Harry había despachado a todas las personas de la casa y subió a ver como estaba su esposo, Draco no había vuelto a bajar el resto de la tarde y la verdad esperaba que estuviera durmiendo, sabía que su rubio amor estaba evitando dormir por temor a sea lo que sea que veía en sueños, pero eso definitivamente lo tenía agotado y cansado, al entrar vio a Draco dormido pero era obvio que su sueño no era tranquilo, es más se notaba que estaba teniendo pesadillas, hubiese querido darle poción para dormir sin soñar pero eso no sería posible hasta que no nacieran los mellizos, la verdad es que la idea de inducir el parto ya no le parecía tan descabellada, porque aunque puede ser perjudicial para sus hijos nacer prematuros, sería peor perderlos a todos, sus amigos y familiares estaban usando la lógica de lo que es menos peor y él ya estaba empezando a pensar que podrían tener razón.
Sin importarle lo que pudiera pasar decidió despertar al ojiazul, se acercó y lo llamó zarandeándolo un poco, Draco intentó despertar pero le tomo varios intentos el abrir los ojos y cuando lo hizo estaba al punto del llanto y sin mediar palabra se abrazó de Harry intentando regular su respiración.
-Amor ¿Qué pasa?- Harry estaba muy preocupado por su esposo, el rubio no quería decirle nada y eso era peor, viendo todo sin saber qué hacer.
-Harry creo que te amo- Le confesó Draco con una sonrisa en los labios- No estoy seguro como se siente el amor así que ayúdame a entender.
-¿Cómo?- Pregunto el pelinegro devolviendo la sonrisa, aún no olvidaba el episodio que acababa de pasar pero esas distracciones también eran buenas.
-Te diré lo que siento y tú me dirás si es amor- Le hablo medio meloso el rubio, Potter solo asintió con una sonrisa grande y ambos se acostaron en la cama mirándose fijamente uno frente al otro- Quiero estar siempre contigo o por lo menos saber dónde estás y si estás bien- Algo controlador pensó el ojiazul pero no lo menciono.
-Yo siento igual y vas por buen camino para saber que es amor, no es controlarnos sino estar seguros que el otro se encuentra bien y nada malo pueda pasarte- Harry le beso en los labios y él se dejó, ya había aceptado esa relación y ese hecho le hacía muy feliz.
-Quiero que seas feliz y cada vez que fui culpable por provocarte malos sentimientos me sentí muy mal- El rubio bajo la mirada algo cohibido, recordaba cuantos desplantes le hizo a su esposo y este no dijo nada ante su actitud- Perdón por eso.
-Está bien, sé que es un momento difícil y yo también quiero que seas feliz por encima de mi propia felicidad y haré todo lo que esté a mi alcance para que eso suceda- El ojiverde lo volvió a besar y esta vez profundizo el beso notando con gusto la cooperación de su esposo.
-Si tú eres feliz, yo soy feliz- Draco le dijo y se rió por lo cursi que sonó eso-Te amo estoy seguro y quiero que hagamos el amor- Harry se quedó con la boca abierta por esa proposición y el rubio solo pudo reírse ante esto, volvió a besar al ojiverde y con algo de pena bajo sus manos hacía el pecho de su esposo, podría no recordar pero definitivamente su cuerpo lo hacía.
-Te amo mucho- Harry no dejaría pasar esa oportunidad, incluso podría ser beneficioso para los recuerdos de su esposo, aunque debían ser cuidadosos ya que el rubio estaba de más de ocho meses.
Con lentitud Harry y Draco se desnudaron el uno al otro, no querían ir rápido y es que no tenían ninguna prisa por darse placer, el ojiverde chupo cada uno de los pezones rojos e hinchados de su esposo con hambre, Draco acarició con ganas la espalda y pecho de su moreno ya que la barriga no le dejaba hacer más, el varón posiciono a su esposo de lado y levanto la pierna de este en las suyas para dejar mejor espacio y que no fuera tan incómodo para ninguno. Con el mismo hechizo que usaron siempre lo lubrico y Draco casi se viene con esa sensación tan placentera que lo llenaba de expectación al saber lo que venía, Harry entro lentamente en su esposo y sin pedir permiso empezó con embestidas lentas y precisas, entre más crecían sus jadeos y gemidos aumentaban su ritmo y las estocadas se volvían más fuertes y certeras.
-Tú me muerdes- Draco le dijo entre gemidos, no habían hablado desde que empezaron a hacer el amor y lo dicho por el rubio sorprendió al moreno.
-Sí lo hago, me gusta morderte los hombros o la clavícula- Le confeso Harry algo apenado por ese detalle, aunque fuera su esposo este no lo recordaba, aunque si lo dijo es porque…
-No tengo mis recuerdos pero quiero que me muerdas- El sonrojo en la cara del ojiazul estallo con esa petición, su cuerpo le reclamaba que Potter fuera posesivo con él y la muestra de posesividad que el ojiverde tiene siempre es marcarlo con una mordida.
-Me agrada morderte, lo he hecho desde la primera vez- Harry le dijo al oído y es que nunca habían hablado de ese gesto tan íntimo y tan suyo, pero siempre era bueno hablar de esas cosas.
-Me gusta que me muerdas, aunque no lo recuerde- Ambos rieron por eso y Harry sin más lo mordió con ganas dejándole la típica marca en su hombro derecho, en ese momento Draco se vino y apretó tan fuerte su entrada que hizo que el moreno también se viniera. Harry recordó que siempre lo mordía en el momento del clímax y hoy no había sido la excepción, tal vez era eso lo que los hacía llegar.
Harry se acomodó y acomodo a su esposo que estaba agotado, lo vio dormirse y sonrió por eso, era hora de descansar como se debía y esperaba que los sueños de Draco no fueran los que tenía últimamente, acaricio el vientre abultado donde estaban sus mellizos y estos se removieron para acomodarse y volver a dormir, les pidió perdón de forma mental por el revuelo de hace un momento y con una sonrisa boba y apapachando a su rubio amor se quedó dormido.
-Asi que al fin pudiste meterte en sus pantalones- Le dijo ese Draco de sus sueños. Él tenía la esperanza de no tener esa pesadilla justo después de haber hecho el amor con su esposo, pero ahí estaba de nuevo.
-Eso no te importa- Le dijo molesto ¿Cómo es que sabía que había tenido relaciones sexuales con Harry?
-Reconozco las señales y por eso lo sé- Draco se asustó, paso por su mente el hecho de que ese ser pudiera leer sus pensamientos- Quizá no lo sabes pero soy experto en oclumancia y legeremancia asi que no puedes leer mis pensamientos pero por alguna razón no puedo leer los tuyos.
-¿Quién eres?- Le pregunto asustado de ver que ese ser se alimentaba de él, al principio no lo relaciono pero mientras él perdía más recuerdos la persona que tenía enfrente se fortalecía.
-Soy Draco Potter- Le respondió con total seguridad- Aunque antes era Draco Malfoy.
-Eso no es cierto, yo soy Draco- Le reto el otro, la cara de confusión que le puso su otro yo lo dejo perplejo, ambos creían ser Draco ¿Qué rayos estaba sucediendo?