Cuando Edo aún estaba en el imperio de la luz.
Caminaba por los corredores analizando, observando e inclusive memorizando la posición de cada uno de los soldados, magos, investigadores y armas.
-¿Se te ofrece algo?-le interroga Misawa.
-No en realidad. Estoy aburrido. Esto de la vida eterna está sobrevaluado.
-Empleas mal el concepto. En realidad podrías morir de un momento para otro si se cumplen ciertas condiciones. Aún no sé cuales sean pero si me lo dices podría encontrar una solución.
El mayor recargó su peso en el limite de la ventana.
-Entonces es así.
-¿A qué te refieres?
-No confias.
-No puedes culparme, Haou es tu sobrino. Solo es precaución.
-Si claro, una que me mantendría atado a ustedes. Bueno-sonrió-eso suponiendo que me importara morir.
-No sirve de nada que aparentes fortaleza. Todos temen a la muerte. Es un instinto primitivo de todo ser.
-Eso suponiendo que no hayas pasado por ello. ¿Sabes? A ti que te encantan los conocimientos te haré una gran revelación.
El azabache pasó saliva y le observó con gran atención.
-No es la gran cosa.
-¿Acaso te estas burlando de mi?
-¿Te lo parece?
-Si.
-Lo tomas a mal-miró al exterior dando la espalda al contrario-¿Importa que estés vivo si dejas sueños, ilusiones y orgullo de lado? ¿Si permites que pisoteen tu dignidad?
-Si completo mis objetivos, si logro obtener más conocimiento no me importa.
-¿Y en beneficio de quién trabajas tanto? ¿Tuyo? No lo creo. Das pena.
-Que cómodo juzgar a otros cuando estas en la misma posición.
-No he vendido mi alma.
-Sirves a Fubuki.
-¿Me viste inclinarme ante el?
-No.
-¿Humillarme?
-No.
-¿Siquiera tome en consideración una sola de sus órdenes?
-No, ¿eso quiere decir?-le miró sorprendido.
-Sabía que alguien tan inteligente como tu lo notaría tarde o temprano.
-¿Por qué me lo dices?
-No es tarde para cambiar. La curiosidad no es mala pero los métodos que utilizas no son los adecuados. Estoy seguro de que mi sobrino no tendrá problema alguno en admitirte en el reino. Podrías ser su apoyo y el te mostraría cosas con las que no has ni soñado.
-Tengo lo que quiero aquí.
-¿Tanto te asusta el mundo real?
-Tu no entiendes. La gente odia a aquellos que son diferentes. Siempre fui muy inteligente y no cause más que envidia. El imperio me salvó de una muerte miserable. Les debo todo.
-O son ellos los que te orillaron a ello. Eres consiente de que aquí los sentimientos no son cristalinos como el agua. La gente engaña, miente y utiliza. Y tu has decidido creer aunque sabes que no es verdad. ¿Por qué? ¿ Temor a que se destruya tu mundo? El cambio siempre viene de eliminar las bases, renacer y levantarse de las cenizas. Nada consigues con aferrarte a ellos, pero eso es algo que ya sabes.
Se subió al borde de la ventana.
-Es peligroso-el peli negro-baja antes de que te hagas daño.
-Ven conmigo. Ayuda a mi sobrino.
-No puedo.
-Es una lastima, porque aquí se acaba todo cuanto has creado.
-¿Eh?
-Camino previamente trazado, que guías a los humanos con voluntad carente. Aquel que puede ser destruido con coraje ¡Destiny Heros!-se lanzó por la ventana.
-¡Espera!
Estiró su brazo para detenerle, para que no dañara el Imperio, mentira, quería aceptar la propuesta pero fue demasiado tarde. La esperanza de una nueva vida tal y como la soñó se esfumó ante sus ojos. Si tan solo hubiera tenido el valor necesario, pero algo así no se consigue debajo de una maceta, ni de buenas a primeras y por su analítica mente jamás pasó la posibilidad de merecer algo como la libertad. Porque como muchos otros es solo una víctima de Asuka.
Una gran explosión dio lugar en el patio de armas, y con ella más de la mitad de los soldados perdieron la vida.
-¡Cuidado!-gritó uno de ellos.
El hombre tomó su lanza e intentó atravesar con ella a Edo, fue más reflejo que planeación y por ello rápidamente vio cegada su vida. Varios más le rodeadon en cuestión de segundos pero les eliminó como si no le representaran obstáculo alguno. Ha intentando convencerlos una y otra vez, claro sin delatar sus planes, solo quería que pensaran por si mismos. Pero el hambre de poder que tienen hace imposible llegar a algo. Por eso no tuvo otra opción que pelear abiertamente con ellos, porque de permitirles vivir serán los miles de pobladores inocentes los que paguen las consecuencias.
-¡Elimínenlo!!!!-gritó uno de los magos que llegaba corriendo y lanzando gran cantidad de hechizos, y con el todos sus compañeros.
Pero no complicó el enfrentamiento, era algo que el oji celeste tenía contemplado.
Misawa se petrificó en la ventana todo el tiempo, como si la situación le fuera del todo ajena. Pensando si era prudente ir con el o quedarse en el imperio. No hay garantías de que el Reino de la oscuridad consiga la victoria. Si, ahí está mejor, al menos puede hacer lo que más le gusta: adquirir conocimientos. Se da la media vuelta y se retira. Podrá ser que Edo ahora sea su enemigo pero jamás le desagradó, ni lo contrario pues ese hombre en verdad es complicado.
El peli plateado derrotaba a decenas de personas a la vez, se hizo paso al sitio donde guardan las armas y las destruyó todas. Su poder comenzaba a decaer, pues a diferencia de su sobrino o Jehu no cuenta con una cantidad ilimitada de magia, aunque su cuerpo resiste el quedarse con una muy mínima cantidad de reserva, ventaja de haber muerto y luego ser revivido.
-Así que me has traicionado-le dice Fubuki más como afirmación que pregunta.
-Es algo que ya sospechabas. No me engañas. ¿Qué pretendes en realidad?
-Estas equivocado, yo en verdad pensé que serías fiel al imperio. Sé que se siente amar a alguien y perderlo. Me dijiste que le guardabas rencor a Haou por lo sucedido a tu hermana. Y yo haría lo que fuera necesario por la mía.
-Te engañas. ¿Te parece que Asuka vive lo que imaginaba?
-Nuestra situación es complicada, no te atrevas a juzar.
-Entonces estamos igual. Al menos tendrás tiempo para pensar las cosas. El poder bélico del imperio se vio disminuido en demasía.
-¿Y a dónde pretendes ir?
-Con mi sobrino. Ahora que hice lo que quería debo protegerlo.
-¿Qué te hace pensar que te dejaré marchar?
-Estarías mal si lo hacieras. Pero no tengo intención de convertirme en tu prisionero, esclavo o lo que imagine tu retorcida mente, como ya te dije hay cosas que debo hacer.
-Espíritu que emana fortaleza y gallardia. Que surcas el cielo y desgarras tormentas ¡Red Eyes Black Dragon! ¡No te irás Edo!
-No esperaba algo distinto-sonrió.
A pesar de la amenaza del castaño, lo cierto es que no estaba en óptimas condiciones, pues ha tenido que emplear gran parte de su magia en ayudar, entrenar y reparar a los habitantes o armas del Imperio. Su contrincante tampoco está mejor y sin embargo no parece preocupado. ¿A qué se debe? ¿En que se diferencian? ¿Acaso en la gran resolución que el otro tiene? ¿Acaso el amor por Asuka y siglos que ha pasado procurandole no son suficientes? ¿Qué le hace falta?
-¡Me niego a morir de esta manera!-gritó con toda la fuerza de su alma-¡Si yo caigo...! ¡¿Qué será de ella?!!!
Miles de lanzas de hielo rodearon al contrario que sonrió de manera curiosa. Un gran estallido y luego nada. Fubuki cayó al piso sin sentido, pero algo le quedó bien claro: ese hombre logró escapar. Probablemente solo jugaba con él. Un ente parecido a la emperatriz vaya sujeto.
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...
El oji celeste había usado magia de transferencia, algo que aprendió en el otro mundo. Pero tuvo que parar en un bosque para curar las heridas de aquel enfrentamiento.
<<-Vaya, no pensé que tuviera tanta fuerza. Y yo que esperaba que se encontrara más débil por las actividades de los últimos días. Creo que no lo planeé bien. Por eso mi hermana solía enojarse tanto. Siempre me decía "eres un idiota Edo, ¿que haré si Haou aprende tus mañas? Siempre debes pensar antes de hacer las cosas." Es una suerte que sea un chico tan centrado. De lo contrario no sé ni como la vería a la cara. Lastima que el «Origen» sea un lugar tan grande, aún no he podido encontrarla.>>
-Ung...
Se quejó y recargó todo su peso contra un árbol.
<<-Vaya que perder un brazo duele. Ese maldito en verdad quería asesinarme. Bueno yo también pero es indestructible como el solo, supongo que es por el vinculo con Asuka. En fin, será mejor que cure esto antes de ir al Reino de la Oscuridad, no quiero asustar a mi sobrino. ¿Qué será lo primero que hará cuando me vea? Siempre fue muy tímido y se le dificulta mostrar emociones. Sería genial que fuera cariñoso y me diese un abrazo. Aunque sería extraño considerando que ya es algo mayor.>>
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...
El monarca daba un pequeño paseo por el jardín del palacio. Esa platica con su prometido le puso nervioso. Además sentía muy a la distancia la energía de su tío. Pero esta iba y venia. Es la primera vez que pasa algo así. Quizá está débil y por eso ocurre. Aún se cuestiona lo que debe hacer. Es un hombre que admira, quiere y respeta. Es lo que es precisamente por su guía y consejos. Asesinarlo es lo último que haría, pero de ser indulgente bien podría perder a Jehu y Judai. Lo mire como lo mire está entre la espada y la pared. Sus brillantes orbes de oro se centran en la bóveda celeste tan oscura, recuerda mucho a la confusión, justo el sentimiento que le inunda de pies a cabeza. Un llanto silencioso e invencible se cierne sobre su persona.
-Hola-se aparece como si nada su querido tío, con esa sonrisa presuntuosa de la que es dueño.
Los ojos dorados se abrieron de par en par y entonces si, unas diminutas lágrimas se asomaron en el rey.
-¿Tanto así me extrañas?
-¿En dónde has estado?
-Mmm-pensativo-en muchos lugares. Pero últimamente en el Imperio de la luz al servicio de la emperatriz.
Una sonrisa perversa pero al tiempo llena de nostalgia se dibujó en el rostro del menor.
<<-Lo siento tío. Has hecho tu elección. No quiero ver como te conviertes en una marioneta sin voluntad.>>
-De verdad pensaron que yo estaba de su ung...
Sin darle oportunidad de decir más le atravesó con su espada. Justo en dicho instante llegó su prometido que sintió terror al ver la escena. Retiró el arma y Edo se desvaneció, pero fue tomado en brazos del castaño que le creía muerto.
-¡HAOU!-su novio
-Jehu-no fue tanta su sorpresa pues ya le había notado.
-Ese hombre...
-Es mi tío.
-¿Lo has asesinado?
-No tenía otra opción. Ahora le sirve al imperio.
-No...es verdad...
Emitió el oji celeste con dificultad ganándose un gesto sorprendido de los muchachos. Se alejó de su sobrino y comenzó a curar su herida.
-Haou te asesinó, soy testigo de ello.
El peli plateado frunció el ceño, aún no se recuperaba, cuando logró más o menos estabilizar su condición suspiró.
-Es algo complicado de explicar. Y tu-al castaño-no cambias. Siempre has sido de pocas palabras. No me dejaste terminar.
-No hay más que hablar-apuntó su espada nuevamente.
-¡Alto! Si, estuve en el imperio pero solo fingí estar de su lado. He disminuido su potencial bélico. Tardarán un rato o más que eso en recuperarse. Siempre he sido bueno en la infiltración.
-¿Eso hacías?
-Vamos, no creeras que me tenían en su poder, ¿o si? Pensándolo bien olvida la pregunta. Me atravesaste con una espada, es evidente que lo consideraste.
-No sería la primera vez que el Imperio hace algo así.
-¿Lo dices por Asuka?
-No, ella tiene voluntad propia.
-Eso no es verdad. Le pasa algo parecido a lo que me ocurre. Somos como muñecos pero yo al menos conservo mi voluntad. Ella no, es controlada completamente por la Luz de la Destrucción.
-Mmm así que por eso sentía que había algo raro. Lo sospechaba pero no estaba seguro.
-Además ella y su hermano tienen un tipo de maldición que no les permite morir.
-¿Tu también?
-No. ¡Y ya casi me matas! Solo soy un poco más resistente no eterno. Aunque me gusta imaginar que soy invencible-dijo con cierto deje arrogante.
-Lo siento.
-Con esa seriedad te oyes tan poco sincero. Si estas enojado porque te dejé solo...
-No-mostró una auténtica sonrisa-soy tan feliz de volver a verte que no me importa nada más.
-Has crecido tanto y se ve que lo estas haciendo bien, estoy orgulloso de ti. Volveremos a ser una familia.
-¡Genial sirve que mi hijo conoce a su abuelo!-articulo el peli azulino descuidadamente.
-¿Eh?-el oji celeste confundido.
-Oh, tío Edo, el es Jehu mi prometido. Jehu, mi tío Edo.
Se tomaron de la mano a modo de saludo, uno animado, el otro casi mecánicamente pues la sorpresa de verdad fue eso.
-No creí que...vaya. Supongo que ya era tiempo de que sentaras cabeza. Así que tienes un hijo. ¿Tiene mucho que lo has adoptado?
-No lo hice.
-Lo estoy esperando-el de orbes naranja.
-¿Eh?
-Jehu está embarazado.
El mayor masajeó suavemente el puente de su nariz y encaró al rey.
-Si no me equivoco tu prometido es un chico. ¿cierto?
-Si.
-Pero dará a luz a un bebé.
-Así es.
-Ya veo...
<<-¡Oh por!!!! ¡¿Qué pasó?! ¿De qué me perdí? ¿El mundo evolucionó tanto como para permitir que los hombres estén en cinta? ¿Y de Haou? Eso quiere decir que han tenido relaciones. No quiero ser cruel ni mucho menos insensible. Pero mi sobrino y sexo difícilmente van en la misma frase. Y un nieto...bueno técnicamente ya que soy su tío no su padre. Pero es lo de menos.>>
-Y...-ya un poco más recuperado-¿le han puesto nombre?
-Judai.
-Es muy bueno. Si es hijo tuyo y de la persona que amas estoy seguro de que será muy valiente.
-Vamos al palacio-el castaño-necesitamos platicar de muchas cosas.
-Además debe tomar un baño-el peli azulino-no creo que quiera ir por la vida lleno de sangre.
-Muy cierto, lo pasé por alto.
<<-Siempre me pregunté por qué Haou no se daba cuenta de ciertas cosas. Supongo que es culpa de su carácter. Pero lejos de molestarme o preocuparme me alegra. Me siento en casa. No estoy muy seguro de quien me trajo a la vida pero supongo que le debo una. Estaba preocupado por él. Me alegra saber que pudo abrir su corazón y que es correspondido. Y encima de todo tendrá un hijo. Espero que sea expresivo. No quiero mi imaginar como sería su relación si sale igual a Haou. Aunque sea lo uno o lo otro de cualquier manera le amaré y cuidaré con toda mi fuerza.>>
Entraron al palacio y Haou le llevó a su habitación.
-Tus pertenencias aún están en donde las dejaste.
-¿Imaginabas que podía volver?
-No, pero me sentía solo y quería pensar que me vigilabas desde el más allá. Además...estuve algo ocupado con las labores del Reino.
-¿Por años?
-Supongo que una parte de mi no quería dejarte ir.
Ese último comentario fue tan tierno que Edo no se contuvo y le acarició la cabeza con entusiasmo.
-Supongo que tomaré una ducha y me iré a dormir. Estoy cansado, deberían hacer lo mismo. Mañana podemos hablar. Es su estado no es bueno que Je... Jehu se desvele.
-Tienes razón.
-Que descansen.
-Gracias.
El mayor hizo lo dicho y luego se entregó a los brazos de Morfeo.
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...
En la recámara de la pareja.
Ambos tomaron asiento en la cama, pasaron un buen rato sumidos en el más profundo silencio. El peli azul suspiró pesadamente.
-Sabes que lo amo todo de ti pero comienzas a ponerme nervioso. Entiendo que expresarte no es algo que te sea sencillo pero si tienes problemas Judai y yo estamos para ti.
El castaño le tomo de las manos y sonrió.
-Lo siento Jehu. Es solo que no salgo de la impresión. A pesar de que Yubel siempre estaba a mi lado me sentía solo. Y ahora, todo ha sido tan repentino que parece irreal, como si fuera a desaparecer de la noche a la mañana.
-Nosotros siempre vamos a quedarnos a tu lado. Judai y yo somos más fuertes de lo que puede parecer. Y no se tu pero sospecho que es terco como pocos. Dudo que tenga intención de abandonar a su padre nada más porque si.
-Es verdad. Yo tampoco estoy dispuesto a permitirlo.
-¿Estas más tranquilo?
-De por si no estaba alterado, solo pensaba las cosas. Pero escucharte siempre me hace ver todo de mejor manera. Me gusta que seas tan optimista.
-Descubrí esta parte de mi personalidad gracias a ti. Y porque sé que siempre que nos quieran hacer daño simplemente los saco del camino.
-Cuando hablas así eres tan sensual.
El menor se sonrojó con la más hermosa sonrisa. El rey le recostó sobre el lecho para tomarle con fuerza entre sus brazos.
-No me molestaría que me acercaras aún más a ti.
-Algo así sería imposible sin hacerte daño.
-Supongo. Pero me gusta mucho la calidez que emite tu cuerpo, me hace sentir tan especial. Me pasa lo mismo con Judai. Siempre creí que no me importaba la soledad, pero gracias a Jun entendí un poco lo que era el amor y nuestro hijo y tu me lo dan con una sencillez que me dan ganas de llorar.
-Puedes hacerlo si quieres.
-No, porque aún más poderoso que eso es la felicidad que invade mi ser-se giró para quedar de frente a su prometido-oh Haou me siento tan afortunado de haberte conocido. Te amo tanto que no puedo expresarlo.
-Yo también te amo Jehu. Gracias por ser como eres.
Se aferraron el uno al otro, cerrando los ojos, sincronizando sus respiraciones e inspirando el embriagante aroma del contrario que servía a la vez de somnífero hasta que por fin se quedaron dormidos.
Por la mañana el castaño tallaba su ojo aunque con gran elegancia.
-Parece que en verdad estaban cansados. ¿Se la pasaron teniendo sexo toda la noche?-su consejero que corria la cortina para dar paso al sol.-bueno, al menos has descansado. Con el ritmo que siempre tienes me preocupa tu salud y Jehu suele desvelarte con el embarazo.
-No en realidad, parece que lo lleva bastante bien. Sospecho que tiene algo así como una tregua con Judai.
-Me da mucha curiosidad saber como será ese niño. Seguro es todo un demonio si puede mantener bajo control al idiota.
-¿Aún te cae mal Jehu?
-No. En realidad me agrada ya lo sabes. Es solo un apodo cariñoso. Y porque si le guardo algo de rencor por robarme tu amor. Igual dudo que hubiésemos llegado a algo pero por su culpa no tuve siquiera la oportunidad de soñar. Así que cuando levante su trasero de la cama le espera una buena sopa de verduras.
-Hasta donde tengo entendido no le desagrada ningún alimento.
-Oh, justo ayer me dijo que tenía náuseas y que no podía verlas. Me iré para pedirla a las cocineras. Y para ti avena que desde que empezó esto me preocupan tus extraños hábitos.
-Siento la molestia.
-No hay porque. Seré feliz si mi querido Judai nace sin problemas.-se giró para retirarse.
-Espera, necesito decirte algo.
-¿Qué sucede?
-Veras, anoche mi tío...
-Buenos días-entraba el mencionado sintiéndose dueño del sitio.-¡Aaaa!-fué el grito que pegó este cuando Yubel casi le apuñala con la daga que suele traer consigo-¡¿Tu también?!
-Todo esta bien. No es un enemigo.
-¿Y cómo explicas que esté vivo?
-¿Donde ha quedado el respeto que me tenías Yubel? Antes solías decirme su majestad.
-Pues ahora Haou es el rey. Y tu no deberías estar aquí, eso claro considerando que seas el Edo real.
-Claro que soy yo.
-Pruebalo.
-Mmm, acércate.
El moreno lo hizo, el mayor susurró muy bajo para que solo ellos pudieran escuchar.
-¿Recuerdas la ocasión en que te sorprendí espiando a Haou mientras tomaba un baño?
-Te dije un millón de veces que la doncella olvidó meter toalla y me pidió ayuda por ser hombre.-molesto.
-¿Y qué hay de la vez que te encontré en su habitación a punto de besarlo?
Los labios y orbes del más joven se abrieron en clara señal de sorpresa.
-A-aún recuerdo que te echaste el larguísimo discurso moral de lo que podía hacer y no con él.
-No quería que nadie saliera lastimado. Y Haou no pensaba lo que tu de él.
-Lo sé. Por eso se quedó con Jehu.
-¿Cómo te sientes al respecto?
-Furioso, pero admito que se ven bien juntos. Además estoy muy ocupado como para pensar en tonterías.
-No deberías sobreesforzarte, a nadie le hace bien.
-Y como siempre me regañas.
-Me preocupas. También eres como mi hijo.
-No tienes porque. He madurado gracias a esta situación y no siento un vacío en mi vida. Tengo metas a las cuales llegar.
-¿Hay algún problema?-el monarca preocupado.
-No. Tienes razón, es Edo. Solo el tiene esa fastidiosa manera de hablar que me pone de mal humor. Incluso más que Jehu y eso ya es decir mucho.
-Parece que una calurosa bienvenida es lo último que voy a recibir-emitió el oji azulino dolido.
Alguien tocó a la puerta.
-Adelante-el castaño.
Kaiser se adentró. Su vista se poso de aquí para allá hasta quedar clavada en el visitante de manera intensa, como si le recriminara su misma existencia.
-El es mi tío Edo.
-¿El rey anterior?
-Así es.
<<-¿No se supone que está muerto? Quizá algún tipo de hechizo prohibido. Siendo así podría ser un enemigo esperando la oportunidad. Que nos confiemos.>>
-No me fio de ti-dijo abiertamente.
-Y harás bien. Haou y Yubel tienen cierto apego a mi persona, por lo que pueden ser influenciables así no quieran aceptarlo. Pero no tiene que ser así entre tu y yo que somos completos desconocidos. Como veras soy dueño de mi mismo. Conservo mi personalidad y no tengo intención de ser utilizado por un tercero. Pero tampoco sé si es algo que puedo evitar. Por eso confío en ti para que me detengas si trato de hacerles daño.
El peli azulino no dijo nada, se limito a verle severamente.
-Vamos, tampoco es para tener esa cara todo el día. Por fin he podido ver a mi sobrino, deberíamos festejar.
-Antes de eso-el castaño-¿cómo es que estas vivo?
-Sospecho que la Luz de la Destrucción está involucrada. Es lo único que recuerdo.
-Ya veo.
-Supongo que querían utilizar el vinculo que tenemos para debilitarte. Por fortuna logré conservar mi voluntad.
-¿Cómo es posible?
-Por mis destiny heros. Nunca se apartaron de mi lado. Como ya sabes los espíritus de duelo pueden vivir en este plano o el otro. Pero luego de mi fallecimiento se quedaron conmigo.
-Son buenos chicos-Jehu-mis bestias de cristal también son geniales-sonrió.
Platicaron durante un buen rato, más que nada Yubel y Jehu que daban detalles de la vida de Haou o por lo menos lo que sabían. Edo les escuchó atentamente pues en verdad estaba preocupado.
-Será mejor ir a comer algo. Se hará tarde y aún hay muchas cosas por hacer-el oji miel.
Y de esa manera todos fueron al comedor.
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...
Por la tarde la pareja estaba en el sitio donde aún viven los refugiados. Preparando la mudanza al pueblo cercano.
-Parece que los preparativos van muy bien Haou-sama-dijo Rei.
-Tienes razón-seriamente mientras leía varios documentos.
-¡Coloquen la comida por ahí!-el oji naranja que daba indicaciones.
-En verdad agradezco la oportunidad que nos dio. La confianza que nos ha brindado.
-Ustedes nos ayudan con su territorio. Así que estamos a mano.
-¿Sabes?-se sonrojó-siempre creí que eras un hombre cruel. No se dicen cosas buenas de ti en los sitios dominados por el imperio.
-Lo sé.
-¿No te hace sentir mal?
-No. Sería más extraño que mis enemigos me halagaran.
-Tienes razón. Pero bueno, lo importante es que tuve la oportunidad de conocerte en persona. Sin duda ha cambiado la imagen que tengo de ti. Muchos podrán no darse cuenta, pero se nota el amor que sientes por tu prometido. No dejas de mirarlo un solo instante.
-¿Tanto se nota?
-No, es solo que soy muy observadora. Espero que te haga muy feliz.
-Gracias.
El castaño frunció el ceño y se dio la media vuelta.
-Lo siento, tengo algo muy importante que hacer.
Y sin más la dejó sola y confundida. El rey se ha marchado con elegancia, lo cual fue complicado considerando que las náuseas le han atacado nuevamente.
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...
En el Imperio de la Luz.
Fubuki despierta notando que está recostado sobre la cama.
<<-No puedo creer que me haya derrotado. Supongo que sus palabras provocaron que bajara la guardia. Suelo ser sensible con respecto al tema de la familia. Mi madre, mi hermana y sospecho que mi padre fueron sacrificios a la Luz de la Destrucción y aún así no tengo manera de eliminarla del cuerpo de Asuka. Apoyarla es lo único que me queda. Quizá una vez que domine todo el mundo lo destruya y al fin seamos libres. Entiendo que no es el mejor método pero es el único del que dispongo. Tendré más trabajo que nunca. Ese hombre en verdad causó grandes daños, pero esta muy equivocado si cree que eso retrasará nuestros planes de manera importante. Mientras Misawa continué aquí es fácil reconstruirlo todo, además siempre puedo ir por Jehu. No lo he cedido, fue tan solo un préstamo.>>
Sonrió de forma perversa y se dirigió a su despacho ignorando por completo el dolor en cada hueso roto en su cuerpo. Después de todo su anhelo no se verá truncado por un pequeño inconveniente. Y aunque muchos han muerto es en realidad algo que le tiene sin cuidado.
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...
Ha pasado un mes desde que se firmó la alianza del pueblo vecino y el Reino de la oscuridad. Rei ha vuelto a su hogar teniendo ahora el título de embajadora de la Oscuridad. La chica tenía enormes deseos de quedarse con Haou, pero no puede. Entre más distancia haya entre ellos mejor, no ha logrado eliminar el sentimiento en su corazón y ver a la feliz pareja no hace más que causarle dolor. Además es una mujer fuerte y con orgullo, jamás suplicaría por un poco de cariño cuando lo sabe perdido.
Ahora Jehu mira por la ventana usando uno de los trajes confeccionados por el sastre, este en realidad es muy parecido al que solía usar, pantalón holgado en tono azul rey y una especie de top, pero este último tiene un vuelo de tela suelta que cubre a la perfección su pancita y le brinda el espacio necesario. Los demás son de ese estilo pensados más que nada en no causar incomodidad cuando Judai crezca en su vientre.
-Hola Jehu-el peli plateado-¿Has visto a Haou?
El chico se encogió de hombros sin prestarle atención.
-¿Te sientes mal?
-No, solo tengo mucho sueño.
-Oh es un síntoma común del embarazo. Mi hermana solía quedarse dormida en lugares muy extraños. Una vez estuvo a punto de caer en la sopa.
-Seguro fue gracioso.
-Algo. Pero no me gusta verte así. Es mejor cuando vas saltando alegre por todos lados. Aunque a veces tengo la impresión de que pudieras destruirlo todo nada más porque si. Eres muy travieso, me pregunto si Judai saldrá igual a ti.
-Espero, si fuera como el sería muy cansado, ya tengo mucho trabajo intentado entender a su padre.
-Hoy no estas de muy buen humor.
-No es eso, en verdad...estoy cansado.
-¿Y por qué no duermes?
-Los cólicos me despiertan cuando lo intento.
El oji celeste le tomó en brazos, tan mal esta que no tenía intención de reclamar la confianza que se tomaba con el. Edo le colocó en la cama y cubrió con las sábanas.
-No funcionara.
-Yo digo que si.
El mayor tocó con suavidad su frente y le indujo un hechizo que le hizo dormir en nada. Pronto el monarca entró en la habitación.
-No podía dormir, ¿cierto?
-¿Te diste cuenta?
-Lo vi agotado y le dije que fuera a descansar, pero luego me dio la impresión que no podía hacerlo.
-¿Has terminado con tus labores?
-Al menos las de hoy. Así que me quedaré a su lado para cuidarlo. Gracias por ayudarlo.
-No fue nada, deberías enseñarle este tipo de hechizos le ayudarían mucho.
-Lo hice, pero se niega a utilizarlos. Cree que podría dañar a Judai aunque ya le dije que no es así.
-Así que es del tipo que se preocupa.
-Yo también.
-No dije lo contrario, no me lo tomes a mal. Eres como mi hijo pero da miedo cuando te enojas.
-Si, no he podido hacer nada al respecto. Por más que trato de ser alegre y sonreír no es lo mío.
-No hay razones para cambiar, todos aquí te quieren, admiran y respetan por el ser humano que eres. No por nada ese joven te dará un hijo y soporta la gran responsabilidad de tenerlo. El otro día me comentó que estaba muy emocionado porque si Judai tiene una parte tuya y una suya ahora tendrá dos Haou. Creo que fue algo perturbador, pero no le quita lo lindo.
-Jehu-el castaño sonrió con dulzura y en esta ocasión si fue notorio.
-Bueno, les dejo solos. Le preguntaré a Yubel si necesita mi ayuda. Esta algo estresado con los preparativos de la boda. Mira que nunca antes vi ser más perfeccionista. Cambió mucho, ya no se parece mucho al pequeño que recuerdo.
-Tuvo que madurar muy rápido para apoyarme.
-Lo sé y no lo culpo. Pero no es algo que deba hacerse a si mismo. Espero que algún día encuentre a alguien que le haga sentir satisfecho con el ser humano que es.
-¿Tienes algo en mente?
-Ryo me parece buena opción.
-Pero si toda la vida están discutiendo.
-¿No has odio la frase del odio al amor hay un paso?
-Pues si, pero creo que en su caso es más difícil.
-Nadie dijo que la vida fuera sencilla. La relación que tienes con Jehu tampoco es muy normal. Pero a ninguno parece importarle.
-¿No es común? Yo creía que si.
-A lo mejor son ideas mías ja ja ja ja, bueno no te entretengo más. Si necesitas algo no dudes en llamarme.
-Gracias.
-¿Por?
-Volver, cuidarnos y aceptar a la que será mi familia.
-Soy yo el que debería darlas. Me has dado un lugar en tu vida a pesar de tener tantas responsabilidades.
-Esta vez no te vayas.
-Lo intentaré.
El mayor cerró la puerta lentamente para retirarse.
<<-Fubuki es un idiota. ¿Cómo podría guardarle rencor a mi sobrino si es tan lindo? Y su prometido me agrada bastante, suele sonreír con frecuencia, es algo que ya le faltaba a Haou. No importa lo complicado que pueda resultar. Protegeré su felicidad no importa que.>>
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...
Dos semanas después.
No hubo grandes cambios en el Imperio de la Luz, aún trabajan a marchas forzadas intentando reparar el daño causado por Edo, que fue aún mayor al estimado. Por otro lado en el Reino de la Oscuridad están es las mismas condiciones pero por razones muy diferentes.
-Ja ja ja ja-se ríe el oji naranja a la vez que se remueve incómodo.
-¡Ya te dije que no te muevas!-Yubel-¡De esa manera dificultas el trabajo del sastre!
-No es mi intención ja ja ja ja es solo que me hace muchas cosquillas.
-Ni que fuera la primera vez que te toman medidas.
-Ja ja ja ja lo sé, pero creo que estoy muy sensible.
-Bien por ti, pero si no pones de tu parte llegaras a la boda desnudo.
-Ja ja ja ja no me parece una mala idea.
-¿Le harías pasar semejante vergüenza a Haou? Recuerda que es el símbolo para el pueblo. Mancharias su honor.
El menor se puso serio de golpe.
-Lo siento, supongo que tienes ja ja ja ja.
-¡Jehu!
-Es más complicado de lo que parece ja ja ja ja ja.
Y de esa manera pasaron varias horas intentando tomar medidas y más que nada porque al sastre se le pegó la risa. El consorte es muy contagioso.
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...
Yubel caminaba molesto por todo el palacio de arriba a abajo mientras los demás continuaban con las labores cotidianas del imperio. El moreno se detuvo en un pasillo, se recargo sobre un pilar y se dejó caer al suelo suspirando.
-Si necesitas ayuda solo debes pedirla-el oji celeste.
-No molestes Ryo, ¿lo he mencionado?
-Eres muy orgulloso, no es algo que expresarias.
-Más razón para no tocar el tema.
-Imaginé que reaccionarias mal. Bueno toma-extendió algunos documentos.
-Estoy demasiado ocupado como para revisar el pago de impuestos.
-Ya lo hice.
-¿Entonces que es?
-Los pagos relacionados al banquete y demás arreglos.
-¿Te encargaste de ello? Pues que te sepas que no te daré las gracias.
-No interesa. Solo no quiero que haya errores en un día tan especial.
-¿Tan agradecido estas con Haou?
-En parte. Me ayudó a quitarme la culpabilidad por la muerte de Sho, pero también lo hice por ti. Seguro que si hay algún fallo te culparas por el resto de la vida.
-¿Y quién dice que lo has hecho bien?
-Si no te gusta bien puedes golpearme. Aunque te advierto que igual voy a defenderme.
-¡Eres un idiota!!!!
Gritó con toda su alma, solo veía al otro perderse en la distancia al tiempo que le dirigia una extraña mueca, ¿Acaso una sonrisa? Alguien tan perturbado como lo es Kaiser lo haría con maldad o perversión, y sin embargo era tan cálida y reconfortante la sensación en su pecho que le dejó desconcertado.
Herido en su amor propio volvió a ponerse de pie para continuar con sus actividades.
-Ya veremos quien lo hace mejor. No pienso perder.
Y así entre peleas, discusiones, risa y muchas otras cosas más llegó el día de la boda.
Haou estaba en una de las muchas habitaciones poniéndose el traje para la ceremonia. Como es de esperar es de color negro como casi todo en su guardaropa. El pantalón es ajustado y tiene un saco negro que le delinea la figura a la perfección, las orillas han sido bordadas con hilo de oro, sugerencia de Yubel y una larga capa de color rojo oscuro. Y para completar las botas que llegan a media pantorrilla. Y la cereza del pastel la forma esa pequeña casi imperceptible sonrisa en su rostro.
Por otro lado Jehu que es acosado por Yubel que le desnudó como si fuera la cosa más normal del mundo para luego ayudarle a bañar.
-¡Te digo que puedo hacerlo solo!-avergonzado.
-¡Ya cállate agradecido deberías de estar!!
-No dije que no pero...
Fue sumergido en jabón sin posibilidad de réplica.
Cuando finalizaron el pobre pasaba la toalla por su cuerpo algo traumatizado.
-Ni que fuera para tanto. Ahora el traje.
-¡Haou!!!!!!
-El no vendrá.
Solo Yubel para ayudar y "torturar" a la vez aunque no sea su intención, en verdad desea que todo salga bien.
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...
La ceremonia da inicio. El rey espera a su pareja en el altar. Comienza a sonar la melodía que anuncia la llegada de su novio y todas las miradas se centran en la entrada. Yubel, Kaiser, Haou, los consejeros, soldados y cuanto metiche se invitó porque era una celebración para todo aquel que quisiera asistir. Y por fin Jehu hizo aparición cogido del brazo por Edo quien tomaría el lugar del padre para entregarle. El peli azulino caminaba sin pudor alguno. Nervios matrimoniales son algo que no existe en su diccionario, algo que irónicamente no puede decirse del monarca que siente su corazón estallar en miles de fragmentos. Pero es que al sastre se le ha ido la imaginación hasta quien sabe donde. Para empezar un pantalón blanco a la cadera peligrosamente bajo, tanto como para permitir la apreciación del hueso del pelvis, este llega hasta los tobillos delicadamente, en ellos tiene los adornos que su prometido le regalara. En la parte superior tiene un top del mismo color con pequeñas incrustaciones de esmeralda que apenas si cubren los hombros y pectorales más que bien trabajados, de la parte baja sobresale un vuelo traslúcido que nada deja a la imaginación pero cubre perfectamente del frío al pequeño Judai. Decir que casi esta desnudo es decir poco pero a la vez tiene tanta tela por todos lados que francamente uno se pregunta cómo le hizo el sastre para lograr algo así. Pero es bien seguro que recibirá un estupendo bono por el excelente desempeño.
Edo y el prometido se detuvieron y Haou tomó con delicadeza de la mano a su chico. El peli plateado se retiró a su asiento con una muy bella sonrisa. El sacerdote comenzó la misa leyendo varios textos hasta que llegó a la incómoda pregunta.
-Si existe algún impedimento para que esta pareja una sus vidas que hable ahora o calle para siempre.
Por alguna extraña razón todos centraron su atención en el pobre de Yubel al que ganas de escapar no le faltaron, pero Kaiser posó su mano sobre su hombro a modo de apoyo. Aún así resloplo molesto, ni como culparle luego de todo el trabajo duro que hizo y así se lo pagan. Aunque debe admitir que esa obsesión por su amigo hacia esperar cualquier cosa de él.
-¿Nadie?-el padre.
Incluso este le miraba, ¿pues que hizo para ganarse algo así? Seguro alguien fue con el chisme. Para nada, su sentir era bastante notorio, aunque piense lo contrario. El ministro aclaró su garganta y decidió continuar. Pidió que el castaño pusiera el anillo en el dedo del contrario.
-Haou, ¿aceptas amar, cuidar y entender a Jehu hasta que la muerte los separe?
-Si, acepto.
Pidió lo mismo al peli azulino que estaba tan colorado que bien parecía que estaba al borde de un colapso nervioso. Incluso temblaba y si bien trataba de disimular, el ropaje con tanto vuelo y tela ligera no ayuda para nada.
-Jehu, ¿Aceptas amar, proteger, comprender y portarte apropiadamente como miembro de la familia real de Haou?
Frunció el ceño sorprendido. ¿Por qué a él le han agregado la última parte? Giró el rostro instintivamente y se encontró con la cara burlona de Yubel, entonces todo le quedó claro.
-Acepto-emitió levemente molesto.
-Entonces los declaro oficialmente casados. Su majestad, puede besarle.
Dicho momento fue el que más espectativa tenía. Y es que si bien para nadie es un secreto que son pareja la mayoría no ha presenciado acto similar, y con lo inexpresivo que es el monarca, curiosidad es algo que no describe tan intenso sentimiento. El castaño cogió por la cintura al menor y le besó con suavidad, cabe destacar que la desilusión si hizo presente. A saber que querían ver.
-¡Es hora de la fiesta!!!-gritó animado Jehu y los invitados casi corrieron al palacio para seguir con la celebración. Los ahora esposos les siguieron, el oji naranja fue cargado al sitio por su marido que quería consentirle un rato.
Kaiser, Edo y Yubel miraban de aquí para allá sin mucho interés pues las fiestas no son lo suyo. No le ven mucho sentido a comer, beber y bailar. Mientras el rey se la pasa saludando a los invitados y Jehu...
-¡Ey, ey, ey, ey!-le animaban algunos chicos al tiempo que daban aplausos acompasados por la música admirando el divertido baile del consorte real.
-Este ya esta bien borracho-el moreno- le golpearé por iresponsable. Pobre de mi querido Judai.
-Esta sobrio-dijo Haou que iba pasando de casualidad.
-Peor aún. Ya ni porque le pedí al padre ese voto especial.
-Así es Jehu, mientras esté feliz, ¿qué más da?
-Ah-suspiró-tengo muchas cosas en las cuales educarlo, aunque ya no se si tengo la voluntad. Es como un caso perdido.
-No seas negativo-Kaiser-si pudimos enseñarle a pelear como se debe podemos con esto.
-Son dos situaciones muy distintas. Ese mocoso disfruta viendo la sangre.
-¿Y quién dice que no puedes valerte de ello nuevamente?
-Te escucho.
El de ojos esmeralda sonrió con maldad y centró toda atención a Ryo. El castaño les dejó solos para no interrumpir. Casi tiene la impresión de que hay un ambiente romántico entre ellos. Está feliz si resulta ser verdad, ¿pero tiene que involucrar planes perversos con su esposo? Antes pensaba que era la manera que tenían esos dos de demostrar su amor, hoy no está tan seguro. Igual y solo son sádicos pero no será el quien los juzgue porque el y su pareja no son muy distintos.
Entre pirueta y pirueta Jehu mira los camarones fritos y termina mandando todo a la goma para dar gusto al antojo. Se sienta y se come uno tras otro, pronto su marido llega y le sonríe.
-Es mi platillo favorito.
-Lo recuerdo. Parece que también el de Judai.
-¿Enserio?
-Si. Si te dijera lo feliz que está y no parece tener intenciones de detenerse. Solo espero que cuando la celebración acabe todavía quepa por la puerta. Sería terriblemente frustrante no poder disfrutar la luna de miel
El oji miel río suavemente.
-Me sorprende que estés preocupado por ello.
-Pero es un día muy especial. La primera vez que lo haremos estando casados. Además me gusta mucho todo lo que me haces.
El mayor se sonrojó visiblemente.
-Ja ja ja ja no creí que fuera a darte pena que sacara el tema.
-Aún no me acostumbro a estas cosas.
-Te entiendo ni siquiera lo hicimos diez veces y ya estoy esperando un hijo tuyo. Que tino.
-¿Te molesta que haya sido tan rápido?
-Para nada. Cumpliste mi ilusión de tener una familia. Aunque cuando me dan cólicos si que me entran ganas de destruir el palacio.
-Pues lo disimulas bastante bien.
-Gran parte de ello se lo debo a tu tío que me ha tenido una paciencia que bueno.
-A el no le molesta.
-Supongo, de vez en cuando se pone a hablar con Judai.
-¿Y como qué le dice?
-No sé, la mayor parte del tiempo ando distraído con la comida o leyendo. Vaya que sabe escoger los momentos para tener un instante de privacidad.
-Si. Siempre ha tenido esa curiosa habilidad. Es casi como si pudiera leer el futuro.
-¿Y puede?
-No, ya le pregunté una vez y me dijo que es imposible porque las decisiones que se toman lo afectan y cambian.
-Es algo complicado.
-Si.
-¿Qué ocurriría si alguien intentará ver todas las posibilidades que el destino te muestra?
-Te volverías loco.
-¿Así nada más?
-Si.
-Diría que da miedo. Pero loco ya estoy y tu tampoco eres muy normal. Edo, Yubel y Kaiser tampoco son la cordura en persona. Comienzo a preocuparme un poco por Judai.
-Todo saldrá bien.
-Espero.
El oji miel le hizo compañía para luego ponerse a comer también.
-Creo que al fin estoy satisfecho-el peli azulino.
-Me da gusto-extendiendo su mano al chico-¿me concedes esta pieza?
-¿No crees que me haga daño? Estoy algo lleno.
-No siempre y cuando tus movimientos no sean bruscos.
-Genial. Entonces vamos.
Se pusieron en pie. El rey pasó una mano por la cintura de su pareja y la otra la colocó en su espalda; Jehu subió los dos brazos al cuello de su marido. Pegaron lo más que se pudo sus cuerpos.
-¿Crees que le hago daño a Judai?-el de hebras de chocolate.
-Lo dudo. Está tan a gusto que se ha dormido.
-Se perderá este gran momento.
-Se lo podremos mostrar con magia de clarividencia.
-Tienes toda la razón. Amo que seas tan inteligente.
El otro sonrió y recargó su peso en el hombro contrario. No dijeron más. Se dejaron llevar al ritmo de la tranquila melodía. De a poco los parpados de Jehu se fueron cerrando hasta que se quedó dormido en brazos del rey.
-Supongo que ha sido demasiada emoción por un día.
El castaño fijo su vista alrededor y se sorprendió al ver que ya casi se habían ido todos.
-Ustedes si que se divirtieron-su tío-se tomaron su tiempo en el baile, la mayoría se retiró a dormir, no se despidieron para no interrumpirles. Se veían tan enamorados.
El menor se ruborizó.
-Será mejor que vayan a descansar. Con un poco de suerte despierta y tienen su luna de miel.
Si Haou pudiera ponerse más rojo sería el tono de su rostro, pues esta avergonzado al máximo.
-Yo también me voy. Si me necesitas sabes en donde encontrarme.
El rey se quedó solo con sus pensamientos y besó los labios de su esposo con ternura.
-A partir de ahora tenemos toda la vida para compartir. No volverás a preguntarte lo que es el amor nunca más.
Besó su frente y se retiró con el enorme tesoro en sus brazos.
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...
En el Imperio de la Luz.
Misawa y Fubuki tienen una acalorada discusión.
-¡No es posible!-el azabache.
-¡Debes hacerlo!
-¡No puedo! ¡Ya te dije que no hay suficiente magia de reserva!
-¡Rayos!-el castaño dio un fuerte golpe a la mesa-Maldita sea, Edo causó más daño del que imagine. De continuar así nos llevará años recuperarnos, el Reino de la Oscuridad tomará ventaja. No sé que hacer.
-¿Te has olvidado de Jehu?-la emperatriz.
-¡¿Asuka?! ¿Cómo es posible?
-Los detalles no son necesarios, le necesitamos.
En su expresión se veía dolor, es claro que no está del todo recuperada.
-Haou le tiene bien vigilado. El siquiera acercarsele es imposible.
-No si tenemos manera de convencerle-sonrió con malicia-hay mil y un maneras de engañar a un niño como él.