Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Incomplete [VKook/Taekook] por knvlchan

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Jungkook le servía un capuccino a una clientecuando sintió que alguien lo abrazaba por la espalda haciendo que casi perdiera el equilibrio.

 

–Eres un idiota Jungkook. Desapareciste por completo de mi vida y me costó mucho trabajo encontrar este lugar. No tienes idea de cuántos cafés he visitado solo para encontrarte –Sintió como unas lágrimas mojaban su espalda.

 

La voz de su amigo era inconfundible aunque se sentía apenado por no haber podido avisarle antes donde se encontraba. Por otro lado su corazón se sentía aliviado de que lo estuviera abrazando en esos momentos. Incluso si Jimin no lo sabía ese abrazo significaba mucho para Jungkook porque él realmente necesitaba sentir la calidez de su amigo.

 

–Disculpe un momento –Le dijo a la chica que estaba en la mesa.

 

Namjoon miró aquel desorden que hizo la llegada del castaño. Se acercó a la chica para atenderla y le indicó a Jungkook que podía retirarse del lugar.

 

El menor se sintió agradecido de que no lo hubiera regañado e incluso lo hubiera ayudado. Tomó la mano de su amigo que aún sollozaba lentamente llevándolo directamente a los vestidores.

 

Antes de que Jimin pronunciara palabra el menor lo abrazó con fuerza dejando escapar algunas lágrimas en su hombro. El castaño correspondió a su abrazo dándole unas cuantas palmadas e intentando calmar su propio llanto.

 

Después de algunos minutos, ambos ya se habían tranquilizado pero seguían abrazándose. Jungkook se separó del mayor para mirar su rostro.

 

–¿¡Por qué desapareciste sin decir ninguna palabra!? ¿¡sabes lo preocupado que estaba!? ni siquiera respondías mis llamadas además no sabes lo que me costó encontrar este lugar–Soltó el mayor.

 

Jungkook le sonrió. Si con Taehyung había sido difícil, mucho más lo era con su amigo. Nunca había sido su fuerte dar noticias malas, tampoco quería que Jimin sintiera pena por él pero algún día tenía que saberlo.

 

–El día que iba a ir al cine con mi familia sufrimos un accidente de auto –Contó pausadamente.

 

–¿Cómo están tus padres? –Le preguntó impaciente su amigo.

 

Jungkook solo negó con la cabeza.

 

–Ellos ya no están en este mundo –Pronunciarlo le quebró la garganta pero no podía dejarse llevar por sus propias emociones.

 

Jimin abrió sus ojos como platos ante tal noticia. Volvió a abrazar a Jungkook pero conteniendo las lágrimas que estaban a punto de salir de sus ojos.

 

–Mi abuela política no quiso ayudarme ni darme cobijo e incluso vendió la casa de mi padre –Le explicó a su amigo.

 

–Puedes vivir con nosotros –Le sugirió el castaño.

 

Jungkook se despegó del mayor negando con la cabeza.

 

–Estoy viviendo bien, el dueño del lugar me está ayudando y con mi primer sueldo planeó rentar una casa cerca de aquí –Le respondió al mayor.

 

Jimin esta vez lo agarró de los hombros.

 

–¿Y tus estudios? Estás a menos de un año de terminar la carrera –Preguntó Jimin.

 

Volvió a negar con la cabeza, ese día realmente estaba negando muchas cosas.

 

–Tendré que dejarlos –Dialogó el pelinegro.

 

–Mis papas pueden… –Cuando fue interrumpido.

 

–Sabes muy bien que no deseo causar molestias –Argumentó.

 

Jimin no tuvo otro remedio más que aceptar. Sabía que su amigo era muy terco al igual que él. Ninguno ganaría e incluso podrían terminar peleándose si seguía insistiendo. Salieron del lugar con un sentimiento amargo y recibiendo miradas por parte de los chicos.

 

Jungkook lo acompañó a la salida y a Jimin solo le quedaba despedirse de él.

 

–Vendré a menudo a visitarte –Le advirtió antes de dejarle su celular e irse corriendo.

 

Jungkook intentó devolvérselo pero su amigo ya estaba lejos y no podía ir tras él.

 

–Compraré otro, usa ese –Le gritó mientras se despedía de él corriendo a lo lejos.

 

Nunca cambiaría. Y por eso mismo, Jimin era el único mejor amigo que había tenido en todo su mundo.

 

Al día siguiente Taehyung se encontraba ordenando algunos papeles y cuentas del negocio. Vio que un documento le faltaba así que empezó a buscar alrededor del escritorio. Abrió el cajón que se encontraba a su derecha buscando entre los papeles aquella factura que había perdido.

 

Mientras la buscaba, encontró un curita con algunos dibujos en ella. Esa curita pertenecía a la marca favorita de Hobi e inconscientemente se trasladó a la época en la que que ambos se conocieron.

 

El lugar era tan diferente a su anterior hogar. Su padre acababa de cambiarse de trabajo y por lo mismo su familia buscó vivienda en algún cercano. Se encontraba nervioso porque siempre había vivido en el mismo lugar de siempre pero después de ordenar algunas cosas decidió salir para explorar el nuevo vecindario.

 

Recibió un mensaje de un amigo que tenía en su anterior provincia preguntándole si se encontraba bien con el nuevo cambio. Taehyung a sus escasos quince años era muy distraído por lo que no debía contestar ese mensaje mientras caminaba pero lo hizo de todos modos. Mientras le contestaba que el lugar le parecía bastante agradable chocó con algo y cayó al suelo.

 

En un intento de salvaguardar su caída cayó sobre su mano la cual terminó por rasparse por todo el suelo. Sintió como le dolió y luego ardió el golpe. Cerró los ojos durante su caída y cuando los abrió el sol le dio directamente en la cara.

 

Distinguió un cuerpo que se inclinaba mientras le estiraba una mano.

 

­­–Niño, deberías poner más atención al camino –Le dijo aquella voz.

 

–Lo siento. Me distraje –Contestó Taehyung completamente apenado.

 

Se levantó gracias a la ayuda del joven que le había ayudado. Enfocó sus ojos al rostro del castaño porque la luz del sol lo había cegado por algunos segundos.

 

–¿Ya viste Hobi? el niño esta herido –Sonó una voz más grave.

 

–Es cierto, tu casa es la más cercana, ¿tienes algún botiquín? –Habló una voz más delicada.

 

–Ni que fueran sus padres. Sigamos con lo que hacíamos –Resopló una nueva voz.

 

Taehyung miró a los chicos que lo veían detenidamente. Eran cuatro chicos: El primero que lo había ayudado a levantarse vestía unas bermudas muy coloridas. El segundo que había hablado era el más alto de todos y tenía cabello negro. El tercero era también alto pero a diferencia del primero este vestía una camisa de color rosa y tenía un rostro más delicado. El último era el más bajo de todos, cabello negro y tenía una forma de vestir con estilo e imponía bastante con su forma de pararse.

 

–Mejor vamos a mi casa a curarte –Le había pronunciado el primer chico estirándole una mano.

 

Taehyung se aferró a su tacto. El chico lo condujo hacia su hogar. Ambos aún caminaban con las manos agarradas y eran seguidos por sus amigos. No sabe si fue su sonrisa o la forma de tomarlo de la mano. Pero no dejaba de ver aquel cuerpo inundado por los rayos de sol de aquella mañana.

 

Quizás fue el destino. Pero ese encuentro había sido el más maravilloso de su vida. Y esa persona había sido un regalo que el mismo cielo le ofrecía. Aunque Taehyung aún no lo supiera.

 

Llegaron a la casa del castaño. Se metió rápidamente en un cuarto mientras el chico de camisa rosa lo invitaba a tomar asiento. El pelinegro siguió al castaño y el más alto se quedó con ellos.

 

–Eres nuevo, ¿verdad? –Le preguntó el de camisa rosada mientras revisaba su herida.

 

–Sí, mi nombre es Taehyung –Le respondió con una pequeña reverencia.

 

–Mi nombre es Jin. Su nombre es Namjoon –Señalando al más alto.

 

El castaño llegó con un pequeño botiquín en sus manos y el más bajito con una botella de alcohol.

 

–Veo que ya se presentaron. Mi nombre es Hoseok y él es Yoongi –Dijo mientras abría el botiquín.

 

–Mi nombre es Taehyung –Volvió a repetir el pequeño castaño.

 

Hoseok se rió ante el gesto del chico. Después encontró el desinfectante y tomó la mano del menor para limpiarla con un algodón. Taehyung se sintió nervioso con aquel contacto en su piel por lo que simplemente cerró sus ojos y dejó que el mayor hiciera todo.

 

–Listo. Debes fijarte por dónde caminas más seguido –Le advirtió con un guiño en el ojo.

 

–Lo siento –Se sonrojó el pequeño Taehyung mientras miraba el curita que tenía puesto que tenía algunos dibujos llamativos en ella.

 

Namjoon se levantó del sillón mientras se dirigía a la cocina y sacaba algunos vasos. Al poco rato volvió con una botella de jugo y las sirvió a los chicos que se encontraban ahí.

 

Taehyung se sorprendió del nivel de confianza que existía entre aquellos chicos. Y también agradecido por la amabilidad de los mismos.

 

–Te ves joven, tal vez ¿secundaria? –Lo interrogó Yoongi haciendo una suposición.

 

–No. Tengo 15 años y voy en Preparatoria –Le contestó el menor.

 

–No te había visto por aquí –Le dijo el chico sonriente.

 

–Sí, hoy mismo acabo de mudarme –Volvió a explicar.

 

–Ya veo, quizás nos veamos más seguido –Le respondió al castaño.

 

Se tomó el jugo mientras contestaba algunas preguntas típicas que le hacían los chicos. Se terminó la bebida por completo, agradeció una vez más a los jóvenes que lo habían ayudado y regreso a su casa.

 

Al día siguiente sería su primer día de clases. Se presentó antes sus nuevos compañeros pero era un poco tímido hacia ellos. Cuando fue la hora del receso salió del salón y comenzó a caminar por una pequeña parte que se encontraba detrás de la escuela.

 

Otra vez sonó su celular y vio que tenía una llamada perdida. Nuevamente era su amigo de provincia que seguramente quería saber como le iba con sus nuevos compañeros. No regresó la llamada así que simplemente le escribía un mensaje cuando tropezó con los pies de un chico que estaba acostado entre los arbustos.

 

–Te dije que tuvieras cuidado al caminar –Hoseok reía mientras lo ayudaba a levantarse.

 

–Lo siento. Volví a distraerme –Le contestó el menor mientras se sobaba la frente que aún le dolía del golpe que había recibido.

 

Taehyung recuperó el equilibrio e hizo una reverencia a su salvador.

 

–Eres muy distraído –Se burló el mayor.

 

–Algo así –Sonrío el menor.

 

Así había sido su comienzo. El curita no era especial pero Taehyung lo acariciaba como si fuese un tesoro muy importante. Inconscientemente dejó escapar una lágrima mientras observaba aquel objeto entre sus manos.

 

No podía evitar pensar que ahora esas memorias permanecían en su corazón y no podía hacer nada para volver a revivirlas. Guardo aquella curita en su bolsillo porque después la pondría junto a la foto que estaba en el cuarto que había pertenecido a Hoseok y él.

 

Encontró la factura que tanto había buscado y terminó de arreglar todos los documentos. Salió de su escondite porque tenía que hacer las compras del café. Seokjin se encontraba en la cocina haciendo un pastel muy entretenido cuando Taehyung habló.

 

–¿Qué nos hace falta? –Pronunció de repente.

 

Acción que asustó al mayor y se reflejo en la crema batida que había puesto de más en el pastel de fresas.

 

–Taehyung, avísame que estás aquí o un día me darás un infarto –Le contestó mientras limpiaba el pastel con un cuchillo que había buscado.

 

Cuando terminó de arreglar el pequeño desastre que Taehyung ocasionó fue a buscar algo. Tiempo después trajo una pequeña libreta donde tenían muchas notas.

 

–Estos son los materiales que me faltan –Se la entregó.

 

Taehyung leyó algunas cosas, asintió con su cabeza y la guardó en su pantalón. Justo cuando se iba a ir Jin lo interrumpió.

 

–Lleva al niño contigo –Le advirtió.

 

–¿Por qué debería hacer eso? –Respondió de mala gana.

 

–Debe aprender a hacer ese tipo de cosas –Explicó mientras seguía decorando el postre.

 

Taehyung se fue de la habitación sin decir ninguna palabra. Jin observó la puerta pensativo. Pues tenía el ferviente deseo de que Jungkook fuera esa persona que descongelara el corazón que se había vuelto hielo cuando Hoseok falleció. Hace tiempo que el castaño no convivía con nadie que no fueran ellos y realmente no es que convivieran juntos sino más bien eran compañeros de trabajo.

 

Recordó la vez que Taehyung se enteró de aquella noticia tan desgarradora. Aún tenía en sus recuerdos el rostro lloroso del chico arrodillado frente a él. Sus memorias eran muy claras porque Hoseok había sido una persona muy importante para todos aunque el menor haya sido el más afectado, sus amigos también habían sufrido con la noticia.

 

–¡No es cierto! ¡no es cierto! ¡debe ser una mentira! –Taehyung gritaba desconsoladamente arrodillado frente a la banqueta.

 

Había patrullas por todos lados y no se les permitía el paso a la gente. Algunas personas estaban asomándose a lo lejos para ver que había sucedido.

 

Jin sollozaba de manera más baja mientras abrazaba a Taehyung. Estaba intentando con todas su fuerzas tranquilizarlo pero parecía imposible. Namjoon y Yoongi aún estaban hablando con un oficial que estaba en la escena.

 

Volvieron al poco rato.

 

–Tenemos que pasar a reconocer el cuerpo –Le dijo Namjoon a Jin quien aún intentaba calmar al menor.

 

–Nosotros pasaremos, ustedes quédense aquí –Soltó Yoongi acariciando el cabello de Taehyung.

 

Jin asintió y abrazó aún más fuerte al castaño. Dejo escapar algunas lágrimas porque sabía que no podía haber otra persona que tuviera el número de Taehyung como principal contacto de emergencia. Sabía que el aniversario de los chicos se acercaba y el lugar coincidía donde Hoseok le había comentado que compraría los anillos de pareja.

 

Taehyung se encontraba haciendo la limpieza del café que pronto re-abrirían cuando recibió la llamada. Una persona se encontraba en estado crítico después de un asalto en esa joyería, su número de contacto era el castaño y todavía la policía ni la ambulancia habían llegado a la escena del crimen.

 

El chico se quedó sin habla y tardó algunos segundos en reaccionar. Fue a buscar a los demás chicos que también estaban arreglando algunos detalles de la remodelación.

 

Al poco tiempo volvieron con una cara llena de angustia.

 

–Nosotros haremos lo que resta, Seokjin tú acompaña a Taehyung a casa –Habló Namjoon con una voz entrecortada.

 

–Cuando acabemos iremos con ustedes –Agregó Yoongi.

 

Jin se levantó del suelo e intentó hacer lo mismo con Taehyung pero él seguía en la misma posición.

 

–Al menos quiero verlo –Sollozó.

 

–No creo que puedas hacerlo en ese estado –Lo tranquilizó Jin.

 

Después de algunos forcejeos el menor se dejó vencer por el castaño.

 

–Vamos a casa. Ellos harán el resto –Lo tomó de la mano.

 

Era la segunda vez que lo veía tan indefenso. La primera vez fue cuando lo conocieron seis años atrás, cuando Taehyung aún iba a la preparatoria y no conocía a nadie.

 

Ambos fueron a casa en silencio. Lo primero que hizo Taehyung al entrar a su casa fue ir a la cama que compartía con Hoseok y se recostó ahí. Jin se fue a preparar un té porque ninguno había comido en todo el día preparando la inauguración de su negocio.

 

Regresó pero se dio cuenta que el menor ya había caído profundamente dormido. Todavía algunas lágrimas escurrían de su rostro y sus puños estaban fuertemente apretados.

 

Jin lo miro con pena porque ese chico tal vez sufriría mucho más que ellos. Sollozó en voz baja mientras tomaba la mano de Taehyung.

 

 

Notas finales:

Casi lloro al escribir esto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).