Melchisedec:
Él era un hombre realmente feliz. No tenía padre, no tenía madre y no tenía descendientes.
Era un soltero innato, nacido huérfano.
—Samuel Butler, The Notebooks
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La vida es una cadena de decisiones, pérdidas y arrepentimientos.
Tony lo sabe de primera mano porque toda su vida ha sido forjada a partir de pérdidas. Al principio, se preguntaba si esto era una especie de castigo por no ser un buen hijo, por no complacer a su padre en sus peticiones, por llevarle la contraria a su madre, quien solo quería lo que era mejor para él. Con el tiempo, entendió que esto no era ningún castigo y que su vida no era dirigida por nadie más que él mismo.
Que no había fuerzas sobrenaturales que rigieran su destino.
Después, cuando los conoció a todos ellos, creyó que por fin había encontrado un lugar en el cual realmente encajaba. Su error le costó más allá de todo lo que estuviera dispuesto a pagar alguna vez.
Pero entonces, lo conoció a él. Él era bueno y amable y a pesar de su horrible comienzo, formaron un lazo que creyó irrompible. Todos aquellos quienes vivían en su cabeza, dijeron que él era peligroso, porque nadie puede ser así de perfecto. Todos aquellos quienes vivían en su cabeza, dijeron que un hombre que parece ser el epítome de lo que es bueno, es el que tiene más oscuridad por dentro. No quiso escucharlos y ahora está sufriendo por su propia imprudencia.
La vida es una cadena de decisiones, pérdidas y arrepentimientos, así es como funciona; así es como empieza a cambiar.
Es así, que con una sonrisa a su reflejo, es como comienza a derrumbarse la vida de Tony Stark.
Y con él, cae el mundo que le rodea.
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Creo que todavía te amo, pero no puedo estar con alguien que tiende a pensar siempre lo peor de mí.
Wanda sonríe con sinceridad a Clint, ambos están en medio de lo que puedes considerar una lucha amistosa. Clint dijo que esto era puro entrenamiento preventivo para cuando las cosas se volvieran feas. Wanda bufó y replicó que él era un completo sobreprotector que ni siquiera sabía lo básico sobre el arte de mentir. Bucky se les unió y los contradijo con un contundente “¿Quieren saber quién sí que sabe mentir?” y entonces miró hacia la dirección de Steve.
En ese momento, Steve tuvo que reprimir una amarga sonrisa. Él sabía mucho sobre el arte de mentir. Natasha una vez le dijo que era terrible en ello, error, él sabía tal vez más de lo que ella alguna vez sabría. Porque ¿Quién fue el que aparento vivir en armonía con este siglo y con sus nuevos compañeros? ¿Quién fue el que tuvo que aparentar no sentir una explosión nuclear en su pecho y un hoyo negro en su estómago cada que veía a Tony? Bueno, mira el despojo en el que se ha convertido y tendrás una respuesta segura. Aunque sabía que Bucky no se refería a este tiempo, sino a la vida que compartieron allá en Brooklyn. Antes de la guerra, antes del suero, antes de Hydra, cuando en todo en lo que ambos debían de preocuparse era sobrevivir a los duros inviernos y a no perder sus empleos.
Wanda rió a lo que Bucky dijo y Clint resopló al tiempo que se preparaba para continuar con su entrenamiento. Steve siguió observándolos por lo que pareció una eternidad hasta que Sam se sentó a su lado en silencio.
—Lamento que anoche nada saliera como lo planeaste.
Por supuesto que Sam se daría cuenta. Bucky también lo supo pero prefirió ignorarlo. El resto del equipo desconocía que Steve trató de hablar con Tony.
Creo que todavía te amo, pero no puedo estar con alguien que tiende a pensar siempre lo peor de mí.
Se lleva ambas manos al rostro y reprime un grito de frustración.
—Dijo que me amaba, dijo que todavía me amaba ¿cómo es eso posible? Yo… yo ni siquiera me perdonaría a mí mismo después de todo lo que hice—Confesó a Sam en lo que se convertiría en uno de esos raros episodios de verborrea.
Algunos metros frente a ellos, Bucky hace gala de las habilidades de combate cuerpo a cuerpo que obtuvo con Hydra mientras golpea a Clint. Wanda los mira con detenimiento y a su lado Scott no hace el intento de ocultar su expresión de asombro.
—Es que Steve, en la praxis está el detalle—Respondió Sam, buscando una manera amable para tratar de explicarle al súper soldado—Stark dijo que te amaba, nunca dijo que te había perdonado. Puedes amar a una persona al mismo tiempo en que puedes odiarla y eso no cambia el sentimiento primario. Tal vez, lo único que provoca, es que ambas emociones sean más intensas.
Clint ha terminado en el suelo, envuelto en la red de piernas y brazos de Bucky. Mueve las manos frenéticamente en una clara señal de “¡Me rindo!”, Wanda y Scott han comenzado a burlarse del arquero.
—Sigue siendo imposible, ¿Por qué habría de amar a alguien como yo?—Sam niega y guarda silencio durante unos segundos, abre la boca y la cierra cuando cree que las palabras que dirá serán muy contundentes.
Es solo que no hay manera de decir esto con más amabilidad.
—Aquí la pregunta es: ¿Tú lo amas? ¿Sientes algo por él?—Pregunta ante el denso silencio que se ha formado entre ambos. Se da cuenta, por la forma en que Steve se ha tensado, de que sí; Steve siente algo por Stark—Porque de otra manera no entendería como es que sus palabras te han afectado tanto.
¿Lo ama?
Su primer pensamiento es un rotundo “No”, pero si tiene que ser sincero con alguien, debe de ser consigo mismo. No sabe si lo ama, simplemente sabe que algo dentro de él se abrió paso y amenaza con hacerlo pedazos si no logra conseguir la absolución de Tony.
La noche anterior se sintió desesperado cuando le negó la oportunidad de explicarse, porque desde el mismo instante en que se enteró de que visitaría Wakanda, la anticipación inundó cada rincón de su mente. Y le dolió, le dolió tanto no poder decirle algo más allá de “Lo siento” y “Tenía que ayudarle”. Le dolió todavía más cuando Tony le respondió con esa fría racionalidad.
…No quiero hablar contigo porque en lo que a mí respecta, dejaste tu postura bastante clara de regreso en Siberia. Tú hiciste tu elección, yo hice la mía.
…yo habría tratado de entender
…creaste una idea de mí que te niegas a cambiar
…si tú no actuaras exactamente como tú crees que yo lo hago, todo este drama se habría evitado.
…yo acepto que estoy jodidamente loco pero, ¿Cuál es tu maldita excusa?
Ninguna. No tengo ninguna excusa para justificar el haberte ocultado sobre Bucky y tus padres. Fue muy fácil creerme Dios al interponerme entre la verdad y tú, Tony. Pero no podía entregar a Bucky. Él lo habría hecho por mí y yo tenía que hacerlo por él. Y no sé si te amo, pero me siento horrible por perderte, aunque ¿Cómo puedo perder algo que nunca ha sido mío?
— ¿Steve?
Salta ante la mención de su nombre y mira todavía aturdido a Sam. Tiene que decirle, tiene que decirle. Sam nunca supo lo que desencadenó la lucha en Siberia.
—Yo sabía… yo sabía y nunca le dije…—La respiración le falla y esto revive la largamente olvidada sensación que le producía el asma cuando estaba a punto de tener un ataque.
— ¿Qué? ¿Qué lo amas?
Niega, aun le cuesta respirar a pesar de que trata de disimularlo. No quiere llamar la atención de los otros, quienes son instruidos por Bucky sobre como pelear en una lucha cuerpo a cuerpo.
—Nunca le dije la verdad sobre la muerte de sus padres—Responde de un tirón y espera la reprimenda de Sam o la decepción en su mirada. A cambio, solo recibe una amable expresión curiosa.
—Pero ellos murieron en un accidente de coch…—Se ha percatado de la dirección que ha tomado su mirada y la realización inunda su expresión.
Porque Steve está viendo en dirección a Bucky, quien sonríe con cierto cansancio a una broma de Scott.
— ¿Estás diciendo que Barnes tuvo que ver en la muerte de los Stark?—Preguntó con voz extrañamente chirriante.
Steve asintió con pesadez.
Sí y no fue una muerte limpia, quería decir, a Howard lo golpeó hasta destruirlo y a María la asfixió hasta que sus gritos de ayuda dejaron de escucharse. Y Tony lo vio, vio toda la maldita grabación e intento matarlo y yo intercedí en favor de Bucky y entonces Tony me preguntó con voz rota si yo lo sabía y no pude mentirle, ya no pude mentirle.
Escuchó los latidos del corazón de Sam mientras este trataba de estabilizarse, cuando pareció lograrlo, se atrevió a mirarlo de nuevo.
El ceño fruncido de Sam era un golpe terrible a su moral.
—Y por tu expresión supongo que te enteraste desde DC y que guardaste el secreto por cerca de dos años…—Sam respira hondo y parpadea casi obsesivamente mientras trata de entender ¿Por qué?—Steve yo… yo creo que debes de repensar bien las cosas ¿Por qué lo hiciste?
—No lo sé—Respondió con la decepción en su voz. Se sentía decepcionado de sí mismo, se sentía asqueado. Le recordaba un poco a aquella vez cuando creyó que Bucky había muerto y el odio lo invadió de una manera que no creyó posible.
Sam miró a Bucky y después a él, negó y se puso de pie y de la misma y silenciosa manera en que llegó, se fue.
Y Steve se quedó solo con su frustración y su confusión.
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— ¿Y lo amas?
Steve se sobresaltó cuando escucho la voz de Bucky tras él. En un primer momento no comprendió a que se refería pero cuando lo hizo, desvió la mirada.
—No lo sé Buck
Bucky asintió y se balanceo nerviosamente sobre sus pies.
—Es solo que, si hay alguien capaz de amar a dos personas al mismo tiempo, ese eres tú Steve—Dijo con tristeza, levantó la mirada y lo atravesó con esos iris azules— ¿Recuerdas lo mucho que amabas a Peggy? Yo lo hago, porque también decías que me amabas a mí y…—Vaciló en sus palabras, ya no se veía seguro de lo que iba a decir—…y creo que esto es lo mismo.
Steve negó y trato de acercarse a Bucky, él retrocedió.
—No, no lo hagas Steve. No intentes negarlo porque yo te conozco, hemos estado juntos desde los seis años y a pesar de nuestro tiempo como témpanos de hielo, te conozco y sé que sigues siendo el mismo punk mentiroso que nunca huía de una pelea, pero no podía hacer frente a sus sentimientos. Yo te amo y eso no va a cambiar nunca, incluso si pasan otros setenta años más, pero…—Talló sus manos con nerviosismo en la tela de su pantalón—…pero no estoy seguro de si quiero compartirte de nuevo.
Steve lo observó con rostro contrito. ¿Qué quería decir?
—Bucky, no, yo… ni siquiera estoy seguro de lo que siento por él y… Tony me odia—Recordó consternado.
Bucky sonríe con tristeza porque él ya conoce esto. Lo vivió de regreso en los 40’s con Peggy Carter y dolió como el infierno darse cuenta de que Steve ya no era solo suyo. Es solo que siempre creyó que nada cambiaría. Que él podría regresar a Brooklyn después de la guerra y continuar con la vida como la había dejado. Él tenía la motivación de sobrevivir solo por y para Steve. ¿Cómo podría dejar al pequeño punk en este mundo de mierda que se lo comería vivo si no había alguien cuidándole la espalda? Pero luego el Capitán América sucedió y con mucho dolor se percató de que él ya no era necesario en la vida de Steve. Que Steve podía cuidarse por sí mismo y que tendría una buena vida. Eso le llevo a una espiral de dolor y depresión porque también, nunca logró entender en ese momento que diablos le había hecho Zola allá en Azanno. No hasta que toda esa mierda del Soldado del Invierno le fue revelada. Y lo que resto de su participación en la guerra, lo vivió completamente asustado. Asustado de que todos ellos se darían cuenta de lo mucho que había cambiado, pero más que nada, asustado porque Steve se diera cuenta.
Nunca tuvo mucho sentido, de cualquier manera.
Y ahora, en el presente, sabe que su sobrevivencia fue una anomalía en el curso de la historia. Un error estadístico. Él debió de morir en Azanno y si no lo hizo ahí, entonces debió de morir en los Alpes. El estar dos veces en peligro mortal era una clara señal de algo ¿no es así?
Así que mientras Steve lo envuelve entre sus brazos y le susurra palabras al oído que no comprende, Bucky recuerda la leyenda de Ícaro y sabe que no es mejor.
No es en absoluto mejor.
—No te atrevas a dejarme—Implora mientras trata de fundirse con Steve.
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—Habla Tony—Respondió de manera automática al teléfono, el cual se encontraba en altavoz, ni siquiera se detuvo en lo que sea que estuviera haciéndole al coche. Sus manos estaban llenas de grasa, su cabello era un desastre y su ropa no estaba mejor.
Entonces la voz de Ross resonó entre las paredes de su taller.
“Widow escapo”.
Dejo caer la llave que usaba al tiempo que rodaba los ojos y resoplaba. Todos en el gobierno eran unos completos idiotas.
—Realmente no quiero ni saber cómo lo hizo, porque lo más seguro es que fue tan absurdamente fácil escapar para ella que, enserio, no me sorprende en absoluto.
Ross dijo algo más que a estas alturas, prefirió ignorar y entonces terminó la llamada. No iba a perder su tiempo con el inepto del Secretario de Estado.
No estoy sorprendido, de hecho, me siento bastante decepcionado de que a Natalia le haya tomado cerca de ocho meses escapar de prisión.
Bueno, al menos ya sabes cuánto tiempo le tomo escapar de una prisión diseñada por ti.
Vete al diablo Tony, espero que sepas lo mucho que te odio. En todo caso, si de verdad nos hubieran dejado diseñar por completo esa prisión, sabes tan bien como yo que ella no habría tenido nunca la oportunidad.
Sí claro, sigue diciéndote eso. Si no lo piensas no existe ¿verdad?
Suspiró y camino de regreso a la sala común de la Torre. Al verla tan sola y carente de vida pensó que debía de comprarse un apartamento más pequeño.
O lo más pequeño que se pudiera cuando tienes millones de dólares y un ego del tamaño de Júpiter.
¿Acabas de insultar a mi ego, maldito bastardo desagradecido? ¡Por mí estas en donde estas! Porque tú Tony, eras un llorón de mierda “Papi no me quiere” “Papi me odia porque no soy como el Capitán América” “Ojala papi me pusiera más atención”. Eras insoportable y odioso y un completo y total cobarde. Solo lograste hacer algo medianamente decente cuando dejaste de negarme y me aceptaste. Y todavía, de vez en vez, odias lo que eres y lo que soy. Odias lo que somos.
No voy a responder a tus insultos, Anthony. Si crees que me hieres con esas palabras, estas totalmente equivocado. Y sí, tal vez estaba obsesionado con Howard pero eso fue hasta antes de convertirse en el imbécil que me lastimaba y no, no fuiste tú quien me volvió más genial. Fue nuestro intelecto combinado. Aunque admito que te odio, es mejor tenerte que estar completamente solo. Sabes que detesto la soledad.
Y estas haciendo un trabajo excelente en evitar estar solo.
Cállate. ¿Qué quieres que haga? Ellos decidieron seguir a Rogers y lo más seguro es que estaban en esta burda parodia de equipo solo por él.
¿Recuerdas lo que te dije cuando Fury vino a verte? ¿Lo recuerdas? Te dije: No Tony, no pienses siquiera en la posibilidad. No importa lo interesante que este proyecto parezca, no lo hagas. Te arrepentirás más adelante. Y me ignoraste. Dijiste que yo estaba equivocado y que esta era nuestra oportunidad para ser mejores y te burlaste de mí cuando creíste que enserio eran una familia. Yo sí recuerdo tus palabras de aquel día: “¿Lo ves? Por fin podemos ser estables, ellos nos aceptan y no les importa lo jodidos que estamos. ¿Quién tiene la razón ahora?”.
Muy bien, tú ganas. Tu tenías y tienes razón, yo no. Ellos nos jugaron sucio y fue mi culpa. Listo, ¿te sientes feliz? Ahora, ¿Qué quieres que haga? Esto no cambia nada. A menos que yo vaya y les apunte con una pistola y acabe con ellos…
Podrías hacerlo.
¿Qué?
Podrías hacerlo. Hacerles pagar por el dolor que te han causado. No tienes nada que perder. No tienes padres, no tienes pareja y mucho menos tienes descendencia. Y si mueres, podrías dejarle todo a ese mocoso araña o a Pepper o a ambos.
¿De qué estás hablando?
No actúes como si no me entendieras. La soledad es lo único que has conocido, lo único que has probado y es lo único que quieres ya. ¿Por qué ellos vinieron y te cambiaron los paradigmas solo a su conveniencia? Eso, en nuestro libro de vida, merece la muerte. Nunca fuiste feliz con ellos a tu alrededor, no importa lo mucho que me contradigas. Siempre había algún reproche a tu conducta, a excepción de Banner, ¿Y sabes porque es eso? Porque eres un genio. Eres brillante y los mediocres no soportan que las personas geniales pasen frente a ellos porque en cuanto lo hacen, la mezquindad de su propia mente queda al descubierto. Tú lo sabes. Lo viviste todo el tiempo mientras crecías. Esa fue otra de las razones por las que Howard te odiaba. Eras mejor que él y él lo sabía y su ego no pudo soportarlo. El mundo está lleno de mediocres, Howard no fue el primero y los ex Vengadores tampoco serán los últimos, es por eso que no debes de reprimirte por culpa del escarnio al que te sometieron. Debes de estar por encima de ellos, de todos ellos, no dejes que te bajen a su nivel y a sus obsoletos códigos morales solo para ser aceptado. Pelea por tu derecho a hacer lo que te venga en gana, incluso si eso significa que debes de acabar con el mundo o con todos los mundos y de paso, con todos ellos. Porque no los necesitas.
Estás completamente loco, Anthony.
Estamos completamente locos, querido Tony. ¿Tengo que recordarte que yo soy tú? Así que, ¿Qué dices? ¿Nos embarcaremos en una última misión suicida?
Sus acciones responden antes que su mente. Él ya está sacando su Starkphone del bolsillo de la chaqueta y ya ha marcado el número de su abogado.
Tiene que ordenar muchas cosas.
Sabía que entenderías.
No te aseguro que no me voy a arrepentir.
Oh, créeme, no lo harás.
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Han pasado veinticuatro meses desde Siberia y se ha entregado por completo a este nuevo propósito. Mantiene un perfil bajo, lo más bajo que puede siendo quien es. Sonríe cuando tiene que sonreír. Asiste a las galas cuando tiene que asistir. Se reúne con T’Challa cuando tiene que hacerlo. Habla con Rhodey, Pepper, Visión o Peter cuando sabe que tiene que hacerlo si no quiere que alguno de ellos crea que está muerto.
Pero ha hecho algo más con su vida que simplemente disfrutar el dinero, el estatus o el poder que posee.
Y ahora mismo está por probarlo.
Por primera vez en veinticuatro meses, está usando de nuevo la armadura. Esto va en contra de lo que firmó, aunque realmente ya no importa. Sobrevuela Yemen, que es en donde los tan afamados Vengadores Secretos están luchando contra una facción terrorista no tan distinta de los 10 Anillos.
Pobres ingenuos, creyendo que aún pueden mejorar el mundo.
Veamos si pueden intentarlo de nuevo después de esto.
Entonces los ataca.