Miradas desafiantes chocaban fuertemente la una con la otra, el más joven de ambos dejó ir un gruñido hacia el más alto que no pareció inmutarse en absoluto y siguió firme en su lugar, provocando que el menor se enojara más a cada segundo.
-Sal de mi camino-ordenó el menor con un bajo gruñido.
-No-sentenció Chanyeol.
-Apártate ahora-exigió.
-Han, yo entiendo que antes no tuvieras ninguna otra opción puesto que al cumplir los dieseis años no estaba yo a tu lado, lo entiendo de verdad. Sé que no te quedo más remedio que recurrir al humano pero ya no puedes hacerlo más, yo estoy aquí-señaló seriamente.
-Eso no pasara de ninguna forma-sentenció haciendo que el ceño fruncido de Chanyeol se acentuara aún más.
-Eres mi prometido y nada tienes que hacer cerca de ese humano-dijo recalcando el “mi” en esa oración.
-Yo no soy nada tuyo-gruñó.
-No es tu elección, es algo que ya está decidido-le recordó con una sonrisa ladina.
-¿De verdad?-inquirió con una sonrisa burlona pintada en el rostro-Supongo entonces que lo dices porque todavía tienes presente que soy la luz de los ojos del rey de Tenebris. Una palabra de desagrado que salga de mi boca y que este dirigida a tu persona, y lo más seguro es que tu cabeza sea la próxima en ser exhibida a las afueras del palacio-soltó divertido.
-Mucho cuidado con tus amenazas-advirtió sujetando fuertemente el brazo del menor.
-¿O qué?-masculló desafiante-¿Qué me harás?
Chanyeol abrió la boca para decir algo más pero no tuvo tiempo luego de sentir una extraña sensación recorrerlo por completo, su rostro se giró al lado izquierdo de la habitación con una expresión de asombro y alarma que dejó al menor desconcertado.
-¿Chanyeol?-lo llamó al verlo poner una expresión algo preocupante.
El pelinegro ignoró su llamado y salió a toda prisa de la habitación ingresando estrepitosamente a la habitación que Baekhyun compartía con esa chica humana de cabello corto, se apresuró a llegar a su cama y lo despertó bruscamente ganándose un gruñido de parte del pequeño de ojos esmeralda.
-¿Qué demonios…?
-No hay tiempo, levántate y toma tus cosas, Kyungsoo vine hacia acá-dijo seriamente.
-¿Cómo es que sabes eso?-inquirió con el ceño fruncido.
-Por la herida de Kai-respondió.
Baekhyun lo miró horrorizado, porque al ver su expresión supo que no era ninguna broma, llamó casi a gritos a Cho Ah antes de ponerse de pie y salir corriendo hacia la oficina de Suho, Chanyeol estaba siguiéndolo de cerca cuando ingresó y corrió al panel cerca del escritorio para activar todas las alarmas ante la mirada atónita de Suho.
-¿Baekhyun, que...?-quiso preguntar Suho luego de ver lo que Baekhyun hacía.
-No hay tiempo, Kyungsoo se dirige hacia acá-dijo rápidamente.
Todo comenzó a moverse muy rápido entonces, en cuanto Suho se había enterado del movimiento de Kyungsoo había hecho a todos ponerse en marcha, todos corrían de un lado a otro y cuando Baekhyun vio a Sehun a lo lejos quiso correr hacia él deteniéndose en seco cuando vio a Han llegar a su lado.
No escuchaba lo que decían pero para él fue más que suficiente ver como Sehun lo tomaba de la mano y corría hacia la entrada del bosque. Recordó entonces que Lu y ese arrogante tipo todavía no habían vuelto de hacer su dichoso ritual y fue entonces que se dio cuenta que ellos iban a buscarlos.
-Baekhyun-llamó Chanyeol y tomó su mano para devolverlo a la realidad-No puedes perder el tiempo, ve con ellos-ordenó empujándolo hacia el vehículo desde donde Max lo llamaba.
-Pero…
-Tu humano y Han estarán bien-aseguró.
-De acuerdo-asintió antes de correr hacia Max-Chanyeol-lo llamó a mitad de camino ganándose una mirada de esos orbes color violeta-Cuídate-pidió.
-Lo haré-prometió y permaneció justo en su lugar viendo como el pequeño mestizo se alejaba en aquella maquina que los humanos usaban para transportarse, su mirada fue dirigida entonces hacia la dirección donde Han y el humano de los ojos raros se habían ido.
Se apresuró a seguirlos, pero ellos pronto aparecieron en compañía del pequeño rubio y el arrogante juez. Lay abrazaba demasiado posesivamente a rubio y al dirigir su mirada al niño, Chanyeol no pudo contener un gruñido; el niño entonces apestaba a Incendium, clara muestra que había sido bien recibido por la Luna como nuevo gobernante de aquella dimensión.
-¿Qué está pasando aquí?-preguntó Lay.
-Kyungsoo viene hacia acá, debemos irnos-respondió Sehun-Lu, ven conmigo-pidió tendiéndole la mano al menor.
Ninguno pudo ver la expresión de Lu gracias al velo pero lo que todo si vieron fue como el pequeño niño rechazó la mano de Sehun y se dejó arrastrar por Lay en dirección a donde la loba blanca y el chiquillo de ojos azules aparecían con el blanco corcel del juez. El pequeño niño fue puesto rápidamente sobre el lomo de la loba que emprendió su carrera sin esperar por nadie, siendo seguida por el juez.
-¡Lu!-llamó Sehun siendo frenado por Han.
-No hay tiempo para eso, vamos-ordenó tirando de la mano del mayor en dirección opuesta.
-¡Han!-rugió furioso Chanyeol al verse ignorado pero ni eso detuvo al pequeño castaño para que se fuera con ese hombre.
Un bajo gruñido abandonó sus labios antes de que con un silbido llamara a un Cazador y comenzara a avanzar de igual forma, le llevaban mucha ventaja a Kyungsoo y seguro podrían idear un plan antes de que él les diera alcance.
Miró al frente dándose cuenta que el camino entre Han y él cada vez era menos, podía incluso distinguir la menuda figura del nuevo monarca de Incendium y encontró demasiado raro su comportamiento, ordenó al Cazador ir más rápido y pronto logró sobrepasar a todos y darle alcance a la hermosa loba blanca.
-¿Qué tienes?-le preguntó al menor.
El pequeño cuerpo del rubio estaba prácticamente desvanecido sobre el lomo de la bella criatura, su respiración se escuchaba demasiado acelerada y Chanyeol comenzó a temer que fuera a caerse al suelo.
-Min-Minseok-murmuró débilmente.
-¿Quieres que traiga a tu pareja?
-N-no.
-¿Qué necesitas entonces? ¿Qué te ha pasado?-inquirió algo preocupado.
-Dile... que use su barrera-indicó.
Chanyeol no comprendió eso al momento hasta mucho después de darle varias vueltas y entonces entendió lo que el pequeño rey le decía. Si todo era como él lo había interpretado, eso quería decir que ese chiquillo había nacido con una muy poderosa y rara cualidad, y eso tal vez podría despistar a Kyungsoo.
Asintió finalmente a las órdenes del pequeño rubio y dio la vuelta hasta llegar hasta el juez y el chiquillo de ojos azules, ambos le dieron una mirada de desprecio que poco le importó y procedió a comunicar las órdenes del pequeño rubio.
-Su rey dice que Minseok debe usar su barrera-indicó.
-¿Yo?-inquirió nerviosamente el castaño.
-Sí.
-Pe-pero... no creo que eso funcione, mi barrera aún es débil-explicó nervioso.
-Inténtalo-ordenó Lay.
-Pero...
-Es importante Min. Sé que te da miedo fallar pero debes intentarlo por lo menos, piensa que tal vez esto te ayude a ganar la simpatía de su alteza-lo alentó el rubio mayor.
-Es-está bien-dijo por fin.
Imponentes alas blancas se extendieron, sus manos estaban formando una rara figura, susurros abandonaron sus labios y el azul de sus ojos desprecio por completo volviéndose blanco, una suave y fresca brisa con olor a Silene nutans-la flor más especial luego de la Reina de la noche-se extendió sobre ellos.
Todo eso apenas duro unos segundos antes de que aquel jovencito cayera inconsciente en los brazos de Lay que le susurraba un: 'lo has hecho muy bien', al oído.
-¿Funcionó?-preguntó Chanyeol.
-Tendremos que esperar para asegurarnos, por el momento únicamente podemos continuar avanzando-explicó el juez de Incendium.
-De acuerdo-asintió de buena gana; algo le decía que todo había salido bien.
***
Un fuerte rugido le puso la piel de gallina a todos los ocupantes de aquel vehículo, nadie se atrevía a respirar siquiera por temor a que aquel terrorífico ser descargara su irá contra ellos que de nada tenían la culpa.
-¿Se-señor?-se atrevió a preguntar el asustado operador del vehículo, necesitaba ser guiado a final de cuentas.
Kyungsoo le lanzó una mirada mortal que lo hizo guardar silencio y girar su vista al camino de forma inmediata. Los ojos de esa divina y mortal criatura brillaban sanguinariamente y sus colmillos tan sólo les ponían los pelos de punta.
-¿Qué ocurre?-preguntó seriamente Kai, su rostro estaba tan neutro que los ponía igual de nerviosos que la ira de Kyungsoo.
-Los perdí-gruñó.
-¿Cómo fue eso posible?-preguntó seriamente.
Kyungsoo lo observó atentamente durante largos segundos y apretó los labios con fuerza; en los últimos días Kai había cambiado mucho y él sabía que era culpa suya. Odiaba su distante actitud pero tampoco podía pedirle que la cambiara cuando él mismo le había dicho que no podía verlo como la persona que era sino únicamente como la que quería ver.
-No sé-musitó.
-¿Qué hacemos entonces?-cuestionó.
-Detenernos y esperar-respondió.
Por más que trató de ver a los ojos del menor, éste no lo permitía y seguramente no iba a volver a hacerlo.
-Le informaré al operador-dijo y finalmente pude huir de él.
Cuando el vehículo se detuvo del todo, Kai fue el primero en bajar y desapareció antes de que Kyungsoo decidiera seguirlo, era por su bien, se negaba a provocarle más dolor si se enteraba de eso. Una vez estuvo lo suficientemente lejos se permitió derrumbarse y perdió esa expresión neutral que se esmeraba en mostrarle a Kyungsoo para que no se enterara.
Se levantó cuidadosamente la camiseta y maldijo para sus adentros al ver lo mucho que la infección había avanzado. Cerró los ojos tratando de controlar su inestable respiración y el temblor en sus manos; la herida que ese tipo le había hecho no sólo no estaba curándose sino que también empeoraba, él lo había infectado con algo que estaba destruyendo su cuerpo desde adentro, el dolor cada día se hacía peor y no sabía cuánto tiempo tenía, tan sólo rogaba porque fuera el suficiente para ver a Kyungsoo cumplir su objetivo.
-Eso es todo lo que pido-susurró mientras miraba fijamente a la Luna, esa deidad en la que jamás había creído-Dame tiempo para ayudarlo-suplicó.
-Kai.
El sonido de su voz lo asustó y se apresuró a acomodar su ropa y recuperar la compostura para que él no descubriera nada todavía. Sus miradas se encontraron al instante como si ambas fueran atraídas por una especie de imán y por un segundo Kai creyó que iba a desmayarse debido al mareo que sintió.
-¿Qué pasa?-preguntó indiferente.
-No sé, dímelo tú que has estado actuando raro-acusó.
-No he hecho tal cosa-aseguró tranquilamente.
-Lo haces, justo ahora estás haciéndolo-señaló irritado.
-No es así-afirmó.
-¡Basta!-elevó la voz-¡Deja de comportarte como un mocoso mimado y enfrenta las cosas como un hombre!-exigió.
-No entiendo a lo que te refieres, eres tú el único que tiene problemas conmigo-se encogió de hombros despreocupadamente.
Lamentablemente su control estaba por terminarse, su visión estaba comenzando a ser borrosa y la voz de Kyungsoo comenzaba a escucharse distorsionada a sus oídos; que se fuera, eso era lo único que pedía.
-¡Tú ya sabías sobre Jongin y el porqué de que yo te hubiera creado, fuiste tú quien siempre quiso comportarse como si no lo supiera, es absurdo que tomes esta infantil actitud!-vociferó furioso.
-Yo no estoy haciendo nada-gruñó sin poder contenerse.
-Haz lo que quieras entonces-masculló antes de dar la media vuelta y comenzar a alejarse.
-Kyungsoo-llamó antes de poder pensar en lo que hacía. Él se giró para verlo aún visiblemente enojado y eso lo hizo sentir como un niño siendo reprendido-Lo lamento-susurró, aunque lo que realmente le hubiera gustado decir era: 'Lo lamento por no quedarme para siempre contigo.'
-Ahórrate eso, es muy tarde ahora-masculló, alejándose completamente entonces.
Las fuerzas lo abandonaron completamente una vez que Kyungsoo desapareció y la Luna era todo lo que podía ver mientras yacía en el suelo casi inconsciente.
"Un poco más, déjame quedarme a su lado un poco más."
Ese era su único deseo, no pedía nada más.
***
Los primeros rayos del sol marcaron el final de su avance, todos se encontraban ya muy exhaustos y Chanyeol hacía mucho que había dejado de sentir la presencia de Kai. Suho ordenó montar el campamento tan pronto como se detuvieron y para todos, aquello fue como una bocanada de aire fresco.
Nuevamente el movimiento comenzó y Chanyeol avanzó decidido hacia Han, no iba a seguir tolerando más sus desplantes. Algo tiró de su ropa cuando estaba mitad de camino y al girarse apenas pudo ver el pequeño cuerpo de Lu resbalando del lomo de Lux, intentó atraparlo pero tan pronto como su mano logró sujetarlo el ardor en su piel lo obligó a soltarlo y cayó duramente al suelo.
-¡Lu!-escuchó la voz alarmada de Sehun.
Lo vio caer de rodillas junto al pequeño rubio al cual tomó en brazos mientras lo llamaba con insistencia, el velo que cubría su rostro fue retirado sin cuidado revelando los rastros oscuros de sus dolorosas lágrimas.
Han, que se encontraba al lado de Sehun, tocó la frente del pequeño comprobando que tenía una elevada temperatura, su mirada angustiada fue hasta Lay que miraba todo en estado de shock; porque eso nunca había pasado antes y no lo entendía.
-¡Despierta y haz algo!-le ordenó al estupefacto rubio.
Lay parpadeó varias veces antes de despertar por completo y correr hasta donde ellos se encontraban, revisó con manos temblorosas al menor y se sintió aterrorizado porque no tenía ni idea de cómo actuar.
-¡Haz algo!-exigió Sehun.
-Y-yo... no sé que hacer-respondió aturdido.
Sehun lo maldijo en voz alta y se puso de pie con Lu en brazos para llegar a Jena, sentía el corazón en la garganta y unas inmensas ganas de llorar; había prometido cuidarlo y estaba arruinándolo.
-¡JENA!-gritó su nombre tan pronto entró a la carpa que había sido designada como enfermería-Tienes que ayudarlo-exigió/suplicó.
-Déjalo aquí-ordenó ella señalando una improvisada camilla.
Sehun obedeció rápidamente y se apartó mirando con ansiedad como ella trabajaba, su angustiada mirada se desvió una milésima de segundo a la segunda cama al interior de aquel lugar y ya no pudo despegar su vista de ahí, sus ojos tan sólo podían mirar incrédulos a quien la ocupaba.
-Sehun-habló Suho que entraba apresurado-¿Qué pasó?-preguntó.
No obtuvo respuesta de parte del pelinegro que sin más comenzó a avanzar hasta la otra camilla, estiró sus manos hacia el rostro de la mujer que parecía dormida y lo acarició levemente con los dedos.
«Sé que esto no te gusta, pero no se puede evitar. Además, Sehunnie es muy fuerte... »
Ella siempre había sido la única que lo había llamado por su nombre, siempre había sido buena con él y con su Yi Jie, tenía siempre una sonrisa para ambos y se había enfrentado a Kyungsoo muchas veces para evitar que los lastimaran; la única sobreviviente del laboratorio que su Yi Jie había destruido.
-Oba Kana-musitó débilmente sin dejar de mirarla como si fuera alguna clase de alucinación.
«Váyanse niños... sean libres...»
Esas eran las últimas palabras que ella le había dicho.