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Incomplete [VKook/Taekook] por knvlchan

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Aún tenía los ojos cerrados y sentía lágrimas secas en su rostro. Sentía la luz del día aún sutil que iluminaba su cara por completo. El ruido de los pájaros lo volvió a despertar antes de lo debido pero todavía no tenía ganas de pararse. Con los ojos aún en la misma posición tanteó su mesita de noche para buscar su celular. 6:00 a.m., había despertado más temprano de lo usual.

 

Se levantó para darse una ducha rápida y se alistó en seguida cuando salió de la habitación. Jungkook ya tenía preparado el desayuno así que estaba lavando los trastes que había ocupado en el proceso. Taehyung sonrió cuando lo vio tan concentrado fregando con tanto esmero un sartén en el agua.

 

El menor no lo sabía pero antes ni siquiera desayunaba para ir al trabajo. Y tampoco comería si es que Jin no lo obligara a hacerlo, después de todo exactamente a las dos de la tarde lo visitaba para dejarle algo de comida. De vez en cuando visitaba la tienda de conveniencia cuando tenía hambre en las noches pero tampoco se ocupaba de cenar la gran cosa.

 

Desde la llegada del chico, ahora desayunaba y comía. Recordó mientras lo veía que el día de ayer haría la cena pero ya no lo hizo por el incidente que causó el pelinegro. Volvió a sonreír cuando recordó lo sucedido y se sorprendió de su propia acción. ¿cuánto tiempo había pasado que sonreía de manera tan casual? ¿de manera tan genuina?.

 

Jungkook sintió la mirada del mayor y volteó su rostro hacia la dirección del chico. El mayor aún seguía parado en el mismo lugar e incluso parecía contrariado por sus acciones recientes. Él pelinegro también se sorprendió de que ese chico lo estuviera observando, no supo cuanto tiempo había estado parado en silencio pero se sintió nervioso lo que provocó que se le cayera el sartén dentro del fregadero.

 

–¿Ya despertó Hyung? –Pronunció nervioso y levantando el sartén para enjuagarlo del jabón que había recogido.

 

–Sí Kookie. Y buenos días –Respondió evitando su mirada y buscando asiento en el pequeño comedor.

 

–Buenos días hyung –Contestó todavía nervioso.

 

Kookie aún resonaba dentro de su cabeza. ¿Escuchó bien? ¿no era su imaginación? Después de Jimin, él era la segunda persona que lo llamaba así, claro sin contar a su padres.

 

Después de haber lavado los trastes se sentó junto a él para desayunar. Tanto el menor como el mayor recordaban el pequeño acercamiento que se había suscitado el día anterior por aquel incidente que Jungkook provocó.

 

Taehyung estaba confundido porque era la primera vez que se arriesgaba por alguien, ya que este siempre había sido protegido. Hoseok siempre había cuidado de él como si se tratase de un precioso tesoro. Por otro lado, hace tiempo que no sonreía tan genuinamente al observar a alguien que no fuera Hoseok. ¿Era compasión o estaba siendo sincero?

 

En el caso del pelinegro, la sensación de ser protegido por alguien mayor que le gustaba lo hacía sentir como cualquier joven enamorado. Aún recordaba vagamente el olor del mayor mientras estaba en sus brazos. Lo nervioso que se había puesto y lo mucho que había latido su corazón ante su tacto.

 

–Hoy cuando llegues de la escuela pasa a mi oficina directamente –Lo interrumpió de sus pensamientos.

 

–¿A la oficina? –Se sorprendió el menor.

 

–Sí, hay algo que debemos hacer –Argumentó el castaño.

 

El chico no cuestionó nada aunque si estaba intrigado con lo que tenían que hacer. Le entró miedo porque no sabía si lo regañaría o algo por el estilo. Se apresuró a comer para poder lavar los trastes que habían ocupado cuando el mayor lo interrumpió.

 

–Hoy yo los lavaré –Dijo quitándole los platos que llevaba en los brazos.

 

–Pero hyung… Al menos déjame hacer esto –Intentó oponerse.

 

–Nada de hyung, soy el mayor y dueño de la casa. Puedo hacer lo que quiera –Sonrió.

 

Ahí estaba otra vez, sonriendo ante la presencia de aquel chico pelinegro. No sabía que estaba pasando dentro de él pero quizás su compañía era más benéfica de lo que pensaba. Pensó que poco a poco le había agarrado cariño a ese chico, porque ambos tenían historias similares y porque aún era joven.

 

Sin embargo para Jungkook era la primera vez que veía esa sonrisa tan real. Acción que lo puso aún más nervioso de lo que ya estaba. El chico solo pudo pasar su saliva cuando lo miro de esa manera. Su corazón comenzó a latir con fuerza y sentía que explotaría de tantas emociones dentro de él.

 

Taehyung se quedó lavando los platos que habían ocupado y Jungkook se había ido a cambiar con algo más apropiado. Tenía que comprar un nuevo uniforme porque el suyo no sabía donde había quedado después de haberse quedado sin casa. Desde ese día perdió todas sus cosas aunque eso no le importaba mucho, lo que si le importaba era que ahora tenía que usar el dinero que había ganado de manera sabia.

 

Los dos caminaron a la salida y se despidieron el uno del otro. Nuevamente Taehyung se cercioró que el menor caminara hacia la parada del autobús. Dentro de él estaba creciendo un sentimiento muy raro hacia aquel chico. ¿Protección? Esa era la única respuesta que tenía. Lo que había comenzado como una acción que Hoseok habría hecho, pronto se convirtieron en los propios deseos de Taehyung.

 

Aunque tal vez esto tenía que ver con lo que Jimin le había dicho tiempo atrás a Jungkook. Él tenía ese poder para sanar los corazones de las personas. Algo que Taehyung no sabía, ni tampoco se imaginaba que saldría afectado por aquellos poderes del niño.

 

El castaño corrió a saludar al menor haciéndole casi perder el equilibrio por completo.

 

–Jimin, a veces eres demasiado efusivo –Lo regaño separándose del mayor y sonriendo.

 

–Lo sé, pero te gusta –Le devolvió la sonrisa.

 

–Entremos a clases antes que nos vuelvan a ganar lugar –Lo regañó.

 

El chico lo siguió para ir al menor a donde tomarían su única clase juntos. Como llegaron temprano buscaron asientos cerca de la ventana.

 

–Tengo algo para ti –Volvió a sonreír Jimin.

 

–¿Y a ti qué te pasa? –Se preguntó el pelinegro.

 

–¿Por qué lo dices? –Se puso nervioso

 

–Estas muy feliz, algo ocurrió, ¿verdad? –Lo cuestionó.

 

–Nada ocurrió –Giró los ojos intentando mentir.

 

Sin embargo Jungkook conocía demasiado bien a su amigo. Algo había ocurrido pero el mayor era renuente a decirlo en voz alta.

 

–Como digas, de todos modos pronto me enteraré –Le advierte en tono burlón.

 

Jimin no le contestó y solamente se ocupó por buscar algo en su mochila. Después sacó una bolsa con algo dentro de ella.

 

–¿Qué es? –El menor dijo mirando la bolsa.

 

–Ábrelo –Se emocionó el castaño.

 

Eso hizo Jungkook, abrió la bolsa para encontrarse con un uniforme de su talla. Lo miró confuso pero después comprendió. Por algo era su mejor amigo, ese chico necio lo compró usando su propio sueldo que había ganado en el café. Si hubiera sido otra época lo hubiera regresado a su dueño original pero en estos momentos era algo que necesitaba.

 

El mayor también lo sabía. Sabía que él no podría negarse ante tan precioso regalo. Jungkook lo miró enojado pero luego sonrió. Comprendió los sentimientos de su amigo.

 

–Gracias –Pronunció antes de bajar la mirada avergonzado.

 

–No tienes que agradecer, por algo somos amigos –Acarició su cabeza.

 

Pronto su profesor llegó al salón de clases, así que detuvieron su conversación para prestar atención a la lección. Aunque eso fue lo que hizo Jungkook porque el mayor parecía muy feliz en el celular platicando con alguien.

 

Caminaron apresurados a su nuevo lugar de trabajo. Jimin se veía ansioso pero el pelinegro lo notó en seguida.

 

–En serio Park Jimin, ¿qué te sucede el día de hoy? –Volvió a preguntar porque no entendía al chico.

 

Jimin se resignó. Frente a su mejor amigo no podría mentir.

 

–Estoy feliz porque al parecer hice un nuevo amigo –Titubeó.

 

–¿Yoongi? –Preguntó afirmando.

 

–¿Cómo sabes? –Se sorprendió el mayor.

 

–Jimin, eres mi mejor amigo y a mí no me puedes engañar –Le guiñó un ojo antes de salir corriendo.

 

Jimin lo persiguió y en menos de lo que pensaban ya habían llegado a Le Beau Rose.

 

Ambos entraron entre risas pero luego fueron acallados por Yoongi en la entrada. Jimin lo miró con una sonrisa que luego se apagó con la mirada tan penetrante del mayor. Namjoon se acercó al castaño con una bolsa entre sus manos avisando que el nuevo uniforme ya había llegado.

 

El castaño tomó el uniforme entre sus manos para irse sonrojado al cuarto de vestidores. Jungkook lo miró curioso y después le sonrió al rubio que también contestó con un gesto frío. Sabía que era buen chico pero le costaba expresarse más cálidamente.

 

–Es cálido cuando estamos solos –Dijo abrochándose la camisa.

 

–Lo sé, solo que se le dificulta expresarse de manera más amable –Argumentó.

 

–Es una suposición… –Dudó antes de continuar –Pero si él empezara a gustarme, ¿qué tan malo sería? –Preguntó el castaño.

 

–Eso no lo sé –Contestó el menor.

 

–Yo tampoco –Terminó de vestirse.

 

Jungkook lo miró con ternura porque era más que obvio que su amigo comenzaba a querer a ese chico más de la cuenta. Era tan inocente que no se daba cuenta de sus propios sentimientos aunque no quería arruinarle la emoción de la incertidumbre.

 

Después un sentimiento de decepción le inundó el pecho. No sabía si Jimin tendría oportunidad con el chico y tampoco quería que saliera herido en el proceso como la vez pasada. Era doloroso tener un amor no correspondido justo como el que él tenía con su jefe. Deseaba el bienestar del chico tanto como el suyo aunque su corazón también albergaba la ligera esperanza de que esta vez la historia fuera diferente con su amigo.

 

Jimin salió primero de la habitación porque el pelinegro se había abrochado mal su camisa. Mientras volvía a abrocharse los botones oyó que alguien tocó la puerta de los vestidores.

 

–¿Jimin? –Preguntó.

 

–No, soy Taehyung –Respondió la voz al otro lado de la puerta.

 

El menor se puso nervioso al oír su voz. Los dedos le temblaron y ya no podía abrocharse bien su camisa.

 

–Espera… Ya casi acabo –Mencionó intentando respirar para tranquilizarse.

 

Después de algunos minutos al fin logró vestirse adecuadamente. Salió de la habitación más tranquilo y se encontró la mirada de Taehyung directamente.

 

–Te dije que fueras directo a mi oficina –Lo regañó.

 

El pelinegro lo había olvidado por completo. Bajo la cabeza cabizbajo pero Taehyung solo sonrió ante su gesto.

 

–Vamos, hay mucho que hacer –Argumentó antes de darse la vuelta y comenzar a caminar.

 

Jungkook solo lo vio más confundido.

 

–Deberías ponerte algo más cómodo, ¿o piensas ir en uniforme? –Sonrió nuevamente.

 

Esas sonrisas cada vez se hacían más comunes. Ambos lo notaron por lo que Taehyung rápidamente quitó su sonrisa. Pensó que era una reacción ante aquel chico que parecía indefenso a su lado. También lo atribuyó a que sentía simpatía y un pequeño instinto de protección hacia él.

 

Para el menor era diferente. Cada sonrisa que le proporcionaba hacia que su corazón latiera con mucha más fuerza cada vez. Quizás no significara nada para Taehyung, pero una sonrisa así podía alegrar el mundo completo del Jungkook.

 

El chico volvió a meterse a los vestidores para ponerse la muda que traía anteriormente. A los cinco minutos salió y se percató que el joven castaño lo seguía esperando en la misma posición de antes.

 

–¿A dónde vamos? –Cuestionó al mayor.

 

–Ya veras –Respondió.

 

Se despidieron de los chicos antes de salir. Yoongi se sorprendió pero solo sonrió cuando los vio salir juntos. Ese chico definitivamente estaba cambiando muchas cosas en ese lugar.

 

–Tu amigo es muy especial –Mencionó el mayor mirando a Jimin.

 

–Siempre lo ha sido –Contestó con una sonrisa que alzó sus pequeños cachetes.

 

Ya en el camión, lo primero que hizo Taehyung fue cerrar sus ojos por completo durante todo el camino. En cambio Jungkook miraba el paisaje, y de vez en cuando al mayor. El aspecto que tenía al dormitar era bastante bello de admirar. Jungkook se aguantó las ganas de dibujarlo como era su pasatiempo. Es decir, tampoco tenía materiales con que hacerlo.

 

Bajaron y caminaron durante un ratos por las calles hasta que llegaron a una tienda de ropa. El mayor entró al negocio pero Jungkook miraba indeciso el lugar antes de entrar. Se imaginaba a donde iban a parar aquellas acciones y no le gustaba nada.

 

–Apúrate Jungkook –Miro al chico con una expresión difícil de descifrar.

 

El menor suspiró antes de entrar al lugar. Como lo había pensado, Taehyung quería comprarle algo de ropa y algunas otras cosas al chico. Al principio se negó porque no quería causar más molestias. El mayor alegó que lo hacía porque no le gustaba prestar su ropa. El pelinegro no tuvo más opción que aceptar los regalos que le estaba ofreciendo, después de todo vivía en su casa bajo sus reglas.

 

Taehyung eligió algunas cosas porque el menor no quería hacerlo. Después de haberse probado unos jeans y una camisa de color rojo a cuadros se veía completamente diferente. Lo que vestía el mayor más bien era cómodo pero no juvenil. El cambio le sentó muy bien al chico, porque esta ropa si era juvenil porque además acentuaba sus caderas y lo hacía ver delgado.

 

Eligieron otras cuantas cosas que el mayor iba aprobando. Jungkook solo se sonrojaba cuando recibía cumplidos de este. Realmente ese chico le ponía muy nervioso y al mismo tiempo no dejaba de estar agradecido con él.

 

Salieron de lugar, Taehyung parecía satisfecho con lo que había elegido. En cambio Jungkook estaba apenado por todo lo que había recibido. Solo recibía y seguía recibiendo del mayor. Pero el no podía darle nada a cambio.

 

–No te preocupes por eso Jungkook. Eres un buen chico y no tú no decidiste que las cosas fueran así –Intentó tranquilizarlo.

 

–Solo me siento culpable porque no puedo darte nada a cambio –Suspiró.

 

Taehyung lo miró con cariño. Ese chico le recordaba mucho a su yo más joven. Aunque a decir verdad, él era mucho más risueño en aquellos tiempos. Tan solo quería cuidarlo como un pequeño hermano y así lo veía. Jungkook era como ese hermano que nunca había tenido pero que cuidaría, justo como Hoseok lo hizo alguna vez con él.

 

Caminaron cuando se encontraron a un chico de la misma estatura que Namjoon. Parecía conocer a Taehyung porque comenzó a ponerse incómodo e intentó evitar su encuentro. Cosa que resultó mal porque lo reconoció en seguida.

 

–¿Cómo te va Taehyung? –Le preguntó sonriente aquel chico pelirrojo.

 

–Hola Taemin –Sonrió falsamente.

 

–Hace tiempo no te veía, ¿cómo sigues? –Preguntó nuevamente.

 

–Estoy bien, no necesitas preguntar –Contestó tajante.

 

Inconscientemente hizo su cuerpo hacia atrás pero el chico no entendió la indirecta y caminó un paso más cerca de él. Jungkook notó como las cosas se estaban haciendo más incómodas.

 

–¿Y Hoseok? ¿Ya no sigues con él? –Volvió a cuestionar.

 

–No es eso –Evadió la pregunta.

 

–Hace tiempo que tampoco lo veo, ¿tienes su número? –Siguió insistiendo.

 

Taehyung tragó saliva. La conversación se estaba poniendo muy desagradable y Jungkook no tenía idea sobre que hacer.

 

–Me temo que es imposible –Respondió secamente.

 

–¿Entonces ya no sigues con él? –Volvió a insistir.

 

–Ya te dije que no es eso –Cerró los ojos aguantando todas sus emociones.

 

–No le haré nada, quiero arreglar las cosas con él… –Argumentó algo nervioso.

 

Taehyung lo miró. El pelinegro no supo interpretar aquella mirada. ¿Pena? ¿nostalgia? ¿enojo? ¿o varias emociones en una sola? sea lo que fuere, cada vez parecía más molesto.

 

–Sabes, estuve viviendo en Japón los últimos dos años y conocí alguien que podría estar interesado en él –Explicó Taemin.

 

–Eso ya no es necesario –Pronunció el castaño más alicaído.

 

–Soy sincero –Dijo el joven.

 

–Taemin, él falleció hace dos años –Su voz se quebró –Es imposible que contactes con él a estas alturas –Pronunciarlo incluso dolía aún más.

 

Taemin ahora hizo un pasó hacia atrás.

 

–Lo siento… Y-yo no sabía, de verdad –Su rostro empalideció enseguida.

 

–Lo sé, si me disculpas – Respondió.

 

Tomó de la mano a Jungkook y se retiró del lugar. El menor estaba muy sorprendido. Aquella persona era Hobi, aquella persona tan importante para él era Hobi. Y ya no estaba a su lado porque ya no se encontraba en este mundo. Su corazón se estremeció al recordar sus palabras ‘él falleció hace dos años’.

 

Caminaron de la mano durante un buen rato. Taehyung lo jalaba con fuerza y el pelinegro intentaba seguir su ritmo pero era casi imposible. Su mano le dolía porque lo apretaba fuertemente. Desde su vista parecía que estaba llorando aunque no podía distinguirlo muy bien.

 

Después de un rato se pararon en un lugar donde no había nadie. Era un edificio que parecía algo viejo y frente a él estaba una pequeña fuente. Taehyung se fue ahí a mirar como el agua corría.

 

Jungkook se acercó a él temeroso. Cuando Taehyung volteó su rostro tenía algunos rastros de lágrimas en sus ojos. El pelinegro entonces lo abrazo porque no sabía que otra cosa podía hacer. Al principio el mayor se sorprendió pero luego dejo que el chico lo abrazara con más firmeza.

 

Se recargó en su hombro dejando que sus emociones afloraran una vez más. Aún le dolía que Hoseok no estuviera a su lado. El menor se sintió mal por tener un sentimiento de amor hacia ese chico que en su corazón tenía a otra persona y de seguro muy preciosa para él.

 

–Él era mi todo –Pronunció débilmente.

 

Jungkook palmeó su espalda mirando al cielo. Recordó a sus padres, ellos también eran su todo.

 

Entonces pensó, ambos se habían quedado solos de la noche a la mañana. Ambos comprendían el dolor de perder alguien que amaban. Ambos aún necesitaban sanar sus heridas.

Notas finales:

Este capítulo marca el incio de algo nuevo, como ven Taehyung ya comenzó a cambiar sin ni siquiera saberlo, o saberlo pero no entenderlo.

Por otro lado... El Yoonmin se los traeré la próxima semana, así que atentas porque será el único que haré sobre la pareja :3


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