-Tengo hambre!, voy a morirme!-
-yoongi! deja de gritar, la fila ya está avanzando, así que solo cierra la boca-
-taehyung.. yo ya estaría comiendo si no fuera por tu culpa, idiota-
Min Yoongi, venia de una familia de todos vampiros. A él no lo habían transformado, él había nacido así. Tenía la piel más pálida a comparación de otros de su raza, sus cabellos eran de un color gris y tenía ojos intensos de color negro que variaba a rojo cuando éste no podía controlar su sed, o simplemente los usaba para asustar a quienes se atrevieran a molestarlo o enójalo.
Venia de una familia de las más millonarias del mundo, también controlaban un ejército de cazadores por su odio a los lobos que había quedado por los años de guerra y por un suceso del que casi nadie de la familia se pudo recuperar.
Él era un chico bastante amargado y serio, la mayoría en escuela lo pensaba dos o tres veces antes de hablar con él, algunos solo se dedicaban a mirarlo de lejos. Era un chico demasiado hermoso para ser ignorado a pesar de ser un gruñón.
Y al único que consideraba su amigo era a un humano llamado, taehyung, este nunca le tuvo miedo, todo lo contrario, pudo fácilmente hablarle el primer día de clases en la universidad. Tae era unos de los pocos que se había acostumbrado a los diferentes y no les temía, pero tampoco los ama, digamos que así estaba bien, como humano.
Allí estaban ellos, en la fila de la cafetería del comedor de la universidad. Tae se había retrasado en el baño por culpa de lo mal que le había caído esa comida de la noche anterior, yoongi lo espero distrayéndose con su celular, al darse cuenta de la hora salio corriendo (ya que tenían prohibido usar sus poderes en la universidad, él fácilmente podría aparecer en un abrir de ojos en otro lugar. Como el resto de su raza) hasta el comedor. Mierda! maldijo al ver la gran fila que se había formado, y que antes estaba casi vacía.
-hey, vas a comer a pesar de tu dolor de estómago?- le pregunto yoongi sin quitarle la vista a lo que se estaba sirviendo de comida
Taehyung solo asistió con la cabeza sin mirarlo, tomando las pinzas para dejar comida en la bandeja que sostenía. Al estar con bandeja llena, van en busca donde siempre se sentaban. La mesa siempre estaba vacía para ellos, por alguna razón era así.
-yoongi.. es mi imaginación o ese chico no te saca la vista de encima?-
Sin disimulo giró la cabeza a su izquierda y lo vio, dedicándole una mirada seria (como a todos). Volvió a ver a su amigo.
-no le des importancia, se quedó enganchado conmigo después de tener sexo, ja, idiota-
Ahh.. ahora pudo entender del porqué de las miradas de aquel chico. El de pelo naranja (tae) sigo comiendo sin darle importancia a lo escuchado, después de todo, sabía de las aventuras de su amigo, a él no le importaba si era hombre o mujer al momento de tener relaciones. Al principio se sorprendió al saber eso de yoongi, pero con el tiempo le resto importancia al asunto. Pero algo en su cabeza le daba vueltas, ¿el seria capaz de estar con un hombre?, se preguntaba sin obtener respuestas de sí mismo.
El timbre sonó haciéndoles saber que la hora de almuerzo había terminado, y todos deberían entrar nuevamente a clases.
Yoongi y Taehyung fueron hasta sus pupitres para tomar haciendo, uno al lado de otro. La maestra ingresó al pasar unos minutos y con ella también ingresaron dos chicos. Llamó la atención de sus alumnos y presentó a los nuevos.
-son nuevos en la ciudad, así que trátenlos bien- le hizo sabe la mujer -por favor, preséntese-
-mi nombre es park jimin..mm.. soy humano- el chico de pelo castaño fue el primero en hablar ya que su amigo estaba un tanto nervioso.
Le dio un ligero golpe con el codo y esté nervioso habló.
-soy...Jeon Jung Kook y-y también soy humano- dijo mientras jugaba con sus dedos
-tomen asiento en estas mesas- les mostró dándoles ligeras palmadas a los pupitres que se encontraban detrás del vampiro y del peli-naranja
Wow~, pensó yoongi al mira a su siguiente presa, la verdad es que esa tal jimin no estaba nada mal.. Quería que la clase terminara rápido y así hablar con aquel chico.
Unas 2 horas pasaron y era hora ir saliendo, otro día en la universidad había pasado. El vampiro de pelo gris esperó y al terminar de guardar sus cosas en la mochila, y fue en busca de esa persona que lo había encantado al momento de verlo.
Vio que su objetivo se estaba perdiendo entre todos los adolescentes y sin pensar hizo uso de su poder, estaba prohibido pero nadie se enteraría, además, era algo inocente lo que iba a hacer.
-mierda!- no dudo en maldecir por la repentina aparición de ese chico pálido. Qué le pasaba?
Lo raro fue que yoongi no pronunció ni palabra, se quedó con la vista fija en el de piel más morena.
-hey, idiota, me bloqueas el paso-
Jimin era una persona sin paciencia, puede que algo serio pero no tanto como yoongi. Simplemente actuaba así por lo molesto que le pareció la presencia de aquel chico, y además no decía nada.
-Yoongi!- llamó enojado su amigo -sabes que no puedes usar tus poderes- susurro al alcanzarlo
-jimin.. Vámonos..- le dijo tomando de su muñeca
Kook todavía temía de la criaturas, pero para su suerte ahí estaba su mejor amigo, el que siempre lo defendía de todo. Aunque de nada grave, ya que nunca se vieron en problemas serios y hubiera sangre de por medio.
Jimin hizo caso a la petición de su amigo, se movieron esquivando a esas dos personas y salieron de la universidad.
-yoongi?-