BAEKHYUN:
Mi vida había culminado hace siglos atrás, ya no era el mismo de antes, había cambiado…
Había cambiado para mal
Me encontraba sentado sobre una roca cerca del estanque media luna, admiraba de manera silenciosa el cielo estrellado reflejado en aquella agua cristalina, sentía el viento suave acariciar mis cabellos negros; faltaba poco para que iniciase la cacería.
La cacería sangrienta que hacíamos todas las noches.
No recordaba mucho de mi pasado, tan solo pequeñas imágenes de mí mismo en el campo recogiendo frutos, escribiendo una carta, mi reflejo en un gran espejo “totalmente diferente”, con las mejillas sonrosadas, con el cabello rubio, mis ojos verdes y mi piel… mi piel marcada de golpes.
No sabía lo que me habían hecho antes… no sabía ni quien era.
Me observe en el reflejo de aquel estanque de manera muy atenta, no lucía como antes…me sentía como un desconocido; levante la vista al percatarme que a muchos kilómetros de distancia un hombre me llamaba.
Choi Siwon
Aquel hombre al que consideraba un padre, partencia al clan de los vampiros más fuertes, su pareja Heechul era el más cercano a mí “porque él me salvo” y ambos formaban la pareja que toda criatura nocturna anhelaba en su vida eterna.
Me levante silenciosamente y camine entre los arbustos de manera cautelosa hacia él.
- ¿Qué haces tan solo? – me pregunto apenas estaba a una gran distancia de él.
- Recuerdo – conteste mientras miraba las copas de los arboles
- Lo supuse – suspiro para girarse y mirarme - si Hee se entera que de nuevo estas exponiéndote a riesgo estando lejos tú solo…
- No lo hago – respondí – puedo defenderme
- Sé que eres fuerte – me sonrió – uno de los más hábiles pero siempre hay que ser cautelosos.
Sabía lo fuerte que era, lo hábil que podía ser cuando se trataba de enemigos, era algo que siempre preocupaba a Heechul “porque siempre desobedecía alguna regla impuesta”, él fue la primera persona que vi con mis nuevos ojos, fue aquella persona que me consoló en mi llanto amargo, frustrado y de dolor…fue mi paz en los momentos de pánico, en los cuales me aterraba el hecho de permanecer estancado en la juventud eterna, de alimentarme de sangre ajena.
Nunca quise ser una criatura de noche.
Nunca lo imaginé hasta cuando me encontraron en el bosque agonizando, según ellos yo estaba en la fase en la cual la mordida de algún otro de nuestra especie ya estaba causando efecto.
Todo aquel tiempo viví en la casa de ellos, una cabaña amplia, segura y moderna “porque así Hee lo quería” fue ahí en donde ambos me cuidaron como un niño recién nacido “que desconocía de todo aquello”.
Un forma de vida diferente.
Siwon me llevo donde ya otros estaban reunidos y me recibieron con sonrisas, sacudí mi cabeza negándome a continuar pensando en mi pasado, tome un respiro y sonreí mientras me unía a los demás; sin embargo la mano de Choi me detuvo.
- A veces es bueno recordar de donde provenimos baek – me observo con lastima
- Yo no recuerdo mucho… por eso a veces es doloroso – suspire
Y como todas las noches de caza, cada uno sabía cuál era su lugar de alimento; mi lugar favorito para encontrar presas eran los clubes nocturnos… muchos jóvenes “con sangre fresca, con ilusiones, con todos los sentimientos que quizás alguna vez tuve”.
Se los iba arrebatar… tal como lo hicieron conmigo
Pero esta vez no iba a dejar que nadie más se atormentara con lo que yo vivía a diario.
Si se podía llamar vida.
****
Las luces de colores, el olor a cigarrillos, las sonrisas de los jóvenes provocaban en mí una sed de sangre incontrolable, caminé hacia la barra de bebidas buscando un lugar en donde sentarme, provocando que varias miradas se posaran en mí… en mi cuerpo. La belleza que tenía me servía de mucho en mi alimentación
Belleza maldita… belleza que asesinaba
Tomé asiento mientras mi mirada buscaba alguna víctima, pedí una copa de alguna bebida y mientras la saboreaba lentamente capte a un par de ojos azules mirándome atento… sonreí coquetamente para luego continuar bebiendo.
Sus pensamientos…
El deseo carnal… lo estaba enloqueciendo
Me levante tranquilamente para bailar rodeado de muchos jóvenes, cerré los ojos mientras sentía como un par de manos sostenían mis caderas, no era necesario voltear para saber quien era.
Cuando la presa llega al cazador
Me gire lentamente mientras me mordía el labio inferior, mi mirada se dirigió hacia los baños mientras le sonreía, me separe de él para ir hacia la dirección que le había indicado; sentía sus pasos detrás de mi… hasta que llegué frente a unos de los cubículos, me tomó de la cintura para apoyarme en la puerta que aún se encontraba cerrada, sus manos recorrieron mi cintura, mis brazos hasta llegar a mi rostro… me beso desesperadamente mientras me levantaba.
Mi cuello era llenado de pequeñas mordidas mientras escuchaba como murmuraba que anhelaba tomar mi cuerpo; bese su cuello suavemente lo cual le arrancó un gemido ronco, estaba tan ensimismado acariciando mi piel cuando de un momento a otro clave mis colmillos en su hermosa yugular.
Un grito ahogado se escuchó en todo el baño, bebí su sangre de inmediato arrancándole en el proceso un pedazo de piel, mis pupilas se dilataron mientras observaba como imágenes de su pasado y de lo que hubiese sido de su futuro llegaban a mí.
Me separé de él arrojando su cuerpo dentro del cubículo ya abierto, presencie como aquel joven de 19 años agonizaba lentamente con la mirada perdida en mis ojos, retrocedí mientras mis lágrimas recorrían mis mejillas.
Odiaba que me besaran con deseo mas no con amor “lo que alguna vez soñé, anhele”, que tocasen mi cuerpo sin pudor alguno.
El cuerpo de mi victima ya no se movía
Tan joven…
Lleno de ilusiones…
Había acabado con su vida en un cerrar y abrir de ojos, me limpie el rastro de sangre de mi boca para salir de aquel lugar e irme a otro club “cubrir tus huellas…cubrir la muerte dolorosa de alguien”
Tenía que desaparecer su cadáver también.
Me había alimentado de tres jóvenes en total, cada uno tan diferente. Regrese a la cabaña muy pensativo, encontrándome en la puerta con Siwon y Heechul, quienes habían llegado de cazar, salude a ambos mientras subía por las escaleras a mi habitación.
Al llegar ahí, me recosté en mi cama, me cubrí con las sábanas blancas mientras comenzaba a llorar, arrepintiéndome de alimentarme de los humanos; me hice una bolita intentado borrar aquellas imágenes de mi mente “intentando olvidar las muertes de aquellos jóvenes, sus ojos clavados en los míos”, sentí como una mano acariciaba mi cabello con delicadeza.
- Baek, no llores por favor – susurro Heechul
- Debo hacerlo… para sentirme en paz – me gire para observarlo
- Sé que estás cansado de vivir así – sus ojos lilas me observaron atentamente
- No es vivir – me senté – esto no es vida… es una tortura, una cadena sin fin
- Sé cómo te sientes – me sonrió decaídamente
Empezó a tararear una melodía suave mientras con sus manos una vez más acariciaban mis cabellos desordenados, mire por la ventana la luna llena… tan hermosa, tan resplandeciente, era lo más probable que muchas de las manadas de lobos estuviesen afuera en aquellos momentos.
****
Me había aseado y puesto ropa limpia después de haber dormido un largo rato, baje al primer piso dirigiéndome hacia la amplia sala de estar, encontrando a ambos vampiros originales fornicando como un par de conejos, rodee mis ojos cansado de la misma imagen todos los días; en silencio regresé a mi habitación.
Dejando atrás los sonidos que emitían ambos.
Mire por mi ventana los árboles alumbrados por la luna, camine hacia mi balcón para sentir la suave corriente de aire acariciar mi rostro de inmediato pude oler a perro…a lobo, a sangre, estaban en caza
Era la manada del sur
Suspire antes de ir a la gran biblioteca de la “familia”, con los pies descalzos llegue hasta el lugar que me había propuesto investigar o pasar el rato, abrí la puerta de la forma más precavida… quedándome anonadado por la gran cantidad de libros que Siwon había traído desde muy lejos.
Caminé por todo el despacho de Siwon, evitando hacer caer alguna caja o alguna pila de libros mal colocada en el suelo; camine buscando como un niño algo interesante.
Algo que me mantuviese entretenido
No había nada que me llamase la atención… hasta que retrocedí chocando de manera casual con una gran cantidad de libros empolvados.
Ni con tremendo ruido podía interrumpirlos
Me senté en el suelo cruzando mis piernas mientras resoplaba mi cabello desordenado “debía arreglar todo el desastre que había causado”, empecé a sacar el polvo de las tapas de los libros observado atentamente de que se trataba la portada de cada uno.
Tome uno grande, sople quitando el polvo acumulado quedándome sorprendido con lo que mis ojos negros observaban, era un libro muy viejo de tapa verde, con pequeñas incrustaciones de diamantes y piedras preciosas “dando la forma de símbolos extraños”, mi mano paseo sobre cada piedra preciosa mientras una sonrisa amplia se formaba en mi rostro, era el libro más hermoso que había visto; escuché las voces de ambos “conejos” que se acercaban, me levante de inmediato guardando aquel libro debajo de mi polera.
Regrese a mi habitación hecho un lío “no debí llevarme conmigo aquel libro, Siwon era muy especial con su biblioteca”.
Apague la luz de mi habitación, espere por un tiempo que ellos ingresarán a su recamara para luego de manera cautelosa prender mi lámpara; me acomodé entre las grandes almohadas de plumas mientras mi corazón latía deseoso de ver que me preparaba aquel libro.
Me quede embelesado por el libro, admirando cada detalle entonces pude leer una pequeña “diminuta” inscripción en una esquina del libro
Ojos de oro…
Abrí ansioso el libro notando que cada hoja estaba rellena de escritos a mano, de dibujos e incluso mapas antiguos, empecé pasar las hojas de manera rápida; sin embargo algo había captado mi atención ya que sólo estaba escrito el nombre de la manda mas no nada sobre ellos… a partir de ahí el libro quedo como en pausa, a partir de ahí sólo habían hojas en blanco.
La manada del este…