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The Family Jewels por Yatziriid

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Notas del capitulo:

Porque de todas las maneras posibles, Bucky lo había amado primero.      

1945


Dejó el vaso en la mesa con un golpe seco e inmediatamente, el cantinero lo rellenó con algo que lucía como whisky. Ha escapado de Steve. En realidad, no ha sido un escape, ha sido algo llamado (en su mente, por supuesto) una retirada estratégica.


La música de fondo es bastante agradable, las personas ignoran o simplemente no les importa, el hecho de que él sea un militar. Es un poco frustrante tener que soportar sus miradas de simpatía o peor, de lastima.


Oficialmente, esto no estaba sucediendo.


Extraoficialmente, estaba jodido.


Ninguno de los otros Comandos le acompañó, todos ellos estaban bastante bien con pasar la víspera de Noche Buena en el Campamento. Pero Bucky… Hm, no tanto.


No cuando Steve ni siquiera le dirigirá una mirada. Diablos, duele de solo pensarlo. Bucky se odia un poco. Solo un poco. No debió de hablar con Steve. No debió de decirle nada. El equipo lo resiente y al final las misiones terminan de peor manera debido a su poca cooperación.


Aunque no se arrepiente. Él piensa, que al final, no sobrevivirá a esta guerra. No se siente con ánimos de hacerlo, de cualquier forma. Es egoísta y lo sabe, aun así, no le importa. Todo lo que puede hacer ahora mismo, es tratar de emborracharse. Perder la consciencia. Olvidar los horrores a los que fue sometido. Olvidar que algo cambio en él. Que algo se perdió, que algo murió dentro de sí, de regreso en Azzano.


Lleva algún tiempo solo y realmente no esperaba que alguien más se le uniera. Podría reconocerla en cualquier lado. Y no por su perfume, porque la Agente Carter no usa. Ella es bastante práctica, no, puede reconocerla porque su presencia sugiere fuerza; fuerza que no dudara en usar contra ti si piensas siquiera pasarte de listillo.


Es por eso que no puede odiarla. De hecho, la respeta bastante. Y, la parte cuerda y racional de su mente, piensa que es una buena elección para Steve. Es una gran mujer. Es el tipo de mujer que buscó para Steve mientras iban de cita en cita, allá en Brooklyn.


Ambos se mantienen en silencio.


—Lo siento—Dice ella, tan suave, que Bucky cree haberlo imaginado.


Cuando logra comprender el significado de esas palabras, ya no necesito preguntar a qué se refería. Él sabía exactamente de que hablaba Peggy.


Y tal vez es el alcohol, pero ya no se siente tan mal. Ya no están esos terribles nervios cada que alguien le cuestionaba su extraño comportamiento alrededor de Steve. El pánico se ha ido.


Y tal vez es porque esta es la Agente Carter, y puede que no la conozca lo suficiente, pero sabe lo esencial, así que voltea a mirarla sin picardía, sin siquiera pensar en hablarle en una cadencia más pesada o guiñarle un ojo. Simplemente, la observa como a un igual.


—No lo sienta, porque si tiene que ser…—Carraspea para aclararse la garganta, dejando en el aire el resto de la frase “alguien más”—…me siento contento porque sea usted, señora.


Y entonces Peggy le sonríe, medio triste y medio comprensiva. Bucky le devuelve el gesto y después de unos segundos, regresa su vista hacia el vaso vacío.


Ellos están en paz.


_____________


Todos los chicos están divirtiéndose como nunca. Bailan y beben y ríen y festejan como reyes. Eso es lo que hacen una o dos noches antes de que regresen al frente. En esta ocasión, el día de mañana interceptarán al cretino bastardo de Zola.


Bucky piensa que saltar hacia un tren en movimiento no es en absoluto divertido. Esto, definitivamente, es venganza de Steve. Tal vez, por todas aquellas veces en los tiempos que quedarán olvidados, en donde las travesuras llevadas a cabo se volvían demasiado peligrosas para la salud del pequeño Stevie.  Casi ha terminado con una botella de ron, cuando Steve, le evita de manera bastante educada que beba dicho alcohol.


—Debes controlarte, mañana será un día muy importante—Reprende su Capitán con un halo de amabilidad colándose en sus palabras. Bucky detiene el impulso de reírse, si tan solo él supiera. No es que le vaya a decir nada, no, eso nunca. Simplemente, a veces desearía hacerlo.


Decirle que tiene miedo, que tiene tanto miedo. Que ya no es el mismo Bucky y no porque la guerra le hubiese cambiado, esto era algo físico. Que le daba terror darse cuenta de lo difícil que era emborracharse, que la nicotina de los cigarros ya no surtía efecto, que sanaba con más rapidez, que su fuerza había aumentado, que ya no necesitaba dormir o comer tanto como antes, de lo cansado que era tratar de fingir. Que este miedo, no se comparaba a ningún otro. No quiere participar de esa misión, pero debe de hacerlo, porque hasta cierto punto necesita vengarse por lo que el bastardo suizo de Zola le hizo.


Dirige su mirada a Steve y le sonríe de lado. Steve frunce el ceño y resopla suavemente.


Bien, indirecta entendida, no volveré a sonreírle a este punk. Nunca más.


Espera, tal vez, ya está un poco borracho.


Trata de incorporarse y Steve intenta ayudarle y él se niega. Se aleja de su toque como si quemara, porque siente que lo odia.


Oh, vaya, ¿Quién diría que Bucky Barnes es una clase de mal perdedor?


Se observa en el sucio espejo que está colgado en el baño de hombres, se ha mojado el rostro con agua fría y ha hecho algunos ejercicios de respiraciones. Su ansiedad le corroe. Desorden de Estrés Postraumático, eso le dijeron que podía estar sufriendo y le ofrecieron regresar  a casa. Regresar con su madre y su padre y su hermana. No pudo hacerlo. Y no tanto porque esto representara un golpe a su hombría, simplemente, porque su casa ya no existía más. El pequeño y enfermizo Steve que representaba lo que él conocía como hogar, ya no estaba. Se había ido y lo habían reemplazado por una versión mejorada. Y eso le hizo feliz, porque por fin el exterior concordaba con el interior, pero también le hizo muy triste. Bucky sabe que allá, donde quiera que vaya Steve, le seguirá. Piensa, no sin amargura, que su vida pudo haber sido más sencilla si se hubiera enamorado de una chica.


Se sobresalta al sentir una mano en su hombro izquierdo.


— ¡¿Pero qué mierda?!—Pregunta un poco más alto de lo normal y trata de tranquilizarse cuando se da cuenta de que Steve le mira extrañado, niega como espantando ideas absurdas y habla con firmeza. Después de todo, aun es un subordinado.


—Buck, sé que es difícil para ti enfrentar a Zola y quería decirte, qué si lo deseas…—Steve desvía la mirada y se aleja de Bucky—…puedes faltar a la misión.


Bucky frunce el ceño.


— ¿Crees que no voy a soportarlo?—Cuestiona rencoroso. Cada día, se odia más por haber abierto la boca y decirle a Steve cuanto lo amaba. Su compañero niega y se balancea nerviosamente, y Bucky sabe que quiere decirle algo, pero no encuentra la forma de expresarlo.


Oye, el tamaño del cuerpo pudo haber cambiado, pero no sus ademanes.


—Sobre lo que…—Empieza Steve vacilante—…lo que hablamos el otro día, yo quería decirte que…


—Detente ahí—Replica antes de que siquiera termine de hilar la frase—No te disculpes, no tiene caso. Sólo, piensa que fue un mal sueño.


Steve tiene una expresión indescifrable en su rostro, como si se debatiera entre sentirse ofendido o sorprendido. Bucky no quiere esto. Quiere hacer las paces por una pelea sin sentido que él inicio. Steve no tenía por qué cargar con esto.


Al final, lo que Bucky sintiera por Steve no era culpa de este último.


Así que se acercó y palmeó su brazo derecho.


—Lo siento Steve, realmente lo siento—Le sonrió de nuevo, con la aceptación inundando su ser. Steve parecía contrariado. Bucky decidió que una distracción sería suficiente, así que tomándolo del hombro le guio a la salida del baño—Ahora, creo que será divertido saltar hacia un tren en movimiento.


Ya no se sentía tan mal.


Bucky había robado, mentido y trabajado para Steve, no que él se lo haya pedido. Bucky sabía que había amado a Steve casi desde el inicio de su vida. Así que si saltar hacia un tren en movimiento, fuese otra manera de demostrarle ese amor, entonces lo haría.


Porque de todas las maneras posibles, Bucky lo había amado primero.      


Sí, definitivamente, el día de mañana sería muy interesante. 

Notas finales:

Adoro escribir de estos dos antes de la Guerra y durante la Guerra. Me gusta escribir la homofobia interna que sufren. Recordemos que por muy lindo que se vea todo esto, Steve y Bucky habrían sufrido el crecer en una sociedad represiva. Además de que tuvimos un cameo de la Agente Carter, yay!
Otra cosa que me gusta del Stucky que se desarrolla durante la guerra, es el hecho de que no puedes dejar de lado a Peggy. En mi headcanon, Peggy (como la mujer astuta que fue) siempre supo de esta extraña relacion entre Steve y Bucky. Así que considere apropiado hacer eso. Bucky y Peggy se dijeron sin muchas palabras, que estaban bien. Ambos amaban a Steve y ambos querían lo mejor para él. 

Um, por lo que, esto es todo. 

¡Gracias por leer! <3 


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