Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Máscara de encantos por deep desire

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hey! realmente lamento haber tardado tanto en actualizar! pero al fin tuve tiempo y la inspiración llegó poco a poco después de tiempo :c espero que disfruten de la lectura <3 l@s amo!! :)

Capítulo 9


 


Kise Ryota


 


 


Tanto como éxito, éxito no… de hecho mi plan no-plan salió completamente… de la forma en que no pensaba.


No es como que me haya hecho una idea de cómo iba a escapar, ni de cómo me iban a atrapar, yo sólo seguí mis instintos. Y aquí estoy, mirando la sangre correr por mi hermoso cuerpo, incapaz de levantarme ahora que las piernas me tiemblan más que la gelatina.


La adrenalina está comenzando a esfumarse porque el dolor de las heridas está comenzando a ser más latente que antes. Mi corazón late desbocado, los oídos me zumban y la visión la tengo algo borrosa.


Puedo contar con los dedos de las manos todas las veces en que estuve a punto de morir, y ninguna se sintió tan jodidamente divertida como la de hoy. La primera vez que me persiguen tantos oficiales de prisión, disparándome a la distancia. Obtuve varios impactos de bala, en mi precioso cuerpo…


Lo único de lo que me lamento es de las cicatrices que me quedaran… pero mi cuerpo está lleno de cicatrices, es sólo que no se ven. Tengo cicatrices de muchas heridas conseguidas a lo largo de mis cinco años en este mundo lleno de peligro. Un par de cicatrices más no me harán daño… a no ser que me desangre… la herida en mi estómago realmente se ve fea y no para de sangrar. Necesito conseguir algo de ayuda. Necesito salir de este callejón abandonado. Necesito levantarme.


Uso la pared para tratar de ponerme de pie. Las piernas realmente me tiemblan pero me obligo a controlarlas. Debo buscar una solución a toda esta sangre derramándose sin control. No voy a morir hoy, maldición.


De alguna forma logro ponerme de pie luego de varios intentos. Me acerco al lugar donde transitan las personas y los autos, observo a todos lados en busca de algún oficial… y en efecto hay varios desplegados por las calles. Caminan mirando atentamente a todos lados.


Me oculto nuevamente detrás de la pared. Tomo una respiración profunda tratando de contener el siseo de dolor que viene con ello.


Si no me voy luego de aquí, van a terminar encontrándome de igual forma y todo este dolor, sudor y esfuerzo habrá sido por nada.


Llevo una mano a mi herida sangrante y ejerzo presión mientras tomo otra profunda respiración preparándome para correr.


Antes de arrepentirme salgo corriendo como alma que lleva el diablo. Corro sin preocuparme del dolor profundo que me impide respirar bien. Los gritos de los guardias no se hacen esperar y la persecución comienza de nuevo.


El auto que utilicé para escapar dejó de ser útil cuando le dispararon a una de las ruedas traseras y derrapé hasta que estuve a punto de salir volando cuando casi se volcó. Para mi suerte no ocurrió nada más grave que un derrape en el asfalto, luego tuve que salir corriendo porque afortunadamente en ese momento no tenía ninguna herida grave… me dispararon a la distancia, pero sea quien haya sido tenía una muy buena puntería porque logró hacerme esta herida que ahora me impide huir correctamente.


Pero no voy a caer en esa prisión otra vez. Eso lo aseguro.


Esperar por un milagro sería lo mejor en esta ocasión. No hay ninguna otra forma que me asegure el éxito. Estoy herido, a la deriva en estos momentos y con un grupo de oficiales siguiéndome de cerca.


No me voy a rendir a menos que termine en el suelo. No me rendiré a menos que no respire.


Corro, de vez en cuando encogiéndome cuando balas resuenan por mis oídos, algunas peligrosamente rozando mi cuerpo. Trato de no mantenerme corriendo en línea recta porque así sólo soy un blanco más fácil.


Entro a un edificio gigante de donde varias personas salen y otras cuantas entran. Las balas se detienen. Salto los escalones de dos en dos hasta que finalmente llego a la cima. Las personas se alejan cuando ven a los oficiales con las armas en las manos. Antes de atravesar las puertas de entrada, leo el nombre “Centro comercial”, un buen lugar para esconderse. O al menos para despistar y tratar de huir y sacar ventaja.


Arrastro los pies por el lugar, las personas se alejan de mí con gritos de miedo, observo rápidamente los alrededores buscando dónde ocultarme. Detrás de mí escucho los gritos de los oficiales movilizándose estratégicamente. Me apoyo detrás de uno de los pilares y tomo un profundo respiro, saco la mano de mi herida y lo único que veo es sangre empapándome hasta la muñeca.


No sé cómo han llegado esas gotas de sangre al suelo, pero si han caído entonces cualquiera puede seguirme el rastro a través de ellas.


Trato de romper parte de mi uniforme para cubrir mejor la herida y así ésta no me delate. Hay una tienda de accesorios deportivos a una corta distancia, si me logro colar y esconder allí, entre los implementos, creo que pasaré desapercibido, el tiempo suficiente como para luego huir nuevamente… eso si es que no me desmayo antes.


Cuando una gran cantidad de personas se acerca en grupo, las utilizo como medio de escape. Rápidamente me oculto dentro de la tienda sin ser visto por el hombre dentro, me tapo con un par de chaquetas deportivas y trato de normalizar mi respiración. Estoy comenzando a sentir más dolor que antes y más sueño.


No puedo quedarme dormido. Maldición. No puedo quedarme dormido. Ese sería mi pasaje gratuito a la muerte. Si me desangro como lo estoy haciendo y me quedo dormido, entonces sólo voy a encontrar mi muerte fácilmente. Nadie va a encontrarme antes de eso.


Me golpeo las mejillas con fuerza para reaccionar, mis ojos se tornan pesados ahora que estoy tranquilo en este lugar. Siento el corazón acelerado, estoy sudando como loco y aunque trate de calmar mi respiración es sólo para causarme más dolor.


Cierro los ojos con fuerza cuando me quito los trapos que cubrían la herida. Con la poca luz que tengo puedo ver que sigue igual que antes y está muy fea.


Necesito ayuda profesional. Pronto.


Me levanto un poco para mirar por el escaparate. Fuera no se ve nadie sospechoso. Gateo por entre las cajas e implementos dirigiéndome a la salida. Apenas llego a la puerta me levanto rápidamente y salgo aparentando normalidad, aunque a quién quiero engañar, con este uniforme tan llamativo jamás pasaré desapercibido, sin contar con la sangre que llevo sobre mis ropas.


Escapar es como una misión imposible. Me apresuro a salida del edificio, evitando en todo momento mirar detrás de mí. No quiero tentar el destino, así que mejor me mantengo mirando al frente como un caballo de trabajo.


A medida que me acerco más a la salida puedo sentir la adrenalina invadiéndome, es tan fuerte mi deseo por salir que ni siquiera escucho las voces que me gritan a la distancia. Tan fuerte es mi deseo por escapar e ir en busca de mi familia, que ni siquiera me percato de que estoy completamente rodeado ahora.


Apenas pongo un pie fuera del edificio soy recibido por patrullas de la policía, luces rojas y azules intermitentes que no dejan de girar, policías desplegados con armas en alto apuntándome.


– Oh mierda –susurro abriendo los ojos como platos al ver a todos esos policías frente a mí.


– No des ni un paso más –advierte una voz a mi lado.


Volteo la cabeza para ver de quien se trata y me sorprendo al ver a Yukio de pie con su traje de policía junto con un chaleco antibalas. Me apunta a la cabeza con el arma entre sus manos, levanto lentamente las manos manteniéndome un poco doblado sobre mí mismo para disminuir el dolor latente en mi estómago.


– ¡No te muevas! –exclama una voz detrás de mí.


Giro la cabeza levemente para ver a los oficiales que me perseguían dentro del edificio. Miro a Yukio con una sonrisa de medio lado y enarco una ceja. Él me mira con el ceño fruncido sin bajar el arma.


– ¿Qué haces aquí? ¡Él es nuestro! –exclama el oficial detrás de mí.


– Él es nuestra jurisdicción una vez está en la calle –masculla Yukio mirando a los hombres que me perseguían. Les frunce el ceño con molestia, guarda el arma en su cintura y saca las esposas, toma una de mis muñecas sin escuchar las protestas de los oficiales.


– Nosotros lo llevaremos de vuelta a prisión –soy fuertemente tironeado hacia atrás por los oficiales, sin embargo Yukio no suelta mis muñecas y opone resistencia.


De pronto un grupo de oficiales de policía se acerca situándose detrás de Yukio, los oficiales de prisión me sueltan al verse superados en número.


– Él nos pertenece –dice el oficial de prisión.


– Nos pertenece a nosotros ahora –dice Yukio.


– Él ya fue sentenciado a prisión. No pueden llevárselo a la estación de policía.


– Él no ha tenido un juicio y fue puesto dentro de prisión así nada más –respondió Yukio haciéndome caminar hacia donde se encontraban todos los demás policías.


– Ryota Kise ya tuvo un juicio, fue sentenciado a cadena perpetua.


– Eso es mentira –Yukio levanta una mano y le entregan una carpeta de color café. Comienza a revisarla y cuando encuentra lo que necesita se la extiende a los oficiales de prisión.


Pacientemente espero a terminen su discusión por quien quiere tener mi libertad, espero todo lo que puedo porque en un momento dado, mi visión se torna borrosa y pierdo el equilibrio desvaneciéndome sobre el grupo de policías.


***


Escucho voces a mí alrededor. Sé que no debo abrir los ojos todavía. Comienzo a recordar todo lo que sucedió antes de desmayarme. Imagino que ahora debo de estar bajo la custodia de la policía, Yukio realmente quería tener mi custodia... lo cual me pone en un aprieto porque él quiere obtener información de mí, una información que no le daré y eso de igual forma me hará volver a la cárcel… pero mientras tanto tengo la oportunidad de tratar de escapar ya que estando en una estación de policía es más fácil escapar que de una penitenciaria rodeada de guardias.


Frunzo el ceño al sentir una insistente luz sobre mi rostro. Abro los ojos muy a mi pesar y trato de taparme el rostro pero mis manos están atadas. No puedo moverme.


– Despierta. Debemos llevarte a la jefatura –murmura Yukio apostado a mi lado.


Quita la luz de mis ojos y frunce el ceño… siempre frunce el ceño. Sonrío al darme cuenta de ello y trato de levantarme pero es imposible estando esposado a la camilla.


– Suéltame si quieres que me levante –digo haciendo un puchero al ver mis muñecas apresadas nuevamente. ¿Jamás seré libre en este mundo? Dios. Como si me pudiera escapar estando en un hospital con una herida en el estómago.


– Como si no fueras a escaparte estando como estás –gruñe Yukio soltando mis muñecas para luego volver a esposarme– ¿Crees que soy idiota? Por supuesto que escaparías, así no vayas gateando como un bebé.


– ¡Eres un paranoico! –exclamo para distraerlo. Estoy tratando de liberar las esposas.


– Sólo me estás dando la razón –murmura tomando una de mis muñecas quitándome el clip que ya había liberado una de mis manos– Te escabulles más rápido que un felino.


– Gracias por la comparación –le guiño un ojo y él sólo me frunce el ceño esposándome nuevamente– Auch –siseo cuando siento cómo aprieta mi muñeca– Sé más gentil –murmuro– Aunque no sea mi primera vez contigo, siempre debes ser gentil –ronroneo con una sonrisa insinuante.


– Y como siempre, nunca cambias –suspira– Casi mueres desangrado pero para ti no es nada… ahora que lo pienso ¿Por qué siempre tengo que ser yo el que te lleve al hospital? Cada vez que te sucede algo terminas al borde de la muerte y siempre llego yo para limpiar tu desastre.


– Es el destino –respondo suspirando como una enamorada– Nos quiere juntos –recibo una mirada seria por su parte y mi sonrisa se esfuma. Creo que mejor deberé dejar de insinuar estas cosas con él… no sé por qué.


– Es el destino que me tiene pegado a ti para salvarte el trasero cada vez que pasa algo –gruñe molesto– Levántate de una vez –.


Le doy una mala mirada y me levanto de un salto, olvidando por completo la herida en mi cuerpo que se resiente apenas me yergo.


– ¡Duele! –exclamo doblándome un poco para disminuir la presión.


– Por supuesto que va a doler, debes evitar moverte con brusquedad –gruñe él tomándome de un brazo y ayudándome a caminar fuera de la habitación.


– ¿A dónde vamos?


– A la jefatura.


– ¿Por qué?


– Porque vamos a esperar por tu juicio.


– ¿Por qué?


– Porque no tuviste uno.


– ¿Po…?


– Si vuelves a decir “¿Por qué?” te voy a golpear –gruñe mirándome de lado con una advertencia. Sonrío divertido y le guiño un ojo empujándolo levemente.


– Siempre tan gruñón –hago un puchero.


– Deberías agradecer que te saqué de la cárcel –dice ignorando mi comentario– Ahora al menos puedes contactar a tu familia.


– O escapar –susurro sin que él escuche. Sonrío de medio lado al ver a dónde me llevan.


Sin duda Yukio es mi mejor carta en este momento. Si debo dejarme el orgullo de lado para lograr lo que quiero, no voy a dudar en hacerlo. A simple vista se puede ver como un hombre serio y correcto… pero estoy más que seguro de que si presionas un poco, puedes desviarlo del camino… y quién mejor para ese trabajo que yo…


– Ni siquiera lo pienses –dice Yukio sacándome de mis pensamientos.


– ¿Pensar qué? –digo inocentemente.


– Lo que sea que estás pensando no es bueno ni para mí ni para ti, así que no lo hagas –responde deteniéndose frente a una jaula bastante familiar.


– No sabes lo que puedo estar pensando –susurro acercándome a su espacio personal– Pero estoy seguro que lo disfrutaras –ni siquiera me mira mientras quita las esposas de mis muñecas.


Yukio realmente es terco. Doy un suspiro esperando a que me libere y antes de que me empuje a la celda le doy un beso en la mejilla. Si hay alguien que puede ayudarme indirectamente a salir, es Yukio.


– Ni siquiera pienses que puedo ayudarte –dice Yukio no reaccionando a mi dulce beso.


– No lo pienso, lo sé –mi tono arrogante lo hace sonreír. Niega con la cabeza mientras se despide dejándome solo, en una celda que ya conozco de memoria y con un manojo de llaves que acabo de robar– Siempre vas a ser mi salvación mientras estés en la policía, Yukio –susurro sonriendo.


En pocos minutos más las luces se apagan por completo anunciando la llegada de la noche. Espero pacientemente sentado frente a los barrotes para el momento exacto en el cual escapar… ésta vez sí tendré éxito. 

Notas finales:

¿Resultará el plan ésta vez? ¿Kise tendrá éxito?

Bueno... nos leemos la próxima semana... espero... todavía no sé qué día será, pero como siempre estaré publicando en fb también c: Gracias por leer! y no olviden dejar su review c: <3

Besoos y abrazos!

https://www.facebook.com/DeepdesireFic


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).