quiere que seas tú quien lo escolte hasta donde realizarán el ritual.

-¡¿Qué?!-exclamó un escandalizado Lay.

Lu miró suplicante a Sehun que tan sólo le sonrió ampliamente antes de asentir, una sonrisa se extendió en sus propios labios y gracias a esa respuesta poco le importó cuando Lay le dio una mirada reprobatoria y tomó su mano para comenzar a arrastrarlo lejos para finalmente encerrarlo en otro habitación. Al estar dentro se encontró con el malhumorado rostro de Baekhyun que lo miraba con desdén y ante ello él tan sólo pudo sonreír apenado.

-Acabamos de una maldita vez con esto-masculló y sin ninguna delicadeza lo guió a la habitación continúa.

De estar en Incendium, Lu estaría siendo preparado por una selecta corte y no por Baekhyun que parecía tener deseos de estrangularlo mientras lo miraba a través del espejo, él estaba peinando su cabello y aunque no estaba lastimándolo, Lu no podía dejar de pensar que hubiera dado todo porque fuera su madre quien estuviera haciéndolo.

-Bien, terminé-anunció-Ponte esto-ordenó arrojándole una bonita y sencilla túnica blanca.

Asintió despacio y procedió a hacer justo lo que Baekhyun le había ordenado hacer, la suave seda se deshizo gentilmente hasta cubrirlo hasta los pies, elevó la mirada hasta llegar al espejo y no pudo evitar sentirse triste, porque una vez que hiciera eso, sus días junto a Sehun estaban contados.

-Ahora esto-escuchó decir a Baekhyun.

La delgada tela de un velo con pequeños destellos plateados lo cubrió desde la cabeza hasta un poco más abajo de los hombros y aún con lo ligero que era, Lu sentía como si pesara una tonelada.

-Bueno, por lo menos puedo decir que luces hermoso-dijo Baekhyun.

Lu asintió despacio sin mirar al mayor y lo oyó suspirar pesadamente, pensó por un instante que él iba a ignorarlo pero en lugar de eso pronto lo tuvo en cuclillas frente a él.

-¿Qué pasa?-preguntó seriamente-¿No se supone que este es un día muy especial para ti? ¿Por qué tienes esa expresión entonces?

Lu quiso decirle algo pero no pudo hacerlo y eso hizo a Baekhyun fruncir el ceño.

-No sé ni porque me molesto en preocuparme por alguien como tú-bufó.

El rubio lo vio ponerse de pie y Lu rápidamente tomó su mano, varios sonidos extraños salieron de sus labios mientras él señalaba su garganta y esperaba que Baekhyun comprendiera la razón por la cual estaba imposibilitado para contestar a sus preguntas.

-No puedes hablar-murmuró y Lu asintió-Ya veo. ¿Es parte del ritual?

Lu asintió una vez más.

-Que extraños son-frunció el ceño.

Lu sonrió levemente y entonces ambos se quedaron en completo silencio, con sus manos unidas y la mirada fija en el otro. Baekhyun no supo que fue lo que pasó entonces y tan sólo abrazo al pequeño rubio.

-Todo saldrá bien-prometió.

Se quedaron juntos hasta que la hora llegó, y tras recibir un sorpresivo beso en la frente por parte de Baekhyun, Lu salió de aquella pequeña habitación encontrándose con todos esperándolo. Max tenía su típica sonrisa en los labios, Suho lo observaba casi con orgullo, Cho Ah lo miraba maravillada, Han asintió levemente, Chanyeol no parecía estar muy interesado y Baekhyun le dio un empujoncito animándolo a salir.

La sonrisa que Sehun le brindo cuando estuvo frente a él casi hizo que se derritiera, su pequeña mano temblaba cuando la mano de Sehun la sostuvo y nuevamente sintió deseos de huir. Lux los esperaba afuera para llevarlos a la locación donde Lay lo aguardaba y tuvo que morderse la lengua durante todo el trayecto para así no decirle a Lux que volvieran.

Lágrimas empañaban sus ojos cuando estuvieron ahí y Sehun lo ayudó a bajar del lomo de Lux, el velo las ocultaba así como ocultaban la suplica que su mirada albergaba y le pedía a Sehun que no lo dejara ir y hacer eso.

-Suerte-le dijo acompañando esas palabras con un suave beso en la frente.

Asintió resignado y dio media vuelta comenzando a caminar muy lentamente porque de alguna forma se sentía como si fuese un condenado a muerte a punto de cumplir su sentencia. Lay le sonrió con orgullo al verlo llegar y la Luna menguante también le dio la bienvenida bañándolo con su luz.

-Comencemos-indicó Lay.

El pequeño se puso de rodillas y cerró los ojos con fuerza mientras la voz de Lay comenzaba a recitar todas esas oraciones que Lu apenas podía recordar. Algo frío le acarició la piel y Lu sabía que eran los símbolos ceremoniales que Lay debía dibujar en cuerpo.

Él no dejaba de hablar y un par de lágrimas ya habían escapado de sus ojos, sus manos se extendieron hacia él cuando lo pidió y algo fue depositado en ellas, olía a Reina de la noche y podía sentir la textura de sus suaves pétalos.

-Tu vida ya no te pertenece, tu alma es una con la Luna, tu cuerpo será el medio para cumplir sus designios y tu único propósito será el de cumplir con su voluntad.

Lu sollozó silenciosamente.

-Este es tu destino.

"¡No lo quiero!"

-Bienvenido seas al mundo, rey de Tenebris-finalizó.

La corona fue colocada y sus alas se extendieron, sus ojos se volvieron blanco perla y todo desapareció a sus alrededor mientras era arrastrado de vuelta al lugar donde lo aguardaba esa criatura que maquinaba todo para que su destino se cumpliera, esa que Sehun veía en sus sueños.

«Felicidades»

"¡No quiero esto! ¡Yo únicamente deseo poder permanecer junto a él!"

«Él no te pertenece. Tú únicamente existes para cumplir con la misión que te di.»

"¿Por qué nosotros?"

«Porque es la única razón por la que nacieron»

"No es justo."

«Son los únicos que pueden hacerlo, no me falles.»

Su imagen se desvaneció en el aire y poco a poco todo comenzó a aclararse a su alrededor, sus ojos se encontraron de frente con la Luna e hizo algo que nunca había pensando que haría y que iba en contra de todo lo que creía e igual lo hizo; la maldijo una y mil veces para sus adentros.

-¿Su alteza?-habló Lay recordándole que esperaba su respuesta.

-Benedictus fatum meum-susurró.

Una sonrisa llena de orgullo se extendió en los labios del juez. Vio al menor ponerse de pie y fue su turno de arrodillarse frente a él ignorando las lágrimas ocultas tras el velo que también cubría la infelicidad reflejada en el rostro del pequeño rubio.

"Es la razón por la que nací, entonces... ¿por qué se siente como si estuvieran cometiendo un error para reparar otro?"

Notas finales:

Ven como todo se complica más jajajajaja

Ok no, espero que los capítulos e hoy hayan sido de su agrado.

Muchas gracias por leer, recuerden reproducir Monster y hasta la próxima <3


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