Un día después.
A Korra las ciruelas siempre le han gustado. Sin embargo, en el desayuno no pudo disfrutarlas. Las pequeñas frutas redondas le produjeron náuseas. Las pocas que comió terminaron yéndose por el retrete.
Cuando finalizó el desayuno. La chica tuvo una charla a solas con su tío, Unalaq. Hablaron de todo y nada. Al terminar la junta el padre llamó a Eska y le pidió pasar tiempo con su prima. La muchacha aceptó a regañadientes. A Korra le gustó la idea de convivir más con la chica que extrañamente le gustaba.
Las dos salieron del recinto del Jefe.
Eska estaba mirando hacia un punto lejano cuando prima hermana pronunció su nombre.
— Eska.
No hizo caso.
— Eska.—insistió ella.
La chica fingió no escuchar las veces más que dijeron su nombre. El avatar cansada de repetir fue a pararse frente a ella. Comenzó una batalla de miradas. La nativa del ártico no lo mostraba pero estaba incómoda por la poca distancia que había entre ellas. Korra nunca perdía ni una sola de estas batallas. Pero esta vez fue vencida fácilmente. Sus mejillas se tornaron de nuevo de color rojo pálido. Terminó por apartar la vista y río un poco. Después aprovechando esa cercanía sin pensar vuelve la cara y le roba a Eska un beso en los labios.
~Transcurrido un tiempo. --------------------------------------------------- Habitación de Eska. ~
La Princesa Tribal se tocaba sus fríos labios con sus dedos medio e índice mientras lloraba frente al espejo. No le importó arruinar su maquillaje. Sus cejas estaban levemente fruncidas. Korra ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué se atrevió hacerlo? Se pregunta con furia en su interior.
Prefiere no meditar más.
Va a su cama, a dormir. No deseaba pensar más en aquello. Recordar le causaba náuseas. Entonces cerró los ojos.
De pronto. Alguien llama a su puerta.
La Princesa del Norte se despierta sobresaltada, se incorpora con rapidez y mira en dirección a la puerta. Está indecisa no sabe si permitir que entren o no. ¿Y si es ella?
La susodicha se abre.
La mujer se molesta, está a punto de matar a quien sea que haya abierto su puerta sin su autorización. Pero posteriormente la expresön en el rostro de la joven se le suaviza en el momento que ve al hombre que entró, es Desna, su hermano. Él la mira, Ella lo mira. Su labio inferior comienza a temblar. Las ganas de llorar no puede contener las. Baja la cabeza y deja que su llanto fluya. Sus frías y huesudas manos están apretando con fuerza las sábanas. Desna va hacia ella. Se acerca. Saca de entre su abrigo de piel una caja café de metal, la abre y de ahí coje un pañuelo. Seca las lágrimas de su hermana. También limpia su maquillaje corrido. Él le dice:
— No llores. Cuéntame qué fue lo que ocurrió.
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A la mañana siguiente la maestra agua es llamada por su padre únicamente para recibir la peor de las órdenes injustificables. Él le ordenó arbitrariamente hacer todo lo que Korra quisiese. Incluyendo iniciar una relación sentimental con ella.
5 meses después.
Algunas cosas se tornaron un poco diferentes, otras cambiaron demasiado. Aunque uno de los cambios más notorios que se veían era la actual barriga de Korra. ¡Era enorme! Parecía como si se hubiese tragado un balón. Ah, y asimismo. La relación que tenían la Princesa del Norte y la Avatar.
En un principio Eska apenas si la miraba, casi no le dirigía la palabra. Lo que más raro se hizo es que al día siguiente de que robó el beso a la chica del Norte, la susodicha vino para decirle que se sentía avergonzada por haber salido corriendo el día anterior. Se disculpó. Más aparte terminó diciendo que ¡Sería un verdadero honor ser su novia! La sureña por supuesto que aceptó ya que era precisamente lo que quería. Después de que se hicieron pareja necesitaron pasar tres meses antes de que le permitiera volver a besarla.
En el tiempo actual la lluvia caía sobre la nieve y el hielo. Korra y Eska dormían profundamente bajo las sábanas blancas. Habían gastado todas sus energías en la noche anterior. Terminaron exhaustas. La sureña se removió un poco incómoda. Últimamente le costaba más hallar una posición agradable al dormir. Su enorme estómago le estorbaba. Pero ya le faltaba menos para dar a luz. Aunque a ella el tiempo que quedaba se le hacía eterno.
La hija del Jefe abrió despacio sus ojos. Observó un momento lo que sus ojos grises alcanzaban a ver. No estaba pensando en nada. Su mente se encontraba tranquila. Se incorporó lentamente sobre la cama. Quedando sentada. Giró un poco a mirar a la mujer que aún dormía. Cambió de postura. Tiró de las sábanas para cubrir mejor a la joven del sur. Las temperaturas se elevaban con la lluvia. Por último antes de salir le dio a la dormida Korra un beso en la mejilla. Al retirarse la chica formó una sonrisa que era visible apenas. Debía regresar a su habitación. Pues estaba en la que había sido asignada a Korra meses antes.
Dos horas más tarde la Avatar se despertó. Dándose cuenta del enorme vacío que estaba en su cama. Eska se había ido. Siempre lo hacía. Nunca se quedaba más tiempo; es lo que desagrada a la joven.
El celular de Korra vibra un par de veces. La muchacha adormilada estira el brazo alcanzando el aparato tecnológico. Lo lleva hasta ella. Ve que es un mensaje de Asami. Abre. Y lo empieza a leer.
Mensaje:
“ Hola, Korra
Quiero decirte que ya tengo fecha para mis vacaciones.
En un mes iré para allá.
Ya quiero verte de nuevo. .
Posdata:
Espero que el Polo Norte no te haya congelado el cerebro, tontita ”. +emoticon guiño
-Continuará…