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The Way por Yatziriid

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Notas del capitulo:

Resumen del capítulo: Rhodey is so done whit this shit. Bucky Barnes is so done whis this shit. Actually, everybody is so done whit this shit. 


Resumen de la autora: No me arrepiento de nada :^]

Referencias: Durante el Acto 3 se hace mención de un hecho que sucedió en el Capítulo 3 "Hope" de mi otro fic "The Family Jewels". No es necesario que lo lean, pero me pareció correcto mencionarlo. 

Acto 1.

Soy la bestia, soy un hombre de palabras,
soy la humedad de la noche; la caída vertiginosa del mundo.
Soy quien ve a muchos hombres muertos,
recibiendo órdenes con una sonrisa de imbéciles, serviles y encantados de serlo.
Soy la orilla de un vaso que corta.
Soy sangre.

—H. C. Bukowski

____________________________________

 

Durante más de un año tú eras lo único que recordaba. No había espacio en mi mente para ninguna otra cosa que no fuera tu pequeño cuerpo y tus enormes ojos azules. El nombre de mi padre, el nombre de mi madre, incluso el nombre de mis hermanos tomo más tiempo para recordarlos, pero no tú. Recordé todo lo que tenía que ver contigo: Desde la primera vez que te vi en el patio de juegos siendo abusado por esos otros niños más grandes que tú, hasta aquella vez en el tren. Recuerdo tu desesperación, recuerdo el miedo que cruzó por tus ojos, recuerdo que pensé “Me alegra ser yo y no él”.

Recuerdo cada maldita cosa que tiene que ver contigo y por ende, recuerdo toda mi vida, recuerdo toda nuestra vida juntos. Y con todo ello vinieron los sentimientos. Yo podría haber perdido todo lo que me convertía en una persona, pero nunca lo que sentía por ti. Y por un tiempo lo único que supe era que te amaba. No recordaba nada, no recordaba quien era Bucky Barnes excepto una cosa: Que amaba a Steve Rogers con cada latido de su corazón. Tú eras el aire. Recordarte era como respirar de nuevo de manera correcta, después de toda una vida de asfixia.

Ese fue el peor error que Hydra cometió. Creer que podrían borrarte de mí. Pero estas tan arraigado en mí, eres ya una parte inherente de mi persona que para poder lograrlo, para poder borrarte por completo, habrían tenido que cortarme, que destruirme en pedazos tan pequeños que nunca nada de mí encajara correctamente de nuevo. Lo intentaron, pero no fue suficiente.

Creyeron que podían usarme para matarte. Idiotas de mierda. Soportaría su tortura de nuevo, soportaría una guerra más, soportaría tomar cientos o miles de vidas más antes que tomar la tuya. Soportaría todo el calvario de Hydra antes que terminar con tu vida. Creyeron que podían enviarme a acabar contigo y se condenaron a sí mismos.

Y les odio por ello, pero al verte dormido en la cama junto a mí, con la boca abierta, babeando la almohada; con tu rostro en una expresión relajada, todo confiado y joven y hermoso… Sé que valió la pena. Estás conmigo en formas que nunca soñé posibles. Y eso es todo para mí. Porque estás conmigo, solo conmigo.

Estoy feliz de haber vivido. Todo lo que Hydra hizo, todo lo que se llevaron de mí, ya no importa. Porque al final todo lo recuperé. No se lo llevaron por completo.

Solo hay una cosa que me mortifica: El que tú quieras irte. Y yo imploro desde este mismo instante que por favor, por favor, no te vayas nunca. No te vayas de nuevo. No podría soportar el verte partir otra vez.

Si te vas, yo no sobreviviría.

(Extracto de uno de los diarios de James Buchanan Barnes) 

_________________________________

Yemen, 24 meses después de Siberia.

Bucky Barnes está corriendo por su vida.

Eso se ha convertido en un hecho dolorosamente común en los últimos dos años, pero pocos días han sido tan malos como este. Lo que debió de haber sido una sencilla misión de recuperación, se convirtió en un desastre total. No tiene idea de en donde se encuentra Steve o cualquiera de los otros. Y la preocupación se manifiesta en su pecho, estrujando cada parte de su caja torácica. Una bala se alojó en su pierna y eso le dificulta correr.

Terminaron en Yemen de nuevo, después de dos años de no estar por esos lares, es irónico que en donde todo inició para él y para Steve, todo acabe ahí.

Cuando fueron atacados, creyeron que había sido el gobierno quien había respondido con rapidez, pero cuando se percataron de lo que les atacó o mejor dicho, cuando se percataron de quién les atacó, todos corrieron. Porque en realidad el ataque no iba para ellos, fue para neutralizar a la célula terrorista contra la cual se enfrentaban, lo que hacía todo esto mucho peor porque eso significaba que Stark querría tiempo para divertirse con todos ellos.

Gira bruscamente hacia la izquierda entrando en el laberinto que representa el gran bazar. Los gritos se escuchan tras él, como una estela de maldad y muerte. Escucha la voz de Stark hablándole. No se pone a pensar en lo que dice, no hay tiempo para ello, él sigue corriendo. Trastrabilla y por un horrible momento parece que va a caer y entonces un dolor muy conocido le atraviesa por el abdomen y sabe que le han disparado. Sabe que le han disparado y que la bala atravesó su estómago. Su pierna sigue sangrando porque aparentemente golpearon su arteria y el terror lo invade.

Creía que Stark no atacaría o dispararía o lo que fuera que estuviera haciendo en una zona llena de civiles. Aun así continua corriendo, gira en otra esquina, sus zapatillas deportivas ya están manchadas de sangre y su pierna derecha esta empapada, su camiseta sigue el mismo camino y a pesar de que trata de poner distancia entre Stark y él, no puede. Se debate un momento en subir a los tejados y con la misma rapidez con que llegó ese pensamiento lo desecha. Estar en los tejados es peor porque se encontraría más expuesto de lo que ya está.

Stark vuelve a disparar y él no sabe qué hacer. Los gritos de los civiles llenan sus oídos y ¿Qué mierda le pasa a Stark? ¿No se supone que se preocupaba mucho por las vidas de los civiles?

Carajo, carajo, carajo, tiene que pensar en lo que debe de hacer, ¿Por qué no puede pensar correctamente? ¿Y en donde diablos estás Steve?   

Gira en otra esquina, atraviesa un puesto de alfombras y hace caso omiso de los gritos de furia del vendedor cuando deja visibles manchas de sangre en la tela. Si solo pudiera encontrar un lugar para esconderse, entonces, hablaría con…

Maldición.

Grita con fuerza y se siente conmocionado como el dolor de algo peor que una bala le atraviesa por el brazo derecho. Joder, preocuparse por los civiles ya no era algo que importara a Stark, aparentemente. Como puede, trata de ignorar el dolor y continúa corriendo. Las personas se mueven fuera de su camino como él les grita en una media docena de diferentes idiomas. Su camiseta esta ya empapada en sangre y comienza a sentirse mareado.

Enfócate. Enfócate.

No puede ver a Stark sobre él ni tras él, entonces aprovecha la oportunidad para explorar los puestos y locales y se mete en uno de tantos. Allí una mujer mayor estaba tras un mostrador que rebozaba de diversos alimentos y especias. Enormes bultos y costales hacían una gran pantalla en la cual podía esconderse por solo unos instantes.

“Por favor”, ruega mientras con su brazo de metal se abraza protectoramente el abdomen. Perdió su chaqueta en el combate inicial con los terroristas y es evidente que el metal de su brazo reluce como miles de soles, “Por favor, necesito ocultarme. Solo por un momento, se lo ruego”.

La mujer asiente lentamente y señala a sus espaldas. Él le agradece con rapidez y se deja caer en el fresco azulejo detrás del mostrador. El teléfono desechable de su bolsillo vibra y le lastima como el infierno y sacarlo de ahí es una tortura, cuando lo logra lo abre con dedos temblorosos. 

—Steve…

“¿En dónde mierda estás?” Steve suena agitado y en pánico. Bucky cierra los ojos y respira hondo. Los gritos y disparos se acercan cada vez más y hay un charco de sangre acumulándose debajo de él.

—Steve tienes que irte.

“¡No te voy a dejar!”

Bucky niega sabiendo que es inútil, parpadea con furia para evitar un estúpido y repentino ataque de lágrimas. Siempre supo que algún día su suerte terminaría, que el estar viviendo al margen de la sociedad para esconderse de sus enemigos llevaría inevitablemente a esto. Y él está dispuesto a tomar su castigo con tal de que Steve se mantenga a salvo. Probablemente Stark solo se limite a ponerle una bala en la cabeza, pero al menos eso sería rápido y Steve aun estará por ahí, salvando el mundo qué es a lo que está destinado.

Esto es un sacrificio fácil.

—Estoy atrapado—Responde con voz firme—No vengas a buscarme, él solo te atrapara también. Vete y reúnete con los demás.

“¡No lo haré Bucky!”

—Tienes que hacerlo—responde con los dientes apretados y los ojos cerrados. En ocasiones como esta, odiaba la terquedad de Steve— ¡Tienes que irte!

“Regresaré por ti. Lo prometo”, replica Steve después de unos segundos de silencio, “Te amo”.

Bucky reprime el llanto y un suspiro, puede escuchar a Stark. En cualquier momento vendrá y todo habrá acabado. No le pide a Steve que ya no se arriesgue, porque sabe que para bien o para mal, Steve siempre querrá regresar por él.

—Te amo mucho—Responde con voz temblorosa. Cierra el teléfono y lo mete en uno de los tantos bultos que hay a su alrededor. Entonces Stark aparece en su armadura, irrumpe detrás del mostrador y no hay armas letales a la vista. Él pone sus manos en el aire en señal de rendición. No cree que Stark vaya a ejecutarlo aquí, frente a tantos civiles, pero la careta con una expresión de imperturbable molestia e indiferencia le hacen pensar otra cosa así que se prepara mentalmente para lo que venga.

Stark no habla, simplemente levanta el brazo derecho y un pequeño cañón aparece, dispara una vez en su pecho. Dispara otra vez en su cuello.

Entonces todo se vuelve negro.

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Acto 2.   

Una persona que no puede vivir en sociedad o que no necesita vivir en sociedad porque es autosuficiente, es una bestia o un Dios.

—Aristóteles  

Caminando a pasos lentos pero decididos, Anthony se acercó a la mesa en que Rhodey lo esperaba. Tomó asiento frente a él y sin decir palabra llamó a la mesera quien presurosa y nerviosa le atendió.

—Hola, buenas tardes ¿por qué no te sientas?—El sarcasmo en la voz de Rhodey era reconfortante.

Anthony sonrió de lado e hizo caso omiso de los reproches de su amigo. Estar con Rhodey traía cosas buenas como por ejemplo, el hecho de no tener que pretender. Podía ser rudo, cínico, real, verdadero o casi verdadero con Rhodas y él no saldría corriendo. Había visto lo peor de él y había decidido quedarse. Lealtades de ese tipo las atesoraba para siempre.

—Rhodey, estoy por sobre la inútil etiqueta social, ahórrame el acto—La mesera se despidió con una sonrisa boba y Anthony dentro de sí resopló con frustración. Las personas eran sencillas de entender y muy idiotas también—Además, no sé porque te molesta mi falta de cortesía…

—Tu falta de cortesía no es lo que me molesta…—Rhodey interrumpió la nula disculpa de Anthony—…es el hecho de que te creas dios o alguna basura de esas y ahora soy yo quien tiene que justificar la presencia de tu armadura en Oriente Próximo, dime ¿te sientes feliz de meterme en estos problemas?—Ambos sabían que su pregunta era meramente retórica y que no necesitaban la respuesta.

Anthony se recargó en el respaldo de su asiento y se cruzó de brazos. Chasqueó la lengua y entrecerró los ojos.

—Muy bien, ya estoy aquí así que habla porque una de dos, lo que sea que haya decidido el Consejo es algo que te concierne o es algo que a mí me afecta. Si es la primera entonces no me importa en lo más mínimo, si se trata de lo último puede que te escuche, pero ambos sabemos que ese no es el caso—Se encogió de hombros despreocupado—Así que…

Dejó la frase volando en el aire, era un claro: No importa lo que digas, no me arrepiento.

Rhodey frunció el ceño e imitó su postura, se cruzó de brazos y se recargó en el respaldo de su asiento.

— ¿Por qué tienes que ser tan…

Rhodey fue interrumpido por la mesera quien se acercó con las bebidas y se tardó más de lo necesario en servirlas. Se inclinó demasiado en su dirección, queriendo mostrarle lo generoso que su escote era e internamente la maldijo. Él tenía cosas más importantes que hacer. No tenía tiempo para estas insignificancias. Así que la ignoró deliberadamente y puso su mejor expresión de fastidio. En cualquier otro momento habría disfrutado de este tipo de atenciones. Pero no hoy. Y tal vez nunca más.

—Cariño, por si no te has dado cuenta, estamos en medio de una conversación mucho más interesante e importante que tus senos. Se agradece la vista, pero me parece que no es el lugar correcto. ¿Podrías perderte e ir a mostrarle tus atributos a otra persona que quiera verlos? ¿Por favor?—El sarcasmo desbordaba de sus palabras y la chica lo miró ofendida. Afortunadamente ya había terminado de servirles así que preocuparse por ella dejó de ser importante como ella desapareció de su mesa.

— ¿Enserio? ¿Ahora te dedicas a hacer llorar a chicas jóvenes?—Rhodey preguntó resignado. No estaba en lo más mínimo sorprendido pero igual era un hecho a tener en cuenta.

Anthony sonrió de lado y asintió.

— ¿Por qué no? Mi agenda ya no esta tan ocupada todo el día, así que después de robarle sus dulces a los niños, me dedicó a molestar a cualquiera que intente ser amable conmigo. Ya sabes, he conocido animales más dignos que cualquier ser humano.

Rhodey negó. Él ya estaba cansado de toda esta mierda sin sentido en que se había convertido su vida. ¿Por qué en nombre de todo lo sagrado aceptó ser el enlace del ejército con Industrias Stark todos esos años atrás? Ahora su vida era más extraña de lo que lo fue alguna vez. Se incorporó de su asiento con cierta soltura (usar la prótesis era el infierno pero Tony la mejoraba cada cierto tiempo así que ya no era tan complicado), iba a disculparse con la chica cuando fue sujetado con fuerza inusitada por Anthony.

—Siéntate, ¿a dónde crees que vas?

—A disculparme con la chica, después regresaré contigo, tenemos muchas cosas de que hablar además de que yo tengo muchas cosas que hacer.

—Yo también tengo cosas que hacer, por eso deberías sentarte y terminar nuestra conversación, así los dos podemos irnos lo antes posible.

Rhodey levantó las manos en acto de rendición y volvió a sentarse.

—Bien, ya que estas tan proactivo, solo te diré que el Consejo no tomará represalias porque estas muy bien cubierto, maldito bastardo afortunado. Como nadie más allá de los integrantes del Consejo supieron que tú habías dejado de estar en servicio activo, creen que será negativo para la imagen de los Acuerdos arrestar al rostro que los patrocina. Por lo que, lo que sea que hayas ido a hacer en Yemen no tendrá consecuencias.

—Eso demuestra mi punto. Tienen miedo.

Rhodey suspiró, no debería de preguntar.

—Y según tú, ¿de qué se supone que tienen miedo? Son personas importantes, nosotros somos quienes deberíamos de temerles a ellos.

Anthony sonrió. Pobre Rhodey, alguien tiene que aleccionarle. Pero él no tiene tiempo hoy. Tal vez otro día.

—Me encantaría decirte los aspectos más miserables del ser humano y por qué se aplican a la perfección en todos aquellos quienes forman el Consejo, pero como te dije hace un momento, tengo cosas que hacer—Ahora él se puso de pie, saco unos cuantos billetes de su cartera y los deposito en la mesa. No se despidió ¿para qué hacerlo? No le importaba en lo más mínimo. Las normas sociales no eran más que un acto de hipocresía inútil y degradante.

—Tony…—La voz de Rhodey lo detiene— ¿Qué fuiste a hacer en Yemen?

Anthony sonríe y le guiña un ojo a Rhodey en complicidad.

—Mientras menos sepas, más seguro estarás.

___________________________

Acto 3.

El hombre es un ser carnicero y un ser moral:
Como todos los animales, vive matando,
pero para matar, necesita una doctrina que lo justifique.

—Octavio Paz, La llama doble.

Todo es blanco. Todo es tan jodidamente blanco. Le hace pensar que está muerto pero personas como él no van al cielo. Ni siquiera van al infierno. Se quedan por toda la eternidad en el limbo purgando sus pecados y él tiene tantos que nunca saldrá de ahí. Lo sabe y lo acepta, pero entonces si no está en el cielo ¿en dónde mierda esta?

Los recuerdos comienzan a inundarlo: Yemen, fueron emboscados, Stark, le dispararon, Steve. Steve escapó. Steve está seguro.

Su cuerpo se relaja un poco y deja que su espalda toque por completo el suelo mientras inhala profundamente conteniendo los sollozos. Steve está bien y eso es todo lo que importa. Bucky puede soportar esto si eso significa que Steve se encuentra fuera de peligro… Al menos hasta que vuelva a la carga con toda la caballería. Y eso probablemente suceda más pronto que tarde.

Siete décadas han pasado y sabe que Steve no es nada sino predecible, al menos cuando se trata de estúpidas y peligrosas misiones para rescatarlo de cualquier maldita prisión en la que sea que este. Dios, es tan irritante. Odia el hecho de que siempre parece ser la doncella en apuros. Que molesto.

Pensar en Steve hace que lleve su mano de carne hasta la cadena alrededor de su cuello por puro instinto. No la tiene. Un dolor enorme se asienta en su pecho ante la pérdida de la cadena y del anillo de plata que colgaba de ella. Steve lo compró en un mercado de África del Sur, en Ciudad del Cabo y es la única posesión que Bucky realmente, realmente aprecia. Se la dio después de una ronda verdaderamente épica de sexo y le pidió que la llevará para siempre a partir de ese día. Era una sencilla banda de plata con algunos símbolos africanos grabados en la superficie que representaba la verdadera culminación de su amor.

Pero el dolor en su pecho es dejado de lado cuando se percata de que su costado izquierdo se siente extraño, se siente como más ligero. Abre los ojos y los entrecierra en el acto ante el daño que le provoco la luz fluorescente a sus pupilas. Lo intenta de nuevo, esta vez con más cuidado y levanta solo la cabeza.

Su brazo izquierdo se ha ido. Ese hijo de puta de Stark también se lo llevó. De nuevo.

No le sorprende, le sorprendió cuando en Alemania no se lo quitaron, pero la ira de la impotencia recorre sus venas. Detesta el brazo, lo odia con todo su ser, pero es una parte de él y Stark simplemente lo tomó como si nada. Sabe que es absurdo, pero se siente como que lo han mutilado.

Ya da igual, se siente cansado como para protestar y sabe que no cambiaría nada el hacerlo. El dolor persistente de sus heridas lo distrae y trata de sentarse correctamente. Su estómago punza en protesta pero lo ignora porque sabe que se curará. Recibió heridas peores en su tiempo como máquina de matar así que el dolor no es nuevo. Se curará, siempre lo hace.

Como confirmando ese hecho, su brazo derecho ya no duele en absoluto, en donde Stark le disparó solo queda una mancha violácea que dentro de unas horas terminará por desaparecer, así que para entretenerse a sí mismo, observa a su alrededor. Reconociendo su entorno. El techo es blanco, las paredes también lo son, solo hay una pequeña puerta que luce bastante reforzada. No hay muebles. Lo único que le acompaña en ese cautiverio tan estéril es un brazalete que lo esposa al suelo. La cadena es bastante larga como para que pueda moverse solo unos pocos metros dentro de la habitación, pero es casi seguro que se retraerá de manera automática si intenta algo.

Cierra los ojos de nuevo, le duele la cabeza y la luz del lugar no hace nada por amainarlo, la herida de su abdomen aun punza y escoce un poco, su boca tiene un gusto a cartón debido a todos los sedantes con que fue bombardeado para traerlo a donde sea que lo tiene Stark. La pérdida de la cadena hace que se sienta aún peor y lleva su mano al lugar en donde debería de estar.

Entonces lo escucha. Esta fuera de su celda. La puerta se mantiene obstinadamente cerrada, solo la estridente voz de Stark hace que su cabeza quiera explotar.

—Bueno, hola ahí Bella Durmiente—La voz familiar de Stark le hace abrir los ojos y una de las paredes que se veía tan normal como las otras, pierde consistencia y Anthony Edward Stark aparece detrás de ella. Tiene las manos en los bolsillos y los hombros relajados. Su postura es casual y una media sonrisa divertida y a la vez cruel adorna su rostro. Sus ojos son extrañamente fríos y Bucky reprime un gemido y las ganas de hacerse un ovillo para protegerse a sí mismo.

Mierda.

— ¿Buscabas esto?—Pregunta divertido y le muestra la cadena con el anillo de plata balanceándose perezosamente—Ya sabes, por un momento pensé que eran tus placas de identificación pero me topé con esto, lo cual fue más vergonzoso. En fin, ¿esto qué significa? ¿Se casaron? No me sorprendería en absoluto porque ambos sabemos que Rogers es tan anticuado que era evidente que querría casarse. Todo un caso ese hombre.

Bucky respiró hondo y lo miro sin inmutarse ni dejar que el miedo que sentía se viera.

—No tenías pensado acabar con todos nosotros allá en Yemen ¿cierto? Esa nunca fue tu intención—Dijo finalmente.

Stark guardó en su bolsillo la cadena y suspiró mientras una mueca de satisfacción se formaba en sus facciones.

—Por supuesto que no, a tu patético grupo de revoltosos y traidores lo puedo eliminar sin ayuda y en el momento en que quiera pero, ¿en dónde estaría la diversión en eso? No, el ataque en Yemen tuvo un propósito más noble.

Bucky tuvo ganas de gritar de frustración y enojo pero se contuvo, se estaba volviendo bueno en ello. Porque sin muchas palabras ya sabía lo que esto significaba. Al tenerlo a él atrapado, Steve querría salvarlo y por consiguiente todos los demás querrían ayudar. Entonces todos ellos se dirigirían a una trampa segura.

—Por el momento, tú y yo tendremos un poco de diversión. Te mostraré lo bueno que soy con mis invitados y espero que aprecies el gesto. Trate de ser lo más fiel posible al diseño original pero le añadí algunos toques míos.

Bucky frunció el ceño y miró de nuevo a Stark quien se veía asquerosamente satisfecho. Y otra de las paredes que parecían demasiado simples y anodinas, desaparece para dar paso a otra habitación.

En ella hay una silla aterradoramente familiar.

Todo el aire se evapora de sus pulmones mientras su mente grita en pánico.

No. No. No.

Instintivamente, se echa hacia atrás y trata por todos los medios fundirse con la pared que le sirvió de respaldo durante su conversación. La habitación de repente es muy pequeña y no puede tener un ataque de pánico ahora. No puede. La habitación de pronto es inundada por al menos media docena de robots que tienen un lejano parecido con la armadura de Iron Man. En el fondo de su mente se siente oscuramente satisfecho de que Stark lo considere una amenaza aun sin brazo de metal, pero en la superficie el miedo está en todas partes.

Entre todas esas máquinas tratan de llevarlo a la silla. Él se retuerce, libera su mano y golpea al robot, Stark esta ordenando algo a su IA pero no le presta atención, todo lo que puede escuchar ahora mismo es el grito de horror en su cabeza. Alguno de todos esos dispositivos lo golpeó contra el suelo de hormigón, tan fuerte que dejaría a alguien más inconsciente, pero no a él.

Escapar. Tiene que escapar.

Se incorpora de nuevo y lucha, continua luchando pero es inútil ahora. Más robots han llegado y lo llevan, lo arrastran hacia la silla.

¡No! ¡No puede suceder de nuevo!

No puede respirar, el terror lo envuelve y lo asfixia.

— ¡No hagas esto, por favor, no hagas esto!—Ruega, implora a Stark quien luce aburrido ante el espectáculo que hace. Este no responde, solo lo observa impertérrito.

Lo empujan en la silla y Bucky ríe. Es una risa rota y enferma, oscura.

— ¡Te aseguró que no va a funcionar, todo lo que intentes, no funcionara!—Grita desesperado mientras aseguran las bandas de metal alrededor de su brazo derecho y su pecho. Puede sentir lagrimas deslizándose por sus mejillas—Hydra lo intentó por más de 70 años y nunca lograron…—Su discurso fue callado abruptamente como la protección bucal de goma fue introducida. Intenta escupirla, pero ha sido asegurada con una correa detrás de su cabeza.

Ya casi no puede respirar.

Por un momento, todo se queda en una calma horrible. Los robots de Stark no se mueven, como si esperaran órdenes y entonces Stark se coloca frente a él. Mira el desastre de lágrimas y miedo en el que se ha convertido y sonríe arrogante.

—Hydra pudo haberlo intentado, pero el mundo cambio, no permaneció de la misma manera y yo descubrí cosas nuevas—El zumbido de la silla, tan familiar le eriza la piel y puede sentir la electricidad crepitando a la expectativa—Tu mente y tus recuerdos son míos ahora. No me importa conservarlos, solo quiero ver hasta qué punto puedo destruirte.

Bucky imaginó cientos de escenarios, pero no este. De ninguna manera creyó que podría sufrir de nuevo este calvario.

Steve, piensa con desesperación, aferrándose a la memoria de él. Aferrándose al sabor de su boca, a la sensación de su piel, a los bordes de su sonrisa. Aferrándose a su vida antes de la guerra, a los besos compartidos en una cama desvencijada. Aferrándose a cada onza del amor que siente por Steve.

Intenta forcejar de nuevo pero es completamente inútil. La goma en su boca le sabe a veneno.

Te amo.

Dolor, agonía, desesperación le atraviesan en una sola estocada. Su visión se vuelve borrosa. Escucha a lo lejos la voz de Stark, pero no importa porque se pierde como los gritos que él emite desdibujan todo a su alrededor.

Grita y grita hasta que sus cuerdas vocales se rompen.

Grita y grita hasta que todo se pierde.

Grita y grita hasta que la poca felicidad que sintió se desvanece.

Grita y grita y el dolor no para. El dolor no se detiene. Sus gritos nunca serán suficiente.  

Anthony observa el sufrimiento de Barnes con fría indiferencia. En su mente solo hay nada. Por primera vez en décadas, todo está tranquilo dentro de él.

“Y cuando estés completamente loco y ya no me sirvas, haré que te quites la vida con tus propias manos. ¿Y sabes qué es lo hermoso de aquella muerte?” Barnes seguía gritando, y esa fue su respuesta, “Que al morir tu cuerpo de tu propia mano, tú, te quedarás encerrado en tu mente por el resto de la eternidad”.

 

 

Notas finales:

Yo recomiendo escuchar al inicio del Acto 3 dos piezas clave: Una que lleva el mismo nombre del Capítulo “Don’t get in my way” y otra que se llama "Vengeance", ambas de Zack Hemsey (Fun Fact: Este fic se ha escrito con la música de Zack como acompañamiento. De hecho, todos los capítulos llevan el nombre de alguna canción de él. A excepción del 3, el titulo viene de una canción de Marina and The Diamonds xD)

Solo le queda un capítulo a este fic y eso es todo un logro para mí. Hurra. En este me dolió mucho hacer sufrir a Bucky. Yo creo que el peor castigo o la peor tortura es hacer que pierda sus recuerdos de nuevo. Y creo que esta vez el daño será un poco más difícil de arreglar porque Tony sabe de neurología. Al realizar el B.R.E.A tuvo que hacer investigación, por ende, sabe qué es lo que está haciendo aquí. A eso se refería con lo de: Trate de ser lo más fiel posible al diseño original pero le añadí algunos toques míos.

Sinceramente, yo me cagaría de miedo si alguien me dijera eso. En fin, ya se viene el último capítulo y les aseguro que tendremos a un Tony más cínico y cruel. Espero haber hecho un buen trabajo.

Sin más que decir, me despido.

¡Gracias por leer y hasta la próxima!

PD. Cualquier falta ortográfica es culpa mía.    


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