Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SAVE ME [KrisTao — KaiSoo] por yuyo06

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

A un paso de ti

 

—Zitao por favor, mírame.

Joonmyeon volvió a rogar mientras quitaba de las manos sus carpetas de trabajo que sostenía su primo quien intentando distraerse con algo luego de escuchar lo que sus padres le habían comunicado mediante esa video llamada, sin embargo el mayor estaba muy preocupado por no detectar alguna reacción negativa del rubio que había mantenido un rostro sin expresión tras la noticia.

Zitao había intentado estar tranquilo. Solo que cada vez que recordaba las palabras de las dos personas mayores en el video que se hacían llamar padres, su cuerpo empezaba poco a poco a asimilar el duro golpe que fueron para su estabilidad emocional.

Y después que Joonmyeon le exigiera elevar la mirada para enfrentarlo ya no pudo más, su cuerpo comenzó a temblar por los malos recuerdos y el miedo era visible en sus ojos. Atormentándolo, no entendía los pensamientos de sus padres, porque ningún padre quería exponer a sus hijos a cualquier peligro, sin embargo, los de él, sí.

—Hyung, no quiero, no puedo…— Su voz se quebró, volviendo a esquivar los ojos preocupados de Joonmyeon.

Mantuvo su mirada en el vidrio de la ventana, observando como las grandes gotas de lluvia golpeaban sin cesar el vidrio, en como cada gota se deslizaba sobre él. Siendo inconsciente que sus lágrimas hacían lo mismo sobre sus huesudas mejillas.

Sabía que Joonmyeon lo conocía y no pudo resistir desmoronarse mentalmente cuando sintió el cálido abrazo del hombre frente a él o cuando lo envolvió fuerte en sus brazos mientras él comenzaba a llorar con un nudo obstruyendo en su garganta. Zitao quería que el dolor en su pecho cesara, que desapareciera, quería arrancarse ese órgano que lo cegó de sufrimiento durante todo ese tiempo, convirtiéndolo con los años en un ser inútil como lo era en esos momentos.

—Estoy aquí, estoy aquí mi pequeño, quédate conmigo por favor Zitao, te lo suplico.

El más bajo de los dos pidió una y otra vez pero Zitao ya escuchaba muy lejos su voz, sabía que quien lo sostenía era su primo, una de las personas que más quería, solo que nadie podía salvarlo de lo que él mismo se condenó a vivir.

No quería recordar que tan solo en unas horas estaría lejos de ese calor que su primo le daba y que a él le gustaba mucho, no quería recordar que en unas horas más estaría pisando aquel suelo que un día maldijo.

Y sus pies solo siguieron los pasos que Joonmyeon guiaba después de unos minutos de desahogos. Sus extremidades seguían cada movimiento del otro mientras subían las escaleras o cruzaban los pasillos de la segunda planta y terminó cerrando los ojos al sentir que lo acomodaban en una superficie plana y cómoda o como segundos más tarde acomodaba su rostro en el pecho ajeno de su primo para tratar de descansar.

— ¿Te sientes un poco mejor?— Joonmyeon le pregunto en un susurro mientras acariciaba sus mejillas y lo apegaba más a él.

Zitao no contesto con ningún gesto, solo dejo que lentamente su rostro se elevara con ayuda del delicado toque de unos dedos fríos en su barbilla, el mayor lo miraba directo a los ojos con una expresión de preocupación.

Volvió a cerrar los ojos con la sensación en como Joonmyeon empezaba a repartir pequeños besos por todo su rostro, deteniendo el aliento al sentir los cálidos labios de su primo sobre los suyos.

Inclino el rostro hacia abajo para alejarse de la caricia inesperada, sin embargo la mano de Joonmyeon lo sostuvo pegando sus frentes y sus miradas se encontraron.

—Zitao, solo hoy…

Joonmyeon rogo en un susurro pero Zitao negó despacio.

—No Hyung, no puedes, no lo vuelvas hacer, no quiero confundirme más— respondió con una voz entrecortada, elevo de nuevo su rostro para depositar su mano en la mejilla de su primo y juntan de nuevo sus frentes susurrando otra vez —No digas nada, tengo miedo de esto, no lo puedo hacer más, no lo arruinemos.

El menor sabia cuan mal era lo que estaba sucediendo pero no podía evitar como su pecho se agitaba o su mente pensaba si estaban en esa situación, se odiaba más, se odiaba por sentir eso extraño que oprimía su estómago y agitaba su corazón cuando su primo le sonreía, cuando le leía sus libros de historia que tanto le gustaban, cuando le susurraba cuanto lo quería o lo abrazaba y sobre todo cuando estaban de esa manera, los dos juntos sin nadie alrededor.

Era consciente cuanto se había aferrado a Joonmyeon que sus sentimientos estaban confundidos pero su amor hacia las demás personas siempre seria sucio por su misma culpa y recordar que estuvo tan mal desde la primera vez que el mayor le dio un beso, que él lo dejara, o cuando veía a su primo besar a otra persona como su comprometido.

 Zitao podía sentir nada o dejara que hasta esos momentos los siga haciendo y sobre todo que esas clases de caricias no podían existir ellos, tenían lazos de sangre y lo que se llame que ellos sentían uno por el otro no estaba bien y sobre todo, no podía volver a sentir cosas fuera de lugar.

Pero para ZiTao esa noche sería la última, sería la última que Joonmyeon lo arroparía de esa manera, que lo dejaría susurrarle alguna historia mientras realizaba figuras abstractas en uno de sus brazos o que sus sentimientos se dejaran ver, y quizás sería la última en que él quería despertar un día más y ver un rostro que no fuera el de su hermano a lado suyo como siempre.

 

 

Ξ

 

 

—Bebé. Recuérdame nunca más ver una película de esta clase, fue desastrosa—  Luhan se quejó mientras levantaba el rostro del desnudo torso del menor encontrándose con unos ojos sin expresión que solo tenían como punto fijo la pantalla del televisor que estaba emitiendo los créditos de la película.

Jongin después de la inesperada y devastadora noticia que se le proporciono a últimas horas  de la tarde no pudo concentrarse en nada que no fuera el pensamiento de que al día siguiente a esa misma hora estaría en una fría habitación donde una vez fue su hogar.

Fueron demasiados años lejos de ese país y de su familia, en esa etapa era muy difícil aceptar en regresar sin un propósito propio, y el egoísta fluctuado en las palabras que largo su padre en el video pidiendo regresar a casa lo hallaba injusto porque esas personas ya no tenían poder en su hermano y él pero recordar que ya tenía su equipaje a mitad de la antesala de su habitación estaban indicando todo lo contrario.

Es hora de volver a casa hijos.

Casa. Esa palabra para Jongin no encajaba con el concepto que denominaba su pensamiento, casa era lo que él había formado con el paso de los años en ese lugar, alrededor de las personas se quedaron junto a su hermano y él, las personas que decidieron darles apoyo y un amor que falto cuando más lo necesitaron.

Y para Jongin, sobre todo la palabra casa, era su hermano Zitao.

Largo un suspiro fuerte antes de girarse y abrazar a su novio, que se lo devolvió sin vacilación y en silencio mientras acariciaba su desnuda espalda.

—Hyung, no quiero irme…— confesó, solo para ganarse un fugas beso y otro abrazo mucho más fuerte.

—Lo sé, lo sé mi Jongin-ah, créeme que lo sé.

El mayor estaba intentando de reconfortarlo pero Jongin sabía que nadie tenía idea con exactitud cuánto daño había causado ese lugar a ambos hermanos, nadie sabía el grado de sufrimiento en el cual fueron sometidos, todos, solo… sabían nada, cuanto fue que su el padecimiento de su hermano padeció y él.

—Pero sabes, quizás tus padres los necesitan, a ti… a tu hermano, bastante tiempo han vivido separados de ellos, yo no podría.

Jongin ante las palabras quería reír con amargura porque él solo quería que los dejaran vivir tranquilo, aunque nunca se le cumpliría ese deseo. Su madre siempre interfirió, interfería y seguiría haciendo lo mismo en el futuro sobre su vida, incluso estaba seguro que intentaría manipularla estando bajo su techo.

Lo había dejado notar en el momento que Zitao le había cerrado todo contacto con él y solo le quedaba controlar la vida de su ultimo hijo, hacerla miserable y una prueba fue la relación que tenía con Luhan, la unión de convenios con su familia, y aunque el mayor no tenía la culpa, había sido arrastrado en la prevención de una persona calculadora como lo era su madre.

Separó su rostro un poco para observa por un momento al del castaño que le regalo una sonrisa tímida por la intensidad de sus ojos, Jongin le devolvió la sonrisa para no ponerlo incómodo.

—Hyung…

—Yo también voy a volver a casa y así por estar junto a ti, terminare mis estudios allá— Lo interrumpió Luhan con su confesión, sorprendiéndolo —¿Qué? No te rías— le dio un golpe en el hombro por su sonrisa que se formó en sus labios después de digerir la información.

—Entonces  no iras a tu viaje vacacional con…

Se calló al ver como el otro negaba incluso antes de que terminara su pregunta. Se mordió el labio inferior luego de ver como el cuello de su pijama que en esos momentos tenía puesta Luhan descubría un poco de la piel de su cuello y se iba elevando de los bordes poco a poco junto a sus manos que subían despacio por la espalda baja ajena.

—Quiero que te portes bien mientras yo no este, no quiero ser siempre la parte histérica— La advertencia de Luhan lo hizo sonreír con gracia.

Jongin lo estaba intentando en su relación y gracias a la paciencia del mayor y los escándalos que le proporcionaba su mejor amigo cuando intentaba hacer algo que perjudique la relación que tenía con LuHan, juntos estaban logrando cambiar su modo de ver las relaciones románticas.

—Te prometo que seré ciego y mudo— Prometió elevando una mano haciendo que Luhan se sonroje por lo adolescente que parecían.

—Cállate, basta, no jures con la mano, aparte que es la otra.

Ambos rieron cuando Jongin miro su mano dándose cuenta que se equivocó. Comenzaron una pequeña sesión de lucha de cosquillas y esa lucha en algún minuto termino en pequeños besos, suaves y sensuales mordeduras de labios que fueron intensificándose con cada minuto mientras las manos del mayor vagaron poco a poco hacia el sur del cuerpo de Jongin recordándole que debían parar.

—Hyung, no, paremos.

—Jongin-ah, esta noche… por favor— Luhan pedio dándole un beso para luego intentar ingresar una mano por el borde su pantalón de pijama pero Jongin retuvo su mano con una expresión firme.

—Ya te lo dije, no me hagas…

El moreno quedo callado tras ver la reacción de su novio, que de inmediato deshizo el agarre de su mano dándole un rostro enfurecido volteándose de espalda  y Jongin largo un respiro de frustración.

Había un problema notable esos últimos meses en su relación con el mayor y era en que el otro quería más cuando estaban juntos esa clase de situaciones. Luhan era atrayente, demasiado denso en el sentido de cuan apasionado podría ser pero Jongin no quería arruinar lo que le costó construir.

La confianza en una relación y querer tener un sentimiento estable por alguien fue un tabú durante mucho tiempo para él, sabía que si llegaba a tener relaciones sexuales con el más bajo en esos momentos o en el estado mental que estaba, terminarían como la primera vez, y Jongin ya no quería seguir haciendo daño a nadie.

Se giró de costado acercándose un poco más al cuerpo ajeno dándole un beso en el hombro y voltearlo para que lo mire.

—Luhan, comprende, no quiero arruinar lo que tenemos, esperemos un poco más, solo un poco más, ¿De acuerdo?— Dijo acariciando unos mechones de cabello que tenía pegados a la frente el mayor.

Jongin sostuvo la intensidad de los brillantes ojos marrones de Luhan quien después de unos segundos asintió vacilante. Jongin sonrió dándole un sonoro beso y lo atrajo a su pecho acariciando la parte posterior su cuello hasta que sentir como el cuerpo más delgado se relajaba, dejando que el sonido de la lluvia de afuera sea lo único que irrumpía la calma en toda la habitación.

Jongin esperaba que su hermano a esas horas estuviera descansando un poco y quizás más tarde pasaría por su habitación para cerciorarse de ello. El reloj marco las 11:35 de la noche y el sonido de unos nudillos en la puerta principal interrumpió su pensamiento seguido de la voz de la ama de llaves de la familia Kim indicando que traía en mano el pedido de comida rápida que había realizado una hora atrás

— ¿Qué pediste?— el mayor se incorporó algo soñoliento sentándose en el borde de la cama y Jongin le movió las cejas en sincronización —Oh dios, Jongin! A este paso vamos a tener plumas y alas—  El menor sonrió por el comentario porque casi siempre pedían pollo para comer después de sus matutinas noches de cine.

Observo callado como Luhan se levantaba de la cama con dirección al cuarto de baño y cuando lo vio adentrarse por completo su sonrisa cayo  mientras él se levantaba y se dirigía a la puerta principal de su habitación, deteniendo su mano en el pestillo al recordar que en ese instante que ya no había otra persona alrededor para fingir estar bien o tener una sonrisa alegre y despreocupada.

 

 

Ξ

 

 

—Te lo repito por última vez, mañana vendrás con nosotros a darles la bienvenida— Ordenó con voz firme la mujer bien vestida antes de girarse sobre sus tacones para salir del departamento.

—Yo también te lo repito una vez más, madre, ¡No iré mañana!— respondió gritándole a la mujer desde el marco de la puerta de su departamento pero la figura pequeña siguió caminando ignorando su grito, enfureciéndolo más.

Yifan resoplo cerrando con fuerza la puerta, recargándose en ella mientras miraba alrededor de la sala de estar recordando las palabras de su madre las cuales resonaban sin cesar en su cabeza.

Mañana temprano, en un vuelo privado, estarán arribando los hijos menores de los Huang, tu prometido está volviendo al país.

Caminó con pereza hasta su habitación dejándose caer de espaldas en su cama, tomó el teléfono de la mesita de noche marcando el numerador rápido, pidiendo una y otra vez no recibir las noticias que estaba pensando.

—Asistente Won, Recuerde mañana llamarme una hora antes…

—Lo siento señor Wu, la presidenta acaba de pedirme que cancele toda su agenda de la semana— Informaba el hombre del otro lado del teléfono. Y ahí estaba su respuesta. Su madre una vez más hacía y deshacía de su vida.

Se giró sobre su estómago para meditar su situación por un largo tiempo y llego a la simple conclusión que debía salir de su departamento para tomar aire y poder maldecir en un lugar más amplio.

Salió de su dormitorio tomando al paso su chaqueta del sofá de la sala con la intensión de llamar a su amigo en el camino.

Cuando llego al bar que había quedado de verse con su amigo, se sorprendió de encontrarlo ya sentado en una de las mesas, que al reconocerlo le levanto una mano.

—Hey, ¿porque tanto alboroto?— Lo saludaba un Yixing confundido por su llamada improvista.

—Lo de siempre, mi madre…— Refunfuño ante el recuerdo y ver los confundidos ojos del menor lo hizo hablar —Mañana lo conoceré.

Sin embargo su amigo siguió mirando su rostro largando un zumbido como respuesta y Yifan comprendió que el castaño no había entendido.

—La extraña persona con la que estuve comprometido por años sin yo saberlo— Dijo queriendo aparentar el desinterés en el tema mientras pidió una bebida fuerte al mesero que pasaba junto a ellos para pasar el mar sabor de boca de la noticia que al día siguiente tendría que acompañar a su madre a conocer a esa persona.

—Pero ¿cuál es el problema? ¿Por qué sobre exaltarse?, las cosas buenas viene cuando menos las esperas— Recitó una conocida frase Yixing que de inmediato se ganó un gesto de aburrimiento por el rubio —¿Qué, A que no es bonita la cita?.

Yifan solo pudo negar por lo que salía de la boca de su amigo preguntándose cómo pudo aguantarlo tantos años o porque fue al primero en llamar para intentar desahogarse.

—Yixing, dios, tú lo has conocido cuando tenías doce malditos años, no cuando tenías veintisiete— cuestiono pero su amigo no quitaba su sonrisa.

Miro el vaso con licor frente a él que había sido depositado dos minutos antes que había sido dejado por el joven camarero y decidió darle un gran trago.

—Pensé que tenía más tiempo— murmuro con los ojos fijos en los cubos de hielo en el interior del vaso dejando que la mano de Yixing en su hombro izquierdo le diera ánimos.

—Tranquilo ge, dejemos que suceda y luego buscas la manera de sobrellevar el asunto— Yixing elevo su mirada dándole una sonrisa —Ahora, ya que me has sacado de mis horas  de trabajo en el hospital, disfrutemos nuestra soltería.

Yifan sonrió de lado ante las palabras de su amigo que le faltaba poco para estar casado con la persona que escogieron para él.

 

 

Ξ

 

 

—Kyunggie, ¿Estás seguro que te encuentras bien? No lo pareces— el usual rostro sonriente de Chanyeol estaba con una expresión de preocupación al ver el semblante pálido  de su amigo más pequeño pero tras la pregunta el más bajo negó de inmediato.

—No, no te preocupes, es solo que me duele la cabeza por estar demasiado en la computadora— Respondió con una sonrisa forzada.

Kyungsoo estaba harto de no tener un buen sistema inmunológico contra las enfermedades virales, y estaba más arto que todos a su alrededor lo trataran demasiado especial.

—Si quieres puedo…

—Que no Chanyeol, ve y descansa, mañana debemos presentar esa investigación— Insistió interrumpiendo al más alto de los dos haciendo que aceptara no muy convencido.

—Me llamas si te llegas a sentir mal, o si tu madre no llega en una hora— Chanyeol siguió y Kyungsoo asentía despacio a cada palabra solo para que su amigo no siga insistiendo.

Chanyeol asintió de nuevo tomando su mochila de la cama del menor y caminar hasta la puerta de la habitación diciéndole adiós con una agitación de manos y Kyungsoo respondía con una media sonrisa quitándola de inmediato tras escuchar cómo se cerraba la puerta de la habitación.

Caminó hasta su cama y de uno de los veladores, saco un bote que en el interior contenía unas tabletas rojas, tomo dos y se dirigió hasta su baño.

Después de tragarlas se quedó mirando su reflejo en el gran espejo.

Reprochando a nadie en particular porque era una persona así de débil y enfermiza pero sabía que ese dolor de cuerpo y mareo no se quitaría con las tabletas que había tomado. Ya quería ser así, tenía que buscar alguna solución a su problema.

 

 

Notas finales:

Y este es el primer capitulo y yo estoy muy cotenta con ello.

Indicar que las actualizaciones seran un poco lentas.

Nos vemos pronto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).