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Las espinas de una rosa. por luky_luze

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Notas del fanfic:

Well... Hi Mina :3

Bueno, a mi me corresponde entregar el One-shot correspondiente al dia 25 de esta bella convocatoria, pero por cuestiones de Tiempo, lo subo aun siendo 24 de julio -concretamente, 9:45 de la noche hora centro, México- En mi rancho hay problemas pue... :v

Siempre he querido hacer algo de esto con este par <3

Extrañaba escribir de mi bello y lindo AkaFuri.

Son tan lindos.

Notas del capitulo:

Bueno, como ya saben, por cuestiones de tiempo es que subo el fic antes de tiempo,mmm...

Ademas, aun tengo escritos que entregar -lo se, muchas de ustedes estan enojadas conmigo- pero es que con vacaciones no puedo ocupar mi laptop.

Estare asi al menos por un tiempo.

Pero tengo que apurarme, se los prometo.

Tarde, pero se los traire :3

Disdruten su lectura.

Nos vemos abajito uwu

Pov. Furihata

La gente dice que sin importar las adversidades y situaciones que se te presentan en la vida siempre saldrás adelante, sin importar que. Lo que la gente no sabe es que en ocasiones, son demasiado dolorosas estas situaciones que sobrepasan la realidad de cualquier persona, sin importar de quien se trata.

Por ejemplo, ver morir a tus padres y único hermano frente a tus ojos sin poder hacer algo para impedirlo.

Y después de eso, ser echado a la calle por las deudas que acarrea un funeral triple. Observar lo poco que tus padres habían ahorrado para tu hermano y tú se iba consumiendo con cada pequeña porción de tierra que cubría los féretros de quienes en su momento fueron tu única familia.

Esa es la cara de la moneda que la gente no ve cuando entre a este lugar.

Pero saben, poco me importa ser llamado puta, prostituta, fácil. Es la vida que me tocó vivir, es el medio en el que me desenvuelvo, es mi forma de demostrar mi agradecimiento a mi nueva familia, a quien me acogió cuando nadie me daba una mano. Si tengo que vivir el resto de mi vida en esto, abriéndole las piernas a quien me lo pida, poco me interesa saber lo que ocurra con el resto del mundo, mientras me paguen y no se metan en mis asuntos, nada más me importa.

Por mí, pueden irse a la mierda esos malditos conservadores de la moral y lo correcto.

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Pov. Normal

En uno de los distritos más concurridos y ajetreados de Tokio se encontraba una llamativa y luminosa casa de citas. Por lo que se cuenta, esa casa ha funcionado desde que las primeras negociones de habitantes nipones con extranjeros, principalmente aquellos que venían de occidente. Inglaterra y Francia entre las principales.

Es rustica y anticuada en cuanto su fachada, pero por dentro asemejan sus instalaciones a las típicas mansiones niponas, con un bello jardín al centro, y alrededor de estos las habitaciones de los invitados especiales.

Y es en esta misma casa donde empieza esta historia.

Furihata Kouki fue llamado a la oficina principal de la casa. No es de extrañarse pues él era uno de los principales benefactores y proveedores monetarios desde que cumplió la mayoría de edad. Sus facciones angelicales y su complexión delgada asemejaban al cuerpo femenino. Aun cuando se trataba de un chico doncel que se dedicaba a la prostitución. En el recaían algunas de las responsabilidades más importantes respecto al futuro que tomaba el jefe de la mansión. Dejando de lado ser el preferido de la clientela que visitaba The Rose.

Suspiro y arreglo un poco sus cabellos castaños antes de tocar la puerta de la oficina, para ser casi las seis de la tarde, los corredores estaban semi vacíos, su hora de trabajo comenzaba a las diez de la noche y hasta más tarde, los demás chicos y chicas deberían estar aun en sus habitaciones. Toco con delicadeza y firmeza la puerta, sea lo que quisiera tratar Mayuzumi-san con él lo afrontaría con valentía.

Hasta donde recordaba, no había hecho nada fuera de los estándares normales en esta semana. No hasta donde recuerda.

-Adelante- giro la perilla con seguridad y después de unos segundos entro, vio con disimulado asombro al peli gris sentado en su lugar y junto de este se hallaba su esposo, Mibuchi Reo. Lo que quisieran hablar con él, era obvio que se trataba de algo importante.

-Siéntate por favor Kou-chan- pidió amablemente el peli negro al castaño, sobando los hombros de su marido. El estrés le estaba afectando más de lo que se hubiera podido imaginar.

-¿Ocurre algo malo, Mayuzumi-san, Reo-san?- pregunto preocupado al ver el semblante serio y preocupado del peli gris, al igual que el rostro intranquilo del doncel mayor.

-Oh, nada de eso cariño… es solo que…- murmuro Mibuchi viendo con impaciencia a su esposo, a él no le correspondía tratar ese asunto con Furihata.

-Kouki…- le llamo con seriedad el peli gris, viéndole fijamente sin perder detalle de sus reacciones –desde que estas con nosotros has sido de gran ayuda, dejando de lado tus inicios como sirviente de la mansión y tu decisión de entrar de lleno al negocio de la familia. Siempre has sabido utilizar tus facciones y tu inteligencia a tu favor y eso nadie te lo contradice- siguió, apoyando sus manos en su escritorio –son gracias a esos detalles y a tu belleza natural que el dinero nunca falto en esta casa pero, para nuestra desgracia, me temo que tendré que comunicarte que hay algo que nos imposibilita en estos momento- explico, levantándose de su lugar tomando la mano de Reo con cuidado.

-Chihiro…- murmuro el peli negro, viendo al castaño y después a su esposo.

-Hay una hipoteca- soltó, tomando las manos de su esposo –Reo y yo hemos estado haciendo cuentas y ni vendiendo los autos que utilizamos, ni aumentando el trabajo de cada uno de ustedes podríamos liquidarlos. Sino la pagamos antes de que se cumpla el plazo dentro de una semana, nos quitaran la mansión y nos meterán a la cárcel a cada uno de nosotros- explico al final, viendo con esperanza al castaño.

-¿Por qué no sabía de esta hipoteca?- pregunto el castaño.

-Porque fue lo último que mi suegro hizo antes de que muriera y dejara a Chihiro a cargo de la casa de citas- contesto Mibuchi con enojo en su voz. Era lo último que le paso a su suegro, odiaba tanto a ese anciano.

-No te lo pediría a no ser de que fuera de vida a muerte, pero no podemos con este cargo extra. Los ingresos en los últimos meses han sido bajos y por más que queramos. Esos idiotas me tienen con las manos atadas- ahora entendía para donde iba el asunto.

-Hay un cliente que está dispuesto a pagar por nosotros esta deuda Kou-chan- agrego Reo, viendo con disculpa al castaño –desgraciadamente no puede hacer nada para persuadirlo de querer tus servicios habiendo más chicos pero…-

-Si para salvar mi hogar y mi familia tengo que estar a servicios de un desconocido, lo acepto Reo-san- contesto Kouki, aminorando la carga que ellos tenían ese momento.

-No es necesario que lo hagas sino quieres, Kouki- agrego el peli gris.

El castaño negó –está bien. Siempre que complazca sexualmente y no haya sentimientos de por medio todo estará bien, Mayuzumi-san. No solo lo hago por mí, sino por ustedes que me acogieron desde que tengo uso de razón. Fueron los únicos que me dieron una mano cuando paso lo de mis padres y hermano, si tengo que abrirle las piernas a la única persona que puede salvarnos de esta deuda, lo aceptare- sin siquiera esperar a que le informaran quien era el sujeto que era capaz de pagar por una deuda que no era él y que solo pidiera sus servicios a cambio. El mundo se estaba volviendo loco.

-¿Crees que esto está bien?- pregunto Reo viendo maternalmente al castaño que salía de la oficina de su esposo, automáticamente correspondió el abrazo que este le estaba dando.

-Kouki es responsable y sabe lo que hace. Si no quisiera hacerlo nunca se lo hubiera mencionado. Lo que menos quiero es obligarlo a hacer algo que no quiera- agrego Mayuzumi.

-Me refiero a la forma de hablar de Kou-chan. Tener sexo y decir abiertamente que no quiere enamorarse, eso es lo que me preocupa Chihiro- murmuro Reo, viendo con temor al más alto.

-Despreocúpate, él sabe lo que hace. Si supiera que el relacionarse con Akashi fuera perjudicial para él, nunca me permitiría que se acercar a Kouki mas de la cuenta- le tranquilizo, rozando sus mejillas pálidas.

Por el bien del otro, más le valía comportarse con el castaño.

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Pov. Akashi

Yo no quiero que muera la gente, yo no apunto a nadie a la cabeza y le obligo a disparar, lo admito, una guerra es buena para el negocio, pero prefiero que disparen con mis armas y fallen, con tal de que disparen…

Desde pequeño siempre supe lo que quería ser cuando fuera un adulto, ajeno a hacerme cargo del negocio de la familia y poseer todo el dinero que nadie en Japón pudiera tener en sus manos. Siempre me llamo la atención ver cómo la gente, con el calibre e intimidación correcto cantaba como si de un pajarito se tratara.

No me malentiendan, yo no suelo hacer el trabajo sucio. Para todo eso tengo a mis subordinados que son capaces de hacer lo que sea con tan de defender mi imperio y el trabajo de toda una vida. Soy un intermediario entre mis socios y mis amigos. Yo no apoyo sus ideales y tampoco interfiero en sus decisiones.

Solo proporciono aquello que se puede ayudarles en su camino. De lo contrario, hubiera dejado el negocio hace mucho tiempo.

Simples negocios, todo en este mundo gira en torno al dinero.

Y obviamente, ese era uno de mis secretos mejor guardados. Suelo utilizar la avaricia y sed de poder de muchos para mi beneficio.

Ajeno a eso, no tengo porque involucrarme directamente en mis negocios.

Eso fue hasta que lo conocí.

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Pov. Normal

Sinceramente comenzar a caminar por esos pasillos le parecía tan rutinario. Dejando de lado que ir a distintos prostíbulos y distintas casas de citas de los distritos más costosos y populares de Japón ya no le satisfacían como antes, le resultaban tan monótonos y aburridos.

Tener sexo, pagar por lo mismo y después quedarse con un hueco en el estómago por ese mismo hecho comenzaba a importarle un poco después de cinco años con la misma rutina.

No es que le importe mucho que su gente sepa sobre sus constantes visitas en este tipo de establecimientos. Simplemente, tenía necesidades, como cualquier ser humano en la tierra, y esas necesidades eran sexuales principalmente. Pero bien sabía que ese tipo de vida en algún momento tendría que detenerse, y no es que no le gustara acostarse con un hombre o mujer diferente todos los sábados de los últimos años de su vida.

En algún momento de su vida tendría que sentar cabeza.

Buscar a una mujer o doncel con quien compartir su vida –o millones en el banco, porque no- con él/ella tener un hijo y a su vez volver su descendiente y único heredero. Porque claro, ni en sus más locos sueños pondría a su pareja como heredero o intermediario de su fortuna e imperio.

Casarse en el bajo mundo de Japón era complicado, implicaba muerte, traición, desesperación, lágrimas y poder. Este último lo tenía en su mano, los primeros podría desarrollarlos en cuanto sus enemigos y/o inversionistas mal intencionados se acercaran a su futura pareja u hijo.

No estaba dispuesto a cargar con la muerte de la persona que supuestamente lo ama y el fruto de ese amor.

Razón por la cual aun veía lejano la posibilidad de casarse.

Suspiro y arreglo sus cabellos rojizos, dio una mirada rápida a su reloj de pulsera. Eran exactamente las diez de la noche, lo que significaba que pronto su nueva adquisición aparecería por la puerta de las principales habitaciones de la mansión. Exclusivas únicamente para las joyas de The Rose. Por lo que sabía solo había cinco chicos que llevaban ese título en la casa de citas, todos donceles y hermosos. Envidiados incluso con quienes trabajan.

Entre esas destacaba su nuevo juguete.

Por asares del destino termino conociéndolo –obviamente este siendo completamente ignorante de la situación- el caminaba por las calles del distrito donde se encontraba la casa de citas que regularmente visitaba, lo vio a simple vista. Pequeño, castaño, delgado pero con una aura y una presencia tan parecida a la de una ángel. Por algún motivo termino llamando más su atención, y no es que el fuera curioso. Solo tenía que dejar claro un par de cosas con ese chico.

Lo que nunca espero fue ver que ese pequeño ángel era empleado de The Rose. No era un simple empleado como un mayordomo o mesero. No. Era un acompañante igual a quienes se acostó con anterioridad. Alguien que le abría las piernas a quien pudiera pagar el precio por compartir su cama una noche. Un prostituto más, pensó en esos momentos.

Tenía que haber dado la vuelta, continuar como si nada de eso hubiera pasado y seguir con su vida. Pero cuando supo a lo que se dedicaba ese castaño no le importó en lo absoluto, un ser víctima de la situación, pensó dos minutos después de haber entrado a la mansión sin antes haber pagado por la cuota de entrada.

Supo ahí que ese castaño de una u otra forma tenía que ser suyo. Dejando de lado el deseo carnal que despertó en el con los bailes sensuales y subidos de tono que el castaño le ofrecía a su cliente en turno.

Él tenía lo que quisiera sin chistar. Así que no fue del todo difícil ponerse en contacto con el dueño de la casa de citas, que resulta también ser su ex compañero de universidad. En esa visita a la oficina del peli gris se enteró de la hipoteca que su amigo tenía que pagar por culpa de las deudas de su padre ya fallecido.

No fue difícil convencerlo de hacer un trato. El pago total de la hipoteca más la completa compra de la propiedad a nombre de Mayuzumi a cambio de una persona.

Furihata Kouki.

Su rosa negra.

-¿Akashi-san?- salió de sus pensamientos por esa delicada y provocadora voz. Sonrió para sus adentros al ver al castaño vestido tal y como lo pidió.

-Kouki…- exclamo satisfecho con el resultado de su modista. Aquel kimono bordado con la más fina y cara seda con tonalidades rosas y azules le acentuaba perfectamente sus rasgos finos y orientales al castaño. Solo lo mejor para su nueva adquisición –te ves exquisito con el kimono que te mande, digno de una reina- añadió, tomando por sorpresa la cintura del castaño, acomodando con sutileza y delicadeza los cabellos castaños del más bajo.

-No diga eso por favor- pidió levemente avergonzado el castaño, separándose lentamente del agarre del peli rojo. Era la primera vez en toda su vida de compañía que le alagaban con tanta… sinceridad, sin necesidad de estar en la cama aun –normalmente no suelo vestir con este tipo de ropas, pero si es para la persona que ayudara a pagar la hipoteca que aqueja a Mayuzumi-san, supongo que puedo tolerarlo- agrego, tomando el antebrazo de Akashi, comenzando a escoltarlo hacia las puertas de las habitaciones principales.

-¿Solo lo haces porque Chihiro y Reo te lo pidieron?- pregunto el peli rojo, sin perderse detalle alguno de las expresiones del castaño, caminando a paso lento por las escaleras de las que lo llevarían a la habitación del castaño.

-Es un bonito kimono- admitió, viendo también los ojos desiguales y fríos del otro –pero cuando recuerdo a lo que me dedico, con quien me relaciono y lo que pueden darme por mis servicios, incluso las ropas más caras, las joyas más vistosas e exclusivas pasan para mí en segundo plano- agrego, bajando un poco la mirada. No le importaba lo que sus propios compañeros pensaban de él, él se vendía con tal de pagar la deuda inexistente que tenía con Mayuzumi y Mibuchi, independientemente del dinero que podría obtener por sus servicios.

De que servía el dinero, si su corazón era frio como una roca.

-Eres completamente diferente a muchas personas que conozco y conocí en su momento Furihata Kouki- murmuro complacido el peli rojo, robándole un inocente y suave beso al castaño, deleitándose con su sabor –y eso me gusta mucho- siguió, saboreando el contacto de los labios contrarios con los suyos.

Que dulce y estimulante resultaba ser el primer amor.

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Pov. Furihata

Cuando era pequeño siempre soñé que conocería a mi príncipe azul. Aquel que me salvaría de las garras del dragón de mis sueños y me llevaría consigo a su reino, donde hombres y mujeres valiosos daban su vida y sus servicios por un príncipe tan bueno como el que me rescato. Un hombre que era capaz de provocar ese tipo de sentimiento y compromiso en su pueblo era digno de mi reconocimiento y dueño de mi ingenuo amor.

Pero después de los acontecimientos recientes, después de todos los hombres con los que me acosté, bese, e hice con ellos lo que yo quería solo me queda pensar que… quizá el príncipe azul nunca existió.

Y se volvió en un mero sueño de mi inocencia perdida.

Sin embargo, después de conocer Akashi-san yo… dios. No se… no sé exactamente como describir lo que ocurrió dentro de mí la primera noche que pase a su lado.

Ahora mi sueño tenía un rumbo diferente, uno donde el príncipe azul paso a ser a un traficante de armas de destrucción masiva como de guerrillas. Donde el pueblo que le servía se volvía subordinados dispuestos a dar su vida, y asesinar con tal de cumplir con el objetivo de su jefe. Donde su reino pasó a ser una mansión tan protegida con armas, guaruras y costosos autos blindados.

¿Exactamente dónde fui a parar?

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Pov. Akashi

Kouki es… es tan malditamente difícil de conquistar. No solo lo digo por todos los regalos que rechazo de mi parte y vaya que fueron bastantes en los seis meses que he intentado conquistarlo. Es un hueso difícil de roer pero por dios que nunca me rendiré con él.

Creo que esa es la parte que me gusta de él, a pesar de que continua desobedeciendo mi orden de dejar de acostarse con sus clientes habituales, no es alguien que se ilusiona con la ilusa idea del amor cada que otro hombre lo toca, independientemente de mí.

Me molesta no poder llegar a su corazón.

Me molesta que otros hombres hayan tocado su cuerpo, lo hayan visto desnudo, lo hayan visto llagar al orgasmo carnal.

Me molesta este dolor que tengo en el pecho cada vez que llego a la casa de citas con la intención de visitarlo y oír como atiende a uno de sus clientes. Escucharlos tener sexo, sus gemidos de “placer” y como otro hombre puede sentir su cuerpo. Hace mucho que no sentía la necesidad y la ansiedad de ser yo mismo quien asesinara a una persona en toda mi vida, el solo hecho de que alguien más lo toque hace que me hierva la sangre y desee llevármelo lejos de aquí, de Japón, de apartarlo de todo el mundo con tal de que el solo me vea únicamente a mí.

A veces quisiera no haberme enamorado de él.

Pero a la vez lo agradezco porque si no, nunca hubiera sabido que Kouki era todo lo que necesitaba de ahora en adelante, su mera presencia era todo lo que necesitaba para respirar.

¿Qué fue lo que me hiciste, Furihata Kouki?

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Pov. Normal

-Reo-san- llamo con una sutil calma al mayor, oliendo con calma el delicioso aroma de su te de hiervas. Ambos estaban en el jardín principal de la mansión, disfrutando de una velada magnifica únicamente con su compañía, extrañamente esa noche no habían solicitado los servicios de Kouki

-¿Cómo fue que se enamoró de Mayuzumi-san?- pregunto, dejando a un lado su te para después ver un largo tiempo las estrellas en el firmamento, esperando pacientemente una respuesta, algún consejo que le ayudara con su problema.

-¿Puedo saber a qué se debe tu repentino interés sobre mi matrimonio, Kou-chan?- pregunto el peli negro, viendo con interés al castaño que tenía su mirada en la oscuridad de la noche.

-Me gustaría saber cómo una persona como usted, que en su momento era alguien como yo, logro encontrar el amor, un matrimonio estable, a pesar de las adversidades- explico con calma el castaño, con una mirada nostálgica en su rostro.

-Bueno…- murmuro, tomando su té con la mirada del castaño en su persona –antes de que llegaras, incluso antes de que Chihiro y yo naciéramos, esta era la única casa de citas con las que contaba la región. Te imaginaras la gran cantidad de ingresos monetarios que llegaban a las manos del abuelo y padre de mi esposo- el castaño asintió, alentando al mayor a continuar. Reo suspiro –cuando recién llegue a The Rose tenía cuatro años, mi madre era una mujer sola y necesitábamos dinero. No podía hacerse cargo de un niño y buscar trabajo, el abuelo de Mayuzumi le ofreció un lugar como acompañante asegurándole que ni a ella ni a mi nada nos faltaría, siempre y cuando cumpliera con su contrato. Ella acepto porque no tenía otro remedio. Era eso o ver morir a su hijo de hambre- siguió, le parecían tan recientes todos esos acontecimientos a pesar de que ya habían pasado muchos años.

-Pero cuando fue que usted… bueno, ya sabe…- espero una respuesta a esa pregunta.

-Ella murió cuando recién cumplí los 13 años- murmuro, dejando a un lado su taza de té viendo fijamente a Kouki –en aquel momento yo ya sabía de la existencia del único nieto de Mayuzumi-sama, dos años mayor que yo además de varón y atractivo, demasiado atractivo. En ese momento era el único en el que podía confiar, no quería a otra persona conmigo en esos momentos que no fuera Chihiro- añadió, sonriendo con melancolía –al principio me negué a relacionarme con él, no tenía intención alguna de entablar siquiera una conversación con él. Pero mi esposo siempre fue terco, aun siendo niño. Aun con el padre que le toco tener- explico, viendo por unos segundos el cielo nocturno.

-¿Por qué mostrarse tan recio con Mayuzumi-san?- pregunto el castaño.

-Harías lo mismo estando en mi lugar Kou-chan- contesto serio el mayor –a diferencia de ti, no se me ofreció la oportunidad de entrar al mundo de la prostitución, fui obligado por el padre de Chihiro a costarme con el primer hombre que apareciera por sus ojos, siendo ese viejo el primero en muchos años de dedicarme a esto- agrego con odio y resentimiento en el padre del peli gris –simplemente no podía relacionarme con Chihiro por más que quisiera- explico, viendo cariñosamente al castaño –por ese motivo, cuando llegaste esa noche a la oficina de Chihiro pidiéndole que te pusiera en la cartelera de The Rose, creí que estaba ilusionando. Lo que menos quería para ti era que terminaras igual que yo, por un error y una maldita violación me cerré y lastime mucho a mi esposo acostándome con los clientes que su padre me obligaba a complacer, aun sabiendo de los sentimientos que su hijo tenía por mí-

-Pero usted lo hizo por obligación, no porque realmente quisiera hacerlo. Eso lo comprendió Mayuzumi-san-

-Y es esa la gran diferencia entre tú y yo. Tú tienes la libre decisión de continuar con esto, lo que yo quiero es que seas feliz, sin que tengas que estar acostándote con gente desconocida todos los días. Quiero que seas feliz con Sei-chan ¿lo entiendes? Quiero que te des una oportunidad en el amor Kou-chan- agrego, viendo con suplica al castaño.

Una oportunidad para el amor.

¿Qué tan difícil podría ser? Mejor dicho ¿Qué complicado seria enamorarse por primera vez?

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Pov. Furihata

Nunca creí que Mibuchi- san sufriera tanto para estar al lado de Mayuzumi-san. Creo que ellos son la prueba de que el amor verdadero existe, tanto así que fue capaz de soportar tanto por él. Lo que nunca imagine fue que el padre de Mayuzumi-san llegara a los extremos de cometer tamaño de barbaridad en Reo-san para alejarlo de su hijo. Ahora entiendo porque lo cuida con recelo, lo acepto a pesar de lo que fue obligado a hacer.

Con esto que ahora se, comprendo mejor la situación en la que me encuentro. Además, creo que comencé a incomodarme un poco por la obsesión que tiene Akashi-san con sus obsequios, son demasiados costosos y elegantes, no es como si de verdad me importara eso. No soy de los que suelen aceptar ese tipo de presentes, pero cada que intento rechazarlos me obliga a que los conserve. Por culpa de eso, tengo mi closet lleno de cosas costosas y que además yo no quería. Quizá deba venderlos.

Me conformo tan solo con un libro, algo que sé que me ayudara a salir un rato de mi martirio diario.

-Kouki- es agradable cuando me llama, por primera vez en mi vida nadie menciona mi nombre con la intención de pedirme un favor o de querer tener sexo conmigo –después de un año de conocerte, siento que por fin he dado un paso enorme contigo, puedo saber qué es lo que te gusta y que es lo que te desagrada. Entre eso, los regalos que guardas tan recelosamente en tu closet- y razones como esa es que me cuesta relacionarme con él, es demasiado caprichoso en mi opinión y no acepta un no por respuesta.

Parece un niño consentido y caprichoso.

-Le tomo seis meses para comprender que mi interés no se basa en joyas y dinero, Akashi-san- respondí con superioridad, por unos segundos me sentí triunfador ante esos ojos que me miraban con intensidad. Detecto mi intento de burlarme a cuenta suya, sonreí internamente satisfecho con el resultado –si me hubiera traído este libro desde el principio, posiblemente me hubiera dejado llevar por sus intentos de seducción- añadí con una sonrisa ladina, poniendo el nuevo libro que gustoso devoraré por los días con entusiasmo. Uno más y llenaría completamente mi estante que mande a fabricar para ese propósito.

Con todas esas hojas, letras y tintas se escribieron historias que me llevaron a lo más lejos que la mente humana me puede ofrecer. Me lleva a la creencia de que una mejor vida me espera, el amor de mi vida está en algún lugar lejos de estas cuatro paredes.

Me ayuda a soñar.

Por primera vez en mi vida, siento la necesidad de hacer el amor.

-Kouki- esa voz llamándome, tan llena de amor y de calidez. Cargada por una inminente atracción que no estoy dispuesto a alargar más, siento que me consume con cada segundo que la respiración de Akashi-san roza con mi cuello, sus cálidas manos deslizan con una sutileza y delicadeza el kimono semi abierto que llevo apuesto, exponiendo tortuosamente mis hombros desnudos –voy a hacerte el amor, Kouki- susurra a mi oído, el deseo que hace mucho tiempo perdí de entregarme a alguien emerge desde lo más fondo de mi corazón. Quiero hacer el amor con el hombre que delinea con cuidado y detalle mis caderas y cintura, con el hombre que roba con delicadeza un beso de mis labios.

Quiero soñar con el amor por una noche mientras este hombre me hace suyo tantas veces hasta que ambos caigamosmos a la inconciencia.

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Pov. Akashi

(Flash back)

El sonido de la taza de té que hasta hace unos segundos Chihiro tenía en las manos rompiéndose en el frio suelo fue lo que se escuchó antes de que el silencio invadiera su oficina. No me molesta en realidad, cuando lo amerita, soy yo el que rompe más cosas para obtener lo que quiero, no necesariamente objetos inanimados.

-¿Q-que dijiste Akashi?- pregunto con incredulidad en mis palabras mi amigo, intente aminorar mis facciones pero sinceramente si él no me daba la respuesta satisfactoria que yo quería, me tendría a mi como un fuerte enemigo.

-¿Cuánto estas pidiendo a cambio por la libertad de Kouki?- repetí con seriedad y firmeza. Aún tenía asuntos importantes que tratar con mi chihuahua.

-¿Por qué el repentino interés de querer llevarte a Kouki?- me pregunto, sacando mi chequera y bolígrafo. Un par de garabatos por aquí y allá y Kouki seria todo mío finalmente.

-Lo amo- respondí con sinceridad, impresionándome de mis propias palabras -¿Cuánto quieres? ¿75,000? ¿100,000? ¿1, 000,000 de dolares? El dinero no es impedimento para mí y lo sabes.

-El problema no es el dinero Akashi- me contestó enojado.

-Si lo que quieres es que renuncie a mi sociedad contigo en la casa de citas te lo concedo, sumado a eso un millón de dólares y en efectivo. Dime que es lo que quieres con tal de que mañana por la mañana pueda llevarme a Kouki de aquí- insistí, no pensé que Chihiro se pondría así con esta noticia, imagino que intentara sacar provecho de esto.

-No me interesa eso Akashi- alego –esto no fue parte del trato, tú te alejarías de Kouki en cuanto terminara de pagar la deuda que tengo contigo, ya lo he hecho. Lo correcto sería que lo dejaras en paz –siguió viéndome con intensidad –no te lo cedo simplemente porque Kouki no es mercancía con la que se pueda negociar, es un ser humano y es el niño que he cuidado los últimos catorce años de mi vida. Él ha hecho por Reo y yo mucho, y aun no encuentro las palabras y valor para pedirle perdón por suplicarle que se relacionada contigo solo para salvar lo que el abuelo logro con tantas mujeres y hombres necesitados y sin un centavo para sobrevivir- agrego alejándose de su escritorio, sinceramente comenzaba a hartarme su actitud.

-Chihiro- entro a escena Reo, viendo con ojos suplicantes a su esposo y después a mí. Aquella mirada no decía mucho, solo una promesa –deja que Kou-chan se vaya, creo que se lo merece-

-Lo dejare siempre y cuando sea decisión de él y no de Akashi. No permitiré que el…-

-Kou-chan se enamoró de Sei-chan, cariño- con esa frase el rostro inexpresivo de mi amigo peli gris se desconfiguró –Chihiro, todo este tiempo Kou-chan nos ha dado mucho, cariño, dinero y lo que siempre anhelamos, un hijo. Pero… que no se te olvide que precio tuvo que pagar para que se cerrara al amor, soy consciente de que posiblemente nunca nos perdone por lo que le hicimos, por lo que tuvo que vivir y sufrir en esta casa. Pero… si el dejar que se vaya junto con el que es dueño de su corazón, ver su sonrisa, ver sus ojos llenos de amor y cariño, verlo con un hijo en su vientre… entonces mi corazón tendrá un poco de paz al saber que de nuestros errores y malas decisiones aquel pequeño niño que acogimos bajo la lluvia cuando apenas tenía 10 años es feliz, pleno, completo ¿lo entiendes?- explico al borde de las lágrimas, acaricio una de las mejillas del más alto, antes de dejarse envolver por los brazos de su esposo.

Ahora entendía tantas cosas de esos dos.

-Puedes llevártelo Akashi- luz verde para mí al fin –pero, si te atreves a hacerle algo, una sola lágrima sale de sus ojos, una mirada triste, perdida y sin sentimientos se dibuja en sus facciones, ten por seguro que iré a matarte yo mismo, no me molesta mancharme las manos con sangre con tal de defender a los míos-

Créeme Chihiro, a mí tampoco me importa ensuciarme con tal de mantener a Kouki feliz.

Aun si tuve que asesinar a todos los cerdos que solo buscaban apagar la luz de mi camino.

A mi hermosa rosa negra.

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Pov. Normal

Mirar el horizonte siempre le tranquilizaba, le daba cierta paz que creía nunca podría obtener. Las olas rompiéndose cuando chocaban con la orilla, las huellas que sus pies dejaban en la arena siendo barridas por el agua, la luz del sol ocultándose tocando su cuerpo. Parecía todo aquello un sueño.

-Mami…- salió de sus pensamientos por la suave y dulce voz del pequeño castaño con tonalidades rojizas, sus ojos rojizos y tonalidades cafés con un bonito y llamativo brillo le recordaban mucho a los de él cuándo apenas era un niño –padre dice que la cena esta lista- sonrió, acariciando las mejillas sonrojadas por el calor de la tarde del menor, abrazándolo y sentándolo entre sus piernas.

-Iremos en un momento bebé- exclamo el mayor, abrazando con mayor fuerza a su hijo –¿quieres ver conmigo como el sol se oculta?- su pequeño asintió, acurrucándose mejor entre los brazos de su mami.

-Mami… ¿tú quieres mucho a padre, verdad?- pregunto con inocencia, viendo con curiosidad a su mami.

-Mucho, mucho mi pequeño Kio- contesto con seguridad el castaño, acariciando con amor y cariño los cabellos de su hijo. -¿Y padre quiere mucho a mami?- volvió a preguntar viendo con atención al mayor.

-Amo a tu madre con todo mi corazón, Kio- contesto Seijuuro, acercándose con paso lento hasta donde se encontraba su pequeña familia, sentándose a un lado de su esposo abrazándolo por los hombros –tú y Kouki son los únicos para mí, siempre tenlo en mente- añadió, revolviendo los cabellos de su hijo.

-Yo también los quiero mucho- contesto feliz el menor, abrazando a sus padres, dándoles a cada uno un beso en la mejilla.

-Nosotros también te queremos, Kio- respondieron a la vez, recibiendo a su hijo con los brazos abiertos. Los tres viendo como el día comenzaba a oscurecer con el mar rompiéndose con fuerza y vitalidad.

Seijuuro y Kouki abrazando el vientre de este, un integrante más se sumaría a su pequeña familia oculta en una pequeña isla propiedad del peli rojo.

Solo era cuestión de ser pacientes por seis meses más.

Fin.

 

 

Notas finales:

Y se acabo :3

Me gusta mucho este tipo de historias <3 

Si les soy sincera, tenia la intencion de que este shot tuviera relacion con otro anterior que subi por aca. Just for you ¿lo leyeron en su momento? ¿no? Bueno, no importa nwn.

Posiblemente no, pues fue un KagaKuro celebrando el cumpleaños de mi tigre, hace un año mas o menos :3

No se, muchas de ustedes me pedian continuacion de ese shot, despues de mucho tiempo pensandolo yo creo que si le dare una continuidad de dos o tres capitulos mas, tenian razon, habia muchos cabos que atar aun nwn.

Posiblemente en esa continuacion meta a mi hermoso AkaFuri de este shot, no se, lo sigo pensando *3*

Si les pica la curiosidad, leanlo, no hare spoiler del shot si gustan leerlo, o si ya lo leyeron, gracias, son las mejores <3

Eso es todo niñas, gracias por leer hasta aca.

Se despide por el momento

Luky


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