La sonrisa radiante de Max, la mirada arrepentida de Suho, un suspiro de alivio de la doctora Jena y la mirada de disgusto de Baekhyun fueron la bienvenida que tuvieron al estar nuevamente frente a la Fortaleza.
El pequeño Lu sonrió al verlos a todos mientras que Han lo único que hizo fue abrirse paso entre todos ellos adentrándose al lugar sin mirarlos siquiera, Suho quiso seguirlo pero Max lo tomó del brazo al verlo dar el primer paso, el mayor lo miró a los ojos y el pelirrojo negó con la cabeza diciéndole así que debía dejar solo al menor.
Palabras de bienvenida fueron todas dirigidas para el pequeño rubio que no dejaba de mirar hacia donde Han se había marchado, Sehun lo notó de inmediato y también miró en esa dirección pero él no estaba preocupado por el castaño sino por la posibilidad de que Lu volviera a marcharse por seguirlo a él.
-Llevémoslo adentro-le pidió Jena sacándolo de su nube-Hay que revisar ese rasguño-explicó señalando el feo rasguño en su muñeca derecha.
El miedo en los ojos de Sehun le sacó al pequeño rubio una sonrisa llena de culpabilidad y tuvo que abrazarse con fuerza a Sehun cuando el mayor comenzó a caminar, casi correr, hacia la enfermería con él en brazos.
Jena ingresó unos instantes después, les sonrió dulcemente a ambos y se acercó a él que ya estaba sobre una de las camas, ella preguntó por lo sucedido pero él no supo cómo actuar ya que no tenía su cuaderno con él y sin su cuaderno no podía responder adecuadamente.
-Aquí tienes-habló Sehun.
El pequeño rubio sonrió ampliamente al ver de vuelta su cuaderno, se apresuró a abrirlo y comenzó a escribir en él.
“Muchas gracias Sehunnie”
Sehun asintió y le revolvió el cabello, Jena comenzó nuevamente con las preguntas y Sehun puso toda la atención del mundo, casi se había vuelto loco horas atrás y realmente necesitaba saber que era lo que había sucedido antes de permitir que el impulso de matar a Han le ganara.
-¿Por qué se fueron?-preguntó finalmente eso que Sehun había querido saber desde el principio.
“Hannie se fue porque tenía miedo”-respondió y Sehun tuvo que aferrarse al poco autocontrol que le quedaba y que estaba por salir corriendo de la habitación para por fin poder darle una golpiza a ese pequeño malnacido.
-¿Te pidió que se fueran entontes?
“No, él se marchó solo pero yo no podía dejarlo, por eso lo seguí”
-¿Han no te obligó entonces?-inquirió Max que recién entraba a la habitación y tenía su mirada de reproche clavada en Sehun.
“No, Hannie estaba enojado porque lo había seguido, estábamos regresando cuándo todo pasó. Nosotros vimos como esos hombres estaban lastimando a una mujer y a su hijo, Han no pudo dejarlos solos pero me pidió que corriera y que regresara con Sehunnie, él dijo que nadie más que él podría cuidarme.”
-Con que así fue-murmuró Max sin dejar de mirar a Sehun que aunque se sentía algo culpable no iba a mostrárselo a Max.
« ¡No quiero volver!»
Las suplicas de Han y su mirada de terror mientras miraba a esos hombres del holograma volvieron a él, Han se había arriesgado a la posibilidad de volver con ellos solamente para salvar a otras personas y eso demostraba que tal vez, él no era tan malo como Sehun había decidido que era solamente porque lo irritaba con su malcriada actitud.
-¿Cómo te hiciste el rasguño?-cuestionó Jena en esa ocasión, esos dos muchachos ya había hecho que perdiera mucho de su tiempo con sus inútiles preguntas.
-Un Cazador lo hizo-respondió Sehun.
-No es grave-susurró seriamente-Tuvieron mucha suerte niños, lo Cazadores pudieron haberlos matado-aseguró.
Lu asintió sin agregar nada más a ese comentario porque aunque los Cazadores que vivían afuera no podía hacerles nada, los que Kyungsoo enviaba podrían matarlos sin problema pero seguramente esa no era su orden, él los necesitaba vivos después de todo.
-Ya está-anunció satisfecha Jena al ver la venda cubriendo el rasguño del menor-Ahora solamente debes descansar-sonrió dulcemente mientras acariciaba con suavidad el rubio cabello del menor.
Lu asintió y se acomodó bien en la cama, la doctora quería tenerlo en observación esa noche así que debía quedarse aunque en realidad no quería.
-¿Alguien ha visto a Han?-preguntó Jena llamando la atención de los otros dos muchachos que hasta esos momentos estaban enviándose miradas desafiantes el uno al otro-Me gustaría revisarlo también-dijo Jena.
-No lo he visto pero puedo ir a buscarlo si tú quie…
-No es necesario-interrumpió Sehun-Yo voy por él.
La mirada de advertencia de Max fue disparada hacia él, la ignoró por completo mientras se acercaba a la cama donde Lu se encontraba, el menor lo miraba con preocupación por lo que le dedicó una sonrisa tranquilizadora, besó su frente suavemente y finalmente se dirigió a la puerta de la habitación para salir de ahí pero antes Max lo sujetó del brazo obligándolo a enfrentarse a su severa mirada.
-Ten mucho cuidado con tu forma de tratarlo-advirtió.
Sehun gruñó al soltarse del agarre contrario y siguió su camino, subió de a dos las escaleras que daban a la azotea del edificio donde, como sospechaba, se encontraba la puerta abierta. La brisa lo recibió cuando dio un paso hacia afuera, miró en todas direcciones hasta hallar al menor sentado cerca de la puerta con la mirada fija en el cielo.
-¿Qué quieres?-preguntó cortante.
-Jena quiere revisarte también-respondió.
Han esperó pacientemente a que aquel bruto hombre lo tomara del brazo y comenzara a arrastrarlo como hacía siempre que quería obligarlo a ir a cualquier lugar pero en lugar de eso lo vio sentarse a su lado con la mirada en el misma dirección en la que anteriormente miraba.
-¿No me obligaras?-preguntó curioso.
-¿Quieres que te obligue?-sus ojos se juntaron entonces con los del menor que rápidamente aparto la mirada y negó levemente con la cabeza.
Lo vio encogerse en sí mismo abrazando sus piernas contra su pecho viéndose tan pequeño y frágil como Sehun no imaginó que podía verse, el silencio se hizo presente entre ambos, Sehun continuaba mirando al cielo mientras el chico a su lado mantenía sus ojos clavados en el suelo, recordó entonces la mirada de terror del menor cuando vio a esos hombres en el holograma y no pudo quedarse con la duda.
-¿Quiénes eran los hombres con los que los soldados se comunicaban?-preguntó.
-Bastardos sin corazón-murmuró con resentimiento.
-¿Ellos te lastimaban antes de llegar aquí? ¿Por eso estabas tan asustado?-Han no respondió entonces, su mirada volvió a unirse con la suya tan inexpresiva como la que él solía tener-Se supone que ellos los echaron de la Ciudad, ¿por qué te quieren de vuelta?
-¿Quién te envió a interrogarme? ¿Fue Suho o solamente decidiste hacerlo por tu cuenta?-inquirió seriamente.
-No es eso, yo…
-No soy estúpido y no me tragaré que me digas que lo haces simplemente porque estás preocupado por mí, tú me odias después de todo-le recordó.
-No te odio, no te soporto y eso es verdad pero no es odio-aseguró.
-No te creo-sentenció-Te agradezco lo que hiciste por mí pero sé también que únicamente lo has hecho por pura obligación, fue porque Lu te lo pidió porque de lo contrarió hubiese dejado que ellos me llevaran-afirmó.
-Ellos son el enemigo, no te entregaría a ellos aunque de verdad te odiara-masculló entre dientes.
-Es bueno saber entonces que soy un botín de guerra-murmulló.
-¡No eres un jodido botín de guerra!-alzó la voz-¡Te salvé porque quise hacerlo, porque tenías miedo y tenía que sacarte de ahí! ¡Te salve porque me necesitabas y no iba a dejarte!-sentenció.
-Ustedes mienten, son criaturas mentirosas por naturaleza y yo nunca confiare en ustedes, vete con Lu que seguro estará preocupado-soltó fríamente.
-Eres realmente insoportable-masculló Sehun mientras se ponía de pie-Estoy tratando de llevarme bien contigo pero tú…
-¿Tanto te gusta Lu?-inquirió seriamente.
-¿Qué demonios estás insinuando?-cuestionó con enojo.
-Eres muy cercano a él considerando que es alguien a quien acabas de conocer, eso es muy raro... ¿no te parece?-dijo con malicia-Además, siempre estás tocándolo y esa mirada tuya sobre él es...
-¡¿Qué mierda estás insinuando?!-vociferó furioso.
La sonrisa burla de Han no se había borrado ni aún después de que el peligro se había puesto de pie con aquella mirada mortal puesta sobre él, se levantó del suelo lenta y elegantemente quedando cara a cara con Sehun que todavía tenía esa peligrosa expresión en su rostro.
-Lo lamento-susurró suavemente.
Sehun no habló y permaneció inmóvil viendo como él se acercaba más, las manos del más pequeño se posaron sutiles sobre su pecho provocándole un escalofrió, una sonrisa tierna adornaba sus bonitos labios y sus ojos brillaban bellamente bajo la luz de la Luna. Las manos de Sehun comenzaron a sudar y a picar ante la necesidad de querer tomar sus sonrosadas mejillas y unir sus labios con los impropios.
Se veía tan distinto de esa forma, era como ver un bello ángel y eso lo hizo preguntarse por qué él no podía ser simplemente así de lindo todo el tiempo, suspiró pesadamente entonces e intentó mirar a otro lado que no fuera ese niño altanero y aparentemente bipolar.
-No importa, supongo que dijiste esas tonterías porque estás molesto también-restó importancia al final hasta que lo escuchó reír ligeramente y no comprendió el motivo de eso.
-Creo que has entendido mal-explicó él-No me estoy disculpando por decirte la verdad, me disculpo porque es obvio que es difícil para ti aceptarla-la ternura se esfumó de su sonrisa y fue reemplazada por perversidad-La verdad es una maldita perra hipócrita que a unos les sonríe cándida y les da palmaditas de consuelo mientras que de otros se ríe a carcajadas y les escupe en la cara, ¿no te parece?
Otra pequeña risita brotó de entre los labios del más joven al ver el rostro del mayor que comenzaba a tornarse rojo por la ira, lentas caricias fueron ascendiendo de su pecho hasta sus hombros donde le dio unas palmaditas.
-Pero tú tranquilo que yo no te juzgaré ni nada, además, Lu es muy hermoso y también parece ser muy ingenuo, aunque seguramente de ingenuo no hay nada en él-rió divertido-Es por esa falsa imagen que cualquiera querría aprovecharse de él y que mejor que un buen hombre como tú-asintió a sus propias palabras-Todos los demás lo miran con un repugnante deseo pero tú no y eso te hace el más adecuado, tan sólo se bueno con él y recuerda que no es un juguete de una noche que puedas usar y luego botar, Lu también tiene sentimientos aunque sea un pequeño bastardo mentiroso-aseguró.
-¡No hables así de él!-exigió furioso.
Rabia era lo único que había sentido luego de todo lo dicho por el menor, intentó controlarse lo más que pudo pero fue inútil y terminó explotando, su puño se estrelló fuertemente con una de las mejillas del castaño enviándolo al suelo.
El silencio cayó sobre ellos como una tonelada de plomo después de lo sucedido, la culpa no demoró en golpear con fuerza a Sehun que miraba como el menor se sentaba y llevaba una de sus manos a su boca, sangre manchó sus dedos y al verla quiso suplicarle perdón pero no lo hizo.
-Ya veo-lo escuchó murmurar, él se puso de pie y sacudió su ropa sin mirarlo ni una sola vez-Esto es todo-masculló y entonces levantó la mirada.
El resentimiento y la rabia contenida brillaban en los bonitos ojos del menor que entonces tenía una sangrante herida en el labio inferior.
-No vuelvas a tocarme o vas a arrepentirte-advirtió-Yo podría ahora mismo largarme y llevarme a Lu conmigo...
Vio como el pelinegro se tensaba notoriamente y eso solamente lo hizo enojar más, hubiera deseado más que nada hacer aquello pero él era demasiado débil para cuidar de Lu y era por eso que tenía que quedarse por mucho que ahora quisiera matar al hombre frente a él.
-Pero no lo haré porque él solo será una molestia al separaron de ti, por eso que te quede claro no lo hago porque quiero estar aquí y que no voy a seguir soportándote-sentenció-Desde ahora mantente alejado de mí, ni siquiera te atrevas a mirarme que yo haré lo mismo, llevaremos esto en paz por Lu-declaró antes de darse la media vuelta-Me quedaré esta noche con Lu así que quiero creer que eres una criatura inteligente y que no te acercaras a la habitación siquiera-finalizó y comenzó a caminar hacia la puerta.
Sehun reaccionó por fin cuando lo vio cruzar la puerta y se apresuró a darle alcance pero al entrar no encontró a nadie en las escaleras, Han únicamente se había esfumado.
***
Al escuchar la puerta abrirse luego de muchísimo tiempo su cabeza se levantó tan rápido que cualquiera hubiera creído que se había lastimado el cuello, había esperado ver entrar a Sehun pero en su lugar fue Han quien entró, la emoción no disminuyó en lo absoluto al verlo a él resplandeciendo bellamente en su sonrisa y mirar.
"¡Hannie!"
-Debemos hablar, no interrumpas y pon mucha atención-pidió seriamente.
"¿Qué te pasó en el labio? Antes no lo tenías"-su ceño se frunció adorablemente y sus grises ojos reflejaban sólo preocupación.
-Cállate y escucha-ordenó, Lu asintió de inmediato entonces-Luego de lo de esta noche seguramente tu humano ya les dijo a todos lo que sucedió y van a comenzare a interrogarnos.
"¿De verdad crees que Hunnie les dijo ya?"
-¿Eres estúpido acaso?-masculló-Por supuesto que ya les dijo todo y ahora ellos van a querer que les demos información.
"¿Y qué haremos?"
-Les diremos la verdad a medias.
"¿A medias?"
-Pon atención-indicó-Sí ellos te preguntan tú dirás que los hombres que Sehun vio y con los que el escuadrón se comunicaba son Kyungsoo y Kai pero que sus nombres son lo único que sabes sobre ellos, estuvimos encerrados en un lugar desconocido todo este tiempo pero tú no sabes porque nos tenían ahí, nunca te hicieron nada a ti, no sabes porque nos persiguen y tampoco recuerdas nada antes de que ellos te encerraran. ¿Entendiste todo?-preguntó
"Sí"-respondió titubeante.
-No podemos irnos porque los necesitamos hasta que yo encuentre a mi maestro para que él nos saque de aquí, mantener en secreto quienes y lo que somos es lo más importante así que no cometas ningún error-advirtió.
"Sé que debemos cuidarnos pero... tal vez si les decimos... "
-No-soltó tajante-Ellos van a matarte si lo saben, ¿eso quieres?
"Hunnie nunca... "
-Tu insignificante marioneta no sirve de nada por muy fuera de lo común que sea.
"Hunnie no es mi marioneta, él es..."
-Esos jueguitos tuyos no sirven conmigo, yo sé muy bien la clase de criatura que eres-sonrió de lado.
El pequeño rubio sintió una puñalada al darse cuenta que en realidad Han lo odiaba tanto como el primer día, había pensado que aquello empezaba a cambiar pero al parecer había sido un tonto ingenuo que solamente se había engañado a sí mismo.
"¡No estoy haciendo nada!"-exclamó suplicándole de esa forma que le creyera, eso era lo único que pedía, no era demasiado.
-¿Sabes? Tal vez te creería de no saber perfectamente lo falso que eres. Anda, sé honesto conmigo y dime que le has hecho al humano.
"¡Nada!"
-Mentiroso, eres igual a tu despreciable madre.
"¡No hables de ella, no tienes derecho alguno a insultarla, ella era alguien excepcional!”
-Tan excepcional que te enseñó a aprovecharte de una criatura tan inferior como ese humano-acusó.
"¡No hago tal cosa! ¡Hunnie hace esto porque es una buena persona!"
-¿Me crees tan imbécil para que tan sólo vaya y me crea que él de la nada simplemente te amó en cuanto te vio?-inquirió mordaz.
“¡¿Po qué tan sólo no puedes ver que Sehun hace esto porque es una buena persona y nada más?!”
-Sí fuese de esa forma sería igual con todo y no solamente contigo-afirmó-¿Por qué, dime? ¿Qué te hace a ti tan especial como para que él sea tan bueno contigo y un bastardo con los demás?-interrogó.
"¡PROBABLEMENTE SOLAMENTE SEA EL HECHO DE QUE YO SOY AGRADABLE Y NO ALGUIEN DETESTABLE COMO TÚ!"-gritó todo lo que le fue permitido por su extraña forma de comunicarse.
La mano abierta de Han aterrizó con fuerza sobre la mejilla del rubio luego de que dijo aquello, su rostro se había girado hacia un costado por la fuerza del golpe, lágrimas aparecieron rápidamente luego de que su manita cubriera su enrojecida mejilla, escuchó la puerta cerrarse de golpe señal de que estaba solo y sin poder retenerlo más comenzó a llorar sin control, odiaba ser así de débil ante él.
***
Llevaba dos horas mirando el techo de su habitación, el altercado con Han no dejaba de reproducirse en su memoria y con cada segundo que pasaba se sentía más y más culpable por lo que había hecho, se suponía que había decidido tratarlo mejor pero en su lugar iba y hacía aquello.
Sin duda Suho había tenido razón con todo lo que le había dicho antes, Max también la tenía y se merecía la mirada de enojo que él siempre le dedicaba cada vez que hacía algo estúpido contra el castaño.
Tenía que pedirle perdón por mucho que detestara disculparse, Han no se merecía toda la mala actitud que tenía con él, sabía que él no la había tenido fácil antes de llegar con ellos y lo último que seguramente necesitaba era a un idiota que solamente estuviera jodiendole la existencia así que debía pedir perdón, la decisión ya estaba tomada y no podía dar marcha atrás por muy orgulloso que fuera.
Volvió a suspirar como ya llevaba haciendo desde que había puesto un pie dentro de la habitación y continuó con la mirada fija en el techo, bostezó y empezó a parpadear repetidas veces cuando sus parpados comenzaron a sentirse pesados pero al final igual terminó por quedarse dormido a pesar de lo mucho que quería ir a ver a Lu para darle las buenas noches.
*~*~*
-Despierta-susurró dulcemente la voz que lo visitaba casi todas las noches.
Él se negó a hacer lo que la voz pedía y gruñó en respuesta, una bonita risita llegó a sus oídos entonces, suaves labios se presionaron en su frente y entonces sus ojos se abrieron encontrándose con lo mismo de siempre.
Era la misma hermosa habitación de paredes de color celeste, las puertas del balcón estaban abiertas y dejaban entrar los sutiles soplos del viento que hacían danzar las blancas cortinas.
-Sehun-lo llamó.
Se removió ligeramente sobre la suave cama de sábanas de seda beige, el peso extra de ella hacía que el mullido colchón se hundiera a su lado, la escuchaba reír con su hermosa voz que le resultaba tan familiar y desconocida a la vez, con esa voz tan común pero que no se parecía a ninguna otra.
-Sehun, despertaste finalmente-dijo alegremente cuando por fin había abierto los ojos-Hola-lo saludó entonces ella.
No respondió al saludó y siguió mirándola, era la misma imagen sin rostro, algo parecido a una bruma que acudía a sus sueños y que aunque ella lo podía tocar, Sehun no podía y tratar de hacerlo era como querer atrapar el aire con las manos.
-Tan sonriente como siempre-refunfuñó infantilmente.
-¿Qué importa si sonrió o no? Ni siquiera sé si tienes ojos para mirarme-atacó.
-Lo hago-aseguró ella-Desde la primera vez tú eres el único al que siempre quiero mirar-dijo mientras acariciaba con cuidado el rostro del pelinegro.
-Sí así fuera no te ocultarías de mí como siempre has hecho-se levantó de la cama donde se encontraba alejándose de su tacto.
-¿Qué te tiene tan enojado?-inquirió preocupada.
-Nada-respondió cortante.
-¿Es por qué no había venido a visitarte hasta hoy?
-No, de hecho estaba muy bien sin ti.
-Ya veo-la tristeza en su tono era palpable y lo hizo sentir arrepentido de inmediato-Entonces... -susurró-¿Ya no quieres que te visite más?
-Haz lo que quieras-bufó.
-Yo quiero seguir viéndote-murmuró.
-He dicho que hagas lo que se te antoje que a mí me da exactamente lo mismo.
-¿Puedo besarte entonces?
-Lo has hecho sin mi permiso desde el primer día, ¿por qué preguntas ahora? ¿No lo harás sí digo que no?
-Lo haré igual pero me gustaría que tú aceptaras está vez-murmuró.
-No quiero.
-¿Te apartaras entonces?-inquirió divertida.
Sus manos ya estaban sobre las mejillas de Sehun, las manos del pelinegro se movieron hasta el mismo lugar pero al colocarlas sobre las de ella pero era como si ahí no hubiera nada, lo mismo de siempre en realidad, sentir su tacto pero no poder tocarla.
-Lo siento-dijo apenada.
-Tan sólo hazlo de una jodida vez-exigió.
Fríos labios con un amargo sabor se presionaron sobre los suyos que se mantenían rígidos, la extraña caricia apenas y duro unos segundos antes de que ella se alejara.
-¿Ya me dirás por qué estas enojado?
-Ya te dije que no es nada-gruñó.
-No lo parece y me preocupa verte mal, ¿sabes que puedes confiar en mí, verdad?-Sehun no respondió entonces e incluso desvió su mirada a otro lugar-¿Cómo te ha ido con esos dos niños?-cuestionó tomándolo por sorpresa.
-¿Cómo es que...?
-Sí tiene que ver contigo yo siempre lo sabré-respondió tranquilamente.
-Están bien-respondió de vuelta.
-¿Son buenos? ¿Te agradan?
-Sí.
-Ya veo-suspiró.
Ella guardo silencio entonces, el tiempo comenzó a correr sin escucharla de nuevo y entonces Sehun pensó que tal vez se había ido, estaba por llamarla pero no fue necesario a último minuto.
-Por favor prométeme que no vas a olvidarme por ellos-pidió repentinamente.
-¿Olvidarte?-inquirió con burla-¿Cómo puedo tratar de no olvidar algo que no conozco desde un principio?
-Yo...
-No sé quién o qué eres, no sé si eres hombre o mujer, no conozco tu rostro, no te recuerdo por mucho que tú digas que nos conocemos desde siempre, no sé siquiera sí estás vivo o viva, tal vez ni siquiera existes y esto es solamente una broma de mi subconsciente que me está advirtiendo que estoy volviéndome loco.
-Me gustaría poder aclarar todas tus dudas pero no puedo, perdóname.
-¿Voy a verte alguna vez por lo menos?
-Yo... espero que no.
-¡¿Qué clase de respuesta es esa?! ¡Eres tú quien viene a buscarme y ahora me dices esto! ¡¿Por qué entonces no me dejas en paz de una maldita vez?!
-Porque no puedo-sollozó-Sé que debería hacerlo porque de cualquier forma tú muy pronto...
-¿Qué? ¿Muy pronto qué?
-Lo mejor será que despiertes ya-la voz estaba quebrada y él sentía la desesperante necesidad de limpiar sus lágrimas pero no podía verla y mucho menos tocarla.
-No, espera...
-Nos veremos después.
*~*~*
Sus ojos se abrieron de golpe y el techo fue lo único que encontró, se incorporó hasta estar sentado y miró a todos lados buscándola como siempre que soñaba con ella pero no estaba y ahora sabía que nunca estaría tampoco.