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Conviviendo con el pasado por Miyuchi

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita! Este será el final de este fic- a menos de que haga más extras xd- pero no se preocupen. No tardaré en comenzar otro, y tuve la idea de que sea algo como una escuela de magia a lo Hogwarts aunque idea todavía no se ha desarrollado bien, pero no se preocupen, tarde o temprano verán a sus guardianes favoritos usando una varita y haciendo pociones!!

-Buenos días Décimo- decía una sirvienta que pasaba por el cuarto de Tsuna para dejarle el desayuno para luego retirarse.

-Buenos días- sonreía Tsuna- ya ha pasado una semana... - susurraba mirando su comida.

 

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Flashback
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-Tsunaaaa- gritaba Itmitsu mientras corría pensando en abrazar a su hijo. Estaba feliz de poder traerlo de regreso, ya que si no lo hacía, sería asesinado por su esposa. Y no era el único, el noveno también.

Pero ambos se detuvieron cuando vieron al castaño inconsciente en el suelo.


-Maldito, qué le has hecho a mi bebé?- preguntó mientras se ponía en una posición de ataque, como el actual jefe de Vongola.


-Dame-Tsuna quedó inconsciente después de una pequeña pelea, llévenselo a su cuarto- dijo Reborn con su forma de bebé de regreso.


-Y nuestro jefe?- preguntó uno de los subordinos de Dino, ya que Romario ha estado petrificado desde el día que se había ido Dino.


-Aquí- secamente dijo el rubio.


Algo parecía andar mal, ni siquiera los guardianes de Tsuna decían algo.

 

-N-no dejes a Tsuna en el suelo- decía Emma al ver que nadie decía nada.

 

-Llévense a Tsuna, kora- decía Coronello algo sombrío.

 

-Qué sucedió?- preguntó simplemente Byakuran comiendo otras de sus golosinas favoritas.

 

-Los hubieras dejado quedarse aunque sea por lo menos un día más, kora- susurró Coronello cruzando sus brazos.


-Es Reborn, qué esperabas?- decía Verde mientras se rascaba la cabeza.


-Como si hubiese hecho algo malo- se defendió el arcobaleno del Sol.


-Sin embargo, tampoco has hecho algo bueno- dijo Fong- o por lo menos, no completamente


-A qué te refieres?- preguntó Reborn mientras su fedora le tapaba pos ojos.


-A que yo tenía razón kora! Ni que hubiese sido para tanto quedarse un rato más!


-NOS quedamos un rato más, cuando tuvimos la pelea- se defendió y se retiró del lugar.


Cuando Reborn se fue del laboratorio, todos quedaron en silencio, pero decidieron evitar el asunto y quedar como si nada hubiese sucedido nada.


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Fin del flashback
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-Dame-Tsuna, empieza a desayunar o se te enfriará la comida- dijo Reborn, quien estaba apoyado en la puerta.


-HIEE.. R-Reborn, qué haces aquí?


-Quería decirte algo...- dijo mientras se sentaba al costado de la cama del castaño.


-Qué?


-Quería... pedirte disculpas- dijo casi susurrándolo.


-Por qué?


-Por lo que sucedió en los tiempos de Primo, podríamos habernos quedado pero quise apresurarme- Reborn juntaba sus manos y agachaba su mirada.


-Está bien, creo que me había olvidado de que también tenía mis responsabilidades como Décimo- decía sonriendo Tsuna.


-Tsuna?


-S-Sí?- preguntó asombrado porque lo haya llamado sin el dame.


-Dame-Tsuna, apresúrate, tienes una pila de papeleo que completar. El Noveno se ha ido de viaje para que se relaje de todo el estrés que sufrió los últimos días- yéndose a quién sabe dónde.

 

Después de vestirse, Tsuna se dirigió a la oficina. Encontrándose en el camino a Lambo saltándose sobre él mientras atrás iba I-pin persiguiéndolo como de costumbre.


-Buenos días Juudaime!- saludó un alegre Gokudera.

 

-Buenos días Gokudera-kun- sonrío.


-Yo! Tsuna- decía Yamamoto rodeó a su amigo con uno de sus brazos.


-Buenas. Perdonen muchachos, pero tengo que ir a completar el papeleo- dijo desanimado mientras seguía su camino.


Los dos guardianes se miraron felices, al parecer su amigo ya había vuelto a ser como era antes.


Después de regresar, el castaño siempre parecía algo melancólico, por lo que si se encuentra así de contento, bueno, mejor dicho, así de expresivo, es un gran avance.


-EXTREMO! Vayamos a correr!- gritaba Ryohei mientras frenaba su trote esperando una respuesta de parte de Tsuna.


-N-no gracias Onii-chan. Necesito terminar el papeleo- mientras se le caía una gota desde la sien.


El papeleo también le favorecía en ciertas ocaciones.


-Bossu- dijo una tímida Chrome acercándosele.


-Buenos días, cómo has estado?- dijo alegremente Tsuna.


-B-bien- dijo sonrojada.


-Buu.. no es justo Tsunayoshi. Yo también quiero mis buenos días- dijo Mukuro apareciendo de la nada con su niebla y abrazando por detrás a Tsuna- no me los dirás? Kufufu... O qué tal mejor un beso de buenos días?- preguntó mientras tomaba su mentón y lo acercaba hacia el rostro del guardián de la niebla.


De repente, una tonfa separó a ambos.


-No toques lo que no te pertenece- dijo Hibari apareciendo de la nada.


-HIEE


-Kufufufu pero si es la Alondra

 

-Sepárate de él, ahora mismo- dijo con una mirada de pocos amigos.


-Kufufu, y si no quiero qué?


-M-Mukuro-sama!


-Mm- el muchacho de los ojos heterocromáticos le hizo caso a la niña y la acompañó a donde ella iba quejándose.


-Herbívoro, tienes papeleo que completar, apresúrate- dijo Hibari adelantándose.


-S-Sí


Cuando ambos entraron al lugar, Tsuna no pudo evitar acordarse de Giotto. Se sentó y miró los papeles, quería distraerse.


-Herbívoro, ya deja de ocultarlo. O por lo menos, intenta disimularlo mejor


-Eh? Qué cosa Hibari-san?


-Tu melancolía


De repente, Tsuna se echó a reír.


-Nunca creí que de todas las personas, tú me dirías eso- dijo sonriendo felizmente.


-Por qué?


-No sé, no me lo esperaba- dijo apoyando sus cojos en el escritorio.


-Sabes por qué aún te considero un herbívoro?- dijo mientras se acercaba a donde se encontraba Tsuna.


-Mm?


-Eres despreocupado con lo que sucede a tu alrededor, pero eso no te hace un herbívoro, te hace una presa fácil, no buscas pelea aún siendo fuerte, eres pequeño como un roedor, adorable como uno, y fácilmente de lograr captar la atención de los otros depredadores. Pero tú eres solamente mío, eres solamente mi presa, no te compartiré y no dejaré que nadie te robe de mi lado. Si estás triste, solo o simplemente sin saber qué hacer, ven hacia mí- al terminar de decir eso, besó al castaño.


-H-Hibari-san- dijo Tsuna tan nervioso y con la cara roja como un tomate.


-Tsunayoshi, me gustas- dijo sonriendo con sinceridad.


-Hii- dijo aún más sonrojado.


Y el azabache le dio otro peso al castaño, el cual no lo rechazó.


-Qué te sucede?


-N-nada, no me ha pasado nada durante estos días- dijo desviando la mirada.


-Si quieres aparentar ser fuerte, lamentó decirte que no lo has logrado. Aunque odie admitirlo, no fui el único que notó tu melancolía.


Y para sorpresa de Hibari, Tsuna comenzó a llorar.


El azabache abrazó al que estaba llorando, intentado consolarlo lo más que podía.


-N-no quiero que me veas así, no quiero verme así de débil- dijo Tsuna entre su hipo, enterrando su cara en la camisa de Hibari.


-Está bien, hasta algunas veces, los más fuertes lloran para desahogarse- dijo acariciando la cabeza del otro.


-No sé por qué, pero cuando entró aquí, lo único que pienso es en Giotto, es como si mi intuición me dice que está aquí y que debo hacer algo.. pero no sé qué- parando su llanto.


-El Primo tal vez te mostró algún sitio que solamente ustedes dos pueden saber


A Tsuna se le prendieron todas las luces, puso su mano en el lugar que antes había señalado Giotto y repitió sus pasos.

 

Adentro del lugar, no se encontraban dulces ni chocolates, sino una carta con un sobre que parecía muy antiguo.


Tsuna lo tomó rápidamente y lo leyó:

"Querido Tsuna:

De seguro tu intuición te ha hecho descifrar que he guardado algo en mi escondite.

Sabes? La vida pone en tu camino millones de personas; algunas van de paso, otras se quedan cierto tiempo y después se marchan, habrá quienes sólo lleguen para enseñarte una lección y después continúen lejos de ti.

No esperaba que la vida te pusiera frente a mí. A veces, el destino te pone frente a situaciones extrañas que no logras entender. Desde el primer momento en que platicamos, supe que íbamos a ser muy buenas amigos, parecía que te conocía de años atrás, y creo que tú también pensabas lo mismo.

Sé que ha sido duro para ti también el separarnos, ya que lo ha sido para todos. Sin embargo, no te deprimas, tienes unos excelentes guardianes que te protegerán de todo y siempre te apoyarán! Así que tampoco los deprimas a ellos.

Vamos! Sonríe, vive TÚ presente, como tú viviste en el mío

Jamás te olvidaré,

Tu amigo y ascendiente, Vongola Primo"

 

Después de terminar de leer la carta de Giotto, Tsuna comenzó a llorar otra vez, lloró en los brazos de Hibari hasta tranquilizarse y dejó la carta en el escondite de Giotto.


Se frotó los ojos y estaba preparado para salir a pasear un poco. Se dio vuelta y con una gran sonrisa le preguntó a su guardián de la nube:


-ne, Hibari-san, quieres ir a por un helado?


-No querías terminar el papeleo?- preguntó con una pequeña sonrisa.


-Que el papeleo se joda

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-Ah sí?- preguntó Reborn apareciendo de la nada- perdona Dame-Tsuna, pero no oí bien lo que acabas de decir


-HIIEE- gritó Tsuna y empezó a sudar en frío- n-n-nada, solamente estaba viendo si alguien pasaba por aquí


-Concéntrate en tu papeleo- dijo Reborn con un brillo en sus ojos.


-Claro, claro- dijo mientras se dirigía hacia su escritorio como el buen niño que era Tsuna.

 

  


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