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Nunca se debe rogar por amor (KageHina) por kyumin137

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Notas del capitulo:

Hola a todos los que se dieron un tiempito  de leer mis ideas!

Aquí vengo con un nuevo capítulo, espero sea de su agrado.



recordatorio: la historia se ubica en un mundo donde los donceles existe y pueden embarazarse. No es común pero tampoco desconocido, aunque eso si, suele ser riesgoso.

 

CAPITULO 2 –siendo sinceros y fuertes.


El reloj que se encontraba en el comedor de la casa marcaba las 2 de la madrugada con quince minutos. Natsu dormía hace un buen rato, luego de haber visto una película con el mayor –para calmar el ambiente-.

Hinata en la cocina, se preparaba un té. No creía ser capaz de soportar algún alimento, y aunque su estómago se lo pidiese, no quería comer nada, así que solo se conformaría con eso. Tampoco podía dormir, el dolor de su cabeza, luego de tanto llorar, no lo dejaría, pero agradecía haber derramado todas las angustias que tenía en su interior y haber tenido a su hermanita como un soporte. Le estaba enormemente agradecido.

Con dolor de cabeza, sin poder dormir y un tazón con té caliente, volvió a subir a su habitación. Era momento de enfriar sus ideas, pensar con calma, porque la realidad lo había abofeteado con todas su fuerzas. En un par de horas más, cuando su madre volviera, hablaría con ella y le diría la verdad. Necesitaba de su apoyo incondicional, porque solo se derrumbaría.

Ya en su cuarto, dejó el tazón sobre el escritorio, respiró profundo y abrió el primer cajón del mueble. Ahí, sobre un cuaderno, se encontraba la prueba de embarazo.

¿Había un pequeño ser formándose dentro de él? Fue la pregunta que se le vino a la mente. Se tocó debajo de la polera que traía. Se sentía tibio. ¿Él también sentía ese calorcito? “Sí” le respondía una voz dentro de su cabeza. Entonces, si sentía todo, ¿También había sentido el dolor de lo ocurrido con Kageyama?

Con eso en mente una angustia se apoderó de él. No quería que la personita que se formaba dentro de él sintiese por su culpa tristeza, rabia ni soledad. Y con esa misma sensación se durmió, sosteniendo con fuerza la prueba de su realidad.

El té ya frio, reposaba donde Hinata lo había dejado.

 

 

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Era temprano cuando su hermana lo había despertado, o al menos eso cría. Al revisar su celular, vio que era pasado del medio día. Tenía un mensaje de su madre y una llamada perdida de…

-Natsu me dijo que estabas enfermo. –Kageyama había aparecido en la entrada de su cuarto y en sus manos llevaba una bandeja con lo que suponía era un desayuno para él- Supuse que por la hora, despertarías con hambre; también mencionó que no habías comido nada desde que habías llegado ayer.

Hinata no sabía que estaba pasando, su cerebro aún no lograba ordenar sus ideas.

-¿Qué… Qué hace aquí? – logró formular con dificultad, pero ayudó a que su mente le recordara que tenía algo en su mano. Con disimulo lo escondió bajo las cobijas.

-Pues te vine a ver ¿Qué más podría estar haciendo aquí, si no es eso? –le respondió con el ceño fruncido como siempre. –Oye… Shouyou…

-Vete por favor.

-¿Qué? –aquello había desencajado por completo al más alto. Últimamente el de cabello naranjo había estado muy distante con él. Cada vez que quería hablar con al respecto, este se alejaba sin decirle nada. Y ayer, había escapado antes de que terminase la práctica sin que se diese cuenta.

-Por favor Tobio, no me siento muy bien. Quiero estar solo –le respondió Hinata cabizbajo y aferrándose con fuerza a las sábanas.

-No. Yo no me iré de aquí hasta que me digas que está ocurriendo. ¡Llevas dos semanas evitándome, maldición! –explotó. Él más alto no era alguien que se caracterizará por ser una persona con mucha paciencia ni menos de pensar antes de hablar.

Hinata se encontraba en un dilema. Quería que el otro se fuera pronto de su casa. No quería verlo. No se sentía preparado, pero también, quería terminar con esa angustia lo más pronto posible. Saber la verdad.

-Yo –comenzó a hablar, aun sin mirarlo, pero sacando fuerzas de su interior-, te escuché hace unas semanas hablando con una chica de tu clase, en el pasillo… -Kageyama lo miraba con una expresión de seriedad que muy pocas veces tenía. – Tu dijiste que…

-Hi-hinata, yo..

-Estar conmigo era cansador, que no éramos amigos y… - Shouyou levantó al fin la vista, fijando sus ojos llorosos en los del otro. – que solo pensar en tener algo conmigo era absurdo y asqueroso.

A pesar que sus ojos estabas cristalinos, no lloró.

 

-Yo, siempre supe que no podríamos andar por la vida diciendo que estábamos juntos, lo sabía muy bien. Tus padres nunca aceptarían que anduvieras con alguien tan… insignificante y de alguna manera sabía que te avergonzabas…

-¡No!..-Kageyama no sabía que decir. Mantenía una expresión de querer contradecir lo que el otro había dicho, nada salía de su boca. Pero de un momento a otro, aquella expresión de desesperación cambio a una sombría.- Lo siento mucho Hinata, pero…

-Debemos terminar. –Hinata completó aquella dolorosa frase sonriendo con tristeza.

-Sí, es lo mejor. –afirmó sin refutar nada.

El mayor de los Hinata suspiró con pesadez. Su cerebro le decía que así era mejor, pero su corazón había rogado porque el otro peleara por aquel amor que en algún momento mencionó tener por él. Al parecer nunca fue así. La persona que había visto ese día decir aquellas hirientes frases, ese, era el verdadero Kageyama Tobio.

Ya las cosas estaban así.

 

Sin esperar otra respuesta ni acción por parte del que alguna vez fue su pareja, Hinata saco su mano derecha de bajo la sábana  y mostró con una gran sonrisa el pequeño dispositivo, y sin dejar que el otro captara de qué se trataba, habló.

-Estoy embarazado.

 

El sonido estridente de la bandeja al caer al suelo, el vaso con jugo rompiéndose y derramando sobre la alfombra el contenido, Kageyama temblando con las manos empuñadas y Hinata inmutable. Esa era la escena que se podía apreciar.


Desde su cuarto se podía escuchar como Natsu cantaba alegre mientras veía algún programa infantil en la televisión.

 

-Debes estar bromeando. – el más alto caminó marcando cada paso hasta llegar  donde se encontraba Hinata – Sé que me odias, pero esto es ir demasiado lejos Shouyou –de manera brusca le arrebató la prueba de las manos y miró con detenimiento. Ahí, en el centro, la pequeña pantalla mostraba las dos líneas. – No es mío.

-Kageyama…

-¡No es mío maldición! –gritó eufórico. Shouyou se removió temeroso en su cama. Lo había visto muchas veces enojado, pero esta vez era diferente, y en cierta forma le provocaba temor.

-Lo es.

-¿Cómo estás seguro? 

Extrañamente, los sentimientos de tristeza  que habían inundado su ser habían desaparecido, y eran reemplazados por rabia.

-No dejaré que me grites, ni menos que pongas en duda mi palabra. –Comenzó a hablar con determinación mientras se levantaba y quedaba frente al castaño- Si te estoy contando esto es porque eres parte importante, y como tal tienes el derecho de saberlo, pero… -Kageyama seguía inmutable, aunque sus manos aún temblaran- Eso no quiere decir que quiera algo de ti. –los ojos del alto se dilataron, angustia. – Eres libre de hacer lo que quieras, porque yo no te molestaré en nada, ni ahora ni nunca más. No te necesito…

Sus manos viajaron cálidas hasta su aún plano vientre.

-Miento… Nosotros no te necesitamos.

Unas traicioneras lágrimas bajaron por su rostro sin que se diera cuenta, solo se percató cuando por inercia tocó su mejilla  y la sintió húmeda.

 

Kageyama estaba llorando.

 El sonido de la puerta le indicó que Kageyama Tobio se había marchado de su casa y de su vida.

 

-Nii-chan… -Natsu se encontraba en la entrada de su cuarto – ¿Es cierto que tendrás un bebé?
-Natsu… – Shouyou se sorprendió de verla ahí, pero como parte importante también de su vida, debía ser sincero y contarle-, ven acá pequeña.

La niña se acercó a paso presuroso y se sentó junto a su hermano. Cuando estuvo a su lado, el mayor tomó su pequeña manito y la llevó aquella zona de su cuerpo.

-Serás una buena tía ¿Cierto Natsu-chan?- Con la más grande sonrisa y los ojos llenos de emoción, ella asintió.

-¡Ya estoy en casa! – ahora era momento de enfrentar a su madre.

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                              Nos vemos pronto <3

 

 

 


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