Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Máscara de encantos por deep desire

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hey! Bueno... ¿Día de AoKise? aldskjakjs quiero agradecerles por sus reviews! c: me dan mucho ánimo <3 Espero que les guste este cap y nos leemos en los review ¿vale? :)

 Capítulo 3


 


 


Kise Ryota


 


 


Desperté porque me estaban inyectando algo en el brazo. De no haber sentido el piquete de la aguja introduciéndose por debajo de mi piel, llegando hasta lo profundo de mi carne… realmente no habría despertado para gritarle al sujeto que me estaba introduciendo esa cosa dolorosa.


– ¡Maldito! ¿Eres un profesional o no? –le grité empujándolo lejos de mí. Me quité la aguja de metal lanzándola lejos– Esa mierda dolió más que si me hubieran cortado un dedo de la mano. Imbécil. Vete de aquí, si no quieres que yo te meta esa cosa en la vena –le advertí levantándome de la camilla en la que estaba recostado, levantándome a medias porque mi tobillo izquierdo estaba atado a la camilla.


Había una bolsa de sangre colgada a mi lado y la observé con algo de asco. Creí que iba a desmayarme. Eso me ha sobrepasó. Realmente no tolero ver la sangre, mucho menos tolero las agujas, esas que se inyectan por inútiles que sólo infringen dolor. Prefiero que no me inyecten nada, puedo soportar lo que sea. Menos agujas.


El sujeto que me estaba tratando de inyectar la aguja para hacerme una transfusión de sangre se marchó rápidamente.


Mascullé acerca de lo incompetentes que eran esos sujetos. Aunque no fuera verdad, y tuvieran la mejor experiencia, para mí seguían siendo incompetentes. Los odio. Sea quien sea.


Encontré un clip de metal que estaba sujetando un par de hojas sobre la mesa al lado de la camilla. Lo desarmé para liberar las esposas que me ataban a esa cosa. Comencé a trabajar en ello, pero la venda exagerada en mi muñeca derecha impidió que trabajara bien. Aún así me liberé antes de que alguien llegara.


Tomé asiento en el borde de la camilla balanceando los pies con un poco de impulso. Miré por la ventana que había frente a mí, dándome cuenta de que el día todavía estaba presente.


Estuve ahí, en esa posición por varios minutos, esperando a que algún sujeto de los que me había llevado a ese lugar, apareciera. Al parecer, por lo que pude deducir de la sangre, el enfermero y la venda en mi muñeca derecha, me desmayé por pérdida de sangre.


Me puse los zapatos dispuesto a irme hasta donde llegara sin que me detuvieran, busqué la chaqueta con la que había llegado, pero no la encontré. Era una de marca, el precio fue bastante elevado… y ya no estaba.


Salí. Di unos cuantos pasos como si estuviera flotando. Miré las luces y éstas se movían como si fueran luciérnagas en la noche. Supongo que estaba fuertemente sedado, sólo que los efectos llegaron bastante retardados.


Comencé a reírme… y desde ese momento no había parado de reír. Un hombre que no conocía, me encontró y me esposó las muñecas detrás de la espalda. No fue hasta que llegué a prisión que se me quitaron un poco los efectos de la droga que me había inyectado el sujeto antes de despertar.


Cuando me bajaron del auto en el que iba, recién me di cuenta de que la ropa que llevaba no era la mía, y ya no tenía ninguna pertenencia más que la pulsera negra de mi mano izquierda. Me quejé bastante con los guardias que me escoltaban, pero ninguno me prestó mucha atención. Sólo me ayudaban a caminar porque estaba demasiado aturdido como para hacerlo por mi propia cuenta.


Ni siquiera sé qué me dijeron, pero era algo serio por las caras amargadas que tenían cuando me hablaron. Escuché algo de un juicio, prisión, celda, guardia. En ese orden. Yo… caí en un ataque de risa cuando los vi hablarme tan serios. No pude soportarlo.


Después me llevaron con el guardia que me escoltaría a mi celda. Comencé a hablarle. Mis encantos salieron a luz y parece que el sujeto era gay porque me trató bastante bonito en el trayecto. Le coqueteé sin importarme si era hombre, porque estaba demasiado sumido en los efectos somníferos como para pensar mejor.


Cuando llegamos a la celda en la cual me quedaría, hablamos un poco, me reí y realmente no sé qué le dije, para el momento en que me quitó las esposas, estaba mirando hacia adentro de la celda en la cual iba a estar por un tiempo. Me habló algo de que mi compañero se iba en un par de días más, pero no presté atención a nada. Hasta que empezaron a discutir. Ahí intervine porque ya me estaba doliendo la cabeza, tenía mucho sueño.


Entré, subí a la cama de arriba de la litera y cerré los ojos quedándome dormido de inmediato. No escuché nada luego de que cerré los ojos, pero sí sentí unas manos golpeándome. Cuando anticipé sus movimientos, detuve la muñeca de mi compañero, utilizando un poco de fuerza, y lo alejé con una advertencia. Luego volví a caer dormido.


Y aquí estoy. Sentado en la cama de arriba, preguntándome qué diablos fue lo que me dijeron los escoltas que tenía, qué me dijo el guardia y qué le dije a mi compañero de celda.


Tengo las escenas en mi mente, pero no las palabras.


Al parecer, ahora que he dormido un poco, ya no tengo la cabeza tan aturdida, sino más bien, tengo el cuerpo pesado. Bostezo gimiendo en voz alta. Estiro mis brazos por detrás de la cabeza, creo que mejor vuelvo a dormir otro rato más. Aunque la cama es bastante dura, la espalda me duele un poco.


Me doy vueltas, hasta que finalmente decido dormir boca abajo. Entierro el rostro en la almohada que tiene un olor fuerte y masculino, quedándome dormido al instante.


***


Despierto porque se me ha quedado dormido uno de los brazos. Giro hasta quedar mirando el techo y tiro mi brazo derecho sobre mi cara.


– Maldición –gruño al sentir el dolor de mi muñeca– Auch –.


Frunzo el ceño ante el vendaje extravagante. Me reincorporo sentándome en el borde de la cama. Mis pies balancean y les doy impulso para que se balanceen más. Me gusta hacer eso.


Decido estirar un poco las piernas, así que bajo utilizando la cama de abajo para ello, sin embargo, mi pie se clava en un cuerpo que se queja abiertamente.


– ¡Qué diablos te pasa! –grita el sujeto al cual pisé con mi pie.


Termino bajando con mi pie sobre su estómago de igual forma, aunque se haya removido, no quité mi pie.


– Ay, lo siento –me disculpo tapándome la boca con un tono sarcástico– No sabía que estabas ahí.


– “No sabía que estabas ahí” –replica mascullando. Se levanta sulfurado, da un solo paso para acercarse hasta donde estoy. Tiene los puños fuertemente apretados con ira– Te vas a arrepentir, imbécil. No me conoces.


– Ah, y tú a mí tampoco –respondo sonriendo– Ya te pedí disculpas, deja de fastidiar, “Imbécil” –digo imitando su tono de voz. Abre los ojos un poco, luciendo sorprendido, pero luego ocultándolo bajo una mirada irritada. Las personas no saben que puedo imitar las voces del resto a la perfección, solo me basta escucharlo una vez para reproducirlo. Lamentablemente, sólo puedo reproducir palabras que he escuchado, no puedo inventar frases.


– Llegas aquí, creando un alboroto, como si fueras una celebridad –masculla acercando su rostro al mío para imponer su presencia– Pero conmigo no te va a resultar, rubio teñido con tendencias suicidas ­–.


Suelto una carcajada bastante estruendosa porque realmente me ha hecho reír. El problema es que no puedo parar tan rápido una vez que empiezo. Me rio en su cara y él se molesta, se enfada, se enfurece tanto que piensa darme un golpe en el estómago. El problema es que antes de que siquiera lo haga, le doy una bofetada que lo hace ver estrellas.


– No soy rubio teñido, cariño, soy natural, de otro modo mis cejas no serían de ese color. Además que teñirse arruina el cabello y no, gracias –espero a que vuelva a mirarme para seguir– Y qué tiene si soy un suicida o no –enarco una ceja– También soy bipolar, tengo doble personalidad y cuando duermo suelo ser sonámbulo y mato personas –se yergue nuevamente. Aprieta la mandíbula porque veo el músculo que se mueve.


– Deberías estar en un manicomio entonces –gruñe frunciendo el ceño, conservando esa ira líquida en los ojos que me hace sentir tan satisfecho.


– Los manicomios son para los locos, idiota –me rio a carcajada limpia– Yo estoy perfecto. De pies a cabeza –doy una vuelta entera para demostrárselo– Una belleza ¿no? Las mujeres no pueden resistirse a este encanto natural, apuesto a que una mujer ve tu cara y sale corriendo –lo provoco sonriendo.


– Si continúas… –comienza a advertir con una sonrisa de medio lado.


– Ni siquiera a un hombre lograste seducir estando aquí dentro –murmuro cortándole la inspiración y observando su cuerpo tenso. Se nota desde lejos que no ha tenido acción por un buen período de tiempo– Por suerte para mí, no sólo puedo conquistar mujeres, también he probado con los hombres, y de igual forma caen bajo este encanto –sonrío guiñándole un ojo– Pero prefiero las mujeres –suspiro dándole la espalda y caminando hasta la reja– Quiero salir de aquí~, estoy aburrido y tú eres demasiado idiota como para entablar una conversación.


– Ya verás –masculla elevando la voz.


Sus pasos se acercan y sonrío porque ha caído en la provocación. Al parecer tiene bastantes problemas con el control. Es impulsivo y es fácil de irritar.


Veo al guardia que asoma la cabeza y doy un grito de felicidad.


– Dave~ –digo elevando un poco la voz para llamar su atención. Al menos recuerdo su nombre, eso es algo bueno. Esto fue como una resaca, se me olvidaron la mayoría de las cosas– Mi chico preferido –hago un puchero alargando los brazos fuera– Mi compañero de celda es muy agresivo –lloriqueo– Además le faltan algunas neuronas.


– Mira –masculla la voz de mi compañero. Tira de mi cabello con su puño, echando mi cabeza hacia atrás con brusquedad. Veo su rostro molesto invertido y sonrío de forma imperceptible– Tú vas a agarrar toda tu estupidez, y te vas a dormir abajo…


– No me gusta abajo –murmuro con un ronroneo– Prefiero más arriba, pero si me tratas bonito, puedo hacer una excepción –le guiño un ojo regocijándome en su rostro impactado.


Me mira asqueado y retrocede soltándome. No puedo dejar de reír por su reacción. No fue lo que esperaba, pero al parecer va a servir para mantenerlo alejado por los días que compartiremos celda. De todos modos, no estoy interesado en sujetos malhumorados, explosivos e idiotas como él. Ni siquiera estoy interesado en hombres. El hecho de que les coquetee es sólo para conseguir algo de ellos, como Dave, que es un gran ejemplo.


 Giro la cabeza para ver qué es lo que el sujeto de pelo azul está haciendo. Lo encuentro sentado en la cama de arriba con su rostro molesto. Me está mirando nuevamente. Aprovechando que tengo su atención, me sujeto de los barrotes y levanto el trasero arqueando la espalda en una postura provocadora. Le doy una mirada sensual y lamo mi labio superior.


Cuando su mirada llega a mis ojos, me sigue observando con esa expresión molesta. Parece imperturbable. Como si esa expresión estuviera fija en su rostro indiferente. Se deja caer de espaldas sobre la cama, cruza los pies y lleva sus manos detrás de la nuca.


Abandono mi postura sugestiva con una sonrisa petulante. Creo que me gusta fastidiarlo, pisotearle ese ego tan gigante que tiene, me hace sentir muy bien. Podría disfrutar de ello mientras dure.


Dave llega a mí y se detiene mirándome desde fuera. Le coqueteo un par de minutos hasta que obtengo lo que quiero. Me va a sacar de aquí a dar un paseo por la prisión.


Genial.


Una vez estoy fuera, me esposa las muñecas adelante, miro por sobre mi hombro, ocultando la mirada bajo mi flequillo. Mi compañero de celda continúa en su lugar, con los ojos cerrados y la respiración lenta.


– Nos vemos luego~ –murmuro sabiendo que va a escucharme.


Camino cuando Dave me da un tirón de las esposas. Aprovecharé esta oportunidad para sacarle información al guardia.

Notas finales:

Entonces.... no olviden dejar su review :) y nos estamos leyendo cualquier día de la otra semana <3 l@s quiero mucho, un beso y una abrazo para ustedes ;)


https://www.facebook.com/DeepdesireFic


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).