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En el claro de luna por Diego Cavalore

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La gente dice que uno no sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. Un objeto, una posición o un amor que de un momento a otro se antoja efímero y desaparece dejándonos con esa sensación de no haberlo vivido plenamente, de no haberlo descubierto por completo, de no haberlo cuidado como debimos y los deseos de haber pasado más tiempo entre las mieles de nuestro motivo de deseo, de nuestra  causa perdida o de nuestro amor ahora imposible nos invaden sin poder hacer nada para remediarlo.

Irremediable, pues fue tuyo y como si fuera a estar ahí para siempre… pasaste de él.

Nostalgia es la palabra que se me ocurre más apropiada para describir el sentimiento posterior a la pérdida, pues nos invaden los recuerdos de aquellos tiempos donde todo era perfecto incluso sin darnos cuenta y ahora que ya no está… la soledad repentina nos atrapa y nos deja impotentes.

La vida puede llegar a ser cruel cuando se lo propone.

Pero, ¿Qué será más doloroso?, ¿Sentir la pérdida de un solo golpe?, como cuando ese buen amante, rompiendo un cálido abraso, se viste por ultima ves frente a tus ojos y no regresa más. ¿O sentir la pérdida poco a poco?, anticipando lo inevitable, con la plena certeza de que no existe solución alguna para mantener a tu lado eso que se te escapa.

Tal vez dependa del motivo de tu nostalgia… en mi caso me dolería mucho más el no tener a ese buen amante en mi cama otra vez, que lo que me dolería ver las hojas caer en otoño, conociendo plenamente que no existe medio humano para mantenerlas en su lugar.

Entre mis pensamientos alcancé a escuchar a lo lejos mi nombre, había llegado el momento. Levantándome de esa incomoda banca larga de madera de cedro me dirigí con paso firme pero lento al pequeño estrado.

Qué bueno sería que mi dolor lo causara la pérdida de un amante o la caída de las hojas de otoño, de esa forma aún la tendría a ella a mi lado para consolarme, o para darme un cada vez más loco consejo, proveniente de esa nublada y hermosa mente.

<<Su nombre era Evangeline Dorne >> dije de frente a los invitados.

Sentados en las primeras filas se encontraban distinguidos comerciantes, afamados escritores y señoras de sociedad, todos luciendo sus caros trajes y vestidos de luto.

Montón de hipócritas, pensé. Desde que su enfermedad empeoró todas sus “Finas amistades” se alejaron de ella, mandando costosos arreglos florales de vez en cuando para compensar su ausencia.

Sin embargo nunca estuvo sola, pues el cariño verdadero parece darse con más facilidad en las cunas humildes, no lo digo con desprecio si no con genuina sorpresa y agradecimiento.

Los empleados de la editorial y sus familiares junto con los empleados de la mansión y sus familiares llegaban a visitarla alegando que la señora Evangeline siempre los trató con amabilidad y les aseguró un empleo digno además de siempre estar atenta a las necesidades de sus familias.

<<El día de hoy nos reunimos en esta capilla para despedirla y honrar su memoria >> mencioné con voz clara, serena pero triste.

Ser el hijo único de una madre que a su vez era hija única mostraba en ese momento una gran desventaja, pues al mirar a todos los presentes no encontré a ningún familiar que realmente me acompañara en dolor.

Mis abuelos murieron en un accidente de auto cuando yo era pequeño y mi padre abandonó a mi madre por una mujer oriental poco tiempo después, dejándola sola con la mitad de la fortuna de mi padre y conmigo por supuesto.

Hace dos años nos entramos de qué padre murió en el lugar de nacimiento de la mujer oriental y que tenía un hijo con ella. Después de eso mi madre agravó su estado, sus problemas de memoria aumentaron hasta un punto peligroso de los que exceptuando cortos periodos de lucidez nunca pudo recuperarse.

<< Evangeline Dorne, mi madre… nunca siguió el estereotipo de la típica mujer de Destelshire >> comenté usando el micrófono. Vi de reojo a las mujeres de “sociedad” del condado guardando mi repudio muy dentro de mí.

<<Fue una mujer que vivió y murió en ensueños, de una creatividad impresionante y una retórica ejemplar a la hora de plasmar la fantasía en papel. Para ella no existió jamás una barrera, nunca tomó una decisión porque “era lo correcto”, sus caminos se guiaron bajo la rienda de su corazón y su pensamiento muy distinto al cotidiano. >>

Tal vez por eso padre la dejó, pensé. Nunca pudo aprender a lidiar con el carácter de un genio, de un ser autentico.

<<No fue una mujer que preguntaba ¿Por qué? Si no que se plantaba con el argumento de ¿Por qué no?>>

Una sonrisa fugaz recorrió mis labios al recordar el día que le dije que era gay. <<M-mamá, necesito contarte algo>> le solté muy nervioso, no podía creer lo que estaba a punto de hacer.

Ella estaba revisando su último manuscrito próximo a publicarse, levanto su mirada de color miel solo un segundo y la tornó de nuevo a los papeles.

<< ¿Y qué es eso que me quieres contar que te tiene tan asustado? >>, Dijo con una suave sonrisa dibujada en su cara. <<No te veo tan pasmado desde el día que rompiste el vitral del pórtico de la señora Hood con un balón de basquetbol. >>

<<No sé cómo decirte esto… a- ah. >> Abrí la boca sin poder emitir sonido y la cerré de nuevo. <<Sabes, n-no es tan importante mejor olvídalo. >>

<< ¿Es una chica verdad? >> preguntó de nuevo con la mirada en el manuscrito.

<<Ah>> suspiré triste por su comentario y me di la vuelta.

<<Entonces es un chico. >>

Me paralicé justo antes de salir por la puerta de su estudio, mis brazos empezaron a temblar y mi mandíbula se apretó negándose a dar contestación a esa pregunta, mis ojos, ocultos de ella, comenzaron a lagrimear en silencio. Ya está ahora ella sabe que eres un maricón, pensé.

<<Y quien es el afortunado>> preguntó mamá.

Poco a poco, pese a mi enorme vergüenza, fui volteando hacia mamá. Ahora ella me miraba fijamente, seria, en calma, sus ojos reflejaban algo que no puede entender, como si ella conociera todos mis secretos, como si solo ella guardara la clave de la vida y estuviera a punto de compartir algo de eso conmigo.

Me sentí desnudo frente a ella, su mirada siempre fija en mí. Tomé coraje, la miré a la cara y espeté <<Nicholas True>>

<< Es un chico muy guapo, lástima que su madre sea una perra>> dijo mi madre como si estuviera hablando del clima. << ¿Y… ya son novios? Porque, si es así quiero conocer oficialmente a mi yerno. >>

<< Pe-pero ¡Claro que no!, Mamá él ni siquiera sabe que me gusta… Y es que está mal, todo está mal, mamá él es un chico y, y, y… ¡y yo también! >>

<<Que observador eres mi amor>> dijo mi madre burlándose de mí.

¿Cómo diablos se atrevía a burlarse de mí? ¡Si yo estaba a barde de un colapso!

<< Mamá, es que no es correcto que sienta esto por un hombre. >> dije apenado.

<< ¿Eso, según quién? >> dijo tranquilamente.

<< ¡Según todos mamá, según los chicos de la escuela, según la iglesia, según la gente de la calle…! >>

<< Ah, ya entiendo>> dijo mi madre << ¿y ellos te dan de comer? >> preguntó.

<<No>> dije avergonzado.

<< No hijo, no te darán de comer, ni te darán la mano cuando necesites ayuda y ¿sabes por qué? >> Dijo con amabilidad, tratando de explicarle algo a su crio con todo el amor del mundo.

<<Porque ellos no te conocen, y no pienso dejar que vivas una vida conforme al “código moral” y fuera de lo que verdaderamente eres y quieres, solo para tener feliz a gente que de una forma u otra como sea terminará criticándote. >> dijo tajantemente.

<< Bien ahora, mi hijo es gay y es el mejor hijo del mundo, ¿conforme con eso? >> Dijo haciéndome señas con los brazos para que le restara importancia.

<< Si mamá >> dije aun recuperándome de esa rara pero afortunada charla. <<Te amo>> le dije sinceramente.

<<Y yo a ti mi muñequito de marfil>> dijo mamá.

El recuerdo de aquel día fue un frio golpe en ese momento, mis ojos se empañaron con ganas y un nudo profundo se ciñó en mi garganta

<< Fue una excelente madre>> dije a los presentes en la sala velatoria. <<Una mujer valiente que supo salir a delante sola y que logro multiplicar los recursos que un día se le encomendaron todo ello muestra de su determinación e inteligencia. >>

<<Fue una mujer justa y amable con los que la rodeaban>> dije para aquel público que compartía asentimientos con la cabeza.

<<Sus historias quedarán por siempre plasmadas en papel y también en las memorias de sus admiradores. >>

<<Me harás mucha falta mamá, Nos harás falta a todos Evangeline Dorne. >>

Notas finales:

espero les guste, dejen su review. :D


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