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Escarlata celeste por dark kirito

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! pertenece a Kazuki Takahashi- sensei.


Escrito en el móvil, errores son sin querer.


Muchas gracias a Yayoi, Johan Andersen Gx y a todos los que leen!!!!

En el reino de la oscuridad.


El castaño se encuentra en el patio de armas dando indicaciones a varios soldados para realizar las labores cotidianas de vigilancia, repartición de comida, entrenamiento entre varias otras. Jehu le mira maravillado de vez en cuando mientras el hace lo propio revisando algunos balances que trae en las manos. Mientras Yubel y Kaiser se encargan de reabastecer el armamento.


-¡Su majestad!-un hombre que se inclina ante el oji miel-he terminado de pasar lista a los refugiados no falta uno solo y han tomado el desayuno adecuadamente.


-Gracias, puedes retirarte a descansar.


-No es necesario, aún tengo energía para hacer varias cosas.


-Lo sé, pero no has dormido desde ayer. El que ustedes cuiden su salud también es una importante labor para el reino.


-¿Usted me ha visto? ¿Sabe quién soy?


-Claro, Jehu y yo conocemos los nombres y rostros de cada uno de los habitantes.


El hombre quedó entre aterrado por la magnitud de conocimientos del par e impresionado. Admira a su rey pero estar ante un ser tan espléndido quieras o no intimida. Realizó una pose respetuosa y se retiró a dormir pues en verdad lo necesita.


-Con ese tipo de comentarios solo los asustas.


-¿Tu crees?


-Si, estoy seguro de que te quieren pero con esa cara das más miedo que otra cosa. Aunque a mi me encanta ja ja ja ja.


El mayor no dijo nada y continuó con sus actividades aunque se quedó pensando seriamente en las palabras de su pareja. No es que no quiera o haya intentado ser más amistoso. Pero simplemente no es lo suyo. Solo con Jehu puede ser más expresivo y hasta con el es difícil. Agradece infinitamente que este sea tan perceptivo y que adivine la mayoría del tiempo sus intenciones, porque si, eso es lo que hace.


Mientras, el peli azul se siente cada vez más atraído a él. Desde ese día en que le contó lo de la muerte de sus padres y del cual por cierto han pasado dos semanas, siente que su prometido se ha vuelto aún más fuerte y confiable. Siempre ha sido así pero le parecía que sufría de pequeños momentos de debilidad, de pronto se miraba tan frágil que incluso temía que pudiera romperse. Pero el haber enfrentado a Darkness debió remover algo en el porque ahora en verdad parece que es invencible, y esta actitud para nada es fingida o disimulada. Incluso las pocas veces que han tenido pequeños enfrentamientos a modo de entrenamiento el oji naranja es fácilmente vencido y termina en el piso sin que haya pasado mucho tiempo, pero bueno Haou tampoco se ha ido ileso porque su pareja no es un ángel, hecho que conoce de sobra y parece no importarle.


Terminan con las labores y se retiran al despacho del rey, luego de leer algunos papeles mira a su pareja con tal vez curiosidad, con el jamás se sabe.


-¿Qué ocurre?-el menor.


-Ahora que lo pienso no hemos tenido una cita decente.


-Por mi no hay problema, se que hay cosas que hacer.


-Eres muy considerado pero quiero que vayamos a dar una vuelta por el mercado.


-¿Qué es eso?


-¿Nunca has visitado uno?


-Pues no sé, pero nunca salí del palacio en el Imperio.


El rey dejó de lado todo cuanto hacia y se acercó al contrario ofreciendo su mano.


-Pues vamos a conocerlo ahora mismo. Aunque sería bueno que te pusieras algo más ligero está haciendo mucho calor.


-¿Tu no tienes problemas?


-El clima jamás me incómoda pero también me cambiaré. Llevar la capa al mercado no es muy práctico. Además voy por dinero en caso de que quieras comprar algo. Así que vamos a la habitación.


-Claro.


Luego de diez minutos el monarca tenía un pantalón negro de vestir ajustado y una camisa del mismo tono con detalles en dorado, esta tenía libres dos botones que dejaban ver hasta la altura de la clavícula. Y unos botines oscuros. Su pareja tenía un pantalón entallado de tono azul marino y una playera ajustada del mismo tono que dejaba descubierta hasta la mitad de su espalda, nuevamente cortesía de ese inventivo sastre. Y como toda la vida los adornos que Haou le regaló para sus tobillos, para completar no tiene zapatos pues ha descubierto que esta mucho más cómodo de esa manera.


Luego de una pequeña sonrisa del oji dorado salen con rumbo al pueblo y con ello al mercado. Caminan con paso lento, disfrutando del maravilloso clima soleado en el Reino.


-Me parece curioso que tengan un pueblo, pensé que todos se encontraban en el área de refugiados.


-Eso fue mientras tratábamos las heridas de todos y nos preparábamos para la invasión del imperio. Pero siempre ha existido esta parte aunque no es lo suficientemente grande para que todos puedan vivir ahí.


-De por si me sorprende ver a tantas almas juntas. Fue un lindo detalle que los hayas protegido de Asuka.


-Y tu me ayudas.


-No hago mucho.


El mayor le tomo del brazo y le beso con pasión para mirarlo seriamente.


-Ja ja ja-el peli azul-me hacen mucha gracia tus cambios de actitud, así parece que estas enojado, o eso creo. Pero lo único que quieres es hacerme sentir mejor. Pero no te preocupes que no me siento mal por ello.


-Eres mucho más de lo que crees. Espero que un día puedas ver lo que miro en ti.


-Te amo Haou.


-Te amo Jehu.


-¡Oh la reina!!!


Una niña de como seis años se había pegado afanosamente de la pierna del peli azul, este se inclinó y la tomo con cariño alzandola en dirección al cielo.


-Ja ja ja ja pequeña, soy un chico no puedo ser la reina.


-¿Ah no? ¿Y cómo le digo su majestad?


-No me gustan los títulos, me dan flojera. ¿Por qué no simplemente Jehu?


-Mi mamá dice que es irrespetuoso llamar a la realeza por su nombre. Que podríamos recibir un castigo.


-¿Siempre has vivido aquí?


La menor negó con la cabeza.


-Hasta hace unas semanas mi casa estaba cerca del Imperio de la luz.


-Ya veo. Por eso tienes esa extraña idea, pero Haou es muy lindo el no se enojaría por algo así, ¿verdad?


Este asintío, Jehu colocó frente a el a la menor que fue cargada por el rey.


-¿Te parece que asusta?


Los intensos ojos dorados se posaban en otros azules.


-Si-emitió con voz casi inaudible.


-Ja ja ja ja míralo bien.


El castaño tocó amorosamente la cabecita azabache, la infante sonrió y sus mejillas se tiñeron de rosa, se acercó y dio un inocente beso en la mejilla del monarca que la colocó cuidadosamente en el suelo.


-No asusta, es muy lindo.


Y se echó a correr.


-Así que aceptas besos de otros ¿eh?


-¿Estas celoso?


-Si me das uno no-sonrió.


-Tu eres el único "niño" que vive en mi corazón.


-Ja ja ja que comentario tan extraño.


Unieron sus labios y luego de varios minutos continuaron con la caminata, no hubo persona que no se girara o se acercara a saludarlos en su mayoría curiosos por la presencia de Jehu. Cuando al fin pudieron pasear con más tranquilidad se acercaron a los puestos.


-Oh mira-el más joven-¿qué es esto?


-Calamar frito. ¿No lo has probado?


Su pareja negó, entonces el pidió una orden y para si una de camarones fritos, le gustan mucho por alguna extraña razón. Buscaron un lugar donde sentarse y probaron alimento en compañía de un vino por Haou y jugo de naranja por Jehu. Las mejillas del peli azul estaban sonrojadas de felicidad. Así de sencillo es hacerle feliz. Reiniciaron su caminar encontrando cosas por demás variadas. Desde maquillaje, ropa, comida, libros, joyas, tapetes y demás. Pero hubo una que llamó la atención del más joven. Su pareja estuvo a punto de preguntar que ocurría pero no fue necesario cuando poso su mirada en ropa para bebé.


-De verdad me gustaría que tuviéramos un hijo.


-Podemos adoptar.


-Es una lastima que no podamos hacerlo ahora. Mientras no logremos detener a Asuka no hay garantía de que no planee herir a nuestra familia.


-Lograremos hacerlo. Solo necesito encontrarla.


-Si, la muy maldita colocó una barrera que evita que sepamos su ubicación. Tiene que pagar por todo lo que ha hecho no solo a mi, sino a toda la gente que lastimó.


-No quiero que te dejes llevar por el rencor. Eso envenena tu alma.


-¿Me detendrías?


-No, jamás intervendría en tu venganza. Y aún sigo pensando que hay algo extraño en ella.


-¿Qué quieres decir?


-Esta viva. Pero en realidad yo...la asesine. Y no es la primera vez que pasa. La zona que perforó mi espada no provocaría la muerte instantánea, pero no debió aguantar el tiempo necesario para curarse con su magia. Porque en ese momento se supone que se lo impedí. Sin embargo me da la impresión de que estuviera vacía.


-¿Es decir que es como una muñeca?


-Es lo que no sé. Al mirarla no me parece distinta a un humano normal pero también podría decirte que tienes razón.


-¿Y algo así es posible?


-Si lo fuera es magia tan complicada que ni Darkness, tu o yo conocemos.


-No me gusta el rumbo que esta tomando esto.


-Lo siento, no quería preocuparte.


-Es mejor que me lo digas. Así estaré preparado. Además soy de los que odian las mentiras. Ya viví mucho de eso al lado de ellos.


-Tienes razón, es solo que me gustaría evitarte el recordar momentos dolorosos.


-Estos siempre vivirán con nosotros, lo importante es que aprenda uno a superarlos.


-Entonces creemos uno hermoso ahora mismo.


-¿Y que piensas hacer?


El rey no dijo nada, dio un suave beso en la frente contraria y comenzó a caminar siendo seguido de su pareja. Llegaron a una hermosa playa, siendo ya el atardecer se veía la luz rojiza sobre las olas del mar, y la arena brindaba un espectáculo único.


No fueron necesarias frases ni nada más, con la sola mirada lo dijeron todo. Ahí en la playa al aire libre el peli azul se recostó sobre la arena. El oji miel deslizó las manos por el cuello de su pareja hasta dejar sus bellos hombros al descubierto. Besó sus labios lamiendo de vez en cuando de manera un tanto traviesa; justo como lo hiciera Jehu la última vez. Recorrió la suave piel de su cuello llegando al lóbulo y mordiendo casi imperceptiblemente.


-Ah~


Las caricias de Haou son mágicas, es como ser tocado por el aire mientras te envuelve toda una onda eléctrica del mas increíble placer. Esto es justo lo que siente su amante cada que el rey lo hace suyo. No puede evitar reír como casi siempre no sabe si es por división, alegría o vergüenza; probablemente sean todas juntas. La boca de su pareja le recorre hasta la altura de los hombros y clavícula al tiempo que sus manos se meten entre su vestimenta y roza con maestría sus delicados y ahora sensibles botones. El hacerlo en plena playa es tan distinto, tan intenso que el de orbes naranjas se siente turbado y da una vuelta intentando cubrir su ahora expuesto pecho. Acción que hace sonreír a Haou. Pues con esa prenda logra ver su espalda a la perfección. Se coloca sobre el chico y suspira sobre su nuca.


-Ah mmm...


Simples palabras que carecen de sentido y sin embargo lo expresan todo. El castaño degusta ese delicado lienzo de terciopelo con ayuda de sus labios por varios minutos para luego emplear su lengua como si Jehu fuese un caramelo que se derrite ante el contacto. Tan exquisito y delirante; el joven mago es sin duda alguna delicioso. El menor vuelve a girar quedando de frente al monarca que como siempre no muestra expresión alguna. En un arranque de erotismo toma a su rey del trasero notando la increíble suavidad de este. Haou se deja hacer no parece inconmodarle en lo más mínimo. Su amante le sonríe y es ahora quien le recuesta debajo suyo boca arriba.


-De verdad me impresiona que no cambie ni un poco tu rostro.


Pero no recibió respuesta alguna. Y entonces lo entendió. Su amado también sabe hacer el amor de manera divertida. Planea guardar silencio y no emitir un solo gemido.


-Sabes que es imposible ¿verdad?


-...


-¿Quieres saber hasta donde puedo llegar?


Una sonrisa se dibujo en el castaño de mirada fría. Jehu abrió delicadamente la camisa admirando semejante belleza. Pasó sus labios por el cuello, clavícula y torso. Incluso succionó y jugueteó con ayuda de su lengua con los tiernos pezones reales pero no consiguió un solo sonido lo que lejos de frustrarle le animó. Su amante es verdaderamente difícil aunque es algo que ya sabía. Esta es la segunda vez que hacen el amor, pero durante la primera fue el menor quien casi destroza su garganta víctima de tanto placer. Hay que ser un poco justos, ¿o no? Pasea su lengua por el marcado y aún así delicado abdomen contrario y baja su mano hasta tomar el miembro del castaño por debajo de la ropa, directamente sobre su piel. Y aún así, de manera increíble continuó con la misma actitud. Pero su pareja es terco como pocos. Realizó movimientos lentos y suaves, bastante espaciados entre si para incrementar de a poco la velocidad e intensidad. Era casi imperceptible el cambio, pero sus caricias estaban surtiendo efecto; las mejillas del mayor tenían un tono rosado. ¿O era la luz del atardecer?


-¡AH!


El oji dorado no pudo contenerse por más tiempo y terminó perdiendo. Jehu había logrado sacar ese vergonzoso sonido de sus labios. Y una vez conseguido ¿que importaba la pena? Dejó salir todo un séquito de suspiros y demás que fueron como la más bella canción para su pareja.


-Ah ah ah mmm ung ¡ah!


Si, su rey había perdido por completo el control. Al menos en el único ámbito en el que le ocurre a ser tan perfecto. Pero como ya ha predicho es el ser más difícil de la creación. Y justo cuando logró hacer que la hombría contaría reaccionara fue tomado de la cintura y colocado sobre las piernas del rey ambos de frente. El castaño colocó su rostro sobre los pequeños botones y metió de lleno uno a su boca; mientras el pezón libre era pellizcado por la mano derecha. Jehu pasó sus brazos por el cuello de su prometido pues incluso se sentía mareado, Haou estaba siendo algo perverso pues no conforme con todo lo que hacia en su pecho le soltó de la cintura y deslizó la mano hasta su retaguardia.


-¡Ah ah mmm por...Haou!!!


Una experiencia tan gratificante solo estímulo la intimidad de Jehu que pronto sintió dolor en esa zona, por suerte su pareja es considerada y pasó la mano de su trasero a su miembro dando el alivio requerido que finalizó con el elixgir de la vida sobre la palma del rey. Teniendo lo que tanto quería rozo su piel hasta llegar a la entrada del oji naranja. Preparandole para el momento cumbre.


-¡Auch!


Aún duele un poco pero el castaño es paciente y milímetrico en todo cuanto hace pronto esas quejas se convirtieron en susurros y posteriormente gritos de placer.


El rey cambió lugar, de sus dígitos por su miembro que había soportado el tiempo suficiente para la comodidad de su amante. Jehu separó aún más sus hermosas piernas para darle libre acceso. Los movimientos fueron certeros y violentos al tiempo que delicados y sutiles. El de orbes naranjas movía su cadera para ayudar en la labor. No es de los que se queden sentados esperando a que el otro haga todo el trabajo. El menor se elevó y bajó repitiendo el proceso infinidad de veces. La piel de ambos estaba empapada en el más erótico sudor. Sus exhalaciones llegaron al limite.


-¡Haou!!


El máximo grito de Jehu al sentir la esencia de su amante llenar su interior. El monarca salió cuidadosamente, colocaron sus prendas en el sitio debido dando a entender que ahí nada pasaba y se tiraron de lleno en la playa sonriendo y respirando agitadamente. Se acomodaron de lado y admiraron a su media naranja.


-Te...amo Haou.


-Yo también mi amor, con toda mi alma Jehu.


Pasaron alrededor de una hora apreciando tan bello instante y volvieron al palacio tomados de la mano. Por la noche fueron reprendidos por Yubel que se preguntaba dónde rayos estaban y si les había ocurrido algo. Lo cual es cierto aunque no precisamente malo.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


Han pasado cuatro semanas desde esa maravillosa sesión a la orilla del mar. Y como buena pareja sana y que se ama han repetido la faena una y otra vez.


El oji naranja camina por un pasillo mostrando la natural sonrisa maniática tan característica de el. Va en busca de su prometido luego de haber despertado tarde. Normalmente no le cuesta trabajo pero no podía despegarse de las sábanas. Su paso es alegre y despreocupado, hasta que siente que todo el piso se le mueve y pierde la noción de donde está. Casi a punto de caer logra recargar su peso en la pared. Cede al peso sobre ella hasta quedar sentado.


-Que raro, de pronto me sentí mareado.


Esperó algunos segundos pero al notar que el malestar no continuaba volvió a ponerse de pie para buscar a su pareja, llegó al despacho donde siempre le encuentra haciendo lo de costumbre. Se acercó de manera sensual y tomó asiento sobre el escritorio  ganandose la atención del mayor que le sonrió con dulzura.


-Espero que hayas dormido bien.


-Creo que de hecho fue demasiado.


-Supongo que te hacia falta. Últimamente no hemos descansado como se debe.


-Si, hay muchos asuntos que resolver pero tu te vez tan normal.


-A lo mejor tantos años de pesadillas crearon algún tipo de resistencia en mi.


-¿No sería al revés? Bueno, de cualquier manera parece que funcionas de manera diferente al resto del mundo. ¿Ya desayunaste?


-No, te estaba esperando.


-¿Y si no hubiera despertado?


-Hubiera ido a buscarte, no es bueno para tu salud el que te saltes comidas.


-Ja ja ja ja siempre te preocupas mucho, a veces pienso que pareces mi mamá. Aunque me agrada que me consientas.


El castaño mostró una expresión amable y tomo a su prometido de la mano para que ambos fueran al comedor.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


El resto del día pasó de manera cotidiana hasta que llegó la hora donde practica con Kaiser y Yubel. Aunque de momento ninguno de los dos se encuentra en el Reino pues han tenido que visitar un pueblo cercano que se encontraba bajo la influencia del imperio. Pero todo indica que fueron traicionados por el. De resultar las negociaciones el Reino de la oscuridad podrá expandirse y albergar con más comodidad a los miles de refugiados. Así que en lugar de ellos es el oji miel quien se ha ofrecido a ayudarle. Ahora están frente a frente, Jehu con sus dagas al igual que Haou pues como bien le prometió alguna vez le enseñó a pelear con armas de corto alcance. Resultó ser incluso mejor que el, lo que en realidad llena de orgullo al tutor. Se pusieron en posición y fue el más joven el primero en atacar. Esta vez pensando bien cada uno de sus movimientos porque los consejos o más bien regaños de Yubel han tenido efecto luego de tanto recitarlos. Dio una estocada doble que fue esquivada de igual manera por su rival.


-¿Sabes que nos hace falta?-el oji naranja que luego de ello dio una patada fácil de evadir-casarnos.


El comentario sacó por completo al rey de su centro como solo le pasa con él. Pero sus maravillosos reflejos le salvaron de caer y recargó todo su peso en las palmas y así  quedó en una incómoda posición  de espaldas. Momento que aprovechó Jehu para casi apuñarlo, pero el castaño se giró y puso de pie inmediatamente. El otro le imitó.


-Que mal, creí que esta vez si te daba. Pero hablo muy enserio con lo del matrimonio.


-Me haría muy feliz. Esperaba que te acostumbraras al hecho de que somos pareja. Prometo que en cuanto se arregle la situación del espacio para los habitantes le pediré ayuda a Yubel para preparar la ceremonia.


-Hablando de el, ¿No te parece extraño que se la pase pegado a Kaiser?


-Supongo que se han vuelto amigos.


-Si casi siempre se la pasan discutiendo, o mejor dicho Yubel le regaña. Parece el papá de todos.


-No quiere perder a nadie más. Lo de sus padres le dejó marcado.


-Ser huérfano no es algo que se desee para nadie.


-Es muy cierto.


-Bueno, pues continuemos.


El oji naranja tomo sus cuchillas y las lanzó directo al rostro de su amado que las evadió para luego verse forzado a utilizar su arma y así detener una tercera que el joven había escondido en la parte posterior en su cinturón.


-Eso fue nuevo.


-Oh pero tampoco te dí creo que...


Un nuevo mareo le atacó y terminó cayendo de rodillas al piso. El castaño llegó corriendo a el y le tomó de los hombros.


-¿Acaso te heri sin darme cuenta?


-No, en la mañana me pasó lo mismo pensé que era por dormir de más. Pero ahora creo que no es el caso.


-Lo mejor será llevarte con el médico.


El monarca le tomó entre sus brazos a pesar de que su pareja le insistiera en que ya le había pasado el malestar.


Llegaron a la alcoba que comparten y luego de que el castaño le dejara recostado salió en busca de la mejor maga médico. Una mujer de cabello castaño y ojos azules le revisó minuciosamente.


-¿Qué tiene Jehu Ayukawa-sensei?


-Antes de darte un resultado quiero realizar un examen más detallado. Empleó su magia concentrandose en la parte del abdomen.


-P-pero algo así es imposible.


El comentario puso nerviosos a los muchachos.


-¿Es grave?


El peli azul temía lo peor. Justo ahora que conocía el amor quizá había contraido una enfermedad que le mataría dentro de poco.


-No lo es, pero si único.


-¿Único?-el de orbes dorados.


-No tengo ni la menor idea de como ocurrió pero...Jehu...esta embarazado.


-¿Yo? ¿Embarazado? ¿Eso quiere decir...que voy a tener un bebé?


-¡Si!-la médico con una sonrisa.


-¡Vamos a ser padres Haou!!!


El peli azul quedó en blanco al ver que su pareja continuaba de pie en el mismo sitio. ¿Acaso no era una buena noticia? Estuvo a punto de ponerse a temblar asustado cuando vio que de esos ojos siempre fríos comenzaban a salir lágrimas. No podía creerlo es casi imposible observar algo así. Haou se acercó dando pasos muy lentos hasta quedar arrodillado a su lado, pero no dijo nada. Claramente estaba en shock. El más joven pasó sus dedos por las hebras de chocolate, solo así su pareja pareció reaccionar.


-Oh Jehu, me has dado la mejor noticia de mi vida. Tendremos una familia.


-Si-sonrió-aunque no tengo ni idea de como pasó.


-Tal vez yo si-Ayukawa-es posible que tu cuerpo haya tenido que adaptarse a recibir la gran cantidad de magia que recibe. Es decir que es ligeramente distinto al de un hombre o al de una mujer. Sin embargo como dije es un caso único pues Haou es completamente normal. También fue increíble que te hayas podido embarazar pues para lograrlo era  necesario que coincidieran varios factores que ni yo soy capaz de explicar.


-Lo que importa es que puedo tener un hijo de Haou. Incluso pensé su nombre en caso de que su padre esté de acuerdo.


-¿Sabías que podías concebir?-su prometido.


-No, pero tenía la esperanza.


El rey dio un suave beso en su frente y le tomó de las manos.


-¿Cómo se llama?


-Judai. Yuky Judai significa joven valeroso. Quiero que nuestro hijo tengo un aura tan brillante que logre atraer a todos con su carisma.


-Con que Judai ¿Eh? Pienso que no pudiste ponerle un mejor nombre.


Haou se acercó hasta quedar cerca del vientre de Jehu.


-Estamos muy felices de que nos dieras la oportunidad de ser padres Judai.


-Ya quiero conocerlo.


-Aunque para eso tendrán que pasar aproximadamente nueve meses-la médico-les daré varias indicaciones que tendrán que seguir al pie de la letra. Y le mantendré vigilado solo por si acaso. Nunca he visto un caso similar y quiero evitar problemas.


-Muchas gracias Ayukawa-sensei.


Luego de hacer varias anotaciones y explicarles a detalle en que consistía un embarazo y los cuidados que debían tener les dejó solos. Jehu se veía más alegre que nunca mientras su pareja regresó a su actitud natural pero casi moría de alegría en su interior.


-Espero que no herede tu personalidad-el menor-le será muy difícil hacer amigos.


-Yo también espero que no saque la tuya o va a terminar asesinando a sus conocidos.


-Uy eso si estaría feo, pero no estoy tan mal.


-Tampoco soy tan serio.


Los dos se observaron para luego estallar en carcajadas, si incluso el rey.


-Ver ese tipo de expresión en ti es raro. ¿Te ha hecho feliz saber que serás padre?-el más joven.


-Si, y lo mejor de todo es que eres tu quien me lo dará. Gracias Jehu.


El aludido se ruborizó y fue abrazado por el otro, para recostarse ambos en el lecho y platicar sobre sus planes a futuro e intercambiar sueños que tenían como principal protagonista a su pequeño tesoro: Judai.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


En un pueblo cercano.


Luego de un viaje de dos días Yubel y Ryo llegaron al pueblo siendo recibidos por una jovencita de cabello azulino y ojos avellana.


-Muchas gracias por venir, soy Saotome Rei.


-Nosotros somos los enviados del Reino de la oscuridad el es Marufuji Ryo y yo soy Yubel.


-Así que Haou-sama no pudo venir-dijo con cierto tono de decepción aunque no era su intención.


-El rey está muy ocupado con varias labores.


-Supongo, no debe ser sencillo proteger a tantas personas. Bueno, vayamos al gran salón para hablar con más tranquilidad.


Una vez ahí tomaron asiento.


-¿Por qué han aceptado tan de repente firmar un tratado con el Reino de la Oscuridad?-el oji celeste.


-Si les soy sincera este es un pueblo muy pequeño que se vio sometido al poder del Imperio. Nunca fue nuestra intención colaborar con ellos pero nuestra posición era benéfica. Es sencillo espíar algo si se está cerca del objetivo. Pero estoy cansada al igual que los que quedamos aquí de ser poco menos que marionetas de Asuka. Solo nos utilizan como sacrificios para sus múltiples rituales, no tenemos ni derecho sobre nuestra vida. Intentamos compensar nuestros errores peleando en su contra-apretó con fuerza las manos-pero fuimos muy ingenuos. Jamás tuvimos oportunidad.


-¿A cuántos perdieron?


-Solo queda el cinco por ciento de los habitantes, nunca fuimos un poblado especialmente grande pero en cuestión de territorio no podemos quejarnos, poseemos la décima parte del espacio del que ustedes gozan, lo cual no es nada despreciable.


-¿Qué exigen a cambio de anexarse a nosotros?


-Protección. A estas alturas soy consiente de que no tengo derecho de pedir nada. Pero por favor, no conviertan a los habitantes en esclavos. Estoy dispuesta a dar mi vida como pago de lo que hicimos, pero denle una oportunidad a los demás. En su mayoría son niños.


-Bueno, tengo la orden de mi rey. El estaba al tanto de todo debido a que los espíritus de la naturaleza le informaron, solo nos envió para ver que tan mal estaba la situación. Acepto los términos así que repetiré lo que me dijo: "Una vez que acepten anexarse a nosotros serán considerados oficialmente como habitantes del Reino de la oscuridad. Su territorio dará albergue a una parte de los refugiados, también enviaré soldados para que les protejan, al igual que expertos para que cultiven la tierra. Por último expandiré la barrera que cubre la capital hasta su frontera en caso de ataque enemigo. Espero que reciban a los médicos que ya envié, estoy seguro de que les hacen falta. Espero que podamos conocernos en persona algún día. Agradezco su cooperación."  Eso es todo.


La oji avellana no pudo contener las lágrimas. Haou tiene mala fama entre las personas que no pertenecen a su reino. Se dice que es un hombre cruel y desalmado. Jamás esperó tanta amabilidad de su parte, pues sin médicos, cosechas, fuerza militar y alimentos estan en una situación caótica. Tenían todas las de perder. Así que solo esperaban su muerte. Pero el monarca les ha regalado una nueva vida.


-Lo siento tanto Haou-sama, esta vez haremos las cosas diferentes lo prometo.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


En el Imperio de la Luz.


Fubuki mira atentamente algunos documentos que le ha mostrado Misawa.


-Me parece bastante interesante. Ahora entiendo la razón de que la emperatriz estuviera tan interesada en Jehu. Si le sacrifica en un ritual puede despertar por completo a la Luz de la Destrucción, si logramos hacerlo va a ser difícil incluso para Haou detenernos.


-Así es, me parece que es una buena opción aún no puedo perdonar que destruyera todo el trabajo de una vida con respecto al asunto de Darkness.


-Yo tampoco puedo olvidar lo que hizo con Ryo. Es verdad que desde hace años no nos llevábamos bien, pero aún así nunca dejé de considerarle mi amigo. Sin duda alguna vengaré su muerte. Pero lo complicado será poder infiltrarnos en su territorio. Siempre ha sido precavido y ahora es incluso más difícil entrar.


-Por eso no te preocupes. Hay alguien que nos ayudará, a quien no podrá negarle el acceso, puede que incluso lo haga llorar-giró su rostro para ver al recién llegado-¿No es así Edo?


Un hombre de cabello de plata y ojos azules sonrió con maldad.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


Luego de otros dos días de travesía en carruaje Yubel y Ryo volvían al Reino.


Caminaban fastidiados el uno del otro, pues el oji celeste es tan serio que poco habla mientras el moreno ha estado preocupado por dejar a Jehu y Haou solos. Ya no se opone a su relación pero siempre ha tenido sus dudas con respecto a la salud mental del rey cuando esta en compañía de su prometido. Lo que menos quiere es volver de un viaje y encontrarse con que medio palacio voló en miles de pedazos.


Están a punto de llegar al despacho del monarca para informar la situación cuando ven que este se acerca a paso veloz en su dirección. Le saludan respetuosamente pero este les pasa de largo ignorandolos por completo. Deciden no darle mucha importancia al asunto y continúan con su andar al sitio al que se dirigian. Total si el castaño tiene algo que hacer más tarde volverá pues casi se la vive ahí. Al llegar se encuentran con Jehu que degusta un plato con fresas.


-Oh bienvenidos, regresaron más rápido de lo que creí.


-Suena como si no estuvieras feliz de vernos-el oji esmeralda.


-Para nada, pero lo normal sería que hubieran tardado un par de días más. Apuesto a que te preocupaba de que convenciera a Haou de pelear con magia y destruyeramos una parte del Reino.


-No seas ridículo, se que jamás haría algo así.


-Ja ja ja no lo haría pero si yo lo obligo quién sabe, yo también hago cosas que normalmente no haría por él. ¿Ya lo saludaron? Acaba de salir de aquí.


-Le vimos pero nos ignoró- Yubel molesto-supongo que tenía cosas importantes que hacer.


-Mmm si, algo así.


-¿Qué quieres decir?


-Mejor que te diga cuando regrese, no creo que tarde mucho.


Luego de cinco minutos en los que el silencio fue el amo y señor del lugar, el rey hizo acto de presencia con su cara de toda la vida y que es la misma que tenía incluso cuando les pasó de largo.


-Lamento haber sido tan grosero. Bienvenidos Yubel, Kaiser-tomo asiento en su escritorio.


-Hola-con seriedad el oji celeste.


-Hola-el moreno con simpleza-tenías razón con respecto a la situación del pueblo. No creo que tengan intenciones de unirse al reino para luego traicionarnos. Se nota que les ha ido muy mal.


-Si, fue lo que me dijo Neos.


-Asuka solo arruina la vida de la gente que es incapaz de defenderse.


-La Luz de la destrucción quiere crear un nuevo orden. Todo ser que habite el planeta no es más que un estorbo en sus planes.


-Maldita sea, no es distinto a Darkness.


-Agradezco que se hayan tomado el tiempo de ir.


-Es lo menos que podía hacer ya que me ayudaste con el asunto de mi hermano-Ryo.


-Por cierto-el de ojos verdes-¿a dónde ibas con tanta prisa?


El castaño no respondió, su rostro demostraba seriedad absoluta. Pero de hecho trataba de evadir la vergonzosa interrogante, pero en la mirada de su consejero pudo advertir que no estaba dispuesto a marcharse sin que le respondiera.


-Fui al baño, me dieron náuseas.


-Es extraño, no recuerdo que hubieras tenido ese tipo de problemas antes.


-¿Ni siquiera cuando la comida le hace daño?-el de orbes naranjas.


-No es un descuidado como tu. Además comes demasiado, incluso ahora lo haces. ¿Qué no tienes fondo?


-Oh y parece que ahora voy a asaltar más seguido la cocina.


-Cínico.


-Pero tiene una explicación lógica.


-Apetito voraz.


-Antes, ahora es otra cosa, y todo es culpa de Judai.


-¿Quién rayos es Judai?


-Nuestro hijo-el rey.


-¿Cuál...? ¡Oh por dios no me digas que...! ¡Pero es imposible!!


-Parece que su cuerpo es un poco distinto.


-Así que voy a ser tío-el amo de cyber dragón-felicidades Jehu, Haou.


Kaiser lo ha tomado de maravilla, Yubel no puede evitar estar impactado. Jamás creyó que algo así fuera posible. Es un duro golpe para su corazón. Hace poco admitió la derrota ante Jehu pero saber que nacería el fruto del amor entre ellos era...era...¿Cómo un pequeño Haou?


-Con que Judai ¿eh? Espero que nos llevemos bien mi querido Judai.

Notas finales:

Gracias por leer!!!!!!!!!!!!!!! >/////<


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