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Incomplete [VKook/Taekook] por knvlchan

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Notas del capitulo:

Especial Yoonmin 2/2

Si hace unos segundos estaba dudando de lo que sentía hacia el rubio, cualquier impresión fue desaparecida por el comentario del mayor.

 

–El desempeño de Jungkook fue bueno, el único que lo hizo mal fue su pequeño amigo –Se burló.

 

–No lo hice mal –Se quejó.

 

Pensó que el chico realmente no estaba preocupado por él pues solo buscaba una excusa para regañarlo. Levantó sus hombros en tono de desafío ante el chico pero este lo ignoró por completo. Hizo un puchero con su boca e infló sus cachetes porque no quería ser pisoteado por ese chico otra vez.

 

Salieron del lugar despidiéndose de Taehyung y Jungkook porque ellos al parecer se quedarían un rato más a platicar. Namjoon se había ido con Jin porque de acuerdo a sus palabras irían a divertirse.

 

–Los rasguños de tu rostro –Habló el mayor.

 

Puso las manos en sus bolsillos como acostumbraba hacer cuando caminaban.

 

–No es nada. No necesitas preocuparte –Respondió intentando restarle importancia.

 

En realidad agradecía su gesto pero no permitiría que el mayor se enterase del bullying que recibía en la escuela. Mucho menos del motivo que existía para aquel comportamiento de sus compañeros hacia él. Ni siquiera sus padres estaba enterados de lo sucedido, mucho menos el rubio debía enterarse.

 

–Vamos a mi casa a curarte –Le mencionó.

 

¿Estaba escuchando bien? Yoongi, el chico frío que siempre lo regañaba parecía que tenía una actitud diferente cuando se encontraban solos.

 

–No gracias. Me voy a casa –Respondió desganado.

 

–¿Quieres qué tus papas te vean en ese estado? –Le advirtió.

 

Es cierto, no podía dejar que progenitores vieran los rasguños de su rostro. Con mala gana siguió al mayor hasta su casa. Se estaba poniendo nervioso a su lado. No entendía al mayor, cuando estaban solos platicaba con él pero cuando estaban en el café lo fastidiaba a más no poder.

 

La casa era más grande que la suya. Se sorprendió cuando entró en ella. Tenía todo perfectamente acomodado, justo como Jimin se lo había imaginado. El rubio se metió a un cuarto para buscar con que curarlo. El menor se sentó en un sillón que estaba por ahí a esperarlo.

 

Observó el lugar detenidamente hasta que se fijó en la esquina de la habitación. Un piano color vino que parecía algo viejo se encontraba junto a la ventana. Se acercó al instrumento para rozar ligeramente con sus dedos las teclas haciendo que algunas motas de polvo se pegaran en ellos.

 

Yoongi regresó con una pequeña caja y se quedó observando al chico que estaba muy entretenido con el aparato. Se acercó de manera silenciosa para pararse detrás de él esperando que notará su presencia.

 

El chico volteó hacia atrás porque el rubio estaba demorando demasiado. Mayor fue su sorpresa al verlo detrás de él con la pequeña caja de color blanco que traía en las manos. Se sobresaltó haciendo que el mayor se riera ante su reacción.

 

Dejó la caja sobre el piano para después sentarse sobre él. Paseo sus finos dedos sobre las teclas sin producir sonido alguno e indicándole con la mirada al castaño que se sentara junto a él.

 

Cosa que el castaño obedeció al instante completamente ruborizado, haciendo que el rubio le sonriera nuevamente por ser tan expresivo ante su persona. Volvió hacer un puchero provocando que el mayor borrara su sonrisa y se pusiera serio nuevamente.

 

–En mis tiempos libres me gusta componer –Habló –De hecho junto a los chicos del café me gustaba hacer canciones que presentábamos en festivales escolares –Explicó.

 

Comenzó a tocar una dulce melodía que hacía sentir al castaño en otro mundo. Cerró los ojos para disfrutar de la melodía mientras imaginaba cosas que le gustaban como el mar o la lluvia que caía sobre la ventana.

 

Los dedos del mayor se movían con delicadeza sobre el piano y como conocía tanto la melodía como las teclas también cerró los ojos. Fue poco el tiempo que duro la magia porque la melodía pronto llego a su fin.

 

–¿Cómo se llama? –Preguntó el castaño evidentemente emocionado.

 

Ring Your Song de Yuki Kajiura –Respondió el mayor con una mirada tranquila.

 

–Me gustó demasiado –Movió sus pies emocionado.

 

Yoongi rió ante su acción, el chico era más inocente de lo que creía.

 

–Tenemos que curarte –Le recordó.

 

–Es cierto –Ladeó su cabeza.

 

Le indicó que se sentara en el sillón tomando la cajita blanca entre sus brazos. La abrió y ahí tenía varias cosas como gasas, alcohol, medicinas… Todo como un pequeño botiquín de emergencias perfectamente arreglado.

 

Tomó su rostro con delicadeza. Los dedos de Yoongi se sentían fríos en su tacto. Se puso nervioso cuando lo miraba con tanta profundidad. Decidió cerrar los ojos mientras el chico lo curaba y desinfectaba.

 

–Estás listo –Habló el pálido.

 

–Gracias… –Dijo tímidamente.

 

Se despidió del rubio para ir a su casa. Aún tenía algunas marcas pero esperaba que sus padres se encontraran durmiendo y no preguntaran nada. Al día siguiente saldría muy temprano para evitar sospechas porque no quería que se preocuparan más por él.

 

Tiempo después su relación había cambiado. Incluso platicaba dentro del café pero de una manera mucho más seria. Yoongi se ofrecía a acompañarlo a su casa para asegurarse de que el menor llegara sano y salvo a ella.

 

Jimin después tuvo la suficiente confianza para insistirle que grabara la melodía que tocó esa vez en su casa en un audio para poder escucharla más seguido pero el chico se seguía negando a hacerlo.

 

Un día sin previo aviso un mensaje le llegó a su celular. Sabía que el número era del rubio porque habían intercambiado sus celulares pero nunca habían platicado por ese medio. Abrió el mensaje para encontrarse con un simple Hola de parte suyo. Estaba en clase por lo que no sabía si debía contestarle o no pero al final decidió hacerlo.

 

Hola?

 

Decidí hacerlo………

 

¿El qué?

Grabar la melodía~

Audio enviado, 8:15 a.m.

 

Gracias Hyung!

Le escucharé después ;)

 

El menor se emocionó cuando vio aquel mensaje en su celular. Después la escucharía con calma porque seguía en clases. Sin embargo su sonrisa no dejaba de reflejarse en la mirada. Notó la mirada de Jungkook que le reprochaba por no poner atención. Guardó el celular en su bolsillo para prestar atención a la lección encontrándose con muchas palabras indescifrables en el pizarrón.

 

–Es una suposición… –Dudó –Pero si él empezara a gustarme. ¿Qué tan malo sería? –Preguntó finalmente.

 

–Eso no lo sé –Contestó Jungkook.

 

–Yo tampoco –Respondió decepcionado.

 

Era difícil definir los sentimientos que tenía hacia el rubio. Definitivamente no era amistad pero era muy pronto para definirlo como amor. Era un “algo” que aún no descifraba pero tenía miedo de cometer las mismas estupideces que hizo con Mino.

 

Su mente se llenó de pensamientos negativos porque pensaba que no tenía oportunidad con él. Después de todo solo le había mostrado una amabilidad que nadie más había hecho a excepción de Jungkook o sus padres. Era el punto malo del castaño, cuando alguien lo cuidaba o se preocupaba por él tendía a enamorarse de esa persona.

 

El día que Jungkook se enfermó fue un día que cambió todo en Jimin. Durante ese día no había podido asistir a la escuela y Jimin solo había recibido un mensaje de su parte.

 

Lo siento Jimin. Hoy no puedo ir a la escuela.

Estoy enfermo ……

JK

 

Rezaba el mensaje en su pantalla.

 

Jimin solo suspiró y pensó que lo iría a ver después a su casa. Aunque el chico todavía no le había dado la dirección que compartía con Taehyung.

 

Cuando salió no estaban ni Mino ni los otros. Se sintió aliviado cuando no los encontró pero estaba completamente equivocado. Cuando llegó al puente donde esperaría a su autobús los vio ahí parados con una sonrisa diabólica.

 

Dos chicos lo tomaron de los brazos y lo dirigieron a un callejón solitario. Volvieron aventarlo hacia el suelo derramando sus cosas una vez más entre burlas.

 

–¿Creías que hoy te salvarías? –Dijo Mino con una voz fría.

 

–¿Por qué haces esto? –Le respondió Jimin.

 

Lágrimas comenzaban a escurrir de su frágil rostro. Era débil, frente a aquellos chicos era débil. Odiaba con todo su corazón ser de esa manera pero no podía evitarlo. Cerró sus ojos con mucha fuerza mientras mordía su labio.

 

–¿Acaso importa? Eres una nenaza y no tienes cabida aquí –Respondió sarcásticamente.

 

El pelinegro lo pateó en el rostro sin arrepentimientos. Jimin escupió sangre tosiendo poco después de ello. Otras veces el chico mandaba que los demás lo golpearan pero ese día Mino lo estaba haciendo personalmente.

 

Aún mordía su labio y sintió como sus dientes traspasaron parte de su piel hiriéndolo. Podía sentir el sabor a metal en su boca aunque no sabía si ese sabor era producido por la herida que él mismo se había provocado o tenía que ver con los golpes que Mino le propinaba en su cuerpo.

 

Recordó cuando el chico le había mostrado amabilidad. Pero aún no lograba captar, ¿quién era ese monstruo que lo atormentaba casi a diario?. ¿Cómo las cosas habían llegado a este punto?

 

–¿Necesitas ayuda? –Dijo Mino levantando el libro que Jimin había tirado.

 

–Muchas gracias. Eres muy amable –Sonrió el castaño intentando tomar el libro.

 

Jimin traía otros cuatro libros en la mano e intentó agarrar el que tenía el pelinegro en su mano pero fue muy torpe. Estuvo a punto de tirar los otros libros e hizo una expresión llena de sorpresa cuando evitó que cayeran al suelo.

 

–Mejor yo lo cargo –Rió el chico al ver que el menor estaba teniendo dificultades.

 

–Gracias –Volvió a repetir con una gran sonrisa.

 

Continuaba sollozando de manera silenciosa e intentaba sostener con una mano su abdomen mientras recibía los golpes en su espalda. Con la otra mano agarraba el suelo que olía a asfalto combinado con su propia sangre.

 

Que pase pronto pensaba. Que acabe ya repetía.

 

Mino detuvo sus golpes y se acerco a su víctima con lentitud. Sacó su lengua de manera burlona mientras buscada dentro de su bolsillo un artefacto que tenía planeado usar en Park. Era una navaja suiza la que sacó de ropa y fue acercándola peligrosamente al rostro del muchacho que todavía tenía sus ojos cerrados.

 

Rozó el filo de la misma en su mejilla haciendo que el chico cerrará todavía más sus ojos cuando sintió aquella herramienta fría tocar su piel.

 

–¿Cómo sería enterrar esto en tu bello ros… –No alcanzó a terminar su frase.

 

Segundos después el pelinegro cayó al suelo oyéndose un golpe seco al instante.

 

Ahora que hemos venido tan lejos de la oscuridad, y que nunca nos separaremos

 

Jimin entonces abrió los ojos pero el sol le deslumbraba. Alcanzó a distinguir un chico más o menos de la misma estatura golpeando a Mino con mucha fuerza.

 

Mino solo tosía antes sus golpes. El castaño se incorporó del suelo y vio que el autor de aquel desastre era Yoongi. ¿Cómo sabía que estaba ahí? ¿por qué estaba ahí?

 

Así que vivamos por el mañana, para empezar nuestras vidas de nuevo

 

Los demás chicos abandonaron a Mino corriendo porque Yoongi parecía aún más peligroso que Jungkook. Sin siquiera consultarlo entre ellos decidieron dejarlo a su suerte.

 

–Malditos –Gritó el chico a lo lejos.

 

Sin embargo Mino recuperó su compostura y acercó la navaja al rubio. Yoongi ni siquiera se inmutó ante el arma blanca pues la tomó con su mano haciendo un pequeño corte en la palma de su mano. Algo de sangre escurrió de su blanca piel mientras la tomaba con fuerza.

 

Se la quitó de las manos por completo y después la observó durante un momento. Acercó la navaja e hizo un corte muy leve en el cuello de Mino. Hizo una línea muy fina dejando que un hilo de sangre recorriera su cuello encontrando fin en el suelo.

 

Tu calmarás mi tristeza, y tocarás tú canción solo para mí.

 

Cuando Yoongi terminó solo torció su cuello y se tronó los dedos. No había pronunciado palabra alguna cuando lo aventó al suelo o le propinó varios golpes.

 

–Imbécil, si vuelves acercarte a Jimin lo pagarás muy caro –Mencionó con una voz grave levantándose del suelo.

 

Mino lo miró desde el suelo atemorizado. Su cara estaba hinchada y llena de sangre. No sabía quien era él, pero los golpes le habían dolido mucho. Tocó su cuello viendo que en su mano tenía sangre.

 

Yoongi se acercó a Jimin para levantarlo del suelo. Tanto el menor como el pelinegro estaban sorprendidos de su presencia en el lugar.

 

–Como sea –Bufó Mino antes de irse todavía agarrando su cuello.

 

Calmaré tu tristeza, y cantaré mi canción solamente para ti

 

Yoongi solo sonrió burlonamente hacia el chico.

 

–¿Qué haces aquí? –Preguntó el castaño.

 

–Vine por ti –Le respondió el rubio.

Notas finales:

Bueno, se supone que sería un capítulo pero salió más largo de lo que creí y tuve que dividirlo en dos. Espero les haya gustado este especial porque es el único que habrá ^^

¿Qué les pareció?

Por cierto... Vieron que si juntan los nombres de los dos especiales se forma el nombre "Nuestra Canción, Jimin"??? Hehehe olvidenlo... estoy loca :v


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