Phora amaba a su esposo, todo en él era perfecto para ella, sobre todo en ese momento donde le estaba haciendo el amor de forma lenta y cariñosa, amaba sobre todas las cosas sentirse tan querida como en esos momentos donde hacían el amor y Remus la trataba como si fuera el cristal más hermoso y frágil que existiera, en verdad amaba todo eso.
-Te amo- Le dijo Remus al oído con ese cariño tan característico en él, habrán algunas personas que prefieran la pasión y el desenfreno a la hora del sexo pero ellos nunca lo hacían asi.
-Te amo también – Le respondió ella y ambos gimieron cuando él la penetro, el ritmo que se impusieron fue lento y sensual como solían hacerlo siempre, a veces Phora se preguntaba si su esposo sería desenfrenado en algún momento.
-Phora- Remus paro todo movimiento y su mirada se enfocó en la ventana, la aurora sintió como el cuerpo de su esposo se contraía pero no con el placer característico del orgasmo sino de forma extraña y dolorosa- Perdóname pero seré algo brusco.
-¿Qué?- Pregunto ella pero la respuesta le vino cuando Remus empezó a cambiar, miro hacia la ventana y noto que era luna llena, por un momento se asustó y quiso alejarse del hombre lobo que tenía encima, pero este empezó de nuevo con las penetraciones solo que de una forma fuerte y alocada, ella soltó un grito de sorpresa y dolor para después aguantar los gemidos que pugnaban por salir entre dolorosos y placenteros, gracias al cielo que la poción matalobos había sido mejorada y su esposo no era violento y no perdía tanto la razón además que no se lastimaba ni terminaba agotado. El hombre lobo se vino y aulló fuerte cuando paso, salió de ella y se acostó a su lado poniendo su cabeza en el pecho de ella, Phora solo pudo enarcar una ceja por el evento que acababa de pasar, Remus jamás había dejado su placer por encima del de ella, ellos siempre llegaban juntos y esta era la primera vez que no tenía un orgasmo con su esposo, aunque claro estaba como lobo asi que no era tan grave.
Acaricio la cabeza del lobo y este jadeo agradecido por los mimos y se acomodó mejor, Phora solo pudo sonreír ante lo que pasaba, hacia unos años no hubieran imaginado poder hacer lo que hoy hacía, incluso cuando estuvo embarazada de Ted el medimago les prohibió tener relaciones sexuales después del séptimo mes y es que este creía que Remus era tan salvaje en la cama como su condición de lobo lo dejara, que equivocado estaba. Después del parto supieron que el sexo incentiva el parto además de otros factores y siendo Ted posiblemente un lobito no querían hacer que naciera fuera de tiempo. La metamorfaga abrió grande los ojos y de la impresión quedo sentada en la cama pero Remus la empujo de nuevo en la misma posición para seguir durmiendo como lo estaba haciendo, tuvo ganas de golpearlo pero no podía asi que lo haría mañana cuando también llamara a Severus y le comentase de la opción que no habían contemplado, podían inducir el parto de forma natural haciendo que Draco tuviera relaciones sexuales y estimulara sus pezones, también que camine y tome algún té de lo que su madre sepa, ella es experta en eso. Sí, era buena opción la inducción del parto de forma natural y estaba segura que a Harry y a Draco la idea les sonaría más, claro está que eso lo haría mañana cuando pudiera quitarse al lobo de su esposo de encima, mientras se dormiría pensando en todo el castigo que tendría su esposo por lo que paso hoy y recordaría no querer cambiar nada de su relación en ningún aspecto.
Draco y Draco se miraban fijamente en una batalla de miradas que ninguno ganaría, estaban evaluando lo que se habían dicho y lo que eso significaba, desde que se dijeron quiénes eran habían estado en un silencio algo incómodo, lo peor es que ver tus propias reacciones y gestos te daban la total certeza que la persona que estaba delante no mentía, ese era un verdadero misterio ¿Cómo es que ellos eran la misma persona?
-¿Me quieres hacer daño?- Pregunto Draco al fin, terminando con esa tonta guerra de miradas, estaba confundido pero también curioso por lo dicho por el que hasta ahora pensaba era un espectro.
-No, solo quiero que me devuelvas mi vida- Le respondió también terminando con la guerra, quería saber que rayos estaba pasando.
-¿Tu vida?- Pregunto algo conmocionado Draco.
-Sí, tú estás allá y yo aquí- Le dijo su reflejo de ese lugar- Y yo quiero estar allá.
Draco despertó asustado y logro que Harry también despertara, el rubio solo sonrió con esa mueca falsa que el moreno estaba aprendiendo a odiar, apenas eran las dos de la mañana y su rubio amor ya estaba despertando de pesadillas que no sabía que podían ser.
-Mi amor- Harry le hablo pero Draco lo apretó más contra su cuerpo.
-Prométeme que si algo llegara a pasar vas a cuidar de James y los mellizos- Ambos se miraron y Harry intento decir algo pero Draco lo beso- Promételo.
-Prometo que si algo llegara a pasar todos estarán bien y yo los cuidare de todo- Le dijo muy seguro el moreno y el rubio solo pudo sonreír mientras dejaba soltar un par de lágrimas.
-Quiero que uno se llame Scorpius y el otro Albus Severus- Le dijo recostando su cabeza en el fuerte pecho de su esposo, Harry solo asintió y abrazo más fuerte a Draco, el rubio hablaba como si de esta no fueran a salir bien librados, pero aunque no lo recordaba ellos siempre salían bien librados.
-así será y tú les pondrás los nombres-Al final el ojiverde se quedó dormido y cuando despertó ya eran las nueve de la mañana y su esposo se había levantado hacia mucho, estaba seguro por lo frio que estaba su lado de la cama.
Severus y Sirius recibieron muy temprano al matrimonio Lupin, desayunaron juntos y después de que los niños fueran a jugar al patio hablaron de las deducciones de Phora, entre ella y el pocionista hicieron una breve lista de como inducir el parto de forma natural y segura, Sirius y Remus daban sus opiniones al respecto y el cómo proceder después del parto. Al terminar la charla Severus fue en busca de su hijo y Ted, los niños habían estado muy calmados y no habían hecho ninguna travesura, incluso ellos se daban cuenta de la gravedad de la situación.
-Orion- Llamo Severus y ambos niños que estaban jugando de forma sorprendentemente controlada lo miraron y le sonrieron- Niños vamos a comer la media nueve.
-Sí- Ted respondió y se levantó junto con Black, pero mientras el metamorfago salía él otro se quedó rezagado esperando a quedarse solo con su mamá.
-Mami- Dijo Orion y Severus entró de lleno a la habitación para hablar con su hijo.
-Dime amor-Le dijo el fértil, dándole pie a su hijo para que dijera lo que sea que lo estuviera incomodando.
-Un niño en el colegio dijo que mi papá había sido un delincuente y que debería volver a Azkaban- Orion miro a su mamá con algo de pena, no quería preguntarle a su padre porque si tenía que escoger su mami era mucho menos severo y más cariñoso.
-¿Y tú crees eso?- Le pregunto Severus a su hijo de forma directa, el niño solo se sonrojo y negó con la cabeza fuertemente- ¿Entonces por qué no le preguntas a papá como fue que paso todo?
-Porque él es muy estricto- Le confeso el niño, cuando su padre lo cogía en alguna travesura que considerara mala lo castigaba siempre, en cambio su madre solo lo regañaba aunque que no lo consintiera por un par de horas también era muy malo, pero igual su padre al castigarlo no dejaba que su mami lo consintiera asi que en perspectiva él era peor.
-Algo, pero sigue siendo tu papá y te quiere mucho asi como te tiene mucha confianza que tú debes recompensar con confianza-Le explico Severus, ambos sonrieron y el fértil beso a su hijo de forma cariñosa, se levantó para salir y dejar que su hijo asimilara lo dicho, al cruzar la puerta vio a su esposo recostado en la pared donde obviamente escucho la conversación, tenía cara de desconcierto, él solo le sonrió tranquilizando las posibles dudas del hombre que también le devolvió la sonrisa.
-Mami- Orion le hablo antes de que pudiera acercarse a Sirius para irse, volteó a ver a su hijo y lo insto a seguir hablando- Si confió en papá solo que es más fácil hablar contigo, además lo amo mucho- Severus sonrió y volteo a mirar a Sirius que sonreía igual que él- Pero no le digas que dije eso.
-Claro- Severus le lanzo un beso a su hijo y le dijo que bajara pronto a comer con todos, cerró la puerta y tomo la mano que Sirius le ofrecía- Eres su héroe y siempre lo serás.