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Demonically angelic por DNA

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Notas del capitulo:

Hello!!!


Y luego de una eternidad por fin traigo el epílogo de esta historia, espero les guste.


Disfrútenlo~


 

« ¡Ja!, vaya que eres idiota. ¿Realmente crees que alguien como Sehun va a tomarte en serio a ti? »

No, Luhan realmente no lo creía y era por eso que las palabras de Tabita lo hacían sentir así de mal. Él era la persona que más cuenta se daba de cuan imperfecto era y sabía que no tenía derecho alguno de sentirse molesto cada vez que veía a Tabita pegada a Sehun, además... A Sehun también parecía gustarle ella.

-¿Qué está pasando conmigo?-preguntó a la nada con un susurro.

Su diestra viajó hasta su pecho apretando la tela de su ropa sobre su pecho justo donde debía estar su corazón. Sus ojos se fijaron en todo lo que rodeaba y por un instante, y en un intento de distraerse, se preguntó una vez más porqué Sehun siempre le había exigido llevar una capa con capucha que lo ocultara de todo el mundo, tenía incluso órdenes estrictas de agachar la cabeza cuando alguien pasara junto a él, tampoco podía salir de casa sino era en compañía de él o de Lux y también tenía prohibido hablar más de lo necesario con las personas, pero nunca se le dijo porque Sehun le había exigido ese tipo de cosas.

Había pasado sin aviso alguno luego de que cumpliera los trece años, al principio sólo le pido usar la capa y tras eso las siguientes ordenes se le unieron y tenía el presentimiento de que pronto muchas otras se le unirían, Luhan nunca tuvo problema en obedecer aún cuando tenía curiosidad. Ahora, con dieciséis años, Luhan seguía siendo igual que como era antes, seguía siendo la mascota obediente de Sehun que no tenía derecho a pedir nada.

-Aquí tiene-le dijo la amable mujer que le entregaba los últimos ingredientes para la que sería su cena en unas cuantas horas más.

-Gracias-murmuró apenas con un susurró mientras tomaba sus compras y se aseguró de no mirar en ningún instante a los ojos de la amable vendedora.

Un gruñido a sus espaldas le hizo saber que estaba demorando más de lo debido y sin perder ni un segundo salió de la tienda rápidamente para encontrarse con Lux que ya estaba echada en el suelo esperando a que él subiera, para así devolverlo a casa como Sehun le había ordenado desde la primera vez que le había permitido salir de casa por primera vez.

Su mano izquierda sostuvo fuertemente lo que había comprado además de sostenerse mientras su mano derecha se esforzaba por mantener en su lugar la capucha por lo menos hasta que salieran de los terrenos de la aldea.

Al llegar a casa le dio una linda sonrisa a Lux y le acarició suavemente la zona tras las orejas, viendo complacido como ella se inclinaba más en busca de su suave tacto, algunas veces Lux parecía más una cachorra que una loba adulta.

-Muchas gracias por llevarme Lux-le dijo por último antes de correr al interior de su hogar para comenzar con la cena.

El lugar donde vivía con Sehun no era un palacio pero tampoco era la cueva donde lo había conocido nueve años atrás, además era sólo suyo y Luhan únicamente con eso era feliz aún cuando el lugar era bastante rustico; tenía solamente una habitación, la cocina, una pequeña estancia y el baño.

Era todo y Luhan no se quejaba porque a fin de cuentas era lo único que conocía, además, Sehun estaba ahí. Ese pensamiento lo hizo sonrojarse intensamente y tuvo que sacudir repetidas veces la cabeza para concentrarse totalmente en cortar los vegetales que pondría a hervir.

"Hoy hace nueve años lo conocí."

Una sonrisa tonta se extendió en sus labios tras recordar eso, recordaba también que al principio Sehun lo había hecho quedarse en la cueva con Lux, prometiendo que iba a encontrarle un lugar mejor. Le obsequió incluso algo de su ropa, le llevaba de comer y cuando podía se quedaba con él a pasar la noche, esos fueron sus primeros tres meses estando juntos y lo único que Luhan odiaba era ver a Sehun siempre llegar con los feos moretones que su padre le provocaba.

Luego, un buen día, Sehun le dijo que todo se había acabado y aún con el miedo que Luhan sintió ante la idea de ser abandonado, dejó que Sehun lo tomara de la mano y lo llevara a un lugar desconocido para él, resultó ser esa casa, que había sido de Sehun y su padre desde siempre, sin embargo el padre de Sehun había muerto y ahora ese lugar pertenecía al castaño. Él le dijo que su padre había muerto por culpa de su adicción y Luhan no quiso saber más porque Sehun tampoco había insistido nunca con el tema de su familia.

Se dio cuenta entonces de lo perdido que estaba en sus pensamientos y no pudo evitar comenzar a reírse por eso, miró la mesa y al tener todos los ingredientes en ella todo lo demás quedó en el olvido mientras sólo se concentraba en recordar lo especial que era ese día, era algo así como su aniversario después de todo.

La sonrisa llena de emoción no se borró ni un solo instante mientras trabajaba y su corazón no dejaba de latir con fuerza. Dejó todo a fuego lento y prácticamente corrió hasta a la mesa para comenzar a prepararla, ese día quería que luciera muy bonita.

Un suspiro de satisfacción salió de sus labios cuando todo estuvo listo y sólo quedaba esperar a Sehun. Al oír la puerta el corazón de Luhan comenzó a latir desbocadamente y los nervios comenzaron a invadirlo, una sonrisa preciosa estaba plasmada en los labios de Sehun cuando se reunió con él en la cocina.

-Huele bien-dijo mientras lo miraba de esa manera que hacía que le temblaran las piernas.

-S-sí, yo hice algo especial para hoy-murmuró tímidamente.

-Ya veo-su expresión se volvió una mueca de culpa y sólo con eso Luhan sintió algo pesando en su pecho-Gracia por esforzarte pero tan sólo venía a decirte que estaré fuera hasta tarde.

-Pe-pero hoy...

-Tengo un trabajo de la academia y debo reunirme en unos minutos con Tabita-dijo tranquilamente mientras iba hacia la habitación para, seguramente, cambiarse.

-¿Ta-Tabita?-murmuró con tristeza, porque que fuera con ella era peor que ninguna otra cosa.

-Sí-respondió él, saliendo de la habitación ya cambiado.

-¿No puedes dejarlo para otro día?-preguntó esperanzado.

-No, esto es importante y ya quedé con Tabita. No puedo cancelar así de la nada.

-Pero...

-Luhan, esto es importante-masculló algo fastidiado.

-También lo que yo te pido es importante.

-Luhan-gruñó.

-No, tan sólo olvídalo-bufó.

Sehun lo vio ir hasta la habitación y suspiró pesadamente al pensar que él tan sólo iba a recluirse ahí por lo que lo dejó pasar, lo que nunca se esperó fue ver pasar a Luhan con su capa puesta y caminando rápidamente hacia la puerta.

-Luhan-advirtió al verlo abrir la puerta.

-¡Espero que Tabita y tú se diviertan mucho!-exclamó antes de salir dando un portazo.

-¡Luhan!-rugió furioso y Luhan no necesitó más para echarse a correr con todo lo que tenía hacia el bosque.

No era la primera vez que lo hacía, tampoco era la primera vez que Sehun gritaba como loco a sus espaldas y seguramente más tarde él lo llamaría 'malcriado irresponsable' y no podía importarle menos porque estaba molesto y Sehun merecía eso por olvidarse de él y sí, podía ser que a Sehun no le importaran los sentimientos de él porque lo llamaba mascota pero Luhan no podía tan sólo quedarse quieto, él también necesitaba una forma de desahogarse porque por mucho que fuera la 'mascota de Sehun', también era una persona y tenía sentimientos aunque Sehun pocas veces lo notara.

Los aullidos de Lux se escuchaban a sus espaldas cada vez más cerca y Luhan tan sólo podía presionar más su cuerpo para ir más rápido, escuchó un gruñido demasiado cerca, su negra capa se atoró en una rama mientras corría y Luhan inmediatamente empezó a luchar para liberarse.

Escuchaba el sonido de la tela rasgándose pero la rama no cedía, escuchó la voz enojada de Sehun demasiado cerca y comenzó a luchar con mucha más ansiedad hasta que finalmente se liberó aún cuando la capa se rasgó. Sus pies trastabillaron hacia atrás y antes de poder aferrase a algo para mantener el equilibrio, su cuerpo comenzó a rodar hacia abajo en una pendiente.

Todo le daba vueltas cuando su cuerpo se detuvo y la casi nula resistencia al dolor que poseía no demoró en arrástralo a la inconsciencia por mucho que quiso llamar a Sehun al escuchar su voz demasiado cerca.

Para cuando sus ojos se abrieron todo a su alrededor ya era cubierto por la oscuridad y el frío, se levantó como pudo con el miedo a flor de piel y el dolor recorriendo cada terminación nerviosa de su sistema, sus temerosos ojos fueron de lado a lado por todo el lugar pero no reconoció nada ahí y quiso llorar, había sido un idiota por comportarse como un malcriado y ese era su castigo.

Su corazón empezó a golpear con fuerza en su pecho cuando empezó a avanzar sosteniéndose de cada árbol que tenía al alcance, todo era demasiado tenebroso y no pudo seguir conteniendo las lágrimas de puro miedo que brotaban sin cesar. Los sonidos del bosque parecían burlarse de él al hacerlo mirar en todas direcciones de forma frenética y cuando por fin divisó la claridad a pocos metros no dudó en echarse a correr ignorando el dolor que sentía.

El brillo plateado de la Luna llena lo iluminó todo cuando finalmente traspasó los grandes árboles hasta aquel iluminado lugar, un dulce aroma le embriagó los sentidos y al mirar hacia abajo se encontró con que todo lo que se veía en el suelo de aquel claro era nada más y nada menos que flores blancas que parecían brillar con el resplandor de la Luna llena.

Luhan la observó sin dar crédito a la visión porque conocía perfectamente esa flor, había leído sobre ellas en un libro que Sehun le había obsequiado y sabía que el hecho de que estuviera ahí era más que inusual. Él sabía que se llamaba Reina de la noche así como sabía que esta no crecía directamente del suelo como lo estaba haciendo ahí, Luhan había leído que era la flor de una cactácea pero en ese lugar estaba creciendo sola y directamente del suelo como si fuese más que otra flor del valle, no había rastros de el cactus en ninguna de ellas que eran miles.

« ¡Son estrellas fugaces! »

Se giró rápidamente luego de escuchar esa voz pero ahí no había nadie más que él, una luz inusual captó su atención y al mirar al cielo sus ojos se agrandaron y una sonrisa involuntaria se extendió en sus labios mientras veía la lluvia que poco a poco comenzaba a cubrir el cielo, por ese instante todo el miedo y lo dolorido que estaba su cuerpo fue cosa olvidada mientras se perdía en la imagen de aquel bello lugar.

La emoción comenzó a crecer más a cada segundo y antes de que se diera cuenta él ya se encontraba yendo de lado a lado tratando de seguir a las estrellas que parecían caer más cerca y una alegre risa rompió el silencio luego de que por accidente cayera al suelo sobre el manto de suave fragancia y blancos pétalos.

-¡Mira Sehun! ¡Son estrellas fugaces!-chilló emocionado luego de ponerse de pie y señalar al cielo.

Pero nadie respondió y Luhan recordó entonces que estaba solo en ese lugar, el silenció se volvió algo desagradable para él, el dolor físico que antes había olvidado regresó haciendo soltar un quejido pero ni eso superó el malestar que le provocó una punzada de dolor en su pecho, quería volver a casa.

Las lágrimas pronto comenzaron a rodar por sus pálidas mejillas y ni siquiera el escozor que sintió cuando ellas tocaron el rasguño en su mejillas izquierda las hizo disminuir.

-Quiero volver con Sehun-sollozó sobre sus frías manos que cubrían su rostro.

«No tengas miedo.»

-¡Sehun!-exclamó apartando sus manos del rostro con el latir enloquecido de su corazón ante la posibilidad de que él estuviera ahí.

Sin embargo, no fueron los ojos oscuros y la sonrisa cálida de Sehun lo que encontró; lo que en realidad halló fueron pequeños puntos de luz azul que bailaban a su alrededor. Los observó medio asombrado, medio maravillado mientras todos ellos comenzaban a congregarse en un sólo punto hasta volverse un espiral que sin aviso alguno comenzó a viajar hacia una dirección desconocida, fue entonces que todo el dolor y miedo volvieron a irse mientras Luhan se encontraba a sí mismo corriendo con todas sus fuerzas tras las lucecitas azules.

-¡Espérenme!-pidió desesperado.

Pero ellas no lo hicieron hasta mucho después cuando Luhan ya no podía más y cayó de rodillas al suelo tratando de llevar aire a sus pulmones, no podía respirar por más que trataba y sabía que se debía a sus problemas respiratorios, Luhan tenía asma después de todo.

Comenzó a tener miedo otra vez y estiró su mano hacia las lucecillas flotantes frente a él a forma de pedir ayuda pero ellas tan sólo se fusionaron en una gran esfera que finalmente explotó dejándolo solo en medio de la oscuridad.

-¡Luhan!-gritó él a lo lejos.

Quiso llamarlo también pero apenas pudo estirar su mano en su dirección, sintiendo mucho miedo pero eso terminó en el olvido cuando Sehun lo rodeó con sus brazos, él le hablaba con su voz cargada de ansiedad y temor mientras que con una de sus temblorosas manos conseguía llevar el inhalador a sus labios y con sólo presionarlo una vez le devolvió la capacidad de respirar nuevamente.

-¿Luhan?-lo llamó angustiado.

El rubio tan sólo lo miró atentamente por unos instantes antes de sonreír levemente provocando que un suspiro de alivio de parte de Sehun que sin más lo abrazó con fuerzas, y él se permitió disfrutar de esos pocos minutos porque sabía que después vendría la reprimenda pero podía aceptarla porque sabía que había hecho mal.

-¡¿Se puede saber qué rayos estabas pensando?!-exclamó furioso, sus manos apretaron con fuerza los hombros del rubio pero a ese punto estaba tan enojado que dejarle montones era su menor preocupación.

-Lo siento-murmuró el avergonzado rubio.

-¡¿Por qué diablos has hecho esto?! ¡¿Tienes siquiera una idea de lo preocupados que estábamos Lux y yo?!-vociferó histérico.

-Perdón-susurró con la voz llena de arrepentimiento.

-¡Mira nada más las condiciones en las que estás!-lo señaló de pies a cabeza-¡¿Te imaginas lo que hubiese pasado si no hubiera llegado a tiempo?!

-Y-yo...

-¡Pero por supuesto que no!-bufó exasperado-¡Te comportaste como un mocoso malcriado y desde ahora te digo que no voy a pasarlo por alto!-advirtió aún usando su elevado tono de voz.

-Está bien-musitó resignado.

-Levántate ahora mismo, nos vamos a casa.

Luhan tan sólo asintió con la cabeza agachada y lentamente comenzó a ponerse de pie para luego seguir al enojado castaño hasta donde Lux ya los estaba esperando, Sehun fue el primero en montar y poco después Luhan se le unió y rodeó con ambos brazos su cintura.

Ya sabía que estaría enojado pero aún así Luhan no pudo evitar sentirse muy feliz por el mero hecho de que Sehun estaba ahí con él, es por eso que se permitió descansar su cabeza contra uno de los hombros del más alto y cerró los ojos disfrutando de la caricia del viento que arrastraba el aroma de Sehun hasta su nariz.

Eran en momentos así donde Luhan sentía que era valioso y que había una posibilidad para ser algo especial para Sehun, él lo quiería ser desde siempre y por eso se sentía muy afortunado de esos pequeños instantes que son sólo suyos, lo único malo es que siempre terminaban muy rápido, justo como ese.

-Sehunnie-llamó Tabita desde la lejanía.

Luhan se dio cuenta entonces que ya habían vuelto a casa y que ella estaba esperándolos, había una sonrisa irritante estampada en sus labios y Luhan no dudó ni un instante en abrazarse al brazo de Sehun dándole una mirada fulminante a la fastidiosa chica.

-¿Qué haces aquí Tabita?-preguntó sorprendido el castaño-Es tarde y algo podría pasarte.

-Nada me pasará-aseguró ella-Soy hija de la mano derecha del gobernante por lo que tengo protección-señaló al hombre un poco más atrás-¿Lo ves?

-Lo veo, pero aún así...

-No te preocupes-insistió-Además, yo tenía que venir-musitó con timidez.

-¿Eh?

-E-es que... y-yo estaba preocupada porque tú no llegaste a nuestra cita-dijo con las mejillas levemente sonrosadas y sólo eso hizo enojar más a Luhan.

-Lo sé y lo siento mucho, Tabi-respondió apenado Sehun-Tuve un problema-farfulló dándole una fea mirada a Luhan que únicamente pudo bajar la mirada.

-Ya veo-murmuró ella-En ese caso yo no tengo problema para quedar mañana-aseguró sonriente.

-¿De verdad?-inquirió esperanzado.

-Sí-asintió enérgicamente-Papá tiene una semana entera de descanso después de todo.

-Oh, Tabi-soltó visiblemente antes de ir y abrazarla.

Algo se quebró entonces dentro de Luhan, lágrimas le empeñaron la mirada y un enorme nudo se formó en su garganta.

-No sabes cuánto te lo agradezco, me salvas la vida.

-N-no hay problema-susurró con las mejillas sonrosadas.

-Se-Sehun-su nombre fue lo único que salió de los labios de Luhan.

-Ahora no Luhan, entra a la casa-ordenó severamente.

-N-no, y-yo...

-¡Ahora!-elevó la voz asustándolo.

Las lágrimas se liberaron entonces y tuvo que correr al interior de su hogar negándose a dejarlos verlo llorar, se encerró a llorar en el baño lo que parecieron años pero para cuando salió Sehun todavía estaba con ella. Sus pies se arrastraron lentamente hasta que estuvo en la cama bien oculto entre las cobijas que comenzaban a mojarse con sus tontas lágrimas.

-¿Lu?

La susurrante voz de Sehun en su oído y sus brazos rodeándolo lo sobresaltaron haciéndolo dar un respingo, sentía su pecho presionando contra su espalda y apenas pudo controlarse a sí mismo antes de que su cuerpo entero empezara a temblar por su cercanía.

-Lo siento-dijo con un murmullo-Sé que fui muy duro contigo pero tienes que entender que yo sigo molesto por lo que hiciste, me asusté mucho.

-Pe-perdón-balbuceó, odiándose porque su voz se escuchó quebrada.

-También lo lamento mucho, pequeño.

Un besó fue presionado sobre su nuca y Luhan tuvo aún más ganas de llorar porque odiaba eso y ya ni siquiera recordaba desde cuando tenía esas enormes ganas de hacer un berrinche y exigirle a Sehun que lo besara en los labios, pero... ¿qué derecho tenía? Sehun tan sólo veía en él una responsabilidad al fin y al cabo.

-Bien-se las arregló para decir luego de mucho.

-Luhan no me mientas-pidió algo molesto, sus brazos incluso se alejaron de su cuerpo-Tú ni siquiera deberías estar molesto porque fuiste tú quién se comportó como un pequeño malcriado y huyó. Fuiste tú solito quién te pusiste en riesgo tan sólo por una tontería-bufó.

-¿Qué haces fingiendo que lo lamentas si piensas todo eso?-soltó molesto también.

-¿Es así como vas a comprarte?-espetó.

No respondió a eso y lo siguiente que supo era que Sehun se había levantado de la cama y dejaba ir un gran resoplido.

-Es justo a esta actitud a la que me refiero, tú tan sólo esperas que sea yo quién siempre diga que lo siente-acusó.

Una vez más Luhan no dijo nada y se mantuvo llorando en silencio.

-¡Bien entonces!-exclamó-Me parece perfecto sí es así como quieres que vayan las cosas. Desde maña tienes prohibido poner un pie fuera de casa.

Tras escuchar eso Luhan se incorporó rápidamente mirando con incredulidad a Sehun que estaba dirigiéndole una dura mirada.

-¡No puedes hacer eso!

-Puedo y estoy haciéndolo, tú fuiste quien se lo buscó-afirmó con indiferencia.

-¡No es justo!

-¡No, lo que no es justo es que actúes tan egoístamente siempre que algo no te gusta porque por sino lo recuerdas soy yo el que siempre tiene que cargar con las consecuencias!

Más lágrimas se derramaron de sus bonitos orbes avellana y una vez más Sehun resopló al verlo.

-Llora todo lo que quieras que nada va a cambiar, desde mañana te quedas aquí al cuidado de Lux y fin de la discusión-sentenció antes de salir furibundo de la habitación.

Luhan volvió a recostarse tan pronto él se fue, siguió llorando por largas horas hasta que finalmente perdió la conciencia. Fue Sehun quien lo despertó a la mañana siguiente diciéndole que se iba a la academia, que dejaba su desayuno listo y recordándole que no podía salir.

Luhan no le dirigió la palabra ni una sola vez, no salió de la cama hasta mucho después de que él se fue y tampoco desayuno, en su lugar se quedó sentado en la cama abrazando sus piernas contras su pecho mientras se tragaba las ganas de despotricar que tenía.

Era demasiado injusto que Sehun le hiciera eso cuando él tenía toda la culpa porque había sido él quien se había olvidado de su 'aniversario' y ahora también iba a hacer lo mismo con su promesa.

Porque aparentemente Sehun también se había olvidado que había prometido llevarlo al festival de la aldea en honor al tratado de paz entre las tres dimensiones, nunca había ido porque Sehun se lo tenía prohibido hasta hace un año que había prometido que iba a llevarlo pero en su lugar iba a quedarse encerrado mientras Sehun se iba con Tabita, odiaba todo eso y más odiaba las ganas de llorar que tenía.

-No-se dijo a sí mismo mientras se ponía de pie-Esta vez no voy a obedecer-afirmó con decisión.

Salió de la habitación tomando su capa en el camino hasta la estancia, se asomó sólo un poco para ver que era lo que Lux hacía y tras unos minutos, en los que ideó un plan y ocultó su capa, se puso manos a la obra.

Corrió rápidamente a la cocina y sin hacer ruido comenzó a calentar un poco de agua hasta que vio humo, rápidamente la puso dentro de una bolsa y finalmente se la pegó a la frente durante unos minutos hasta que pudo sentir su frente caliente. Una vez estuvo seguro de que iba a engañarla, corrió de vuelta a la estancia y tiró un florero al suelo antes de dejarse caer a su lado. La puerta no tardó en abrirse estrepitosamente y Lux inmediatamente corrió a su lado al verlo 'desmayado' y con la respiración agitada, su húmeda y fría nariz rosó su frente caliente y Luhan apenas pudo no echarse a reír cuando la escuchó salir a toda prisa, esperó unos minutos ahí y cuando finalmente estuvo seguro de que no había peligro se puso de pie, se colocó la capa sin molestarse en cubrirse con la capucha y salió corriendo rumbo a los terrenos de la aldea, entre risitas de emoción.

***

-No hablas en serio, ¿verdad?-preguntó Tabita con el ceño fruncido y ante eso Sehun se sintió aún peor por hacerle eso a ella.

-Lo sé y lo siento mucho Tabi, pero de verdad que tengo que hacerlo-explicó apenado.

-Pero ya dejaste plantado a mi padre ayer, no puedes hacerlo hoy también luego de lo mucho que me costó convencerlo de darte esta entrevista-masculló enojada.

-Ya sé, es por eso que te digo que puedes decirle que al final yo ya no voy necesitar su ayuda pero que igual se lo agradezco.

-¡Pero eso es mentira!-chilló.

-También lo sé pero yo no puedo pedirte que le pidas otra reunión luego de esto que estoy haciéndole, estoy seguro de que él tampoco querrá.

-Es que no lo entiendo, ¿por qué no puedes?-exigió saber.

Sehun hizo una mueca ante eso ya que él no sabía si debía decirle que la razón era porque le parecía muchísimo más importante cumplir con la promesa que le había hecho un año atrás a Luhan y llevarlo al festival de la aldea.

-Es... yo le prometí a Lu que...

-Sehun, tú me gustas-dijo de la nada, dejado al mayor atónito-Yo te he querido desde siempre y quiero que estemos juntos.

Esas fueron las palabras que salieron estrepitosamente de los labios de Tabita, la chica que siempre había sido su mejor amiga, y a él le parecieron una broma de mal gusto. Sin embargo, la forma en la que lo miraba y el rubor en sus pálidas mejillas no eran una broma y tan sólo eso le revolvió el estómago.

¿Cómo demonios iba a explicarle que no podía ofrecerle más que su amistad?

Trató de obtener una solución que al final no fue necesaria gracias a la intervención de Lux que había aparecido de la nada llamándolo con un fuerte aullido.

-¡Sehun!-vociferó Tabita al verlo alejarse de donde ella estaba. Sehun la ignoró y su primera reacción de Sehun fue correr a abrazar a la bella loba pero tan pronto sus ojos se cruzaron con los ojos grises de ella, supo que algo no iba bien.

-Luhan-murmuró angustiado y antes de saber el cómo, ya estaba sobre el lomo de Lux que corría a toda velocidad con rumbo a su hogar.

Su corazón estaba dolorosamente oprimido en su pecho en ese momento y sentía un sudor frío corriéndole por todo el cuerpo. Todo era culpa suya por ser tan duro con él, Luhan eran tan frágil y debía haber puesto más atención a los rasguños y feos moretones que manchaban su piel esa mañana, debió haberse quedado para hablar con él y pedirle perdón por todo, tenía tanto miedo en esos momentos que ni siquiera esperó a que Lux le permitiera bajar y saltó al suelo.

Tropezó un par de veces mientras avanzaba hasta su pequeño hogar y al entrar sólo pensaba en que debía verlo, su cerebro se desconectó por completo y en lugar de llamarlo se dedicó a buscarlo como un loco por todos los rincones pero él no estaba ahí.

Sus ojos fueron hasta Lux que lucía igual o más desconcertada que él y fue sólo entonces que lo entendió todo. El pesado malestar que antes había sentido se volvió puro fuego que lo recorrió por completo, rechinó los dientes y de haber podido seguramente hubiese lanzado fuego por los ojos.

-¡Luhan!-rugió rabioso, prometiéndose internamente que iba a matarlo una vez lo hallara.

***

Colores, risas, música emitida por instrumentos desconocidos, personas, comida y un sin fin de cosas maravillosas cubrían cada rincón de la aldea en ese día tan especial.

Luhan no podía sentirse más maravillado en ese momento mientras su vista viajaba de lado a lado con inmensa emoción, no tenía ni idea de a dónde debía ir y para su buena fortuna no tuvo que pensarlo demasiado gracias a las risas y aplausos que lo alentaron para que se acercara al pequeño espectáculo callejero que tenía como protagonistas a un alegre trío de músicos y una bella joven que cantaba y bailaba con alegría una canción muy popular y divertida, Luhan la adoraba.

Las personas a su alrededor no dejaban de aplaudir y vitorear a los talentosos jóvenes y toda esa atmósfera no tardó en atraparlo a él también, una risita terminó escapando de sus labios y comenzó a aplaudir con emoción, pronto él también empezó a cantar con los ojos cerrados y mucha alegría hasta que alguien tomó su mano.

Unos lindos ojos azules lo miraban fijamente cuando abrió los suyos y antes de que pudiera decir nada, la chica que antes cantaba tiró de su mano hasta el centro dónde todos los observaban.

-Tu voz es bella, canta conmigo por favor-pidió con una bella sonrisa.

-Pe-pero yo nunca...

-No te preocupes por nada y tan sólo diviértete-aconsejó, dándole una pequeña pandereta.

Luhan la observó por un rato sin saber que decir, tenía algo de miedo por lo que pudiera pasar pero el recuerdo de todas las miles de veces que Sehun le había dicho que su voz era hermosa reemplazó cualquier miedo.

-¡Sí!-respondió por fin y tomó el pequeño instrumento.

La música volvió a empezar y con ella Luhan comenzó a cantar a la par de la bella mujer mientras que hacía sonar el pandero al mismo tiempo. Las personas pronto empezaron a aplaudirles y animarlos, ayudando a que el poco nerviosismo que Luhan sentía se fuera por completo, empezó a bailar un poco más tarde alentado por las demás personas y aún cuando nunca había bailado y cabía la posibilidad de que estaba haciéndolo mal, no importaba porque igual seguía siendo una de las experiencias más divertidas que había tenido y eso tan sólo fue el inicio de algo que siguió y siguió por mucho más tiempo.

Para cuando la tarde comenzó a caer Luhan ya no estaba con los músicos y en su lugar correteaba de un lado a otro mientras reía como un niño pequeño, había comido ya muchos dulces, había jugado muchos juegos, había cantado, bailado y una amable mujer en un puesto le había obsequiado unas lindas alas de mariposa que estaban atadas a su espalda y estábamos hechas con telas y adornos de muchos y brillantes colores.

Luces de colores ya adornaban todo el lugar y la música era más alegre, las personas seguían recorriendo las calles mientras reían y se divertían, los niños jugaban y la algarabía iba en aumento.

-Mariposa-pronunció una dulce voz deteniendo los pasos de Luhan cuando se dirigía hacia un puentecito lleno de juguetes.

Su mirada se volvió rápidamente hasta posarse sobre una preciosa niña de largo y rubio cabello, blanca piel, hermoso rostro y unos preciosos ojos de color violeta.

-Hola-saludó sonriente a la pequeña.

-Mariposa-repitió ella señalando las alas tras su espalda.

-Oh, ¿esto?-señaló también las bonitas alas de colores-Una amable mujer me las obsequio, puedo regalártelas sí quieres.

La pequeña asintió rápidamente y Luhan no pudo evitar reírse, se quitó su bello accesorio y luego se acercó a la pequeña para colocárselas cuidadosamente y ella le dio una gran sonrisa una vez terminó.

-Te ves preciosa-halagó.

-Gracias-la sonrisa en sus labios se amplió más y sin decir nada más tomó su mano-¿Cómo te llamas?

-Luhan, ¿y tú?

-Yo soy Hana-respondió sonriente.

-Tienes un muy bonito nombre, mucho gusto Hana-su mano libre se estiró hasta la pequeña que la tomó también, riendo suavemente.

-Eres lindo, ven conmigo-pidió.

-¿A dónde?

-Donde papi y mami-respondió antes de comenzar guiarlo hasta dónde sus padres.

Mucha más gente se aglomeraba en aquella zona por dónde la pequeña lo llevaba pero para ella no parecía suponer un obstáculo y fácilmente los conducía a través todo el mar de gente hasta que finalmente salieron a un espacio donde apenas se podía verse un pequeño grupo de personas.

-¡Papi! ¡Mami!-llamó la enérgica pequeña y todas las personas de aquel pequeño grupo se giraron hacia ellos.

La mandíbula de Luhan casi cayó al suelo al ver quiénes eran esas personas y todos los nervios del mundo lo invadieron al estar recibiendo aquellas incrédulas miradas de los poderosos soberanos de las tres dimensiones.

La bonita niña dejó de sostener su mano entonces y corrió hacia los reyes de Tenebris y comenzó a tirar de la ropa del pequeño y hermoso hombre de ojos verdes.

-Mami, papi-llamó emocionada-Él es mi nuevo amigo Luhan, es muy lindo y me regaló sus alas-anunció, tirando entonces de la mano del alto e intimidante hombre de negro cabello y orbes de color violeta.

-No puede ser-murmuró el rubio hombre que Luhan reconoció como el rey de Incendium.

-Y-yo... -tartamudeó torpe y nerviosamente-Lamento mucho incomodar a sus majestades pero no podía dejar sola a Hana-explicó e hizo una perfecta reverencia hacia ellos.

-¿Lu-Luhan?

Alzó la vista tras oír su nombre ser dicho de esa forma tan indecisa, encontrándose de frente con Suho, el gran líder de su pueblo, y no supo que hacer, no quería meterse en problemas si cometía un error.

-Y-yo...

-Eres tú-susurró con la voz llena de anhelo, asustando al menor cuando acarició su rostro.

-¿Se-señor, qué...?

-De verdad eres tú-musitó con un hilo de voz para seguidamente abrazarlo sin aviso alguno.

Todas las alarmas internas de Luhan se dispararon a la vez y gritó espantado, sus manos rápidamente se movieron para empujar al mayor pero él no lo soltaba y únicamente estaba logrando asustarlo más luego de que empezara a murmurar cosas como: 'estás de vuelta' y 'perdóname por todo'.

Estaba seguro de que pronto iba a comenzar a llorar de puro miedo, sin embargo, y antes de que aquello ocurriera, alguien lo arrancó de la prisión de los brazos de ese hombre y Luhan nada pudo hacer para detener a Sehun, quien estrelló su puño en el rostro del gobernante.

-¡Junmyeon!-exclamó horrorizado el rey de Incendium, que en cuestión de nada ya se hallaba junto al hombre caído.

-¡No te atrevas a tocar a mi Luhan!-rugió rabioso.

-¡Sehun, para!-ordenó, actuando justo a tiempo para detenerlo al ver que volvería a atacar a la máxima autoridad de ese lugar-¡Es el gobernante!-exclamó alarmado.

-¡Me importa una mierda quién sea, no puede tocarte!-ladraba enfurecido.

-Sehun-gimió/sollozó alguien a lo lejos pero Luhan estaba demasiado ocupado como para prestarle atención a esa persona.

-¡Sehun, detente!-rogó.

-¡Voy a matarlo!

-¡Basta! ¡Conseguirás que nos arresten a ambos, vámonos!-imploró.

Sehun pareció calmarse un poco ante el tono suplicante que Luhan empleó con él, gruñó por lo bajo y su mano se cerró fuertemente sobre el brazo del pequeño rubio para finalmente dar la media vuelta, no sin antes darle una mirada asesina al hombre que aún se limpiaba la sangre de la boca.

-¡No, esperen!-pidió el ojiverde pero apenas dio un par de pasos antes de ser frenado por Lux que le gruñía mostrándole sus afilados colmillos.

-¡Lux, ¿acaso no nos recuerdas?! ¡Somos nosotros, soy Baekhyun!-dijo rápidamente para que le dejara pasar.

Ella no retrocedió ni un poco y siguió gruñéndoles hasta que oyó el distintivo silbido de Sehun y corrió rápidamente hacía él, les permitió montar y finalmente los sacó de ahí a toda prisa, justo como Sehun le ordenaba.

El camino de vuelta apenas fue un destello para Luhan y tan pronto estuvieron de vuelta no perdió ni un segundo para correr hacia su hogar a sabiendas que Sehun estaba más que enojado y probablemente iba a matarlo.

-¡Luhan!-lo oyó rugir a sus espaldas y corrió más rápido con rumbo al baño, la única habitación dónde podría encerrarse.

Casi suspiró aliviado cuando sintió que podría rozar la puerta pero al final nunca consiguió llegar y terminó con su cuerpo presionado entre la pared y el furioso castaño. Hizo hasta la imposible por liberarse pero Sehun se encargó de frenar su lucha al apretar con fuerza sus brazos, sacándole un quejido de los labios.

-Más vale que tengas una muy buena explicación para esto-masculló entre dientes, mirándolo de una forma aterradora.

-Y-yo... t-tan sólo...

-¡¿En qué diablos pensabas?!-exigió saber casi gritándole.

Luhan se encogió en sí mismo empezando a temblar de miedo y sus ojos se cerraron con fuerza para así no llorar y tal vez aumentar la ira de Sehun.

-¡Me desobedeciste!-acusó.

-No, yo no... no quería hacerlo, yo...

-¡Tenías prohibido salir y lo sabías bien pero aún así hiciste esto!

-Sehun, debes dejar que te expliqué, lo único que yo quería...

-¿Explicarme qué?-masculló entre dientes.

-Sehun, suéltame. Me duele-gimoteó adolorido, pero él no lo escuchó.

-¿Acaso me dirás cómo se te ocurrió esta estúpida idea?, ¿o me hablaras de cómo te las ingeniaste para engañar a Lux?, o no, quizás me expliques por qué carajos dejaste que ese hombre te tocara-escupió con algo parecido al asco deformado su expresión.

-¡Eso no fue así! ¡Yo no lo quería!-aseguró desesperado.

-Yo ya no entiendo qué pasa contigo Luhan-sus manos finalmente lo liberaron y Luhan sintió algo desgarrarse en su interior al verlo alejarse-Tú no eras así.

-Sehun, déjame hablar-pidió.

-¿Por qué me haces esto? ¿Tan mal te he tratado para que me respondas de esta manera?

-¡No, no es eso! Yo tan sólo...

-Ahora mismo tú te has transformado en alguien que yo no reconozco.

-¡¿Y qué interesa eso si de cualquier manera no te importo?!-gritó tan alto como su llanto lo dejó-Ahora mismo lo único que estás haciendo es culparme a mí de todo lo malo cuando eres tú quién cambio. ¡Yo ya no te importo porque ahora sólo miras a Tabita!-sollozó.

-¿De qué rayos hablas?-preguntó molesto y confundido.

-No finjas que no lo sabes. Siempre estas con ella y hablando de ella, incluso hoy ibas a dejarme aquí encerrado para estar con ella aún cuando me prometiste que iríamos al festival juntos.

-Eso no es así.

-¡Si lo es y lo sabes!

-No, yo nunca haría eso porque yo... Luhan, se supone que me conoces-murmuró dolido y eso fue suficiente para hacer a Luhan dudar sobre todo-Tú deberías saber que yo cancelé la cita con Tabita porque yo debía estar contigo cumpliendo mi promesa.

-¿Tú hiciste eso?-murmuró incrédulo y con un sentimiento de culpa construyéndose en su interior.

-¿Qué importa ahora si lo hice?, igual ya dejaste claro que no confías en mí.

-No, Sehun sabes que no...

-Olvídalo ya, mejor vete a dormir-ordenó.

-Sehun-sollozó.

-Por favor, no estoy de humor-suplicó.

-No.

-Luhan, de verdad necesito que tú...

-¡Es que ya no entiendo!-exclamó frustrado-Yo pensé todo eso porque tú cambiante y ya nunca estás conmigo.

-Bueno pues me permito recordarte que yo soy quien nos mantiene y no es como que pueda quedarme todo el día a jugar contigo-farfulló.

-Pero aún así. Yo ya sé que para ti es difícil por el hecho de que no puedo hacer casi nada pero aún cuando sé que tienes mucho que hacer pareciera que haces todo por evitarme en tu tiempo libre, ¿es eso, tratas de alejarte de mí?-preguntó llorando.

-Sí-admitió-Trato de alejarte.

Silencio, eso fue todo lo que quedó tras las palabras de Sehun y Luhan tan sólo podía sentir como si algo muy afiliado estuviera rebanándolo desde dentro, quería gritar mientras lloraba pero tal vez para su buena fortuna también se sentía como que había algo muy grande atorado en su garganta que no lo dejaba hacerlo.

-Lo prometiste-musitó apenas-Me juraste que tú nunca me ibas a abandonar.

-Lo sé pero... no puedo-murmuró.

-Y-ya veo-susurró por fin luego de eternos minutos-Entonces... tú ya no me quieres a tu lado, ¿verdad?

Se dio cuenta que su voz se escuchaba tan llena de sufrimiento pero nada pudo hacer para arreglarla, tampoco podía dejar de llorar y por más que la razón le decía que era hora de irse, tan sólo no podía ni quería hacerlo.

-Luhan-lo llamó con tanta lástima que únicamente provocó más daño.

-¿Por qué?-lloró aquella pregunta-¿Qué hay tan malo en mí para que no puedas verme más que como tu mascota?-preguntó con un tono tan lastimero que tan sólo lo hizo sentir avergonzado de sí mismo.

-¿Qué?

-Ya sé que no soy como Tabita, sé que no soy tan atractivo, inteligente, divertido o interesante pero... -sollozó-Ya sé que soy sólo una carga para ti y... me gustaría prometerte que cambiare pero no puedo...

-No, tú...

-¡Voy a esforzarme!-soltó desesperado-Tan sólo no te alejes de mí... por favor-suplicó.

Sehun no emitió ni una sola palabra y estaba mirándolo en estado de shock cuando sus temblorosas manos sujetaron su camiseta, le hubiera gustado mirarlo a la cara para que entendiera todo lo que estaba sintiendo pero lo único que podía hacer era tratar de limpiar sus lágrimas ansiosamente.

-Se-Sehun-balbuceó.

-¿Cómo puedes decirme eso?-inquirió asombrado y a la vez molesto.

-Por favor-suplicó. Ya no importaba como Sehun quisiera mirarlo, lo único que deseaba era que no se marchara.

-Realmente no lo ves, ¿no es así?-rió sin ganas-¿De verdad no te das cuenta de que me alejó para no hacer algo malo?

-¿De qué hablas? ¿Por qué harías algo malo?-inquirió con ansiedad, odiaba cuando parecía ignorar las cosas.

-¿Por lo menos te has preguntado alguna vez el porqué de todas las cosas que te prohibido?

-No, porque sé que es por mi bien-afirmó muy seguro de su respuesta.

-No Luhan. Todo eso lo hago porque soy egoísta y un celoso.

Los ojos de Luhan se agrandaron de una forma tan graciosa que podrían haberlo hecho reír en otra ocasión pero no había espacio para la risa en esos momentos.

-No sé cómo puedes hablar así de ti mismo, ¿qué no te das cuenta de cuan perfecto eres?-espetó-No sólo eres interesante, divertido e inteligente, también eres hermoso y siempre lo has sido-afirmó, concentrando toda su atención en Luhan y la forma en cómo se estremeció cuando su mano acarició su rostro-Recuerdo perfectamente lo que te dije el día que te conocí pero nunca te vi como mi mascota, siempre fuiste especial para mí, sin embargo... algo cambió luego de tu cumpleaños número trece, por alguna razón yo ya no podía verte como a mi mejor amigo nada más y todo yo empezó a reaccionar de forma extraña cada vez que tú estabas cerca. Eso me asustaba tanto como me hacía sentir bien, fue entonces que pensé que alguien más podría experimentar eso si te veía y odié la posibilidad, por eso te obligué a usar la capa.

-Sehun-suspiró ante la agradable sensación que su tacto le provocaba.

-Después pensé que no era suficiente y que igual alguien podría verte, eso me hacía enojar y entonces te prohibí mirar a las personas a los ojos. Me sentí tranquilo por un tiempo porque tú me obedecías pero luego me di cuenta que aún con todo eso tú podrías conocer a alguien mucho mejor que yo y me dejarías, sentí mucho miedo por eso así que te prohibí salir hablar con los demás para que así no pudieras conocer a nadie más que a mí y no te fueras.

-Pero yo no me quiero ir, me quiero quedar contigo-sonrió sin estar seguro de porqué lo hacía.

-Eso es porque no sabes todo lo que pasa por mi cabeza, no tienes idea de lo loco que estoy-aseguró.

-Yo te conozco, siempre hemos estado juntos y por eso sé cómo eres.

-No Luhan, esto no es igual, yo te quiero de una forma extraña-explicó angustiado y Luhan veía eso en la forma en que se pasaba las manos por el cabello.

-Yo también te quiero-confesó.

-Yo sé que me quieres-sonrió con tristeza-Pero esto no es igual, Lu.

-Sí lo es-afirmó-Yo te quiero de la misma forma que tú me quieres.

-Luhan-habló suplicante.

-No importa si para ti es raro, de todas formas yo te quiero de todas las formas en las que tú me quieras.

-Yo quiero que sólo seas mío, que nadie te toque, se acerque o te mire. Quiero ser sólo yo quien tenga derecho a hacer eso y más. Ese es mi modo de querer-dijo seriamente, aún cuando cabía la posibilidad de asustarlo pero él no se fue e incluso se acercó más.

-Entonces quiero ser sólo tuyo-sonrió levemente, con las mejillas sonrojadas.

-Luhan, no sabes lo que dices-negó.

-Sehun, yo quiero poder estar siempre a tu lado y dejar que tú me tengas de la forma en que desees porque te amo y sólo eso me es más que suficiente para rivalizar y superar todas las formas en que me quieras, porque si tú me quieres al punto de querer alejarme de todo y todos sólo para que sólo sea tuyo... yo te amo al punto de entregarte todo de mí aún cuando sé que puedo irme pero nunca lo haría porque entonces jamás podría encontrar algo o a alguien que rivalice siquiera con lo infinitamente feliz que tú me haces con el sólo hecho de existir.

Muchas cosas pasaron entonces y todas ellas Luhan las pudo captar mucho después de que sucedieran. Primero se dio cuenta de las luces de colores que explotaban en el cielo y provenían de la aldea.

Después se percató de que no había tenido bien amarrada su capa y por eso esta se había caído al suelo y, finalmente, se dio cuenta que Sehun lo abrazaba y que sus labios se sentían como algodón sabor a caramelo contra los suyos.

Era su primer beso y era mucho mejor de todas esas veces que había soñado con él, incluso su corazón estaba golpeando más fuerte de lo que había imaginado, era como si quisiera atravesarle el pecho para llegar al corazón de Sehun el cual sentía también latiendo con fuerza.

Ambos rieron cuando quisieron inclinar el rostro al mismo lado al tratar de profundizar su beso, la inexperiencia era obvia pero los hacía felices porque sin duda lo hacía mucho más especial para ambos.

-Te juro que me esforzaré para hacerte tan feliz que haga que todas mis fallas valgan la pena-prometió Sehun.

-Ya lo haces-aseguró riendo.

-Te amo, Luhan-susurró, obteniendo una mirada asombrada del rubio-Esa es la forma resumida de decirte todo y todas las formas en las que te quiero-sonrió antes de volver a probar brevemente sus aterciopelados labios.

-Realmente, realmente muchas gracias por estar en mi vida. Te amo, mi Sehunnie.

La forma en que lo abrazó, la sonrisa en sus labios, el brillo de alegría en sus ojos, todo lo único que era y el hecho de que siempre supo que iba a ser su perdición, todo eso no sólo hizo que Sehun se considerara a sí mismo el ser más bendecido del mundo sino que también le mostraba sólo un poquito de todo lo dichoso que iba a ser junto a él, el maravillosamente perfecto ser que le concedía el privilegio de ser suyo, su Luhan.

Notas finales:

¿Saben?, la verdad esto es lo que realmente me tardaría en actualizar los fics actualizando al mismo ritmo que voy escribiendo, que bueno que tengo los capítulos adelantados, ¿no?


Y bueno, nada más me queda volver a darles las gracias por darle una opotunidad a esta historia, muchas gracias por haber leido y espero de corazón que este cap especial les guste.


Espero pronto estar de vuleta, les envio una gran a brazo y miles de besos además de recordarles que las amuuuu <3


Bye bye


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