El peli azul mira preocupado a su amado, Yubel les observa a ambos molesto.
-¿ Cómo pudiste permitir que le ocurriera algo así?-emitió furioso.
-Creeme, de haber podido lo habría evitado pero pasó todo demasiado rápido. Pelear no solucionará las cosas.
-Por esta vez te doy la razón. Debemos encontrar la secuencia de órdenes que empleó ese maldito. Pero ayudaría mucho que volvieras a tu apariencia normal, así me distraes.
-Ah, lo siento.
El oji naranja retiró el conjuro que envuelve su cuerpo y tomo a Haou en sus brazos para llevarlo a su habitación, una vez en el sitio le recostó en la cama y cubrió con las sábanas. Tomo su mediador mientras concentraba su magia para pedir la ayuda de los espíritus.
-Rubí Rubí Rubí.-le saludo.
-¡Necesito que me ayudes Rubí!
Su querido gatito asintío, luego de ello ambos concentraron sus magia. Siendo observados por Yubel que hacia guardia solo en caso de que alguien quisiera atacarlos por sorpresa. Estaba molesto por lo acontecido y si bien le culpo en un inicio es consiente de que ese chico preferiría mil veces morir antes de ver herido a Haou. Es solo que Darkness no es un enemigo sencillo de derrotar, evadir o prever.
Una luz multicolor se hace presente, es cálida y curiosamente refrescante. La energía de Jehu. Esta cubre con amor el cuerpo de Haou que continúa sin reaccionar. Con cada segundo que transcurre aumenta la ansiedad. ¿Qué hará si nunca vuelve? Es el pensamiento que se repite en la mente de su amado una y otra vez. Sin descanso, sin tregua como la que no esta dispuesto a dar a la maldición que aqueja al castaño. Continúa por un período de tiempo prolongado con éxito insuficiente pues ha logrado revertir poco más de la mitad, pero no las necesarias para curarle. El sudor comienza a perlar su piel a la vez que su respiración se vuelve pesada y agitada. Yubel le toma de la muñeca bruscamente, le mira molesto.
-Deberías descansar.
-Aún no puedo hacerlo.
-¡No seas terco!
-¡Si no lo hago...! ¡¿Qué será de él?!
Comenzaba a ponerse histérico hasta que una bofetada por parte del mayor le hizo reaccionar. La verdad tenía toda la intención de darle un puñetazo, pero después de todo es su querido "hermano".
-¿Crees que será feliz si se entera que arriesgaste su vida por el?
-Pero...
-Si tantas ganas tienes de morir con gusto te envió al más allá. No me gusta ver que la gente haga estupideces.
El oji naranja suspiró y cerró los ojos. Volvió a abrirlos para mirarle con una sonrisa.
-Tienes razón.-dio un beso a la mejilla del contrario-ya no consigo concentrarme igual. Necesito un pequeño descanso. Gracias por preocuparte.
-No te sientas el importante solo porque te detuve.
-Ja ja ja siempre eres así, pero por eso me agradas.
-Tu también-admitió molesto.
-¡¿Enserio?!
-Solo porque sé que así Haou es feliz.
-Ja ja ja ja, creo que me dio hambre. Pero luego de probar algo volveré para terminar con esto.
-Me parece bien.
Yubel colocó una poderosa barrera alrededor del castaño y salieron del sitio.
Algunos segundos después el rey se puso de pie y camino en dirección a la ventana. Sus siempre fríos e inexpresivos ojos contemplaban un sitio que era imposible de apreciar a simple vista. Aún con todo lo ocurrido hay un pequeño sentimiento que se quedó en su pecho: Proteger a Jehu. El joven tiene un gran y único enemigo, el Imperio de la luz. Emplea su magia de transferencia pues a pesar de haber perdido su corazón su memoria está intacta, y en nada se dirige al sitio.
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Jehu probó alimento sin emitir un solo comentario. Volver con el oji miel es su prioridad. Llegan a la alcoba de este para encontrarse con la desagradable sorpresa de que no esta.
-¿Qué ocurrió?-el menor.
-Parece que atravesó la barrera que puse.
-Pero era muy resistente ¿o no?
-Así es, sin embargo el es capaz de atravesarlas como si fueran hechizos de nivel básico.
-Al menos parece que ya puede reaccionar, aunque dudo que sea el mismo porque hubiera hablado con nosotros una vez que despertó.
-El problema es saber a dónde fue.
-No siento su energía en el palacio.
-¿Incluso lo sabes? ¿Cómo?
-Ah...
Desde que hicieron el amor se han sincronizado a nivel espiritual, como si fueran uno solo. Pero decirle la verdad a Yubel solo le lastimaría y Jehu también le ve como su querido hermano mayor. Su incomodidad no pasó desapercibida.
-No tienes que decirme si no quieres. Pero usa tu magia para encontrarlo.
El peli azul cerró los ojos e invocó esta vez a Saphire Pegasus. Cuando al fin halló la energía del monarca todo su rostro perdió color.
-¿Qué ocurre?-el moreno preocupado.
-Esta en el Imperio de la Luz.
-¿Qué...?
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En el imperio.
Kaiser miraba molesto por la ventana, las fuerzas militares y mágicas han aumentado de manera considerable. Justo en este momento miles de soldados practican con sus espadas en el patio de armas. Decenas de gritos de guerra y luego silencio absoluto. Su mirada queda centrada en la razón de ello. Un chico de cabello castaño al que reconoce a la perfección. Este camina de manera magestuosa mientras los presentes se hacen a un lado para no entorpecer su camino. Nadie se atreve a atacarle. Son hombres entrenados para el combate, que no tienen miedo a la muerte. Pero el rey supremo inspira más que ello, el más absoluto terror.
<<-Es extraño-Ryo-le he visto antes y no se parece para nada a la persona que se muestra. ¿Qué le pasó?>>
Luego de mucho dudarlo uno de los hombres que sirven al imperio se aventura a atacarle para ser atravesado por la lanza del rey que ni siquiera alcanzó a ver y cayó sin vida al suelo. Kaiser miraba interesado así que decidió no intervenir. Varios más le atacaron al mismo tiempo no realizó movimiento visible pero si evadió múltiples estocadas a la vez que realizó igual cantidad de golpes acabando con la vida de al menos diez de ellos. Para Ryo sería sencillo dejar que continuara con la tarea, de dejarle solo el mismo eliminaría todo ser en el imperio. Pero ha decidido bajar y hacerle frente por tres importantes razones: Parece que no es consiente de lo que hace, nadie merece morir de esa manera y Fubuki ha ido a detenerle. Y si bien le odia era un importante amigo de su querido hermano, de ambos en realidad pero ya no le ve de esa manera.
-No puedes venir y hacer una masacre-el de ojos avellana.
Pero no recibió respuesta.
-¡Retirense!-ordenó a todos que sin dudarlo le obedecieron-gran espíritu que desgarras el cielo con tu rugido ¡Red eyes black dragon!
Pronto se hizo visible un enorme ente de piel oscura y brillantes ojos escarlata que se transformó en energía pura. En dicho instante Fubuki se miraba imponente, poderoso, invencible.
-¡Huye no tienes el poder para hacerle frente!-le gritaba Ryo a varios metros de el.
-Tu y yo ya no somos amigos, no tengo porque ungh...
Su rival invocó una de sus magias más poderosas sin que lo notase. Por fortuna y más que nada como reflejo alcanzó a poner una barrera. Pero la cantidad de energía con la que es atacado es descomunal y esta comienza a ceder. La mirada del oji avellana se afila y aprieta la mandibula frustrado. Como siga de esa manera será derrotado, peor aún asesinado.
-Ser que proteges el conocimiento de antiguos mundos en un cuerpo frío de metal ¡Cyber End Dragon!
El peli azul hizo lo propio y pronto la energía de su guardián se convirtió en magia de rayo que buscaba asesinar a Haou. Esta seguro que con la habilidad de este no es algo que pueda conseguir pero si lo aturden el tiempo suficiente podrán escapar.
-¡No pedí tu ayuda!-el amo de Red.
-Es algo que no me importa-con su ya clásica seriedad.
-¡¿Entonces por qué lo haces?!
No escuchó más por parte de su compañero. La lucha se prolongó por algunos minutos, interminables y eternos pero no conseguían hacer un solo rasguño en el rey supremo. Ese que a pesar de su mirada fría es tan amable, pero ahora da más miedo que incluso Asuka. Ella no es nada para lo que el inspira, provoca que uno se sienta el ser más diminuto de la creación en su presencia. La protección de Fubuki comienza a mostrar cuarteaduras, se esta quedando sin poder. Por fin se rompe en miles de pedazos. Ryo ha reaccionado lo suficientemente rápido para protegerlo con una propia. No lo suficiente pues su compañero ha sido herido y ahora está inconsciente. Pero al menos así tiene una oportunidad para hablar con el de mirada dorada.
-¿Por qué has venido a atacar al imperio? Creí que no era tu intención provocar una guerra. ¿Has pensado mejor las cosas? ¿Te diste cuenta de que es ingenuo?
Pero los orbes de miel le miraban sin expresión alguna, vacíos no como de costumbre. Ahora lo ha confirmado. Las cosas van muy pero muy mal. Su barrera también comienza a romperse y sin algo que amortigue el daño, digamos que no tendrá la suerte de Fubuki.
-¡Haou!!!
Un potente grito llama la atención de Kaiser.
-¡Jehu!
Dos jóvenes llegaban al lugar, uno de ellos desconocido para el rival del rey. Miran con horror algunos cuerpos en condiciones indescriptibles y no hace falta preguntar para saber quien lo provocó. Molesto Jehu le rodeó con su magia, no quería herirlo pero no desea ver que asesina a la gente sin saber lo que hace. Se acerca a el y dispara una gran lanza de hielo, enorme pero que no tenía intención de lastimarle, solo quería llamar su atención y lo ha conseguido, ha retirado su hechizo de Ryo que agotado ha caído al suelo de rodillas, Yubel ha ido a su lado para protegerle en caso de que termine envuelto en el enfrentamiento de la pareja.
-Este no eres tu.-el oji naranja.
-...
-¡Genial! Lo poco comunicativo que eres no ayuda nada en este momento-sonríe perversamente-pero esta bien, si quieres pelear lo haremos. Después de todo me gusta mucho jugar contigo.
Con ayuda de su magia apareció un par de dagas, su arma favorita. Por un momento hubo una pequeña reacción en el rostro del rey. Bien, parece que va por muy buen camino. Corrió y dio una gran estocada al rostro de este que desvío con ayuda de su lanza para girarla y golpear la nuca de Jehu con el revés pero este logró evitar el golpe con una de sus armas. Hicieron distancia y esta vez fue Haou quien le atacó con el filo del metal en dirección al pecho pero una patada en la parte baja de esta casi le hizo volar por los aires, no fue así por la fuerza con que es sostenida. Volvieron a hacer distancia y se miraban. El oji miel con frialdad, el otro con emoción y encantado. Esta en una complicada situación donde de no tener cuidado podría morir, pero su amante es tan apuesto, sublime, imponente que no puede evitar enamorarse aún más de el. Su corazón palpita como loco y el rubor hace acto de presencia en su rostro. Llega a el la enorme tentación de correr a sus brazos y que le bese, pero claro una cosa es que lo pretenda y otra la realidad donde terminara por cortarle la cabeza. Y si bien le atrae ese hombre inexpresivo y sádico, prefiere a su chico fríamente apasionado, pero sabe que de buenas a primeras no va a volver. Continúan con el combate, dando saltos, piruetas y giros elegantes por parte de uno y alegres por parte del otro y una vez más Jehu siente que baila con el ser amado. Eso le pasa cada que sus habilidades chocan. Yubel y Ryo miran atónitos como Jehu ha tirado sus armas al suelo.
-¡¿Ya te rendiste?! ¡¿Dejaras que te asesine?!-Yubel.
<<-De verdad esta loco. Esta arriesgadolo todo en una maniobra que podría no funcionar.>>
Pensaba el oji azul para sus adentros. La lanza de Haou estaba a centímetros del pecho del rival y de no detenerse terminaría atravesando su corazón, ya que al parecer no se encontraría con resistencia alguna. A solo dos centímetros de este el sonido del metal al resonar con el suelo crispó los nervios de los otros dos. Pronto Jehu se vio abrazado por los fuertes brazos de Haou que incluso y para sorpresa suya temblaba un poco.
-Eso fue estúpido Jehu. Un poco más y pude haberte matado.
-Confiaba en que volverías. Hace rato que solo estamos jugando.
El menor rompió el contacto para mirar el rostro que ama.
-Ja ja ja ja me sigue pareciendo curioso que tu cara no cambie ni un poco con todo lo que pasó. Luego hablaremos, debemos volver. ¿Recuerdas lo ocurrido?
-Todo-con un deje de tristeza en la voz.
Su amado le tomo de la mano a la vez que caminaban a donde Yubel.
-No los asesinaste por gusto.
-Eso no cambia el hecho de que lo hice, pero llorar por lo ocurrido no les devolverá la vida. Por gente como ellos es que quiero acabar con las guerras. Por cierto ¿Cómo fue que llegaron tan rápido? Creí que no podías usar la magia de transferencia.
-Oh eso, los espíritus me ayudaron.
-¿Puedes hablar con ellos?
-Siempre he podido hacerlo pero desde que hicimos ya sabes que los entiendo mejor.
El rey le miró sorprendido y con un lindo sonrojo en sus mejillas. Se quedó parado un segundo pero Jehu le arrastro con el.
-Parece que tenemos muchas cosas que descubrir-emitió emocionado el menor.
Llegaron con el par, Yubel estaba sentado cruzado de piernas y visiblemente molesto.
-Siento haberte preocupado-el monarca.
-No fue tu culpa, fue de esos idiotas que invocaron a Darkness. Si, me contó todo.
-Ya veo.
-Al menos esta vez si esta muerto ¿verdad?
-No, es un espíritu acabar con el es imposible. Pero al menos dudo que vuelva a aparecer por varios años. Aún así estoy buscando alguna manera de sellarlo para siempre. Es igual o más peligroso que la Luz de la destrucción.
-Es muy cierto.
-Vaya que Haou te dio duro-el oji naranja a Kaiser-al menos ya sabes como me sentía yo cuando no me dejabas descansar.
-Era por tu bien.
-Dolía mucho, no creas que te daré las gracias. Bueno a lo mejor si, era muy divertido.
-Deberían irse antes de que lleguen los soldados de élite.
-¿Por qué no vienes con nosotros? Sé que no te gusta estar aquí.
-Es la única manera que tengo de cobrar venganza y no tengo a donde ir.
-¿Venganza?
-No creo que sea lo que tu hermano desea-el rey.
-¿Cómo...?-sorprendido.
-Energía que unes presente y futuro permite que los seres amados se encuentren una vez más ¡Miracle Flipper!
-¿Hermano?-el alma de un niño de unos diez años de cabello azul celeste.
-¡¿Sho?! ¿Cómo es posible?
-Es una habilidad única en Haou. Si aún queda energía de un espíritu puede invocarle por un momento.-el bicolor.
-Ya has hecho demasiado. Lo que pasó no fue tu culpa.-el pequeño.
Por primera vez en años los ojos de Ryo se llenaron de lágrimas pero no las dejó salir.
-Claro que lo fue, tu solo eras un inocente y yo...
-Eres mi hermano, no mi guardián. No era tu obligación vigilarme todo el tiempo. Ya has hecho mucho más de lo que te corresponde. No quiero ver como se acaba tu vida en el imperio. Busca tu felicidad, quiero que seas libre.
Sonrió y poco a poco comenzó a hacerse transparente. La poca energía que le quedaba se agotaba rápidamente.
-Te quiero hermano-dijo el menor.
-Yo también te quiero ¡Sho!!!!
El silencio se hizo presente por algunos segundos.
-Lo siento, aún si quisiera no tengo a donde ir y no puedo eliminar el hechizo que Asuka puso sobre mi.
El monarca se arrodilló y le tomo de los hombros. Introdujo un poco de energía en su interior. Ryo pudo ver como la calidez se hacia paso por cada rincón de su cuerpo y como su corazón se sentía más ligero. Le desconcertó la facilidad con que el castaño eliminó una maldición tan compleja, pero le sorprendió aún más la tenue sonrisa casi imperceptible.
-Si no tienes a donde ir ven con nosotros. Podrías convertirte en uno de mis consejeros.
-Por eso digo que eres ingenuo. Soy tu enemigo. ¿Aún así me darás una oportunidad?
-No eres una mala persona.
Se escucharon pasos, dentro de poco llegarían todos los soldados miles de ellos. Kaiser no tuvo tiempo de elegir. Haou les transportó a los cuatro de vuelta al Reino de la oscuridad.
Una vez en el despacho del rey, el oji celeste le miraba molesto.
-Así que solo me has secuestrado.
-No querías estar ahí. Jehu lo dijo-el castaño.
El oji naranja se acercó para abrazar a su amado pero este cayó sin resistencia en sus brazos perdiendo el conocimiento.
-Ya decía que te has sobreesforzado, recuperar tu corazón de manos de Darkness no debió ser sencillo.-el menor.
-Creí que tu lo habías ayudado-El moreno.
-No, yo solo estaba jugando. Quien tenía que recuperar su corazón era el.
-Así que solo apostabas por un buen resultado-Kaiser.
Una sonrisa le dio una respuesta afirmativa.
-Irresponsable-Yubel.
-No del todo, creo en él. Sabía que no me iba a matar.
Y se retiró con el rey dormido entre sus brazos, los otros dos les miraban con seriedad hasta que les perdieron de vista.
-He perdido-el bicromático-yo no podría haber confiado a ese nivel en Haou. De verdad creí que mataría a Jehu en el último momento, si hubiese estado en su lugar le habría atacado sin dudarlo.
-Quizá no es la persona que estaba destinada para ti.
-¡¿Y tu que sabes?!
-Estoy cansado. Quiero dormir.
El mayor suspiró molesto.
-Supongo que puedo mostrarte tu habitación ahora que eres uno de los consejeros.
Caminaron en silencio al sitio, y una vez ahí Ryo se tiro sobre la cama sin más quedándose inmediatamente dormido.
-Estoy rodeado de puros idiotas.
Dijo su guía cerrando la puerta para retirarse a realizar todo el papeleo que dejó pendiente.
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Luego de un par de horas.
El monarca abrió los ojos percatándose de que Jehu le tenía abrazado con fuerza, estaba dormido por lo que no se movió. Seguro fue un día estresante y lo que menos quiere es interrumpir su sueño. En esa posición podía sentir el cálido aliento de su amado sobre su rostro lo que le provocaba cosquillas porque mecía su cabello provocandolo. Jehu se removió en el lecho buscando una posición más cómoda y acercando su cuerpo aún más al de su pareja.
<<-De verdad eres como un niño. Siempre tan dulce, tan tierno. Te amo. Gracias por todo lo que has hecho por mi. Eres muy importante en mi vida. Ya no me imagino como sería esta sin ti.>>
Y volvió a quedarse dormido. Debe recuperar las energías que perdió por culpa de Darkness.
<<-Aún no me has eliminado por completo de tu corazón Haou.>>
<<-Ya lo sé.>>
<<-Podría tomar el control de tu cuerpo en cualquier momento.>>
<<-¿Por qué no lo intentas?>>
<<-Siempre tan confiado, lo haré ahora mismo.>>
Algunos minutos después.
<<-No puedes ¿cierto?>>
<<-¿Cómo?>>
<<-Todo fue gracias a Jehu, lo que ocurrió no fue un desperdicio. Ahora tengo en mi poder una parte de tu alma. Te voy a encontrar y finalizaré lo que empezamos ese día.>>
<<-Así que quieres venganza. ¿Qué diría tu pareja si lo supiese?>>
<<-Lo sabe, te lo dije. El me dio la oportunidad. Jehu y yo nos entendemos a un nivel superior.>>
<<-Eres un idiota, el solo esta jugando contigo. Te traicionará tarde o temprano. Recuerda muy bien mis palabras. Jamás me he equivocado.>>
<<-Duerme Darkness...>>
<<-Eres un...>>
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En el imperio de la luz.
Fubuki despertó luego de algunas horas. Todo su cuerpo tenía decenas de heridas, aún le parece increíble haber sobrevivido, nada que un poco de magia de curación no pueda remediar.
Algunos soldados le han informado sobre las bajas. Por fortuna y gracias a su intervención no fueron tantas pero...no hay rastro alguno de Ryo.
-Maldita sea, si tan solo no me hubiera descuidado. Estoy seguro de que fue asesinado. Esto no se va a quedar así Haou. Continuaré con su trabajo. Voy a convertir al imperio de la luz en la nación más poderosa. Y cuando despierte la emperatriz los destruiremos, de tu reino no quedará ni el polvo.
-Me parece buena idea. Cuentas con mi apoyo. Ese hombre acabo como si nada con la investigación de toda mi vida.
-Misawa, pensé que estabas muy lejos.
-Utilize magia de transferencia.
-Que yo sepa solo Haou puede.
-No, encontré la secuencia de órdenes de ese y muchos más hechizos interesantes. La única desventaja es que nadie tiene la cantidad de energía de ese hombre. Salvo la emperatriz. Para llegar tuve que usar la magia de veinte magos. Tampoco puedo perdonarlo. Si unimos tus habilidades y mis conocimientos conseguiremos hacer del imperio la nación más poderosa.
-Me parece bien.
Asuka tiene a su servicio a un par que no teme darlo todo por conseguir su objetivo: asesinar al rey de la oscuridad. Y no tienen ni un poco de dudas o dobles intenciones como las tenía Kaiser. Todo por y para el imperio, todo por y para satisfacer sus intereses personales.
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En el Reino de la oscuridad.
Han pasado tres semanas de lo ocurrido y el monarca esta como nuevo revisando los documentos de costumbre. Aunque se le hizo extraño no haber visto a su amado en toda la mañana. Suponía que estaría entrenando con Yubel como de costumbre. Así que se levantó de su asiento y caminó al sitio donde suelen practicar.
-¡Ya te dije que no lo hagas en el último momento!
De nuevo una discusión. Como de costumbre Jehu ha hecho enojar a Yubel. Abre la puerta, una daga y una espada vuelan directo a su rostro. La primera la atrapa entre sus dedos y guarda en el compartimento de su cinturón, la segunda la desvío con una patada. Tomo asiento en el piso como la vez anterior y se dispuso a contemplar a su hermoso novio.
-¡Maldición ya te dije que hay algo llamado estrategia!-el moreno.
-Pero así es más divertido.
-Así que quieres diversión ¿eh?
Una patada en el pecho le sacó volando lejos a punto de estrellarle brutalmente contra la pared, pero Jehu logró amortiguar el golpe con su magia.
-¡Eres un idiota Ryo!-el bicolor-¡¿Qué harás si pasa algo malo?!
-¿Como qué?
-Romper la pared por ejemplo.
El oji naranja sonrió con malicia.
-Así que lo que menos les importa a ambos es mi seguridad.
-Tu eres un bruto salvaje-Yubel.
-Se que soportas más-Ryo.
Ambos le atacaron a la vez. Puede que de esta manera se vea que solo abusan del pobre chico, y eso no sería una idea tan equivocada. Pero también es muy cierto que para ambos es como un hermano y por lo tanto están dispuestos a fortalecer cada una de sus habilidades. Lo que menos quieren es que el imperio le encuentre débil porque se ha enamorado. Pensarían hacer lo mismo con Haou si no fuera porque su mirada asusta más que antes. Se nota que esta molesto por lo sucedido. Aún no se cree que estuvo a punto de asesinar a su amado. Así que en secreto el también entrena. Y no es que no les tenga confianza. Se debe más bien a que con el poder que actualmente tiene podría lastimarlos de gravedad por accidente.
Los dos mayores lanzan un ataque simultáneo, Kaiser con una espada mientras Yubel con su látigo en dirección a la pierna del peli azul para atraparlo y estrellarle en el suelo, pero de un brinco les evade a ambos, se toma de los hombros de Kaiser y le atrae a el para estrellarle contra el suelo. Este logra evitar la caída al poner las manos y Jehu da una barrida que por centímetros no tiro a Yubel. La emoción se mira en los rostros de Yubel y Jehu, no así en Ryo que también lo está. Y por varias horas continúan con la labor hasta caer agotados.
-Casi ah...les gané-jadeaba el más joven.
-Claro que uh...no, aún te falta mucho. Eres demasiado confiado.-el moreno.
Ryo no decía nada y se limitó a ver el techo del lugar. Si bien su expresión no cambia en lo más mínimo tiene un curioso sentimiento en su pecho: libertad.
-Deberíamos ir a comer, llevan horas así y no quiero que se debilite su cuerpo puede ser peligroso.
Emitió el monarca que ya se había acercado a ellos extiendo las manos a Yubel y Ryo para ayudarles a poner de pie. Y luego inclinadose para tomar a Jehu de la cintura y hacer lo mismo. Se dispusieron a salir del sitio, los dos mayores primero y antes de hacerlo el castaño sujeto con fuerza a su pareja y le recargó sobre la pared. Besó con suavidad los delicados y dulces labios del peli azul que solo atinó a sonrojarse, pero que los separó para dar paso a la lengua del rey que degustó el interior. Se contemplaron. El mayor se sorprendió al ver que su amado estaba molesto.
-¿Qué sucede?
-No es justo.
-¿Qué te besara sin avisar?
-No, que solo tu puedas probar mi boca. Yo también quiero hacerlo.
El mayor quedó impactado con la sinceridad del chico y pronto se vio apresado entre este y la pared. El de orbes naranja le besó con pasión inimaginable se hizo paso a la fuerza en el interior sin encontrar mucha resistencia. Haou estaba levemente ruborizado, sentía como Jehu le atacaba sin piedad provocando que su corazón latiera a velocidad increíble. Cerró los ojos avergonzado. Más o menos se ha terminado por acostumbrar a lo que hace con Jehu, pero que este se lo haga a el es muy distinto. El menor le mira extasiado con los ojos bien abiertos. Ni loco se pierde esa carita que denota incomodidad aunque es consiente de que su rey lo disfruta tanto como el. Acerca más su cuerpo invadiendo el espacio ajeno y sujetando de las muñecas a Haou que ha tratado de defenderse. Esta un poco asustado pues no es lo suyo el sentir que no tiene el control de la situación aunque sabe que su novio no le lastimara. Aún así es extraño. Solo cuando Jehu siente sus labios un poco hinchados de tanto besar le deja libre.
-Siempre te gusta estar jugando-el de orbes dorados que incluso se encuentran ligeramente acuosos.
-¿Qué te digo? Amo ver que tu eterna "frialdad" desaparece cuando hago cosas como estas. Me gusta verte "sufrir".
-Eres perverso.
-Pero no te molesta.
-Muy cierto.
El mayor le tomo de la cintura y besó su frente.
-Vayamos a comer, seguro que se preguntan por qué tardamos tanto en llegar.
-Imagino que saben la razón.
Y así se retiraron del sitio tomados de la mano.
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En la habitación de la pareja.
Haou soñaba con cosas muy lindas y agradables hasta que este se vio interrumpido por una horrible pesadilla. Abrió los ojos asustado mientras un sudor frío recorría su cuerpo entero. Se sorprendió de ver que su novio estaba recargado sobre su propia mano admirandole a detalle.
-¿Hace cuánto que me miras?
-Lo hago todas las noches, me gusta ver tu cara tranquila mientras duermes. Más importante ¿Estas bien?
-Si.
-¿Seguro?
-Solo fue una pesadilla.
-Por como te ves, diría que más que eso.
-Recordaba el como fueron asesinados mis padres. Bueno más bien lo que escuche de ello. Estaba muy joven para recordar. Tendría como un año.
-Fue ese tal Darkness ¿cierto?
-¿Cómo lo sabes?
-Yubel me lo contó.
-Ya veo.
El castaño guardo silencio. Como siempre no es alguien que guste mucho de tener conversaciones prolongadas. Es mejor para escuchar. Pero esta vez hará una excepción pues Jehu es su pareja y tiene derecho a conocer su pasado. Además le anima aún más el hecho de que este no ha preguntado. Es del tipo que no se mete en problemas ajenos incómodando a los demás.
-¿Me escucharás?-el rey.
-El tiempo que sea necesario.
-Bien, todo empezó así:
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Inicio del flash back.
Hace un año que el rey y la reina de lo Oscuridad están radiantes de felicidad. Su pequeño hijo tiene la sonrisa más bella del mundo. Tan alegre y lleno de vitalidad.
-Haou-sonríe su madre al mirarle en la cuna.
El niño toma con su manita el dedo de su padre que también le sonríe.
-Este pequeño tendrá una gran responsabilidad como el heredero del Reino de la Oscuridad, pero contará con nosotros para protegerlo y guiarlo.
-Tienes razón mi amor, sacó tus hermosos ojos dorados.
-Y tu lindo cabello de chocolate.
-Ja ja ja haces que me de pena.
-¡Su majestad!-se adentro uno de los guardias del palacio.
-¿Qué sucede?
-Una extraña neblina se expande desde la entrada del castillo y provoca que nos ataquemos los unos a los otros.
-Enseguida voy.
Dio un beso en la frente de su esposa y se retiró. En el camino se encontró con los padres de Yubel. Estos son de familia noble y amigos de la infancia del rey. Le pidió al hombre le acompañase, y a la chica que cuidara de su esposa e hijo. El monarca y su apoyo llegaron de inmediato con el ente. Que ni siquiera se atrevió a mostrar su verdadera forma. Espíritus de nivel más bajo y que no suponen un problema para el no lo merecen. Y así fue. Se dio una rápida batalla entre ellos pero ni el rey ni el otro pudieron hacerle frente muriendo lastimosamente sin poder hacer nada. El infiltrado solo les miraba con burla continuando su recorrido a donde estaba su gran enemigo. El único ser en el universo que ha nacido con la magia suficiente para acabar con el. Debe asesinarlo ahora antes de que se convierta en una amenaza. Luego de exterminar a cuanto ser vivo se cruzó en su camino llegó a la alcoba del príncipe. Ambas mujeres intentaron detenerle y sorpresivamente ofrecieron más batalla que sus maridos pero no lo suficiente para siquiera debilitarle. Sin más incordios en el camino adquirió su forma real y tomo una guadaña entre sus manos. La apuntó al pequeño que lloraba en la cuna pero antes de llegar a su objetivo fue detenido por una espada.
-No voy a perdonarte. Asesinaste a mi familia, no te permitiré poner un dedo sobre mi sobrino.
Le miraba amenazante un joven de ojos celestes y cabello de plata.
-Quiero ver que lo intentes.
-Ídolos que controlan el futuro y forjan el porvenir. Que vigilan desde las sombras brillando cuando se clama por la salvación. ¡Destiny Heros!
Ante Darkness aparecieron todos los espíritus que Edo controla.
-Esto no debería ser posible, no cuentas con tanto...
Pronto vio que de manera inconsciente el bebé le daba la energía necesaria a su familiar.
-¡Maldito seas Haou!!!!!
Lanzas de hielo, bolas de fuego, rayos y explosiones fueron algunos de los hechizos invocados y que destruyeron una parte del lugar. Al finalizar no había rastros del ente ni de la habitación y casi todo el piso superior en donde se dio la mortífera batalla. Edo tomo entre sus brazos al niño y pronto llegó a ellos corriendo un pequeño de seis años que no dejaba de llorar. El mayor le cargó también y les abrazó a los dos.
-Todo estará bien Haou, Yubel. Yo voy a protegerlos. Lamento no haber llegado antes para salvar a sus padres.
Les brindó la calidez de su alma hasta que los pequeños se quedaron profundamente dormidos.
Fin del flash back.
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Jehu miraba preocupado al rey que guardaba silencio desde hace diez minutos. Seguro el dolor en su pecho era inmenso y no sería el quien le hiriera forzadole a hablar cuando no puede.
-Edo se convirtió en el rey hasta que yo lograra hacerme cargo de todo. Pero un día volvió Darkness y me arrebató la felicidad de nuevo. Asesinó a mi tío diez años después. No tengo idea de como pasó. Yo estaba estudiando con Yubel y sentí algo raro, corrí en la dirección donde la energía era más fuerte. Y cuando llegué...mi tío estaba...
-No es necesario que lo digas, entiendo.
-Perdí el control de mi poder y ataque con todo lo que tenía a Darkness. No recuerdo muy bien como sucedió. Cuando me di cuenta Yubel me tenía en sus brazos diciendo que todo estaría bien, que no necesitaba manchar mis manos de sangre. Luego de ese día me puse al frente del Reino. Pero solo era un niño de once años que desconocía muchas cosas. Por eso Yubel se convirtió en mi consejero apoyandome en todo lo que necesitaba.
-No debió ser fácil.
-No podía permitir que algo construido con tanto amor desapareciera sin hacer nada.
El peli azul le tomo del mentón y beso con suavidad en la mejilla.
-La próxima vez seré yo quien te ayude a eliminar a Darkness por completo.
-El no volverá en muchos años.
-Ja ja ja ja ja puede que asustes a muchos mi amor, pero para mi eres tan transparente como el cristal. ¿Crees que no me di cuenta de que sigue aquí?-señaló el corazón contrario.
El castaño retrocedió intimidado, es la primera vez que alguien logra ver su interior.
-No tienes porque temer. Desde ese día tu y yo somos uno solo. Y ahora que lo pienso, ¿me estas castigando?
-¿Por qué lo dices?
-No hemos hecho el amor otra vez. Estas siendo muy injusto. ¡Yo quiero jugar!
-Lo siento Jehu. Estuve distraído con varias cosas. Te he descuidado. En verdad lo siento.
-Siempre y cuando lo compenses esta bien.
-¿Te parece hoy en la noche?
-¿Y para que esperar? No me apetece hacerlo a la luz de las velas, quiero verlo todo.
El castaño esbozó una pequeña sonrisa.
-Como ordene su majestad.
Tomo a Jehu de la cintura y subió sus manos para retirarle la camisa que cubre su torso, este se sonrojó al ver como su amante desataba las cuerdas que mantenían unida su ropa. Lo hacia con una lentitud, elegancia y sensualidad que pudo haber muerto de felicidad en dicho instante. Relajó completamente el cuerpo entregandose a la pasión.
Esta será la segunda vez que haga el amor con la persona que le hace sentir especial y a la que entrega su corazón, cuerpo, alma y futuro sin dudar.