11:24am y los humos de Jimin estaban por los suelos. Taehyung podía ser irritante cuando se lo proponía y valla que hoy era su día. Maldita sea. El felino se negaba a salir de la habitación por que no quería ponerse ropa, la jodida ropa que Jimin le había comprado en el camino de ida a casa de Jungkook.
—Vamos Taehyung, es solo ropa— el pelinaranja comenzaba a cansarse de tocar la puerta e intentar abrirla.
—De ninguna manera, Hyung
—Por favor, anda. Te daré una bola de estambre
—¿Por quien me tomas? Ademas... yo.. q-quiero el suéter de Hyung.
El golpeteo en la puerta ceso y dio lugar a un frió silencio. Jimin quedo en shock, sin embargo. Se le hacia terriblemente tierno que Tae quisiera ponerse solo su suéter. Pero debía ser maduro e intentar llegar a algún acuerdo justo. Así como el era de aferrado, Taehyung lo era y si no establecían un acuerdo mutuo, no llegarían a ninguna parte.
—Vale, te daré mi suéter. Pero aunque sea ponte ropa interior.
Tras pensárselo bien, Taehyung decidió abrir la puerta, solo lo suficiente para extender su mano reclamando la ropa. El mayor sonrió victorioso y le tendió las bolsas de compra en la mano.
El menor tomo unos calzoncillos blancos y se los puso, quedando terriblemente disgustado por la incomodidad que su colita sentía. Abrió completamente la puerta, enfrentando a Jimin.
—Es horrible Hyung, duele.
Hubiera sido mas fructuoso hablar con la puerta. Jimin hacia cazo omiso a las quejas del menor, solo podía observar el blanquito y plano abdomen de Taehyung. Toda una obra esculpida por los Dioses. Joder, se estaba poniendo duro. Eso no es sano joder, no lo era.
—Eh.. ¿Que decías?..
—¡Hyung!, te estoy hablando.. me duele, es incomodo.
—Ahh? a que te refieres?
Taehyung se dio la vuelta, enseñando su colita, la cual estaba aprisionada por el bóxer. Y tambien le estaba dando un excelente panorama al pelinaranja de su redondito culo.
Eso solo empeoraba la situación allá abajo.
El mayor maldijo por lo bajo y arrastro al híbrido hasta la cocina. Tomo la cintura del menor, obligandole a sujetarse de la barra, dejando al aire ese redondo y firme culo, todo a merced de Jimin.
—Hyung.. q-que vas a hacer?
El mayor gruño como respuesta. Saco una tijeras del cajón de utensilios y corto un agujero en el bóxer blanco del menor. Mando las tijeras a la mierda y paso la colita por el agujero, provocando que un gemido de dolor saliera del rubio. Que mierda. ¿Ese pequeño lo hacia con intención de ponerlo caliente, o que pedo?
Jimin giro al menor con brusquedad, tomo sus rellenitos muslos y lo subió a la barra con fuerza.
La confusión brillaba en los ojitos de Tae, en el momento en el que Jimin separo sus piernas y se acomodo entre ellas. Por Dios, el pequeño apenas y sabia que era un beso. No tenia ni la mas remota idea de lo cachondo que se encontraba Jimin por su culpa.
—Jimin Hyung? te encuen.. ahh Mgh..
El menor se vio en la penosa necesidad de gemir, cuando Jimin encajo sus dientes sin previo aviso en su cuello. Vaya que dolía, pero era un dolor delicioso. Una sensación indescriptible para el Rubio, nunca antes experimentada.
Los carnosos labios de Jimin se deslizaban sin piedad desde su cuello, hasta sus clavículas, arrancando fuertes gemidos por parte del rubio. Su piel parecía ser muy sensible y eso solo ponía mas a Jimin.
Una melodía se hizo presente, rompiendo con el encanto del momento. El mayor maldijo separándose del pequeño Tae, tomo su móvil y sin revisar el causante de la molestia, descolgó.
—Jimin, amor, ¿Esta todo bien por allá?
Una vez mas, Jungkook traía de vuelta a la realidad a Jimin. Quien ahora ya en sus cinco sentidos, podía darse cuenta de la estupidez que estaba apunto de hacer.
Mierda, no otra vez.
—Si, ¿Paso algo, cariño?
Trato de sonar lo mas relajado posible. Miro a Taehyung, quien seguía encima de la barra sin entender nada. Jimin lo miro detalladamente, con ternura. Ahora sabia cuan inocente podía llegar a ser Tae.
—Si, mis clases se suspendieron por la conferencia en el departamento de diseño, así que voy para allá
Jungkook sonaba muy feliz y eso alegraba el corazón de Jimin.
—Esta bien cariño, la comida estará lista, Te quiero.— susurro esto ultimo.
—Yo también, Jimin
El pelinaranja colgó y volvió su vista al menor.
—¿Era Mi Amo, Hyung? ¿Sucedió algo?
—No, descuida TaeTae..
Jimin dejo su móvil a un lado del rubio y se quito el suéter que llevaba ese día, para después extenderlo a Taehyung. Este lo acepto gustoso y sin dudarlo se lo puso, aspirando ese dulce aroma que desprendía.
—Jungkook ya viene— murmuro con pesadez, pero se alegraba de que su novio llegara pronto. Taehyung se bajo de la barra inmediatamente.
—Bieeen, pues volveré a la cama— dijo mientras caminaba y bostezaba. Hasta que el mayor lo detuvo, cogiéndole la muñeca.
—No jovencito, hoy comerás con nosotros y en tu forma humana— avisó con autoridad.
—No quierooo~— lloriqueo intentando zafarse del agarre
—Obedece, No querrás que te castigue, ¿Verdad?