POV MARK
-No es valiente, no todo se resuelve así, pero sólo hoy, sólo hoy haré una excepción- me dije a mi mientras tomaba mi mochila y cerraba la puerta de la casa. Rex parecía entenderlo todo, tenía las orejas agachadas y sus ojos parecían suplicarme que no lo hiciera, el llegó a mi vida cuando yo tenía 6 años era el mejor perro que había logrado conservar después de que mi hermano naciera; sin embargo aunque doliera tenía que dejarlo, lo abracé por última vez y salí corriendo antes de que alguien llegará, estaba decidido, yo no podía seguir en casa o al menos no podía volver hasta que todo aquello terminara; la situación era un tormento y me era imposible seguir sabiendo que todo fue mi culpa.
Aún lo recuerdo, con esos ojos grises que ante la gente mostraban un aspecto frío e intimidante, sin embargo para mi, esa era la mirada de un cachorro que pide protección, tan pequeño, tan tierno, mi hermano. Aquella persona por la que velaba, bueno dudo que lo hiciera, si tan sólo yo... El sonido del teléfono me hizo volver a la realidad, era mi madre; no quería contestarle, no quería oírla y enfrentarla ahora después de lo ocurrido.
El reloj marcaba que eran las 7 de la noche el cansancio me vencía, no había podido dormir en las últimas noches y ya llevaba más de 6 horas desde que me fui de mi casa y en todo ese tiempo no había probando ni un bocado. Vi una banca a lo lejos del parque, camine hacia ella, respire profundamente y me senté; el cansancio era demasiado, cabeceaba hasta que sentí como una persona se sentaba junto a mi y acomodaba mi cabeza en su hombro, asustada salte y dirigí mi mirada hacia el, su mirada era profunda, conocía bien esa mirada, me Levante asustada, tal vez el cansancio me estaba jugando una mala pasada, cuando su voz retumbo en mis oídos.
-Quédate- fue ahí cuando nuestros ojos se conectaron, y otra vez, esos ojos que suplicaban ayuda, mi ayuda, [ "Sólo me quedaré contigo si guardas el secreto" las palabras eran exactas... Los gritos de mi madre pidiendo ayuda... El sonido de la ambulancia... La voz del doctor diciendo "lo siento" ]
-Lo siento- mis brazos rodearon su cuello [- Lo siento- repetí a mi cachorro - Lo siento- susurre, su mirada de decepción me quemaba el alma, sus brazos me rodearon sus ojos gelidos mirando hacia la nada y un "todo estará bien" como despedida]
- Esta bien... Estamos bien ahora- miré al pelinegro frente a mi, mostré una sonrisa - Me voy - di media vuelta y sentí algo frío en mi mano.
Fría era aquella mano que me detenía, giré - ayuda- pronunciaron sus labios, algo dentro de mi me decía que todo esto era una oportunidad, para recuperarlo para protegerlo; no sabía si aquel joven me mentía, si había algo detrás de aquel rostro inexpresivo, pero no podía dejarlo ir y menos ahora que el pedía mi ayuda; la culpabilidad en mi pecho y sus ojos idénticos a los de mi hermano me decían a gritos que no lo dejará, que esta era mi oportunidad para protegerlo para cuidarlo para remediar todo.
- no te preocupes, cuidaré de ti Joseph- mi cuerpo se empezó a sentir pesado, el aire me faltaba y me caí.
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JACKSON POV
Hoy decidí que era tiempo de cambiar mi rutina diaria así que creo conveniente empezar por mi camino de regreso a casa. Últimamente las cosas no me complacian como antes. El camino que había decidido tomar era largo y cruzaba por un parque estaba cansado de caminar jamás en mi vida había caminado tanto como esta vez. Cuando alze la vista lo vi sentado en la banca más retirada, se veía tan frágil, tan pequeño y distraído que no noto mi presencia junto a el; se veía que no había descansado bien <<¿cuanto tiempo llegará en las calles?>> me pregunté, acomode su cabeza en mi hombro, me miro, sus ojos color café un poco más fuerte que el color miel, me miraron fijamente y se levantó asustado.
- Quédate- fue lo que salió de mis labios, sus orbes cagas se posaron en las mías, parecía que había entrado en un trance, más no quitaba su mirada de la mia,
- Lo siento- susurro y me abrazo por el cuello, volví a perderla, mis manos rodearon su cuerpo y algo dentro de mi me dijo que tenía que quedarme con él. Era un sentimiento que nunca había experimentado, siempre era yo primero yo después y hasta el último yo. Pero ahora el parecía haberse llevado eso.
- todo estará bien - le sobaba la espalda al pronunciar esas palabras.
Reaccionó más rápido de lo que esperaba susurro algo que no alcance a oír me mostró una sonrisa - Me voy- dio media vuelta, mi cuerpo pareció reaccionar sólo y tomé su mano giro sobre sus talones.
No sabía como detenerla no sabía como conservarla - ayuda- pronuncie sin saber si aquellas palabras lo detenían un poco mas.
- no te procupes, cuidaré de ti Joseph- y se desvaneció en mis brazos; la lleva a mi pequeño hogar, a mi refugio, después de que salí del orfanato me dedique a juntar dinero para poder tener un lugar al cual llamarlo hogar, cuando tuve lo suficiente nadie quería venderme o rentarme un lugar para dormir pero una señora me tanto un pequeño lugar y eh vivido aquí desde entonces; lo acosté en mi cama viendo como se estremeció y parecía sufrir, lo debe descansar cuando vi que se levantó tallandose los ojos.
- ¡Joseph!- grito - Joseph- miraba para todos lados <<¿Joseph?>> me cuestionaba, el repetí a una y otra vez el nombre cuando recordé que así dijo antes de desmayarse, me acerque lentamente para no espantarlo, al visualizarme se levantó de la cama y corrió a abrazarme - Joseph, ¡ oh mi cachorro! Estas bien, no te fallare ahora, te cuidaré te lo prometo- dijo muy entusiasmado
- Disculpa pero no se quien sea Joseph- contesté, al oír mi respuesta me miro y comenzó a sollozar - Disculpa-
- Mi Joseph... ¿Donde esta?- me dijo desesperada.
- yo no lo se- dije confundido -te encontré sólo en el parque y estabas cansado así que hice que te apoyadas en mío hombro después te desmayaste y te traje a mi casa...- se limpio los ojos y busco su mochila al encontrarla la tomó
- me voy- dijo cortante
- ¿A donde iras?- le pregunté
- No lo se, sólo iré y caminata por ahí, yo no quiero ver a nadie, sólo quiero estar con mi cachorro, tenerlo y...- una lágrima todo por su mejilla - cuidarlo- continuo después de una larga pausa. Sal terminar salió corriendo de mi casa sollosando, así que fui a alcansarla diré de su mano y lo abracé, aunque era un completo desconocido causaba tanta ternura y alivio dentro de mi, su rostro era tan delicado, mas tenía un aspecto cansado, como si hubiese vivido lleno de preocupaciones o cargará alguna pena, aún así ese aspecto llamaba completamente mi atención al igual que esa mirada triste, vacia que lo hacia ver tan indefenso ante mis ojos.
El contacto duro muy poco, pues intentaba zafarse de mi agarre y cuando lo consiguió me miro fijamente, esa mirada que parecía analizarme me daba escalofríos. - Si no tienes a donde ir, quédate por esta noche por esta noche mañana te dejará ir, ya es tarde y andar sólo caminado por aquí y por allá podría hacer que te pasará algo- buscaba escusas que ni yo mismo me creía sólo para tenerlo un momento más - Quédate sólo esta noche- le miré suplicante
- So-sólo será esta noche, ¿vale?- dijo temeroso, cuando entramos su mirada no dejó de observar a todos lados y me seguía hacia donde yo iba. Ya entrada más la noche acomode el pequeño sofá para dormir y lo deje durmiendo en mi cama, a penas su cuerpo se recosto en la cama el calló dormido al instante así que fui a arroparlo y me regrese al sofá.
Un ruido hizo que me cayera del sofá espantado, el se removia en la cama, estaba sudando y no dejaba de susurrar - Joseph, perdón- una y mil veces la repetía. No sabía que hacer, que decir, si debía tocarlo o no, era todo tan confuso, así que me senté en un costado de la cama y cante una canción de cuna. Cuando vi que se calmo me disponía a irme cuando me tomó del brazo
- Joseph, no te vayas quédate a dormir conmigo- dijo entre sueños - Tengo que cuidarte y su te vas no podrá hacerlo, ya fallé una vez y no quiero perderte ahora-
Me quede sentado esperando que en algún momento de la noche desisciera el agarre sin embargo eso no paso, estaba cansado y apenas había podido dormir un poco. Me levante por lo mucho una hora después de que me durmiera y para cuando el despertó ya tenía el desayuno y la invité. El se negó, soy tan egoísta que no quería que me dejará, vacia todo para que convencerlo de no dejarme, no quería que sufriera, cuando lo convencí no sabía como abordar el tema que me comía desde la tarde-noche anterior.
- ¿quien es Joseph?- al oír esas palabras sus ojos se abrieron tanto que pensé que se saldrían de sus párpados - mira si no me quieres decir esta bien, pero dime quien eres, yo me llamó Jackson Wang, vale así que no te preocupes no te haré nada-
- soy Mark Tuan, Joseph el es mi hermano menor- parecía dudar antes de hablar como si calculada lo que me diría después - no tienes que que hacer esto, ¿sabes?- me miro fijamente
- tal vez no, pero... - no sabía que decir hasta que recordé- tu- tu dijiste que me cuidarias así que no te puedes arrepentir- intente sonreír pero el no mostró alguna mueca que pareciera sonrisa.
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