Light esbozo una sonrisa, levantó el rostro, sus ojos tenían un pequeño destello rojizo, rio a carcajadas otra vez.
-...Nunca acabaran conmigo, estaré aquí para siempre, este mundo es mío, me pertenece...YO SOY UN DIOS!-
CAPITULO 2
-Yo soy un Dios...-susurro entre sueños.
Cuando Light dormía era más fácil para Kira hacerse del control, Light no sabía de las cámaras pero Kira si, intento dejarle mensajes pero L siempre se las arreglaba para interceptarlos, el castaño, lo único que sabía era la existencia de Kira, en cambio Kira podía ver todo lo que Light hacía. Es fácil hacer aparecer al asesino pero no desaparecerlo, a menos que este quiera, se pensaba que si intentaba atentar contra la vida de alguien, escapar o incluso siquiera pensarlo, Light lo detendría y retomaría el control pero...Kira ya intento escapar una vez del cuartel, no lo logro gracias al sistema de seguridad y manejo de Watari, pero esperaban algún titubeo causado por Light pero en Kira no había ninguna duda de lo que hacía y haría una vez estuviera en libertad. Definitivamente malo.
Por qué Kira si y Light no?
Pensaba L sentado en su típica forma y con su pulgar en la boca, mientras en el monitor se veía al castaño, como Kira, sentado al borde de la cama, miraba con odio directamente hacia una cámara, sabia donde exactamente estaba cada una de las cámaras, durante una semana las rompió todas pero estas volvían a ser instaladas en el mismo lugar, esa provocación era la que lo hizo seguir destrozando la habitación por siete días seguidos.
La siguiente semana, mientras por el día Light resolvía casos, como parte de su castigo por ser Kira, aunque no eran problemas difíciles, a L le extraño que Light no le reclamara eso, pensó que dada su posición, light creía no tener ningún derecho de decir algo al respecto, esperaba que Kira se hiciera presente y hablara por él, al principio no le daba mucha importancia, pero en la noche, Kira se lo recordaba, a él no le gustaba que lo menospreciaran, ni una parte de él debe ser subestimada.
La segunda semana de "arresto domiciliario" se la paso gritando a todo pulmón de todo, como un esquizofrénico insultaba a todos los agentes, a Watari y sobre todo al azabache, reía por momentos y volvía a dirigirse a la cámara para seguir insultando.
A la mañana siguiente, Light no se explicaba su repentino dolor de garganta.
Tercera semana, Light aún no se recuperaba del shock de ser el mayor asesino en masa de la historia, estaba distraído, deprimido, resolvía los casos perfectamente pero eran fáciles para su intelecto, le tomaba más tiempo de lo que se esperaría de él, no hablaba con nadie, ni con su padre, ni nadie más de sus familiares.
Ya se le pasara, pensaban todos.
En cuanto a Kira, esa semana estuvo pensativo, de vez en cuando sonreía, dando a entender que había resuelto uno de sus tantos conflictos o al fin tenía un plan. Si Light no quería hablar, Kira lo hará? con esa idea en mente, el detective coloco un dispositivo para poder hablar sin tener que estar en la misma habitación con quien quiere verlo muerto.
No funciono.
Kira no decía una palabra, solo se reía de L, y de vez en cuando un pequeño insulto por no dejar que Light leyera sus pequeñas notas que le dejaba. Nadie aparte de Watari sabía de la vigilancia así que no podía pedirle a alguien más que intentara entablar una conversación con Kira, aunque quien querría hacerlo.
Y así pasaron meses, Light recuperándose muy lentamente pero ya había un progreso, y Kira, lo único que podía hacer era pensar pero solo con eso se notaba que llevaba ventaja sobre los demás, en que, no sabían pero el sentimiento de que iban perdiendo terreno los invadía cada día mas, tal vez solo era un truco de Kira, era un manipulador de primera y sabiendo que era observado sacaría provecho de ello, y que mejor plan que sembrar incertidumbre.
Y L cayó en la trampa.
Se obsesiono tanto con Kira que se olvidó por completo de todo a su alrededor y de Light Yagami, revisaba una y otra vez las cámaras, mirando desde cada uno de los ángulos algo en su expresión que le dijera algo lo que sea, el audio lo amplificaba por si susurraba o se le escapara alguna frase de lo que estuviera pensando, pero nada, no encontraba nada, aun así no se rendía, el brillo en sus ojos se intensificaba cada día que pasaba sin una pista.
-De verdad que eres impredecible...-
L abrió bien sus ojos para no perderse ningún detalle, Kira después de tanto tiempo desde la última vez, salió de la habitación, la primera vez le quedo bien claro que no había escapatoria ni muchos menos nada que pudiera utilizar como arma, ni siquiera victimas que atacar había en el lugar, solo tres personas Vivian en aquel inmenso edificio y muy alejados uno del otro, no había tiempo ni modo de que Kira localizara a L o a Watari, se hicieron cambios en el cuartel, todo era como un gran laberinto, pero un laberinto es fácil de descifrar, por ello este edificio no era así de simple, Watari, quien normalmente estaba a cargo de esa función, con un botón podía boquear pasillos, puertas y ventanas.
Aun si Kira supiera qué camino tomar para llegar a donde quiera ir, L puede bloquear su camino.
Miraba expectante a Kira aunque burlándose de el cada que abría una puerta y ponía cara de pocos amigos al ver que no era lo que buscaba. Quería preguntarle a donde se disponía a ir pero era mejor esperar y pisotear el orgullo de Kira por milésima vez.
Pensó que no sucedería, Ryuzaki había perdido esperanzas en recibir palabras decentes de Kira, pero ahi estaba, el castaño pidiéndole no muy amable, pero si dejando de lado su ego, dirigirlo a ese lugar, era totalmente inesperado que le pidiera llevarlo ahí, Que tramaba? si en ese sitio solo se podía...
-Sé que estas ahí y me escuchas idiota! Donde está la maldita cocina?!-
Tienes hambre, Kira?¨ Se dijo para si con sarcasmo, pero en realidad estaba un poco confundido, no entendía, lo mejor era darle lo que quería y ver que hacía.
L apretó un par de botones y deslizando uno de sus dedos por la pantalla se oyó al instante un sonido como el de los ascensores seguido se abrió una puerta frente a Kira, este al ver su objetivo volvió a ignorar al detective y entro tranquilamente a la lujosa cocina de Watari, todos los utensilios punzocortantes estaban bajo llave así que no había que preocuparse por ello, pero eso no era lo que buscaba el castaño.
L había dado sin querer en el blanco, Kira tenía hambre.
Abrió el refrigerador y saco ingredientes para preparase un sándwich, también hizo café y se sirvió una taza bien cargado, se sentó en la mesa que había ahí mismo y comió tranquilamente, sin atragantarse y como si su cena fuera en un restaurante de cinco estrellas.
Y esta fue su nueva rutina durante un mes, salía de la habitación, la cocina a su disposición desde el quinto día de su salidas, se preparaba aperitivos sencillos, limpiaba, ya que sus buenos modales no le dejaban dejar desorden, era un asesino pero eso no lo hacía un desordenado, y se iba la habitación a ´´dormir´´.
L deseaba preguntar, pero su instinto le advirtió que se quedara callado, cada comida nocturna que consumía a Kira le molestaba más y más, pronto explotaría, solo tenía que esperar un poco más.
Una semana más tarde...
-Estás listo para hablar?-
Le dice Ryuzaki a Kira que estaba sentado en la orilla de la cama, ya se había pasado la hora en que salía a comer y supo entonces que podía hacer su movimiento.
-Si Light muere...yo desapareceré también, Light Yagami es Kira, yo soy Light Yagami...-
Kira repetía una y otra vez Light Yagami y otras frases más, pero L se quedó con el ´´Si Light muere...´´ahora que lo recordaba hacía mucho tiempo que no lo trataba directamente, Watari era quien lo vigilaba si es que Kira aparecía en el día, y también es quien le daba órdenes respecto al trabajo, no tenía permitido salir del cuartel, el mismo era seguro así que, por que Kira dice sobre la posibilidad de muerte de Light?
-MIRAME IMBECIL! QUE ES LO QUE TE TIENE TAN CIEGO QUE NO VES LO QUE TIENES EN FRENTE?!-
L miro los ojos llenos de furia de Kira, eso es lo que tiene en frente, maldad pura en esos ojos. Kira volvió a gritar exigiéndole que lo mirara bien, de repente se levantó y sin saber Ryuzaki porque, Kira se quitó la ropa.
Kira no podía dejar que Light en su faceta débil y deplorable se autodestruyera sin saber cuándo parar, cuando empezó solo eran pequeñas cortadas en los muslos y antebrazos, lugares que eran difícil de notar, le perdono que le hiciera marcas a su perfecto cuerpo, pero las lesiones se fueron intensificando, con la excusa de que se tropezaba o por ir leyendo un informe chocaba con la pared, el castaño se golpeaba el mismo con el concreto, en la cabeza y más frecuente en la espalda, aun tenia moratones, pero lo que hacía ahora es que había dejado de comer, desde hace un mes, Light estaba en los huesos, los demás no se daban cuenta ya que comía un poco, solo lo suficiente para no desmayarse en frente de los demás agentes que trabajaban de día en el cuartel, fue fácil ocultarlo, usaba ropa holgada para esas veces que Watari intentaba conversar, unos días mas y daría su ultimo respiro, o eso creía Light, como no sabía que Kira comía por el en las noches él pensaba que no le quedaba mucho para su no tan anhelado final.
Pero tampoco contaba con que Kira haría lo que fuera para cumplir su meta, y estar muerto no era un paso a seguir, así que acostumbrándose a dejarse pisotear pidió ayuda al detective, claro a su manera, no es que le guste ser humillado, pero era un pequeño precio a apagar por salvar su vida, tal vez ese no sea el objetivo de Light pero parece que no conoce sus límites.
Y estuvo a punto de sobrepasarlos.