¡¡AHORA EXPLÍCAME ESO DE QUE PASASTE LA NOCHE EN CASA DE ALEXANDER!! –Casi se me salen los ojos de la impresión era la primera vez que él me gritaba, y parecía estar muy enojado.
-Ayer me invito a su casa y acepte su invitación, ¿pero porque me gritas?, no es para tanto –La verdad no sabía por qué lo hacía, no tenía el derecho ni el por qué hacerlo.
-Por dios Edu, ¿cómo que no es para tanto? lo conociste ayer ¿qué tal si era un secuestrador? ¿Qué tal si era traficante? ¿Qué tal si abra entrado a la escuela para raptarte? –Antonio me bombardeaba con tantas preguntas que no sabía a cuál responder primero.
-Mira, para empezar no tienes el derecho de llegar y arrastrarme a donde tú quieras y gritarme, además, ayer descubrí que Alex es un chico increíble mientras estaba en su casa, y por ultimo no es ningún tipo de criminal. –Creo que si me hizo enojar un poco.
-Como que no tengo derecho, soy tu amigo y me preocupo por ti...
-Pues para serlo te preocupas demasiado –la verdad no me reconocía, me sentía enojado con todo el mundo en ese instante.
-Claro que me preocupo demasiado, no solo por ser tu amigo sino porque te....-No termino de hablar y se quedó pensando lo que iba a decir antes de que las palabras escaparan por sus labios.
-¡¿POR QUÉ?! –Estaba harto si me tenía que decir algo que me lo dijera ya.
-Por qué... Yo... Te amo... Te amo desde que comenzamos a ser amigos y no puedo dejar de hacerlo, no te lo había dicho por miedo a terminar nuestra amistad, pero ahora que ha llegado el nuevo veo que le hablas más a el que a mí y eso me molesta, que te esté apartando de mí, como ayer, fuiste a su casa, ¿cuantas veces te he invitado y siempre me sales con que estas ocupado o que tu mamá no te dio permiso?, Es por eso que me molesto de que hagas más por el que por mí. –Ala, esto no lo veía venir, nunca pensé que mi amigo, mi mejor amigo, casi mi hermano estuviera enamorado de mí y me lo confesara justo después de que Alex lo hiciera.
En eso sentí como una mano me tomaba del codo y me arrastraba lejos de ahí, ¿que era esto?, el día de arrastrar a Edu ¿o qué?
Alex me llevo hasta un salón de clases se cercioro de que estuviera vacío y luego entro arrastrándome detrás de él.
-Escuche todo lo que ese Antonio te dijo. –dijo mirándome a los ojos un poco enojado o preocupado, la verdad no alcanzaba a distinguir que era pero de algo si estaba seguro y era de que no estaba bien.
-Si te preocupa lo que le iba a contestar, la respuesta era que no lo podía corresponder ya que yo no estaba enamorado de él. –Me miro desconfiado -Enserio confía en mí.
-Confío en ti en el no. –Me dijo dándome un beso inocente.
Me tomo de la cintura y me acorraló contra la pared y junto nuestros labios, era un beso que reclamaba lo que era suyo y yo no dudaba en dárselo, de pronto de un tirón desfajo mi camisa del uniforme y puso sus dedos sobre mi abdomen, estaban fríos y hacían que me estremeciera, fue subiendo su mano por mi abdomen mientras me acariciaba hasta que llego a mi pezón el cual apretó entre el dedo índice y pulgar, no pude evitar soltar un gemido y echar la cabeza hacia atrás en eso el aprovecho para besar mi cuello y dejar pequeñas mordidas, mi respiración se aceleraba mientras que su mano derecha permanecía en mi pezón, su mano izquierda comenzó a bajar por mi espalda lo que generaba corrientes eléctricas por todo mi cuerpo, siguió bajando hasta que toco mi trasero y lo masajeo de una forma deliciosa, luego me atrajo hacia él y en eso pude sentir como su miembro se encontraba erecto, al sentirlo solté otro gemido y comenzó a excitarme más, eran tantas sensaciones nuevas para mí pero ninguna me desagradaba siempre y cuando fueran con Alex, no me di cuenta como pero mis manos comenzaron a bajar por la bien formada espalda de Alex hasta su trasero el cual estaba firme y de tamaño perfecto lo comencé a tocar y el no mostró resistencia así que seguí.
Estuvimos así dos minutos más hasta que el timbre sonó, Alex se alejó de mí y fue hasta la puerta.
-Terminaremos esto después, ahora arréglate la ropa, este salón se llenara pronto.
Hice lo que dijo y salimos del salón para dirigirnos a clase, por suerte la erección que se me había formado desapareció y podía andar cómodo, nos dirigimos a los casilleros y sacamos los libros de la siguiente clase y nos dirigimos al aula, al llegar por suerte todavía no había muchas personas y el profesor no había llegado, no había rastro de Antonio, Adriana que estaba charlando de no sé qué cosa con su grupo de chicas se acercó a nosotros.
-Hola chicos, ¿dónde se habían metido?
-Estábamos en servicios escolares haciendo unos trámites de mi traslado. –contestó Alex despreocupado.
-A, ok, ¿y Antonio? ¿No lo han visto?
-lo vimos en la mañana al llegar después de eso no lo volvimos a ver. –y con eso asintió con la cabeza y se despidió de nosotros con la mano para regresar con su grupo de amigas.
La ultima clase antes del descanso comenzó y nos encargaron un trabajo en equipo para la clase de la próxima semana y como Antonio no estaba y Alex no conocía a nadie lo escogí como mi compañero de equipo. La verdad era plan con maña, le iba a pedir permiso a mi mamá para ir a su casa a hacer la tarea y de paso estoy a solas con el otro rato.
El receso llego y todos nos fuimos a las bancas de la cafetería, por suerte nos habían dejado salir antes y logramos conseguir el mejor lugar (el que está más cerca de la cafetería), fui a comprar un soda, hamburguesa y unas frituras con picante y la ensalada, fruta y agua de Alex, cuando regrese el charlaba animadamente con Adriana quien se había unido a nosotros al salir del aula, la verdad no sabía de qué iba el tema pero ambos se veían bastante interesados en la plática, puse las cosas de Alex frente a le y me senté a su lado.
-Gracias Edu –me agradeció con una sonrisa la cual yo correspondí.
No sé por qué, tal vez fue por un movimiento que pude percibir a través del hombro de Alex a Antonio observándonos desde la lejanía, tenía que arreglar las cosas con él pero eso sería en otro momento, creo que en este instante está muy enojado con migo por dejarlo solo, no le hice caso y voltee a ver a Adriana.
-Chicos, ¿y qué plan tienen para este fin de semana?
-Yo la verdad no tengo nada que hacer, voy a estar todo el día en mi casa, ¿por qué? –dijo Alex.
-Bueno, es que mi mamá quiere ir a unas cabañas en el bosque, va a ir con unas amigas y por supuesto que me va a arrastrar con ella y no quiero ir sola, ya le pregunte a las chicas pero tienen planes para este fin, excepto Karina, pero solamente seriamos dos y me preguntaba si ustedes irían con nosotras para no pasar un fin de semana de aburrimiento total.
-Bueno, por mí no hay problema mi padre si me deja ir, ¿qué hay de ti Edu? –me miro con un brillo en los ojos como suplicando algo pero la verdad no supe que era.
-No lo sé, tengo que preguntarle a mi mamá a ver que dice –ojalá y que diga que sí, pensé.
-Está bien, Edu as lo que sea para conseguir ese permiso, y tu Alexander prepárate para la mejor aventura entre amigos, por que este fin de semana será el mejor de toda tu vida –dijo Adriana apuntándonos con el dedo.
Terminamos de almorzar y platicamos un rato más hasta que sonó el timbre que indicaba que el receso terminaba y empezaba una nueva clase.
Recogimos la basura de donde estábamos para tirarla al bote de basura y regresamos al salón para tomar la clase la cual era de psicología personal, es una de mis clases favoritas ya que me encanta hacer nada, y en esta clase no hacíamos nada más que recibir pláticas de la persona al frente.
Por fin la hora de salir llego, salimos de la escuela para irnos y por primera vez no tuve que pensar cómo iba a regresar a casa ya que tenía un sexy novio que me llevara en su coche, no me quiero acostumbrar tanto a esto ya que desde que inicio la última clase siento como que todo lo bueno que he vivido desde hace poco puede llegar a su fin, me da miedo de que un día Alex se canse de mí y me bote como un pañuelo usado.
Bueno, deje de pensar en eso y me puse a mirar hacia al frete mientras caminábamos rumbo al coche.
-Oye Edu, ¿qué te pasa? –su pregunta me saco de mis pensamientos y voltee a verlo y fue cuando note que me estaba mirando.
-¿Por qué la pregunta? –lo mire con el ceño fruncido.
-Bueno es que ahorita que veníamos caminado me di cuenta que tu cara cambio, como si recordaras algo triste y me preocupe. –Si no quería que Alex se diera cuenta de lo que pensaba tenía que mantener esos pensamientos solo para mí y aprender a no hacer caras sin darme cuenta.
-No te preocupes por eso, no me pasa nada es que… no era de tristeza, si no de… de preocupación… si, de eso, es que estoy preocupado porque… porque no nos hemos puesto de acuerdo para la tarea que nos dejaron y vale 30% del semestre –Espero que haya creído mi mentira, no me preocupaba tanto la tarea, bueno si un poco pero no demasiado, la verdad la podía hacer yo solo un día antes de la entrega sin problema pero eso es lo único se me ocurrió.
-Bueno en ese caso te gustaría ir a mi casa de nuevo para hacer en este caso la tarea y de paso cualquier otra cosa que se te ocurra –Tenia una mirada picara en la cara lo que causo que se me formara una sonrisa a mi.
-Esta bien pero primero terminamos la tarea para tener el resto del tiempo para nosotros, ¿está bien? –me miro con su sonrisa perfecta.
-No hay problema mientras eso me permita estar el mayor tiempo contigo –Dicho esto llegamos al auto de Alex y nos fuimos del estacionamiento de la escuela rumbo a mi casa.
Al llegar a mi casa Alex se estaciono enfrente de esta abrí la puerta y antes de que pudiera salir me tomo del brazo y me detuvo.
-Oye, ¿cuándo vamos a hacer la tarea? –lo mire como pensando y hable.
-Qué te parece si le pregunto a mi mama cuando me da permiso y te llamo para ponernos de acuerdo.
-Está bien –me soltó y me dispuse a salir pero me volvió a tomar del brazo y me jalo con una fuerza sorprendente que hiso que callera justo encima de él, no sé cómo paso pero cuando reaccione ya tenía sus labios junto a los míos. Nos separamos –ahora puedo dejarte ir, ya tengo lo que quería.
Salí del coche lo más rápido y camine a toda velocidad rumbo a la puerta principal de mi casa, sentía que mi cara ardía de una forma impresionante, no quería que viera mi cara toda roja, ya que estuve a una distancia segura me gire y le dije adiós con la mano para luego entrar en mi casa, en eso mi mama iba entrando en la sala cuando de pronto de detuvo a observarme con el ceño fruncido.
-¿Estas bien Edu? Tienes la cara roja, no tendrás fiebre ¿verdad? –negué con la cabeza y subí hasta mi habitación, no quería estar con mi mama y sus preguntas en este momento y menos con mi cara toda roja.
Deje la mochila en un rincón del cuarto y me tire sobre la cama para descansar un rato, estaba agotado de tanto estar en la escuela, tanto que poco a poco me comenzaba a quedar dormido.
*****
Desperté cuando escuche que alguien llamaba a la puerta, estaba tan adormilado como para responder a quien fuera que estuviera tocando así que opte por no hacerlo, pasaron unos diez segundos hasta que escuche que alguien entraba a la habitación pero no hice caso, seguro que era mi mama, con suerte y me dejaba dormir otro rato antes de ir a cenar, de pronto y sin que lo esperara sentí unas manos tocando mi cuerpo, seguro que mi mama no aria eso, pensé. Me desperté de golpe y tome la almohada y con toda la fuerza que tenía se la estrelle en la cara a quien fuera que me estuviese tocando de tal manera.
-AUCH –Escuche un quejido, pero la voz se me hiso conocida, no puede ser.
-ALEX, ¿QUE HACES QUI? –No lo podía creer, ¿porque él estaba en mi habitación?
-Ese golpe si me dolió mucho, sí que tienes una fuerza increíble.
-No me has contestado.
-Bueno es que me dijiste que le pedirías permiso a tu mama para ver si te daba permiso para hacer la tarea en mi casa, estuve esperando la llamada toda la tarde y como nunca llamaste entonces decidí llamarte pero no contestabas, intente varias veces pero no contestabas, entonces me preocupe y vine a tu casa, me encontré a tu mama y ella me dejo entrar y como estabas tan deseable acostado boca abajo se me ocurrió tocar tu cuerpo un poco, pero no me esperaba ese golpe –que confianza la de mi mama en dejar entrar a quien le diga que es mi amigo.
-El golpe te lo tienes merecido, por perturbar mi sueños –La verdad si me enoje un poquito con él, pero no tanto como para reclamarle.
-¿No te alegro encontrarme a mí y no a un violador? –Esa pregunta me hiso sonrojarme, que le iba a contestar, que sí, que me alegro de que me tocara o que no que prefería que fuera un violador el que lo hubiera echo, definitivamente no iba a contestar esa pregunta. –bueno ya que estamos aquí te parece si nos ponemos de acuerdo para hacer la tarea –Asentí con la cabeza y el sonrió.
-¿Qué te parece si la empezamos mañana en tu casa saliendo de clases?, yo le pido permiso a mi mama para irnos directo hacia tu casa, también podría dejar ropa en tu carro para cambiarme, no me gusta andar con el uniforme. –Sonrió de lado y se acercó a mi oído causando que me estremeciera.
-O mejor podrías andar desnudo –No creía lo que acababa de decir, como se atreve a decirme cosas así, se alejó de mí, creo que ese era su objetivo, avergonzarme, me dio un beso y se dirigió hacia la puerta –Tu idea me parece bien, paso por ti mañana para ir a la prepa, que tengas buena noche y no dejes que nadie que no sea yo te toque de tal manera.
-Igualmente, y no dejare que nadie me toque, incluido tu –le dije mientras se retiraba. ¿Qué le pasaba? no entendía su comportamiento, pera la verdad esos comentarios en parte me gustaban, me gustaba que me los hiciera a mí y no a otra persona.
Cinco minutos después de estar meditando sobre lo que ocurrió, tuve que bajar a la cocina ya que me dolía el estómago por no haber comido nada, afuera ya era de noche así que tenía razones para estar hambriento.
En la cocina estaba mi mama preparando la cena, olía de maravilla, sin duda había heredado el arte culinario de ella, entre por completo en la cocina y ella se percató de mi presencia.
-Edu que bien que ya despertaste, la comida estará lista en un momento –nada más de oler de nuevo lo que preparaba mi mama me dolía el estómago del hambre que tenía.
-¿Qué es lo que estas preparando mamá?
-Bueno hoy se me ocurrió que podríamos comer filete en la comida pero estabas dormido así que mejor decidí dejarlo para la cena.
-Tiene muy buen olor.
-Espero que te guste.
-Apuesto a que sabe genial. –estaba seguro tenía un olor que parecía que moriría si no lo comía ahora.
-¿Qué quería tu amigo? –A, es cierto, casi se me olvida.
-Quería pedirte permiso para ir mañana a su casa saliendo de la escuela, es para hacer una tarea que nos dejaron, vale el 30% del semestre.
-Bueno, si es así, no hay problema siempre y cuando regreses temprano a casa –bueno eso ya estaba listo, el permiso había sido otorgado.
Después de esa platica mi mama sirvió la cena y todos cenamos, la verdad esto sabia exageradamente bien, era un filete con especies acompañado de una ensalada, sin duda mi mama debería dedicare a ser chef, me dedique a comer en silencio mientras mi papa y mi hermano hacían lo mismo pero hablando de no sé qué, la verdad no me llamo tanto la atención su plática como para ponerle atención.
Termine de cenar y me fui a tomar un baño, al terminar regrese a mi habitación prepare las cosas para el día siguiente y me recosté en la cama viendo al techo pensaba en como seria estar solo con Alex en la cama, platicando sobre el futuro a punto de dormirnos, y así poco a poco me fui quedando dormido hasta que solo quedo la imagen de Alex la vez que me quede con él a dormir.
CONTINUARA…