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Where Is Shadow Link? por xxPurpleMagexx

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Notas del fanfic:

—Título: Where is Shadow Link?
DisclaimerSi Zelda fuese mío no haría Yaoi :3
—Advertencia: Shonen—ai; AU; Y puede que algunas groserías :c
—Parejas: Soy tan malota que no lo voy a decir :v

Por las dudas, me presento: soy "Ninchi Sushari -Vaati Minish" en una nueva cuenta xD. No soy nueva para ésta categoría, así que algunos ya sabrán lo que puedo llegar a escribir y para los que no, bueno, he escrito algunos fanfics para Four Swords y seguiré... sea yaoi o no xD

Éste fanfic va a ser dedicado para alguien uvu, tenía otro en mente pero no me estaba gustando como estaba quedando, entonces le dije que me dijera cinco palabras y haría un fanfic con ellas y bueno, más bien me dijo la trama :'v pero creo que no se asemeja ni ahí la trama xD Igual, espero que le guste.
Disfrutenlo~

Notas del capitulo:

Por ahora sin nada qué decir.

~o~ Where Is Shadow Link? ~o~

Capítulo 01

Ya ha pasado tres días desde que Shadow Link salió del Palacio Del Viento y aún no ha vuelto; y eso llegaba a preocuparle a Vaati, quien había salido en su búsqueda. Antes de recorrerse por todo Hyrule, prefirió ir a casa de Link. Lo primero que supuso es que podría estar ahí. Se tele transportó hacia la puerta de dicha casa, estaba a punto de golpear la puerta cuando escuchó a Azul hablar muy cerca, por lo que se abstuvo de hacerlo.

—¡Pero Papá! — al parecer, estaba haciendo un tipo de berrinche aquél Link orgulloso.

—¡Sin Peros! ¡Verde y tú van a ayudarme a traer los muebles ya que no hacen nada! — su padre le estaba regañando. El brujo, por chismoso, acercó su oreja a la puerta — ¡Siempre son Rojo y Vio los que cooperan en la casa! — añadió. Azul comenzó a rezongar; Vaati no eludió dejar salir una risilla mientras se alejaba de la puerta justo al mismo tiempo que ésta se abría.

—Hola Azul.

—¡Vení para acá! — fue lo que le dijo el gruñón mientras salía de casa seguido de Verde. El brujo se encogió de hombros y lo siguió mientras entablaba conversación con el líder.

Unos minutos después, Rojo y Vio salieron de casa. Rojo sostenía un pequeño lobito color gris oscuro en sus brazos mientras que Vio traía un pequeño recipiente y una botella de leche — No quiero que se vaya — hizo puchero Rojo en lo que abrazaba con fuerza al pequeño lobo para luego empezar a acariciarle la cabeza — ¡Es muy lindo! — Vio estaba vertiendo leche sobre el recipiente sin decir palabra alguna. — Hasta parece que, incluso, papá se encariñó de éste lobito — se acercó a Vio y dejó a dicho animalito en el suelo — ¡Me da pena dejarlo! ¡Es apenas un bebé! — el calmado suspiró divertido y le dio unas palmaditas en la espalda ajena. Luego se hincó al lado del cachorrito para acercarle el recipiente.

—Aquí tienes leche — le dedicó aquella típica sonrisa mientras desplazaba su mano por aquellos pelajes. Aquél lobito observaba al violeta perplejo, como si su mente estuviera en otra, luego desvió la mirada y así permaneció, en las nubes. Vio y Rojo chocaron sus zafiros entre sí por unos segundos y volvieron las miradas hacia el cachorrito. — ¡Hey! ¿Qué te pasa? Estás muy pensativo — le habló de manera sutil a la vez que le daba unos toques en la cabecita al animal, al menos, para que reaccione.

—¿Será que no se quiere ir? — a Rojo le comenzaron a brillar los ojitos.

—¡Quién sabe! — volvió a ponerse de pie sin despegarle la vista — a lo mejor se siente perdido — se rascó la cabeza.


Link se encargaba de inspeccionar el camino antes de que Azul y Vaati lo siguieran sosteniendo una gran caja en ambas manos; cada siete minutos dejaban la caja en el suelo y cambiaban de lugar o tomaban un descanso, era demasiada fuerza la que tenían que brindar cada uno. Después de media hora, estuvieron a punto de salir de La Ciudadela cuando Link oyó a Anju pidiendo ayuda, los cuccos se le habían escapado. Link corrió hacia uno, ya que se encontraba cerca, a agarrarlo y llevarlo hacia Anju, quien le indicó dónde debía dejarlo. Azul dejó la caja en el suelo con cuidado para ir por otro cucco, el cual se encontraba cruzando el puente, lo agarró y lo llevó hacia el corral. Vaati tomó asiento sobre la caja, no pensaba moverse por más que un cucco estuviera a su lado. Y para su desgracia, había uno a su lado, dorado. Azul volvía del corral trotando, en eso vio al cucco dorado al lado de Vaati. Frunció el entrecejo en señal de molestia, tal vez si Vaati cooperara un poco no perderían tanto tiempo. Aparte de eso, era un cucco dorado y esos eran como el boss en un videojuego, era dificil llevarlo al corral.

—¡Vaati! ¡No seas vago y agarra ese cucco! — ordenó el gruñón. Vaati exhaló un suspiro y agarró al dicho cucco dorado sin problema alguno y se paró, dispuesto a llevarlo al corral, pero no estaba ni siquiera a mitad del camino cuando el cucco dorado se le escapó de las manos a Vaati, dejándolo absorto — Vaati, estos cuccos son difíciles de atrapar— le advirtió Azul antes de echarse a correr para atraparlo— ¡Ayúdame! — el cucco corría hacia el aljibe moviendo sus alas a lo loco, como Azul se encontraba cerca se lanzó al suelo para agarrarlo mejor... o al menos, eso se pudo haber aparentado ya que, en realidad, se había tropezado. Vaati aprovechó el momento al ver que el cucco se había chocado contra el aljibe. Así que aumentó la velocidad pasando por al lado de Azul — ¡AAAAAHHH! — gritó éste, pues, el brujo le había pisado los dedos y éste parecía no haberse percatado de ello. El brujo extendió su brazo, ya lo tenía en sus manos si así podría decirse, pero se dio cuenta de que no era el único cuando su cabeza chocó con la de Verde. Vaati perdió el equilibrio como si se hubiera embriagado y cayó de rodillas sobre unas piedras. En cambio, Link parecía tener la cabeza hecha de piedra, de ser así había razón para que Vaati quedara noqueado, se sobó la cabeza quejándose; luego agarró el cucco y, sujetándolo bien, lo llevó al corral corriendo antes de que se le escapara.

—¡Muchísimas gracias, Link! — Anju juntó sus palmas mientras sus labios trazaban una sonrisa. El rubio le devolvió la sonrisa mientras se sacaba algunas plumas de su túnica.

—¡Aaah! — se quejó Vaati sobándose la cabeza una y otra vez mientras se dirigía a donde la caja, vio que Azul se estaba acercando, se estaba frotando los dedos — tu hermano tiene una cabeza de piedra.

—¡Tú me pisaste los dedos! — miró fulminante al brujo, quien no pudo evitar reírse; no recordaba el hecho de haberle pisado pero con sólo imaginarlo le causaba gracia.

—¿Seguimos? — sonrió Link mientras se acercaba a ambos gruñones, actuando como si ningún golpe había sufrido. Azul y Vaati suspiraron, volvieron a sus posiciones y levantaron la caja.

Una vez llegado a casa, dejaron la caja en la entrada. Verde entró a su casa a avisarle a su padre mientras Azul y Vaati tomaban asiento sobre esta.

—Por cierto, ¿A qué viniste?— preguntó Azul observando al brujo sobarse las rodillas.

—A preguntar si Shadow estaba aquí.

—Pudiste haber enviado un mensaje.

—¡Te envié como cinco! — le amonestó el brujo frunciendo el cejo.

—Pero se me rompió el celu — rió el Link azulado.

—Andá a cagar— le enseñó el dedo del medio antes de entrar a la casa de su amigo, sin pedir permiso se dirigió hacia la habitación de Verde y Vio y entró. Sin golpear si quiera. —Oigan... — no obstante, no ver a Shadow Link calló, pensó que estaría con el violeta, al menos, pero ni siquiera. Vio se encontraba sentado en su cama con un libro en las manos, a sus pies, Rojo se encontraba sentado acariciando al pequeño lobo.

—¿Qué pasa? — inquirió Vio sin despegar su vista del libro. El brujo entró y cerró la puerta tras de sí para tomar asiento en la cama de Link.

—Nada... Quería saber si Shadow Link está aquí —respondió serio.

—No está aquí — Vio le dirigió la mirada, su expresión serena seguía dibujada en su semblante. —Es más, le he estado mandando mensajes y ni siquiera me ha respondido.

—Es que le pasó algo en la batería... no recuerdo— mintió el brujo. Al menos por ahora, no quería comentar que había desaparecido del palacio desde hace tres días — si lo ven, ¿Me avisan? — los rubios asintieron— ¿Y ese lobo ? — señaló al lobo con la mirada, el cual yacía dormido en la cama de Vio.

—Lo encontramos ayer en la Ciudadela— contó Rojo— estaba bajo el puente.

—Ya veo... — murmuró, luego un silencio incómodo se hizo presente — en fin, nos vemos.— el brujo se mantuvo en mente que si para la noche no aparecía, le avisaría a los Links la desaparición de su sirviente.

—Adiós— dijeron al unísono Rojo y Vio. El brujo salió de la habitación encontrándose con Link.

—Hola~ — le sonrió Link, el brujo notó que las mejillas del rubio estaban sonrojadas — ¿Te gustaría venir esta noche a jugar al videojuego? Shadow Link está invitado también — su sonrisa se tornó coqueta, acto que dejó perplejo al brujo, creía que le gustaba Zelda. Sin embargo, le siguió el juego.

—Claro~ ¿A qué hora?— le devolvió la sonrisa coqueta al rubio provocando que éste se pusiera nervioso y su sonrojo se extendiera.

—¿A las nueve está bien? —

—Vale, a esa hora ya me verás aquí— le dijo antes de bajar por las escaleras. Link tenía una sonrisa de oreja a oreja, estaba feliz. De inmediato, agarró las rupias y les dio a Rojo y a Vio elegir entre pizza o empanadas.


Ya eran las 20: 50 de la noche y Shadow Link no había llegado. Vaati observó el reloj preocupado una vez más antes de tele transportarse hacia la casa de los Links, tenía la esperanza de que lo encontraría ahí.

Y otra vez, se equivocó.

—¿Shadow Link no viene? — fingió un puchero el Link violeta. El brujo trató de inventar una excusa, esperaría un poco más antes de decírselos.

—No, está muy cansado.— Link abrió la nevera, sacó los ingredientes para hacer empanadas de carne. Los púrpuras le dirigieron la mirada.

—¿Te ayudo? — se ofreció Vio sin moverse del lugar.

—No es necesario, yo puedo.

—Vale— Vio se encogió de hombros antes de salir de la cocina para dirigirse hacia el living. Tomó asiento en el sofá, agarró su celular y comenzó a mandar mensajes a Shadow Link. Dejó su celular reposar en el sofá mientras observaba a Rojo jugar con el lobo — debemos pensar en un nombre — habló un poco bajoneado.

—Es cierto— Rojo acarició la cabecita de éste — Ahora no se me ocurre nada...— añadió. El cachorro daba vueltas y vueltas como si estuviera poseído, estaba juguetón — ¿Qué rayos le pasa?— rió divertido. Vio no hizo más que esbozar una sonrisa.

—Debe estar juguetón — volvió a agarrar su celular. Shadow Link no respondió su mensaje; volvió a enviarle algunos más, necesitaba hablar con él. Pasaron tres días sin haber tenido contacto con la sombra y ya lo extrañaba. Suspiró resignado, se levantó de su asiento y se encaminó hacia su habitación.

Vaati se cruzó de brazos y se apoyó en la mesada; contemplaba a Link preparar la carne y los condimentos. Pensaba que le tomaría tiempo hacerlas todas ya que su "familia" era un tanto numerosa, contando además de que a todos les gusta la empanada. Por otro lado, a Link no le importaba el tiempo que perdería haciéndolas; era temprano aún así. Además de que apostaba que se le pasaría rápido mientras el brujo le hiciera compañía.

Azul salió del baño con la toalla en su cabeza; era más que obvio que acababa de salir de la ducha. Tomó su Nintendo 3DS y se lanzó al sofá. Disparó una mirada a Rojo y rodó los ojos — ¿No tienes otra cosa qué hacer, Rojo? — pensó, mas prefirió permanecer callado; no ha de ser que luego lo torture con mimos a él. Al menos podía estar tranquilo.

El lobito, en un ataque de locura, corrió por toda la casa hasta llegar a la cocina. Observó a los chicosy estos le miraron perplejo. El animalito escudriñó a Vaati por unos largos segundos antes de acercarse y apoyarle sus patitas delanteras a las rodillas del brujo. Vaati no hizo más que esbozar una sonrisa.

—¿Qué onda con éste? — preguntó observando la cola del cachorro moverse de un lado a otro.

—Has de caerle bien — se encogió de hombros Link en lo que comenzaba a preparar los discos y algunos utensilios.

—Ya parece.

—Ya Rojo, vas a volver loco al pobre animal — comentó Azul concentrado en su juego. El Link adorable se frotó las manos entre risas, se puso de pie y se dirigió al baño. Al parecer, ya se había cansado de jugar.

Por otro lado, el violeta trataba de concentrarse en su lectura. De vez en cuando desviaba la mirada hacia su celular con la esperanza de que el tono, que le había asignado a Shadow Link, sonara. Cerró su libro y lo dejó reposar sobre la cama. Se pasó un gran rato mirando el techo de su habitación, pensando. Hoy más que nunca necesitaba de su compañía.

—¿Seguro de que no necesitas ayuda? — Vaati observaba a Link preparar los discos en lo que dejaba que la carne se enfriara un poco, claro que ignorando al pequeño cachorro que le saltaba en las piernas y, con una sonrisa forzosa, intentaba alejar.

—Seguro — sonrió triunfante éste niño rubio — ¿Vas a participar en el torneo en el Festival Minish? — el brujo se encogió de hombros y levantó la mirada, Link comenzó a hablarle de lo primero que se le ocurría para no aburrirlo ya que Vaati era como Vio, poco conversacional... o eso sentía Verde. Sin embargo, logró su cometido. Esperó unos diez minutos para poner la carne sobre los discos y cerrarlos. Llevó un gran rato preparando las empanadas mientras escuchaba al brujo y reía. Dejó todo preparado cuando decidió prender el horno. —¡El horno no prende! — exclamó en voz alta sin darse cuenta.

—¡Ah... Verde, ayer se rompió el horno! — avisó Azul desde el living sin despegar su vista de su nintendo.

—Putamadre, Azul ¿Por qué no me avisaste antes de hacer las empanadas? ¿¡Lo haces a propósito!? — bufó Verde molesto.

—¿Y yo qué sabía que iban a hacer empanadas? — se aguantó las ganas de reír — puedes hacerlo frito.

—No... frito no... — puso sus manos en su cintura y suspiró. No sabía si irritarse o reírse al escuchar la risa de Vaati.

—¿Quieres que las haga en mi palacio? — Vaati agarró las bandejas ya dispuesto a tele transportarse.

—No las vayas a comer —.

—No te prometo nada — rió travieso y se tele transportó. Link comenzó a acomodar la cocina mientras refunfuñaba.

—Ah, Verde ¿Cómo vas a hacer las empanadas si no anda el horno? — Vio entró a la cocina haciendo un gesto italiano con la mano acompañando a su había escuchado a Azul, simplemente lo recordó cuando pensaba.

—Ya fue Vaati a hacerlas — masculló Verde.

—No confío en Vaati, se las va a comer todas — rió el calmado. Cargó al lobito ya que estaba ahí llorando por la partida de Vaati; Vio creyó que quizás extrañaba a su mamá — ¿Qué le pasa al pequeño? — le habló de una manera juguetona y le dio un beso en la frente para luego acariciarlo — Hey, Verde... No sé tú, pero me preocupa que Shadow Link no responda los mensajes — comentó en lo que se acercaba al líder, éste no hizo más que esbozar una sonrisa y exhalar un suspiro.

—Vaati dijo que estaba dormido, déjalo dormir — rió leve el rubio mientras se lavaba las manos, el calmado torció los labios.

—No sé, Verde... desde hace tres días le estoy mandando mensajes y no responde; ya le pasó una vez que se le fundió la batería y solía hablarme desde su laptop —.

—Vale, está bien, si mañana no responde le preguntamos a Vaati qué onda.

—Sí — suspiró el violeta, dejó al cachorro en el suelo —vete a dormir tú — le dio un sutil empujonsito en dirección hacia el living, el lobito obedeció — vaya... ¡Qué obediente! — añadió con sarcasmo.

... ...

—Ya vine — apareció el brujo en la cocina dejando las bandejas en la mesada, no pintaba muy alegre. Link y Vio entraron a la cocina en cuanto lo oyeron.

—Comiste— entrecerró los ojos el violeta mientras se señalaba la barbilla.

—Quería probar si estaba rica — se excusa rápido el brujo mientras se limpia la barbilla. Luego, agarra el brazo de Vio y salió de la cocina junto a él — tengo que hablarte — farfulló. El calmado pensó que no era nada importante por lo que intentaba detenerle preguntando si podía ser más tarde — es sobre Shadow Link — añadió. Y Vio borró su sonrisa, de repente su estómago comenzó a doler debido a los nervios. ¿Qué habrá pasado con Shadow como para que Vaati quiera hablar con él? ¿Y si le pasó algo malo?.

—Mejor... vamos a mi habitación.

Notas finales:

Continuará.


Intenté hacerlo lo más largo que pude pero era mejor si lo dividía, no sé cuantos capítulos va a tener pero no creo que sea tan largo éste fic... ojalá lo disfruten.

Bye~


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