Era algo raro, volaba más y más alto, salía de la tierra y seguía sin parar, de pronto me dirigía al sol y no podía parar, era demasiado real, quería regresar a casa pero cada vez me acercaba más al sol, no podía parar de acercarme, se sentía tan caliente hasta el punto en que sentía como mi piel ardía, no podía más, me estaba quemando.
Desperté con el cuerpo todo sudado, yacía en la cama de Alex con él abrazándome como si no hubiese mañana, parecía como si su vida dependiera de ello, su cuerpo era demasiado caliente, parecía como si tuviera temperatura pero sabía que no era así, intente levantarme para respirar un poco pero él alcanzo a tomarme y me recostó de nuevo a su lado.
-Buenos días, te vez bien por la mañana, ¿dormiste bien? –no entendía a que venía su pregunta
-Alex tengo que ir al baño –intente quejarme para que me dejara ir.
-¿Te encuentras bien?- pregunto.
No entendía a que venía su comentario así que asentí, intente levantarme y esta vez por suerte me dejo pararme, Salí de la cama y sentí más que observar como mi cuerpo estaba desnudo, completamente.
Una oleada de recuerdos regreso a mi mente como un golpe. Como me tenía debajo de él, como me hacía gemir, como dejaba que me tocara, todo me hacia sentía tan avergonzado y el no dejaba de ver mi cuerpo desnudo, no lo soporte más y desaparecí a toda velocidad por la puerta del cuarto de baño.
Me sentía tan avergonzado, como era posible que no recordara lo que había pasado con Alex y con migo la noche anterior, era un idiota por haberlo olvidado, por lo menos me hubiera acordado del hecho de que estaba desnudo en una cama que no era la mía, todo era demasiado vergonzoso para mí, me metí en la ducha.
Salí del cuarto de baño un poco más relajado con una toalla alrededor de mi cintura, Alex se encontraba todavía recostado en la cama, parecía no molestarle mi presencia así que decidí vestirme con confianza enfrente de él, me dirigí al armario donde Alex me había dicho que pondría mi ropa, la tome y comencé a vestirme, cuando termine me gire hacia Alex.
Alex estaba con las sabanas hasta la cintura, eso hacía que se viera sexy, se le notaban demasiado los abdominales en esa posición, desvié la mirada hacia otro lado, no quería sonrojarme por verlo demasiado.
-Voy a bajar a preparar el desayuno, ¿te parece bien? –me miro y luego sonrió.
-Está bien, bajare en un momento –Después de esto me gire y baje a la cocina a preparar el desayuno.
Estábamos en el comedor desayunando tortitas con miel de maple, esta vez no me esforcé tanto en el desayuno como en la cena de la noche pasada, solo eran unas tortitas con algunos detalles míos para mejorar su sabor, nada de otro mundo.
-Esto sabe genial Edu, sin duda eres el mejor de todos –su comentario me hiso feliz de momento.
-Gracias, pero solo son tortitas y ya.
-Claro que no son solo tortitas, son tortitas preparadas por el mejor novio del mundo –me miro y me dio un beso sabor a miel y no en el sentido metafórico, de verdad sabia a miel.
-Mejor desayuna, se te va a enfriar y no sabrá igual.
-Recuerdas que Adriana nos comentó sobre las cabañas a las afueras de la ciudad.
-Sí, lo recuerdo bien, dijo que iría con… ¿cómo se llama?... ¿Karla?... ¿Karen?... a ya me acorde, Karina, ¿Por qué preguntas? –me gire hacia él y parecía tener un plan en mente.
-Estaba pensando en que podríamos alcanzarlas hoy allá, se deben de estar muriendo de aburrimiento y no ir sería muy cruel de nuestra parte, ¿no crees?
-Creo que si, por mi está bien, pero ya sabes, mi mama es muy sobreprotectora y…
-No te preocupes por eso –me interrumpió –mientras te duchabas la he llamado y ha estado de acuerdo en que pases el día conmigo, le comente sobre las cabañas y dijo que te aria bien un poco de aire fresco.
-En ese caso acepto con todo gusto, creo que aparte de ser guapo tienes un poder secreto que hace que la gente haga lo que tú quieres.
-No lo creo, lo que si tengo es un amuleto precioso –me dio un beso en la frente –yo lavare los platos, ahora tu ve y ponte a ver la televisión en la sala, cuando termine te alcanzo y nos vamos, si nos hace falta algo lo compramos en el camino.
Me pare y camine hacia la sala, no me parecía correcto que Alex se quedara solo lavando los platos que yo había ensuciado, me sentía raro, como la mayor parte del tiempo, me senté en el sofá a esperar, encendí la televisión y comencé a pasar los canales sin buscar nada en especial, no encontré nada y mejor decidí a solo esperar y dejar el canal de documentales, no me interesaba mucho pero el ruido hacia que no me aburriera.
Alex por fin salió de la cocina, tome sus manos y observe que las tenía arrugadas por tenerlas un largo tiempo en el agua, estaban blancas y arrugadas, parecía como si se las hubiese pintado a propósito, me acerque más a él y pase mis manos alrededor de su cuello para atraerlo más hacia mí.
-¿Nos vamos? –pregunte, si este día lo iba a pasar con él lo tenía que aprovechar al máximo.
-Si claro, solo traeré las cosas que prepare, toma –me dio las llaves de su coche –abre el coche y espérame ahí.
Acepte y Salí de la casa con rumbo al coche de Alex para esperar a que bajara con las cosas que íbamos a necesitar para esta tarde.
Espere alrededor de unos diez minutos a que llegara Alex, la verdad me sentía muy cómodo dentro de su coche, era moderno y espacioso, me gustaba pero era demasiado para mi.
Entro dentro del coche y lanzo las cosas que traía al asiento trasero.
-Espero y te diviertas –me dijo con una sonrisa que guardaba algo en ella.
-Eso espero yo también.
Arranco el coche y salimos de su casa, el tráfico era horrible, creo que era porque era la hora pico y parecía que todos los coches se trasladaban a esta hora, me gustaba como Alex decía malas palabras en silencio a los conductores que se le cruzaban en el camino, le daba un aire de malo, se me hacia atractivo, creo que últimamente se me hacia todo atractivo de él.
Por fin salimos de la ciudad, Alex estaba un poco irritado, me divertía verlo así pero prefería que no fuera por mi culpa, eso no sería nada divertido.
Íbamos por un camino de terracería y parecía que estábamos en medio de la nada, entre más tiempo pasaba más grandes y frondosos se hacían los árboles, parecía una parte de una película de terror, donde los turistas eran asesinados por locos caníbales y nunca más se volvía a saber de ellos.
Deje bolar mi mente por un instante más y luego me relaje cuando Alex poso su mano sobre mi rodilla, eso me tranquilizo, me gustaba como se sentía, era cálida y suave.
No acercábamos a unas cabañas de madera en medio de un claro del bosque, parecían sacadas de un cuento, se veían lindas y de una de las chimeneas de una salía humo, nos detuvimos y Alex salió del coche, lo rodeo y como pensé que me abriría la puerta espere hasta que llegara pero no lo hiso, sino que paso a la puerta de atrás y la abrió, me enoje sin motivo alguno y abrí la puerta yo solo, Salí del coche y rápidamente sentí como la temperatura era baja, creo que estábamos en una zona alta, obvio.
Alex cerró la puerta trasera del coche y me envolvió en una manta que saco de ahí luego me abrazó y beso la parte trasera de mi cuello.
-¿Por qué no esperaste a que te abriera? –pregunto desde detrás de mí.
-Pensé que no lo arias –dije con tono de culpa.
-Lo Iba a hacer, solo que primero tenía que encontrar algo con que tapar a mi pequeño bebé –su comentario me hiso sonrojar y sonreír al mismo tiempo –Entremos a nuestra cabaña, cundo estés más cómodo llamare a las chicas para hacer algo.
-¿Cómo qué? –pregunte, no se me ocurría nada que se pudiera hacer, el frio que estaba haciendo hacia que mi cerebro se congelara.
-Podemos ir a explorar el lugar, parece bonito y no creo que Adriana tenga mejores cosas que hacer –creo que era cierto, me quito la manta y se la puso en la espalda luego me atrajo hacia él y me abrazó cubriéndome a mí también, se sentía más calientito con Alex trasmitiéndome su calor –vamos adentro, tu nariz se está poniendo roja –Y con eso nos encaminamos a la construcción de madera.
Al llegar a la cabaña pude notar como la puerta tenia detalles tallados en ella, se veían lindos, me gustaban, espere a que Alex sacara una llave o algo así pero es nunca paso, sino que solo empujo la puerta y esta se abrió con un rechinido, entramos y Alex empujo la puerta con un pie para cerrarla, salió de detrás mío y me dejo con la manta.
-Encenderé el fuego de la chimenea –dijo mientras se dirigía a lo que parecía ser la cocina por unos fósforos.
Regreso y encendió los leños que ahí se encontraban, pronto todo el lugar comenzó a calentarse al punto de que ya no se sentía frio, sino un calor reconfortante, me gustaba como se sentía, era muy agradable, me deshice de la manta que traía puesta y me acomode en uno de los sillones que había al lado de la chimenea.
-Alex, si se supone que saldremos, ¿tendremos que llevar las mantas para no congelarnos? –pensándolo bien no recuerdo que hayamos empacado suéteres o chaquetas para el frio y esas cosas.
-jajaja, claro que no, antes de venir empaque ropa para frio, que pensaste, que te traería a un lugar frio para que te congelaras –claro que pensé eso, pensé que habíamos venido y no habíamos traído nada de ropa para el frio.
-Por supuesto que no, como crees que pensaría eso –tuve que voltear hacia otra parte para que no me viera la cara y observara que si estaba pensando eso e hiciera que me avergonzara por ser tan ingenuo.
-Bueno, regreso, voy al coche por las cosas para poder irnos –dicho esto salió de la habitación.
El lugar era grande, creo que era la cabaña más grande de las cinco que se encontraban en el lugar, me pregunto cuanto le habrá costado a Alex rentarla, bueno no creo que importe, comencé a pasearme por el lugar y descubrí que había un pequeño dormitorio con un baño, la habitación tenía una cama, creo que las familias suelen rentar una de estas cabañas y se quedan por todo un fin de semana, subí las escaleras al segundo piso y descubrí que había otro dormitorio, este era aún más grande que el de la parte de abajo, creo que esto sería el dormitorio principal si no me equivoco, es bastante espacioso, tiene una chimenea como la de del piso de abajo y también tiene un baño, creo que si mañana no fuese lunes nos quedaríamos a dormir aquí, seria romántico quedarme dormido en los fuertes brazos de Alex mientras me cuenta una historia frente a la chimenea y luego me lleva en brazos hasta la cama para que pueda dormir mejor, creo que tengo que preguntarle si alguna fin de semana nos podríamos dar una escapada y así yo podría cumplir mi sueño.
-Oh, aquí estas, te andaba buscando, pensé que habías ido a algún lado.
-¿A donde podría ir con este frio?
-No lo sé, solo espero que no sea lejos de mí –se acercó y junto sus labios con los míos.
Cerré mis ojos.
El beso se tornó más profundo, era perfecto, Alex besaba de una forma tan espectacular, parecía que era un dios de los besos, me empecé a perder en el deseo y abrace su ancha espalda mientras el descendía sus manos por mi cuerpo y las posicionaba en mi cintura para apegarme más a su cuerpo y por alguna razón inexplicable abrí mis ojos y me separe de Alex lo más rápido posible…
-OOOOH POOOOR DIOOOS.
-Adriana… Pu puedo explicarlo –Tartamudee, no podía ser cierto.
CONTINUARA…