Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un par de idiotas por Ellie Blanch

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Como lo dije anteriormente lamento mi retraso, pero salio durante el dia y eso me hace feliz :D

Los personajes son propiedad de sensei Fujimaki.

 

Sin mas que decir pasen a leer!!

A pesar de que en la situación que se metieron no era nada buena podía sacar provecho de alguna forma y eso lo agradecía a los cielos. El cuerpo que se encontraba entre sus brazos se movió al parecer buscando un poco más de calor, sonrió con ternura y no pudo evitar abrazarlo aún más fuerte y besar su cuello a lo cual el otro muchacho dio un respingo, le encantaban aquellas reacciones… Observo una vez más ese rostro dormido ayudado por la pequeña fogata que habían podido hacer esperando que pronto amaneciera para reencontrarse con sus amigos.

 

 

 

~Flashback~

 

Era una de esas ocasiones bastante extrañas en la cual todos coincidían sus tiempos para pasar un agradable fin de semana juntos, esto a petición de Kuroko y orden suprema de Akashi quien cumplía cada una de las peticiones de su chico.

 

Estaban todos cursando su tercer año de secundaria cada uno preocupado de lo suyo pero aun así necesitaban distraerse y que mejor que pasar un agradable tiempo con los amigos.

 

 

—No puedo creer que una vez más este aquí con ustedes cuando puedo...

 

—Estar en casa acaramelado con Kagamicchi — Término la frase Kise a lo cual los presentes comenzaron a reír, bueno Akashi y Midorima que eran los más serios sonrieron levemente.

 

—Nadie pidió tu opinión rubia — Hablo el moreno picando a su amigo.

 

—Moo~ Aominecchi que cruel — Lloriqueo Kise — Primero Yukicchi me dice que ni podrá venir y ahora debo soportar tus insultos.

 

— ¿Y me debo sentir mal por ello? — Fue su simple respuesta mientras miraba hacia un lado.

 

—Basta ustedes dos — Pidió Akashi mientras veía la hora en su celular — Creo que se ha retrasado nuestro bus.

 

—Al menos le da tiempo al resto de regresar — Midorima se arreglaba las gafas en el puente de su nariz.

 

— ¡SHIN-CHAN! —Exclamo un alegre pelinegro mientras corría en dirección al peliverde seguido por Kagami quien traía una bolsa entre sus manos, Kuroko el cual aparecía con dos vasos de café y Himuro quien venía acompañado de una montaña de dulces pues la persona tras ella no se notaba — ¿Me extrañaste? — Pregunto aferrándose fuertemente a su megane.

 

— ¿Cómo esperas que lo haga si solo han sido unos minutos? — Midorima intentaba zafarse pero no había caso.

 

—Aquí tienes Akashi-kun — Kuroko extendió uno de los vasos.

 

—Gracias Tetsuya — Sonrió el emperador.

 

—Murasakibaracchi enserio jamás dejara de sorprenderme todo lo que comes —Hablo el chico rubio tomando uno de los dulces que estaban a punto de caer.

 

—Gracias Sechin — El chico mostro una enorme sonrisa.

 

—No es nada.

 

 

Kagami al llegar junto al resto solo se limitó a mirar al moreno sin decir una palabra, se notaba en su cara que estaba bastante molesto por alguna razón. Cuando el bus que los llevaría llego al lugar todos subieron para pasar un buen fin de semana juntos acampando en el bosque.

Takao inmediatamente se acomodó junto a Midorima, Himuro con Mura y Akashi con Kuroko. El pelirrojo por lo visto se iba a sentar junto a Kise pero Aomine dándose cuenta de la situación tomo al chico por el brazo y lo arrastro unos asientos vacíos más allá.

 

 

— ¿Qué abra pasado entre ellos? — Takao se levantó preguntando a Kise quien se encontraba delante de él.

 

—No lo sé, pero se arreglaran pronto los conozco — Sonrió pensando en que lo más probable es que se debía a una tontera.

 

—Par de bobos — Susurro el pelinegro mirando al par.

 

 

Mientras tanto Kagami quien para sorpresa de todos los que lo conocían lo único que hizo fue tomar su lugar en el asiento que daba a la ventana ponerse los audífonos y cerrar sus ojos. Aomine resoplo frustrado sabía que era mejor dejarlo solo al menos por un momento ya se las arreglaría para que lo perdonara, bueno no es que hubiese hecho algo tan malo ¿O sí?... No claro que no, de todas formas Kagami siempre estuvo consciente de su forma de ser.

Bueno es cierto quizás si se había pasado se puso a pensar un poco en la situación, si las condiciones fuesen al revés  ¿Cómo reaccionaría él?, cerro sus ojos pensando en esto, pero tan solo bastaron unos minutos para caer rendido junto a Kagami.

 

Cuando finalmente despertó se dio cuenta tenía su cabeza apoyada en el hombro del pelirrojo, no se movió durante un buen momento ya que ese lugar era uno de sus sitios favoritos, además de que a Kagami no le molestaba por lo visto aún seguía durmiendo, después de unos minutos levanto la mirada notando que el pelirrojo miraba a través de la ventana bastante serio.

 

 

— ¿Piensas mirarme todo lo que resta de camino? — Pregunto el pelirrojo sin apartar la vista del paisaje mientras se sacaba los audífonos.

 

— ¿Seguirás enojado durante todo el fin de semana? — Aomine salió de su agradable sitio.

 

—Al menos hasta que hagas algo que me haga cambiar de opinión.

 

—Vamos no seas así, ya me he disculpado — Puso la mano sobre la pierna de Kagami — Al menos mírame cuando hablamos.

 

—No quiero hablar — Volvió a ponerse los audífonos para perderse en la música lo que quedaba de camino.

 

—Dios ni que estuvieses en tus días — Comento cruzando sus brazos en el pecho a lo cual Kagami volteo mirando a Aomine furioso se levantó a vista de todos cambiándose de lugar.

 

 

Nadie fue capaz de pronunciar palabra es más prefirieron seguir con lo suyo.

 

 

—Akashicchi ¿Enserio iremos a acampar? — Pregunto Kise con una gran sonrisa en el rostro.

 

—Así es Ryouta ¿O dudas de mí? — Pregunto alzando una ceja.

 

—Cla...Claro que no, pero es que... será con carpas y fogata y...

 

—En efecto eso es acampar ¿O acaso nunca lo has hecho?

 

—Claro que sí, pero no imagino a Akashicchi durmiendo en carpa — Cerró sus ojos intentando mentalizarlo.

 

—Es que nunca lo ha hecho Kise-kun por eso lo convencí para ir todos juntos — Explico Kuroko.

 

—Oh~ lo que hace el amor —  Esta vez fue Aomine quien habló.

 

—Daiki por esta vez lo dejaré pasar solo por que veo que estás en una muy mala situación — Akashi mostró una pequeña sonrisa a lo cual Aomine molesto volteo la mirada perdiendo la vista a través de la ventana — Mira Ryouta esas cosas que están en el fondo traen las carpas, sacos de dormir, comida y otras cosas que utilizaremos.

 

— ¿Dulces? — Pregunto Murasakibara uniéndose a la conversación.

 

—Claro.

 

— ¡Genial! — Exclamaron Takao y Kise emocionados.

 

 

Como Akashi lo había dicho esta sería una aventura entre ellos y el bosque, el bus los dejo en un buen lugar el cual ya habían previsto con anticipación, después de descargar todo se marchó dejándolos solos.

 

 

—Bueno es hora de comenzar a ordenar antes de comer — Ordenó el chico de pelo granate.

 

 

Cada uno aporto su granito de arena, por lo cual el trabajo fue hecho en un tiempo bastante corto, cuando todo estaba listo Akashi les explico que el lugar era una zona de camping como pudieron notar sólo a un par de metros existía una parrilla para poder cocinar, con su grifo ya que el agua nunca podía faltar y un poco más alejado estaba la zona de baños.

 

 

—Creo que nos has estafado esto no es acampar — Aomine se quejó recordando cuando pequeño había salido junto a si padre.

 

—Pero me parece mejor de esta forma ¿No crees?

 

—Es cierto Aominecchi no me gustaría ir haciendo mis necesidades por ahí — Kise puso una cara extraña.

 

—A mí tampoco — Se unió Takao.

 

—La verdad es que me encantaría que terminarán de hablar de aquello — Esta vez fue Midorima quien hablo — Es hora de comer y bueno...

 

—Es cierto me suena el estómago — Kagami se unió a la conversación — Con Tatsuya cocinaremos ¿Les parece?

 

—No hay problema Tai-chan es el mejor cocinando, Shin-chan nos envenena y como los baños no nos alcanzarían tendríamos que recurrir a…Mmm

 

—Takao guarda silencio — Midorima tapó los labios del pelinegro con sus manos aprovechando esto la lamio haciendo que el peliverde lo soltara en el acto — Takao tenemos que hablar.

 

— ¡No por favor no me azotes! — Exclamó mientras era arrastrado — Sólo dame duro contra el muro, espera aquí no hay muro... contra el árbol.

 

—Takao guarda silencio — A pesar de que estaba de espaldas llevandose a Takao lejos, todos pudieron imaginar que el rostro del tsundere estaba mas rojo que el cabello de Kagami.

 

— ¡Suerte Takaocchi! — Kise alentó a su amigo mientras el resto movia la cabeza en desaprobación.

 

—Bueno vamos a poner manos a la obra — Kagami a quien le rugia la tripa estaba listo para poner sus manos en acción.

 

 

Los que sobraban o simplemente no quisieron ayudar comenzaron a explorar los alrededores con la indicación de que volvieran en una hora. Aomine quería hablar con su novio de alguna u otra forma pero  no encontraba la oportunidad. Ya se arriesgaría después de la comida.

 

Todo se fue al diablo cuando Kagami junto a Kise y Kuroko fueron a explorar nuevamente los alrededores, quería ir con ellos pero la sola mirada de su pelirrojo lo detuvo, aun estaba molesto. Bueno lo único que estaba quedando es que a la noche compartirían la carpa, no tendría opción de escape a no ser que... Durmiera con Kise.

 

 

— ¡Rayos! — Exclamó pateando la hierba del piso.

 

— ¿Me permites un momento de tu tiempo? — Una voz suave lo saco de sus pensamientos se trataba de Himuro.

 

— ¿No estas con el gigante?

 

—También me deja a solas en ocaciones — Explico con su amable sonrisa.

 

—Pensé que no de dejaba jamás — Miro hacia donde estaban Akashi y Midorima jugando shogi, Takao apoyaba a Midorima mientras Mura comía papitas viendo atentamente las jugadas sin entender nada pero feliz con sus golosinas.

 

— ¿Caminamos?

 

 

Tras aquellas pregunta ambos se pusieron en marcha, el silencio que había en el ambiente no era para nada incómodo Himuro caminaba adelante en tanto Aomine se entretenía observando a las aves que cantaban para distraerse.

 

 

—Quiero que seas sincero por favor... ¿Que es lo que te gusta de Taiga? — El pelinegro giro mirando cara a cara al moreno.

 

— ¿Eh? — Observó extrañado ya que era la primera vez que tenía una charla con su "cuñado" es más Himuro desde que se enteró de que eran novios ni siquiera pregunto.

 

—Me ha contado lo que ha pasado y la verdad es que el se encuentra bastante confuso con todo... Para ser sincero tiene miedo.

 

— ¿Y eso porque sería?

 

—Pongamos las cosas claros Aomine ¿Porque estas con Taiga si lo que te gustan son las chicas? — Era la primera vez que Aomine veía a Himuro tan serio, su sonrisa tan característica había desaparecido.

 

— ¿Qué es lo que sabes tú?

 

—Sabes no me interesa si no eres capaz de decírmelo a mi, pero al menos se transparente con él... Taiga esta bastante preocupado de que lo dejes.

 

— ¡Jamás lo haría!

 

—Entonces demuestraselo — Dio unos pasos colocando la mano en el hombro del moreno — Dile cuanto lo quieres y has que desaparezcan todas sus dudas.

 

— ¿Qué significa eso?

 

—Taiga está pasando por una etapa en que está dudando... me ha contado que te pillo mirando a una chica.

 

—Siempre miro revistas y no dice nada... No comprendo porque ahora duda — Comento rascando su nuca.

 

—Es algo que deberían conversar — Saco la mano del hombro del moreno — No me decepciones.

 

 

Sin más que decir volvieron al camping con un pensativo Aomine. Cuando Kagami, Kise y Kuroko volvieron estaban completamente empapados.

 

 

—Takaocchi debiste haber ido con nosotros — Hablo Kise con una gran sonrisa — Te has perdido nuestra batalla en el agua.

 

—Todo por tu culpa Shin-chan — Miro furioso a su pareja — Todo porque eres un aburrido que juega cosas de abuelos.

 

—Yo no te obligue a quedarte aquí — Llevo los dedos al puente de su nariz arreglando las gafas.

 

—Ki-chan hoy haremos pijamada no me pienso quedar con el señor cuatro ojos.

 

—Has lo que quieras —El peliverde comenzó a caminar en dirección a quien sabe dónde junto a su patito de hule que lo llevaba desde la mañana.

 

—Shin-chan no me dejes yo te quiero enserio, aunque seas un mal genio — Takao salió corriendo tras el chico.

 

—Creo que el que sufre mas es él mismo cuando hace esas cosas — Hablo Kuroko a lo que todos asintieron.

 

—Aquí tienes Tetsuya —Akashi le paso una toalla.

 

Kagami fue directo a su tienda de campaña seguido por la atenta mirada de Aomine, el cual en vez de ir a tras el pelirrojo prefirió comenzar a hacer la fogata además de que ya comenzaba a refrescar de esa forma podrían entrar en calor. Cuando el moreno vio salir a su pelirrojo le llevo inmediatamente un poco de chocolate caliente.

 

 

—Gracias —Dijo con la vista baja apartándose nuevamente lejos.

 

—Tendrás que hacer algo mejor que eso — Susurro Kuroko quien se encontraba a su lado.

 

—Dios Tetsu no aparezcas de la nada.

 

—Te daré una mano, para que puedan estar juntos y conversar… No lo eches a perder — Dicho esto se marchó junto a Akashi.

 

 

Unos minutos más tarde todos se encontraban rodeando la fogata mientras calentaban malvaviscos y reían de las cosas que habían hecho.

 

 

— ¿Qué estás haciendo Takaocchi? — Pregunto Kise mirando como su amigo se paseaba de aquí para allá.

 

—Solo busco una guitarra ¿Acaso nadie trajo? ¿Shin-chan tú no tienes entre los lucky ítem?

 

—No los traigo todos además ¿Para qué quieres una? — Tenia el ceño fruncido, ese chico era bastante desesperante en ocasiones.

 

—Bueno debemos cantar alrededor de la fogata — Explico de lo más normal.

 

— ¿Por qué no contamos mejor historias de terror? — Dijo Kuroko encontrando la oportunidad perfecta para poner su plan en acción.

 

—Buena idea Kurochin. Les contare una horrible que me paso — Murasakibara puso una cara seria.

 

—En ese caso entonces Atsushi comienza — Akashi le dio la palabra.

 

—Creo que me iré a dar una vuelta… —Kagami se estaba levantando.

 

—El primero que se escape hare que se dé una vuelta solo en el bosque a las tres de la mañana —Sentencio Akashi.

 

—Y esa es la hora en la que el demonio aparece — Kise siguió el juego a lo cual los dos se sentaron sin reclamar.

 

 

Las historias comenzaron Murasakibara a pesar de que la historia parecía terrorífica termino en que todo se trataba de un dulce que se lo había comido su compañero de clases, lo que más susto dio fue ver la cara del peli morado ya que al recordarlo se enfadó nuevamente siendo calmado por Himuro.

Cada una de las historias contadas fueron haciendo que dos de los oyentes se les pusiera la carne de gallina, además que ya el sol había caído y los animales nocturnos estaban haciendo de las suyas con los sonidos.

 

 

—Y es así como cuando cada luna nueva el ser aparece dentro de las profundidades del bosque buscando su víctima, así que deben tener cuidado de no salir solos —Apunto el cielo nocturno en el cual una hermosa luna se dejaba ver — Ahora creo que es bastante tarde deberíamos descansar.

 

—Si debemos descansar — Akashi se levantó junto a Kuroko dando las buenas noches seguido por el resto quienes desaparecieron casi de inmediato.

 

— ¿Qué sucede? — Pregunto Aomine quien aún esperaba que su pelirrojo se levantara.

 

—Na-nada… — Dijo con la mano entre sus piernas moviendo estas sin control.

 

— ¿Quieres ir al baño?

 

— ¡No!... Bueno si pero…

 

 

Lo entendía a la perfección, ya que el también sentía como le tiritaban las piernas pero él era el grandioso Aomine Daiki no se dejaría vencer por nadie además que esta era la oportunidad perfecta.

 

 

—Yo te acompaño — Hablo como todo un valiente mientras que en su subconsciente no paraba de repetirse “Eres valiente, eres valiente”

 

 

Caminaban en silencio ayudados por una linterna mientras Kagami no paraba de murmurar el hecho de que los baños estaban demasiado lejos, un sonido saco a ambos chicos de sus pensamientos, dando un brinco bastante asustados.

 

 

— ¿Q- que  ha sido eso? —El peliazul tartamudeo.

 

—No lo sé, pero… — Nuevamente un crujido de ramas, olvidando cualquier enojo que tuviese se aferró a Aomine quien tiritaba igual que él.

 

— ¿Quién anda ahí? — El moreno pregunto con un nudo en la garganta.

 

— ¡No lo llames! —Kagami tapo los labios de Aomine.

 

 

Fue en ese momento que unos ojos brillantes aparecieron en los arbustos, sin pensarlo dos veces y tomando la mano de Kagami salieron corriendo sin siquiera observar hacia donde corrían, tanto fue el terror que sin notarlo pisaron tierra blanda cayendo unos cuantos metros, Aomine protegió a Kagami como pudo.

 

 

— ¿Te encuentras bien? — Pregunto tocando al pelirrojo.

 

— ¡Auch! Si, gracias — Se levantó algo desorientado, la noche no estaba ayudando para nada — ¿Qué podemos hacer?

 

—Busquemos un sitio para descansar ya mañana buscaremos el camping ¿Te parece?

 

—Está bien.

 

Caminando unos pasos se encontraron con una pequeña cueva, el frio estaba haciendo lo suyo cuando el moreno recordó que se había echado los cerillos en su pantalón, agradeciendo su buena suerte comenzó a buscar unas cuantas ramas secas para hacer la fogata. Cada uno se encontraba a un lado de está mirando el fuego danzar.

 

 

—Taiga perdón por lo del otro día — Hablo Aomine intentando romper el silencio — ¿Te prometo que ya no me fijare en las mujeres?

 

— ¿Por qué estás conmigo?

 

—Por qué te amo — Aomine miro a Kagami, pero este seguía con la vista en el fuego — ¿Por qué no me miras? ¿Acaso no me crees?

 

—Si lo hago te perdonare — Explico el muchacho mirando hacia un lado.

 

— ¿Eso significa que no quieres hacerlo?

 

—Temo hacerlo que es algo distinto… Daiki no ha pasado por tu cabeza que en un futuro querrás una hermosa familia con una hermosa mujer, hijos y un perro —Tomo una pequeña rama en sus manos comenzando  a partirla causa de los nervios provocados por saber las respuesta.

 

—La verdad es que no, mira Taiga el mirar las revistas y a la chicas es algo que llevo haciendo desde mucho tiempo, pero es algo en lo cual tú me puedes ayudar, te prometo poner de mi parte, los niños aun no estoy seguro y en lo tercero me encantan los perros pero también quiero que te sientas a gusto ¿Qué tal si lo cambiamos por un gato? — Aomine mostro una enorme sonrisa a lo cual el pelirrojo no pudo evitar levantarse y abrazarlo.

 

—Eres un Ahomine — Susurro en su oído.

 

—Aceptare todas tus quejas, pero solo te pediré una cosa… No vuelvas a hacerme esto mis manos me duelen cuando no te tengo cerca — Llevo las manos hacia el rostro de su tigre sus ojos se encontraron demostrando que todas aquellas palabras eran ciertas.

 

— ¡Estas perdonado idiota!

 

 

Aomine sonrió victorioso besando al chico con ganas como si en vez de ser tan solo un día, la pelea se hubiese extendido a años, unas manos comenzaron a colarse entre las ropas de Kagami.

 

 

— ¿Qué haces? — Kagami intento quitar las manos de Aomine.

 

—Bueno es una reconciliación… ¿Y tú sabes que pasa cada vez que eso pasa? — Movió las cejas de manera sugerente.

 

— ¿Aquí?

 

— ¿Cuál es el problema? Nuestros antepasados lo hicieron en cuevas de eso estoy seguro.

 

—Dios no se puede contigo.

 

—Por supuesto que no el único que puede vencerme soy yo.

 

Sin más palabras arrojo a Kagami al piso para besarlo con pasión, desabrochando su pantalón y comenzando a acariciar el miembro de este. No sabían si era por la forma o el momento pero se estaban sintiendo bastante bien y eso era lo mejor.

Se deshizo de los pantalones de su tigre al igual que su ropa interior, cuando sus labios fueron separados no pudo evitar llevar un par de dedos a esos rosados labios permitiendo que el pelirrojo los humedeciera, cuando sintió que estaban bien ensalivados los retiro para comenzar a prepararlo.

La invasión fue un poco molesta pero eso no importo lo único que se encontraba en estos momentos en la cabeza del pelirrojo era ser uno con ese moreno que se encontraba sobre él repartiendo besos en todo su cuerpo.

 

 

—Daiki… ahora…

 

—Lo que tú digas.

 

 

Desabrochando el propio pantalón dejo a la vista esa gran longitud de carne palpitante que lo único que ansiaba era estar conectada a su pelirrojo. Cuando comenzó a penetrarlo no pudo evitar que el joven gimiera.

 

 

—No te preocupes… solo… ¡Ah! Hazlo.

 

— ¡Dios porque eres tan sexy! ¡Taiga enserio te amo!

 

—Y yo a… ti…

 

 

Las envestidas fueron cada vez más rápidas, las gotas perladas resbalaban por sus cuerpos sudorosos estaban llegando al clímax de ese maravilloso encuentro, Aomine llevo una mano hasta la frente de Kagami corriendo un mechón húmedo para luego besarla con cariño.

 

 

—Te amo mi tigre.

 

—Te amo mi pantera.

 

 

Con estas palabras ambos se vinieron juntos, el moreno lleno con su esencia el cuerpo de su amado. Cuando sus respiraciones volvieron a la normalidad Aomine ayudo a su pelirrojo a arreglar sus ropas.

 

 

~Fin Flashback~

 

 

 

~*~

 

 

Y ahora aquí estamos en el principio de la historia con un Aomine cobijando en sus brazos a un dormido Kagami. Mirando hacia afuera después de un momento que no logro calcular los primeros rayos de sol comenzaron a hacer su aparición mostrando una hermosa vista.

El moreno no pudo evitar despertar a Kagami para que observara el amanecer junto a él.

 

 

—Buenos días dormilón — Sonrió después de besar la mejilla de su tigre viendo como este comenzaba a abrir sus ojos.

 

—Y tienes el descaro de decirlo cuando eres tu quien duerme veinte horas al día — Kagami apretó la mejilla del peliazul.

 

—Pero ahora eres tú quien duerme más, pero bueno mira hacia allá — Apunto hacia la salida.

 

—Que hermoso.

 

—Lo sé y eso que aún no me baño — Observo a Kagami viendo como este comenzaba a sonreir divertido de aquellas palabras.

 

—Eres un bobo — Volvió a cobijarse en esos fuertes brazos.

 

—Pero aun así me amas… ¡Auch! — Exclamo cuando sintió que este le pellizcaba el costado.

 

 

Estuvieron solo un momento más abrazados hasta que encontraron que era una buena hora para ir donde sus amigos, encontrándose con la sorpresa de que no estaban tan lejos como habían creído en un principio. Al llegar todos preparaban el desayuno extrañados de que el parcito llegara todo sucio.

 

 

—Por cierto sabían que en este bosque hay muchos conejos — Comento el peliceleste mientras buscaba las tazas.

 

— ¿Lo dices enserio Kurokocchi? Deberíamos ir a buscar.

 

—Es cierto son bastante tiernos, pero sabes Ryouta en la noche debes tener cuidado los puedes confundir con fantasmas — Akashi apoyo a su novio.

 

—Porque sus ojos brillan — Explico Midorima arreglando sus gafas — ¿Nunca has visto documentales?

 

—Y ustedes que esperan para ir a cambiar sus ropas, no les permitiré comer si siguen así — Akashi se cruzó de brazos mirando al par.

 

 

 Después de esas palabras el peliazul y el pelirrojo se miraron desconcertados, para después comenzar a caminar y hacer caso a las órdenes de Akashi, pensando en lo que acababan de oír.

Ahora que sabían la verdad sonreían divertidos, pero ciertamente eso era algo que guardarían para ellos por el resto de la eternidad.

 

 

—Par de idiotas como si hubiese algo que me pudiesen ocultar — Akashi miro al par feliz de que hubiesen solucionado sus problemas. 

Notas finales:

Muchas gracias por leer.

Un saludo y nos leemos en otra oportunidad.

(La verdad no soy buena para las palabras XD)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).