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Incomplete [VKook/Taekook] por knvlchan

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Notas del capitulo:

Cada día me exitiendo más. Espero no les moleste y disfruten la lectura ^^

No sabía que hacer ahora que se encontraba solo. Caminó durante un buen rato e inconscientemente se encontraba frente al café que solía visitar. Cuando las cosas era todavía buenas en su vida pensó.

 

Vio como el dueño del lugar se acercó a abrir la puerta y huyó del lugar. No quería que lo viera en tan deplorable estado.

 

Estaba muy hambriento pero tampoco es que pudiera hacer algo. Tenía que encontrar trabajo, el único problema es que nunca había trabajado ni tampoco había vivido solo. Sabía que su vida sería difícil a partir de ahora pero no podía rendirse porque no quería que sus padres vieran que estaba sufriendo.

 

Buscó alrededor de la ciudad algún lugar que lo aceptara trabajar de tiempo completo. Pero su falta de experiencia y el hecho de que todavía no tenía una carrera lo dejaron en ceros.

 

Era el primer día por lo que todavía no debía decepcionarse. Tenía que subsistir solo a partir de ahora. Lo que más le dolía es que tenía que abandonar su carrera estando a menos de un año de terminarla.

 

Después de su búsqueda sin éxito se fue a una banca a recostarse. La noche empezaba a hacer su entrada y él no tenía ni trabajo, ni casa. Pensó que podría hablarle a la enfermera, pero desistió porque apenas y la conocía.

 

Mañana sería otro día, uno mucho mejor.

 

Despertó con una chamarra encima de él. No sabía a quién pertenecía pero se la puso porque la mañana era muy fría. Caminó durante un rato a otro lugar por el que no había pasado pero todavía sin éxito.

 

Otra vez la noche había llegado pero su sufrimiento no parecía tener fin. Nuevamente se recostó en la misma banca para dormir un rato cuando sintió como alguien le tocaba el hombro.

 

 

Taehyung se dirigió a su casa después de que hubiera cerrado el restaurante.

 

Salió más tarde de lo usual porque precisamente hoy era el día que hacían junta de fin de mes. La reunión consistía en proponer ideas que se harían al mes siguiente para atraer nuevos clientes, incluso se sugerían algunos cambios de menú para lo mismo.

 

Vio que el joven pelinegro aún estaba en esa banca aunque ya no se encontraba solo. Un oficial estaba hablando con él. Se acercó para escuchar mejor la conversación, sabía que no era de su incumbencia pero el joven era un cliente suyo después de todo.

 

–Los vecinos me hablaron porque se inquietan con tu presencia. Además esta prohibido que duermas aquí, ¿dónde están tus padres? –Le preguntaba el oficial mientras sacaba una libreta para anotar sus datos.

 

Jungkook estaba muy cansado para lidiar ese tipo de cosas. Además se sentía muy dolido para decirle que en realidad era huérfano y tampoco tenía casa.

 

No respondía porque estaba pensando que decirle al oficial para que lo dejara dormir en el lugar algunos días más. Por su mente surgían muchas ideas pero ninguna lo dejaba convencido.

 

Taehyung notó el nerviosismo del chico y dio un paso adelante para interrumpir al oficial.

 

–Disculpe, el chico viene a visitarme pero seguramente se perdió y decidió esperarme por la zona por si me podía localizar –Pronunció Taehyung mientras se acercaba a la escena.

 

–Joven Taehyung, no sabía que conocieras un muchacho así. Si eres tú, entonces no hay problema –Le sonrió el policía.

 

Ese oficial era también un cliente frecuente, pasaba en las mañanas a comprar un café aunque un poco más tarde que Jungkook. Por eso nunca se habían encontrado directamente.

 

Por si fuera poco, ese oficial lo conocía desde que se había mudado a ese lugar. Es decir, desde que Taehyung tenía quince años. Edad a la que también había conocido a Hobi. Hace exactamente ocho años.

 

El oficial se despidió de Taehyung y volvió a subir a su patrulla para hacer un pequeño rondín por ahí.

 

–Sígueme –Le indicó Taehyung antes de comenzar a caminar.

 

Taehyung era el nombre de su salvador. Dos años de conocerlo y venía a enterarse de su nombre por esta situación tan vergonzosa. Lo siguió con la cabeza cabizbaja al lugar que le indicó.

 

La casa del castaño era de tamaño mediano. La casa donde vivía Jungkook era considerablemente más grande. El mayor tecleó alguna especie de código antes de entrar a la casa. Invitó al joven a pasar, cosa que él hizo con mucho nerviosísimo.

 

–Sé que eres un cliente frecuente –Le dijo Taehyung intentando tranquilizarlo.

 

Jungkook estaba sorprendido de que su existencia no había pasado desapercibida aunque ya lo sospechaba. Además estaba alegre de que por lo menos sus visitas no habían sido en vano.

 

–¿Escapaste de casa? –Le preguntó al pelinegro mientras se sentaba en el sofá.

 

El chico seguía parado cerca de la entrada. Negó con su cabeza que había escapado de casa. Esperaba que Taehyung no le hiciera más preguntas y se sintió aliviado cuando este no lo hizo.

 

–Allá esta el baño. Date una ducha y yo buscaré alguna muda de ropa que puedas usar –Le explicó el castaño antes de pararse del sillón.

 

Jungkook se dirigió al baño. Hace tiempo que no se daba una ducha decente.

 

Taehyung por su parte buscó alguna ropa que ya no usara frecuentemente. Decidió no preguntarle al chico nada porque el estado en el que lo vio le hacía suponer que era cierto que no había escapado de casa.

 

Le dejó la ropa por fuera, cuando el chico salió la tomó para cambiarse. Poco tiempo después salió del baño con la muda que el mayor le había prestado.

 

–Supongo que estás en busca de trabajo. Mañana puedes empezar a trabajar en mi negocio –Le dijo al menor.

 

Después señaló el sillón que estaba ahí.

 

–Puedes dormir aquí –Y se fue en busca de algunas cobijas.

 

Le dejó las cobijas en el sillón para después irse directamente a su cuarto. Jungkook apagó las luces recostándose en el lugar que le había indicado. Observó el lugar a oscuras y notó que había un cuarto que permanecía cerrado del otro lado de la habitación del mayor. Se preguntaba porque el mayor no le ofreció dormir en aquel lugar pero tampoco quería ser exigente pues la ayuda que Taehyung le había brindado había sido invaluable.

 

También recordó que tenía que llamarle a Jimin para explicarle lo sucedido porque seguramente el pobre ni siquiera estaba enterado. Su amigo quizás había ido a visitarlo a su casa sin encontrarlo con éxito. No sabía como explicarle todo pero al menos quería hacerlo, después de todo era su mejor amigo.

 

Mientras las luces estaban apagadas recordó nuevamente lo que había vivido los últimos días. Otra vez el rostro sonriente de su mamá y el de su padrastro aparecieron en su mente. Por fin dejó que sus sentimientos afloraran y lloró hasta quedarse dormido.

 

A la mañana siguiente Taehyung despertó por un olor que había entrado a la habitación. Se levantó y se dio un rápido baño porque en la noche no había tenido ganas para hacerlo. Se alistó antes de salir del cuarto con mucho pesar porque hoy era ese día.

 

Salió y vio como el joven ya tenía el desayuno preparado. Hace tiempo que no desayunaba algo casero. Se sentó en la mesa y se dispuso a degustar lo que el menor había hecho. Al menos su día había comenzado diferente a lo acostumbrado y era lo que más le hacía falta el día de hoy.

 

–Yo quería agradecer lo que hiciste por mí –Habló el pelinegro mientras le rellenaba su jugo.

 

–No hay de que. Puedes quedarte el tiempo que necesites –Le respondió el mayor restándole importancia.

 

Ambos salieron de la casa para ir al establecimiento que ambos conocían bien. Todavía no había nadie en el lugar así que ambos se encontraban solos en el lugar.

 

Taehyung se metió a un cuarto donde estuvo un buen rato.

 

–Este es un uniforme completamente nuevo. Estoy seguro de que te quedará a la perfección –Le explicó el castaño después de salir del cuarto.

 

Entonces el joven se fue a cambiar a la dirección que le dio el dueño del lugar.

 

Ese uniforme había sido de Taehyung alguna vez. Pero nunca tuvo la oportunidad de usarlo. Como eran de tamaños similares, creyó que le podría quedar al joven.

 

Jungkook después salió del cuarto con el uniforme y justo como había pensado el mayor este le quedaba a la perfección.

 

–Aún no sé tu nombre –Pronunció el castaño con inquietud.

 

–Mi nombre es Jungkook –Se disculpó el menor por su descuido haciendo una reverencia avergonzada.

 

–Bien Jungkook. Espero nos llevemos bien en el futuro –Habló el chico antes de arreglar algunas mesas para perder el tiempo.

 

Después de un rato el joven chef llegó al lugar. Se sorprendió al ver a Taehyung pero igual lo saludó como de costumbre y se sorprendió aún más al ver a ese joven limpiar algunas mesas.

 

–¿Y tú eres? –Le preguntó extrañado.

 

–Mi nombre es Jungkook y soy nuevo –Se presentó mientras hacía una reverencia.

 

–Ese chico trabajará con nosotros a partir de hoy –Le explicó el castaño a Jin.

 

–Me gusta la idea –Sonrió el mayor ante la idea.

 

No sabía que había ocurrido pero estaba feliz de que Taehyung había sacado un chico de quien sabe donde a trabajar. Eso era nuevo, después de dos años por fin Taehyung hablaba con alguien que no eran ellos tres y precisamente lo hacía en este día tan importante para todos.

 

Al cabo de unos minutos, Namjoon y Yoongi llegaron al lugar. Los tres tuvieron la misma reacción que el mayor e hicieron la misma pregunta a lo que Jungkook y Taehyung a esas alturas respondieron en automático.

 

Taehyung le dijo a Namjoon que le explicará las normas del lugar y le enseñará lo que tenía que saber. Posteriormente se metió a su oficina dejando a Jungkook con los chicos.

 

Porque Jungkook sería la persona que ayudaría a Namjoon como mesero.

 

Entonces eso hizo el mayor, le enseñó al pelinegro lo básico antes de que llegara el primer cliente.

 

–Ya recuerdo. Tú eras un cliente frecuente –Le dijo Namjoon después de que le sirvió su café a un señor que había entrado al lugar.

 

–Así es –Le contestó el pelinegro.

 

–Pues eres un chico muy especial. Hace tiempo que le decíamos a Taehyung que necesitábamos a alguien que nos ayudará –Decía Namjoon mientras acomodaba algunas servilletas.

 

Jungkook también lo ayudaba a acomodar las servilletas. Namjoon se las pasaba mientras él las doblaba.

 

–Pero el muy tonto no hacía caso –Decía mientras limpiaba una mesa.

 

El menor estaba sorprendido de que hablara así de su jefe. Aunque imaginó que existía esa confianza con Taehyung.

 

–Además hoy ese día –Resopló con un tono de voz angustiante.

 

–¿Día?, ¿a qué te refieres hyung? –Le preguntó inocentemente el niño.

 

–¿Eh? Oh.. Olvida lo que dije y sigamos trabajando –Le contestó el mayor.

 

Al final se quedó bastante confundido pero decidió ignorar lo que le había dicho el alto. Pronto aprendió bastante rápido cómo funcionaban las cosas dentro del lugar. Esa era una de sus mayores cualidades, podía adaptarse fácilmente a un nuevo entorno si se le daba la oportunidad.

 

Justo en la hora pico la gente se acumuló por todo el lugar. Taehyung salió de su escondite para apoyarlos en lo que necesitaran. Pero con la ayuda de Jungkook, la carga de trabajo de los chicos disminuyó considerablemente.

 

Después de tanto ajetreo vino la calma. El jefe volvió a retirarse del lugar y esconderse en su oficina. Jungkook se preguntaba que tanto hacía en esa habitación.

 

La jornada de trabajo terminó antes de que Jungkook se lo imaginara. Los chicos se encontraban limpiando y recogiendo lo que había quedado desordenado. Antes de que pudieran irse, el jefe los convocó a una junta.

 

–Oficialmente les presento a nuestro nuevo mesero, Jungkook –Pronunció el jefe mientras se acercaba al joven pelinegro.

 

Los demás chicos aplaudieron avergonzando al menor. En un tiempo anterior no creería que estaría en esta situación, pero agradeció que los chicos fueran tan cálidos con él. Incluso agradeció enormemente que Taehyung, su nuevo jefe fuera tan considerado con él.

 

–Enhorabuena –Mencionó Namjoon completamente feliz mirando al castaño.

 

Taehyung simplemente lo miró sorprendido. De alguna manera comprendía las palabras a las que se refería el mayor pero tampoco tenía ganas de hacerlo notar. Después de todo, haber incluido a ese chico en su mesa de trabajo ya era un paso muy grande para él.

 

Para todos era un día muy importante a causa de Hoseok. Cada uno lo recordaba a la perfección y nunca podrían olvidarlo. Tal vez Jungkook no fuera capaz de comprender la magnitud del asunto pero su llegada había brindado más de lo que él podía creer.

 

Jungkook los miró seriamente porque no entendía porque de repente todos habían puesto esa expresión de melancolía.

 

Después de un rato cerraron el establecimiento y cada quien fue a su casa dejándolos completamente solos. Los chicos habían demostrado que estaban muy contentos con el nuevo chico. Él aún no podía comprender porque era un evento tan importante su llegada pero por supuesto que estaba agradecido de que lo aceptaran en aquel lugar.

 

Después de un rato, ambos iban en completo silencio. Jungkook comenzaba a sentirse incómodo pero fue el mayor en retomar la palabra.

 

–¿Tu familia no estará preocupada por ti? –Preguntó Taehyung cuidadosamente.

 

Jungkook sabía que tarde o temprano debía enfrentar aquella pregunta. Aún era una herida reciente pero no podía ocultárselo a su jefe. Después de todo lo había acogido en su casa sin saber su nombre e incluso le había ofrecido trabajo. Creía que Taehyung le había brindado la suficiente confianza por lo que ahora era su turno de demostrarle que también confiaba en él.

 

–Ya no tengo familia –Respondió Jungkook indeciso.

 

Taehyung entendió la respuesta del chico.

 

–No digas más –Le contestó pues no quería que el menor fuera más herido.

 

–Quiero decírtelo porque confiaste en mí –Argumentó el pelinegro.

 

Taehyung asintió ante su respuesta, después de algunos segundos Jungkook tomó el valor necesario y continuó su historia.

 

–Hace poco sufrí un accidente de auto en el cual perdí a mis padres. Mientras estuve en el hospital me quede sin casa –Explicó el chico.

 

El mayor se sorprendió al escuchar su historia. Quería consolarlo pero él no era bueno haciendo eso. Quizás alguna vez podría haberlo hecho pero su personalidad de ese entonces había cambiado totalmente.

 

–Agradezco tu confianza –Le respondió al menor.

 

Jungkook sonrió con aquellas palabras. A pesar de todo, aquel joven aún le gustaba mucho. Tal vez era inapropiado tener esos sentimientos pero deseaba seguir queriéndolo en secreto. No lo arruinaría, después de todo lo que el mayor había hecho por él tampoco podía permitírselo. Simplemente lo vería como su ángel guardián, alguien inalcanzable y muy preciado para él.

 

–Puedes quedarte en mi casa el tiempo que lo necesites –Finalizó el castaño.

 

Ambos caminaron hacia la casa del mayor. Durante el trayecto Jungkook sintió que una nueva vida estaba por comenzar. Quizás sería difícil pero no imposible de superar.

 

A la mañana siguiente llegaron temprano. Taehyung abrió la puertas mientras esperaban que los demás chicos se reunieran con ellos.

 

Al poco tiempo de abrir el negocio ya tenían algunos clientes. La mañana estaba más cargada de lo usual. Namjoon y Jungkook corrían de un lado a otro haciendo y entregando ordenes, Yoongi estaba ocupado preparando diferentes tipos de café mientras que Jin lo ayudaba.

 

De repente un chico de cabello castaño entró al lugar. Tenía el mismo uniforme escolar que solía usar Jungkook cuando iba a la universidad. Se veía algo nervioso pero de todos modos pasó.

 

El joven que había entrado miró hacia todos lados y ubico a su objetivo en seguida. Jungkook se encontraba atendiendo a una cliente que había pedido un capuccino. Antes de que este se desocupara, el castaño lo abrazó por la espalda provocando que casi perdiera el equilibrio.

 

–Eres un idiota Jungkook. Desapareciste por completo de mi vida y me costó mucho trabajo encontrar este lugar. No tienes idea de cuántos cafés he visitado solo para encontrarte –Lo regañó mientras mientras dejaba escapar unas lágrimas.


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