Eso era muy preocupante, los recuerdos de Draco se estaban perdiendo, en ese momento el sueño recurrente que estaba teniendo le pareció una clave importante para saber lo que estaba pasando pero aún no sabía cómo y no quería que atosigaran a su esposo, por eso Harry prefirió guardar ese detalle y enfrentar el problema como siempre hacia, buscando el problema y destruyéndolo con todo el poder que tenía.
-Harry- Draco estaba recostado en su pecho como hacía meses no lo estaba, el rubio tenía miedo y su refugio resulto ser su esposo, cosa que los unió como nunca antes.
-Dime amor- Al ojiazul se le subieron los colores al rostro, aún no estaba acostumbrado a las muestras de cariño de su esposo y en esos momentos donde era él quien le daba todo ese amor se sentía bien pero al mismo tiempo mal de no recordar como retribuir todo lo que el moreno le daba.
-Tengo sueño- Ambos se levantaron y fueron directo a su habitación, Harry había acostado a James primero y ya había puesto a Sirius y Severus además de a sus suegros sobre aviso.
-Buenas noches- Se dieron un beso y acomodaron para dormir, cuando Draco cerró los ojos y se dio cuenta que todo eso lo había hecho de forma inconsciente como si fuera rutina, por fin pudo sonreír y es que a pesar de perder recuerdos de su memoria, su cuerpo y subconsciente los conservan.
Sirius caminaba hacia la oficina de director de Howargs, su esposo le había puesto la tarea de informar lo que paso con Draco mientras este hablaba con los Malfoy, de ser el caso pedirían adelantar el parto para poder someter a Draco a las pociones que ya empezaban a cocinar.
-Albus, hola- Saludo el animago entrando a la oficina, por suerte no era tan tarde y el director aún estaba ahí.
-Sirius, ¿A qué debo tu visita?- Pregunto Dumbledor algo extrañado, no era común que Black se presentara tan tarde a verlo.
-Draco está perdiendo recuerdos, hoy que Remus y su familia fueron a visitarlos él no supo quién era- Sirius le conto como el rubio pensó que Lupin era un desconocido que entraba a su casa de forma furtiva y Harry tuvo que intervenir.
-Eso es malo, estamos ante una situación que nunca habíamos enfrentado y lo peor es que no sabemos cómo actuar- Dumbledor le dijo y ambos se sumieron en sus pensamientos.
-Severus está preparando varias pociones para darle en cualquier caso, si es necesario acordamos adelantar el parto- Sirius hablo después de minutos de silencio.
-Cierto, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas ¿Ya lo saben los Potter?- Albus pensó que era un buen plan aunque dudaba que los chicos quisieran eso, primero sus hijos y después el resto y la cara de Black se lo comprobó.
-Aún no y ambos sabemos que dirán y por eso entre todos debemos convencerlos- Severus le había dado la tarea de decirle a todos los cercanos a la pareja lo que ocurría, igual los niños prematuros no eran tan difíciles de tener.
-Por eso estas tú aquí y no Severus- Sirius rodo los ojos ante esa mención, el director debía empezar a hacerse a la idea que su hijo iría a Howarts.
-Supéralo quieres, además no es que Ted, James y Orion tengan la misma edad asi que no entraran al mismo tiempo al colegio- La cara del director se ilumino ante ese hecho y es que no lo había pensado asi, Sirius dejo que se alegrara por un rato ya después cuando hiciera cuentas se daría cuenta que no estarían desde primer año juntos pero si coincidirían en algunos los tres juntos.
-Tienes razón- Dumbledor estaba feliz por ese hecho, ya no diría nada en contra de Black o Lupin o Potter, le gustaban esas parejas pero cuando vinieron los hijos se lamentó tanto que esos pequeños no fueran como sus madres, por supuesto todo era culpa de los padres y sus genes de revoltosos.
-Y aún si Severus y yo alguna vez nos separamos nuestro hijo vendrá a Howarts asi que ni lo intentes, ni con Remus o Harry- Sirius le advirtió algo divertido y remato con una sonrisa malévola- Además los chicos lo sabrían y no te gustaría tenerlos con las ganas de venganza.
-Eres un idiota- Draco se asustó al oír las palabras, su otro yo le hablaba por primera vez desde que lo vio y no solo eso sino que caminaba y se movía por todos lados a su voluntad.
-¿Qué quieres?- Aunque lo intento no pudo evitar que la voz le saliera algo cortada y obvio el otro lo noto por la sonrisa de satisfacción que le broto en ese instante.
-Quiero que me devuelvas lo que es mío- Le dijo muy seguro y se empezó a acercar a él. Draco se alejó de ese ser que se veía igual a él mientras este se acercaba, algo le decía que la perdida de sus recuerdos hacían a quien quiera que fuera ese que tenía al frente más fuerte y debía buscar una forma de pararlo y rápido.
-No te acerques- Le grito y se levantó, estaba en su cuarto con Harry que también había despertado y lo miraba asustado, el rubio solo pudo abrazar a su esposo y pedirle que lo mimara para que pasara el susto, a pesar de los intentos del ojiverde por saber que había pasado él no quiso decir nada y es que aún no confiaba del todo en sus sentimientos.
Remus estaba recostado en el sillón de su casa con su cabeza en el regazo de su esposa, ambos hablaban de la situación de los Potter y los problemas que esto conllevaba, entre ellos y Sirius y Severus se estaban turnando para cuidar a Draco y James, el problema es que pronto nacerían los bebés y si el problema no se solucionaba ya habían decidido hacerlos nacer antes, pero eso era algo que ni Draco ni Harry sabían.
-Si fuera yo no dejaría que nada afectaría a Ted y eso conlleva un nacimiento prematuro, estoy segura que Draco no va a aceptar- Phora noto algo que le preocupo solo un poco y detuvo la conversación que tenían antes.-Mi amor.
-¿Qué pasa?- Pregunto Remus extrañado, no era normal que su esposa cortara una conversación abruptamente, en ese momento noto algo que no había previsto. La casa estaba demasiado silenciosa, sobre todo teniendo en cuenta que estaban cuidando a James, Orion y su hijo ese día, ambos se miraron y corrieron escaleras arriba con desesperación, con esos tres el silencio era lo peor que les podría pasar y ninguno los había escuchado hacia como una hora.
Al llegar a la habitación entraron sin llamar y con el corazón en la mano por la posible catástrofe que se estuviera maniobrando por esos pequeños monstruos, pero los niños solo estaban sentados hablando de forma pacífica y en ese momento los miraban como si fueran locos que no sabían que hacer, ambos se sintieron medio tontos por la forma abrupta como entraron.
-¿Qué hacen?- Impresionantemente la pregunta la hizo el hijo y no los padres, Ted los miraba con desaprobación y algo de vergüenza por entrar asi estando sus amigos en casa, Remus se repuso y recupero el control de la situación.
-Venimos a ver que estaban haciendo- Les dijo y Phora se puso a su lado barriendo la habitación buscando indicios del pandemonio que su hijo y amigos estaban planeando hacer, pero no había nada- Ahora yo les pregunto lo mismo ¿Qué hacen?
-Nosotros- Ted se quedó callado y miró a sus amigos que le dieron su aprobación y apoyo para hablar- Es que ayer un niño del colegio me dijo algo y estamos hablando sobre eso.
-¿Si?- Dijeron ambos adultos con obvias ganas de saber que era lo que tenía tan ensimismados a los pequeños.
-Dijeron que Harry Potter era el héroe del mundo mágico y no me creyeron cuando dije que yo lo conocía y que era mi padrino- Dijo Ted y se le noto entristecido por eso, la pareja no pudo reprimir el ir a tratar de consolarlo aunque el niño se repuso de eso rápido y no dejo que lo apapacharan en frente de sus amigos.