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El susurro del viento sobre el mar por Nicoletta21

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Notas del capitulo:

Siento haberme retrasado tanto en subir un nuevo capítulo, pero la verdad es que he estado muy ocupada este último año y cuando me venía la inspiración no tenía tiempo de escribir. 

En fin, que gracias a los que lean este capítulo y gracias a los que siguen este fanfic.

-¿Guerrero Neptuno? -El extraterrestre parecía desconcertado, miraba a la joven guerrero sorprendido por su aparición mientras intentaba reincorporarse. Después de todo le habían asegurado que no habría nadie quien pudiera ofrecerle resistencia en su cacería, ahora que las protectoras de la Tierra habían muerto.


Neptuno miró aquel extraño ser y luego sus manos, apenas podía creer que hubiera podido contraatacar, después de todo aquello no era un sueño. Desvió la mirada hacia sus compañeras de clase, las cuales yacían aparentemente inconscientes en el suelo.


-No te preocupes, sólo se han desmayado. -Aseguró la gata negra tras haberse acercado para comprobar el estado de las muchachas, lo cual tranquilizó a Neptuno.- Se pondrán bien.


-Luna, por favor, cuida de ellas. -Le pidió la muchacha a su compañera, la cual asintió con la cabeza, tomando posición entre ambas chicas para asegurarse de que estuvieran bien.


El sonido de un disparo fue lo que puso en alerta a la más alta, intentó esquivarlo, aunque un poco tarde, porque para cuando quiso apartarse, el láser le había dado en el brazo. La guardiana del planeta marino se quejó en voz alta, agarrándose el brazo derecho con la mano casi de inmediato. 


-¡Neptuno! -Gritó Luna tras presenciar como la habían herido.- ¿Estás bien?


No había recibido el golpe de lleno, gracias a que intentó esquivarlo en el último momento, pero aún así no había sido suficiente para evitar el daño. Si aquel rayo volvía a alcanzarla, no saldría tan bien parada como hasta ahora. Y por si aún tenía la más remota idea de que aquello se trataba de un sueño, el dolor en su antebrazo le había acabado de despejar cualquier duda.


-Vaya, así que aún quedaba una guerrero por aquí. -El alien se había levantado y lucía orgulloso una especie de pistola espacial, ahora por algún motivo sus tentáculos habían desaparecido, lucía más como un humano, aunque el color violeta de su piel destacaba lo bastante como para saber que no era de este planeta.- Me habían asegurado que las habían exterminado a todas, pero supongo que me informaron mal.


Neptuno lo miró desconfiada, éste hablaba con tranquilidad mientras jugaba a darle vueltas a la pistola, tal vez para ponerla nerviosa, aunque en aquel momento le preocupaba más otro asunto. Su brazo sangraba a causa de la herida, seguramente no era gran cosa, pero le dolía lo suficiente como para moverlo, aquella era la primera vez que se hacía una herida como aquella. En aquel momento se dio cuenta de que se estaba jugando la vida, aquello era una batalla real y si no se concentraba en la lucha, perdería y por consiguiente, Haruka y Hanako morirían a manos de aquel invasor. En aquel momento, su mente no paraba de darle vueltas al asunto, necesitaba ponerlas a salvo cuanto antes, su adversario era realmente peligroso, quería alejarlas lo más lejos posible de allí, pero sospechaba que no iba a ser tan fácil, pues seguramente no le permitiría llevarselas de ahí, o al menos no sin intentar matarlas. ¿Qué podía hacer?


-Dime, ¿aparte de ti queda alguna guerrero más? -Preguntó su contrincante con un tono desinteresado mientras frotaba su pistola.


-No lo sé. -Respondió la terrestre con un tono neutral.


-¿De verdad? -Cuestionó el contrario, para luego fruncir el ceño.- Porque sospecho que no me estás diciendo la verdad.


La joven guardiana guardó silencio, era una pérdida de tiempo discutir con él, además sabía que al menos una de sus compañeras seguía con vida, guerrero Urano y no iba a decírselo bajo ningún concepto.


-Deja de mirarme así y dime la verdad o si no… -No acabó la frase cuando disparó de nuevo hacia la muchacha de cabellera larga sin previo aviso.


La protectora del planeta marino lo esquivó a tiempo, por suerte había estado atenta a todos sus movimientos, no obstante el extraterrestre, lejos de estar decepcionado, sacó una segunda arma, la cual era ligeramente mayor que la pistola. 


-Veamos como esquivas ahora mis ataques. 


-¡Neptuno, corre! -Le advirtió la felina preocupada por su aprendiz.


El alien comenzó a disparar ambas armas en dirección a la muchacha, la cual al principio no se había movido ni siquiera con el aviso de Luna, había cerrado los ojos para concentrarse, ahora desde que empezaron los disparos empezó a correr, esquivando ágilmente todos los proyectiles y láseres que le lanzaba. Nunca había sido una buena corredora, era extraño, pero en su forma de guerrero, sentía que sus sentidos se habían agudizado y sus habilidades físicas se habían reforzado. Podía esquivar sus ataques, podía hacerlo. Podía ganar.


-Maldita, estate quieta. -Murmuró el extraterrestre frustrado, frunciendo el ceño. La guardiana había resultado ser más veloz de lo que creía, era imposible, hacía tan sólo un momento había conseguido darle y ahora era como si pudiese anticiparse a sus ataques, ni siquiera la habían rozado. Entonces se percató de las dos estudiantes que se encontraban a escasos metros de ahí y una idea surgió en su mente, casi al mismo tiempo que una malévola sonrisa.- Vamos a ver que haces ahora…


Neptuno se detuvo en cuanto vio que su adversario ya no la estaba apuntando a ella, si no que ahora su objetivo eran las chicas que dormían aún en compañía de Luna.


-¡No, detente! -Gritó la más alta, mientras corría con todas sus fuerzas hacia su posición, donde se interpuso entre ellas y el invasor. No iba a poder llevárselas de ahí a tiempo, pues el enemigo había disparado ya hacia ellas, así que lo único que podía hacer era protegerlas con su cuerpo.


-¡Neptuno! -Gritó la gata cuando el proyectil impactó contra la guerrero, la cual cayó al suelo en el acto tras haber parado aquella explosión con su cuerpo. De inmediato la oscura felina corrió hacia ella, acercándose para comprobar su estado.- ¿Neptuno? ¿Puedes oírme?


-Mm… -La joven de ojos cobalto abrió sus ojos, intentó moverse, pero sentía su cuerpo entumecido tras aquel impacto, entonces miró a Luna, la cual se encontraba frente a ella con una expresión horrorizada.- He sido una estúpida… por pensar que jugaría limpio… -Murmuró frustrada por haber cometido semejante error.


-Neptuno, tienes que levantarte. -La animó su pequeña maestra, pero ciertamente aquello resultaba más fácil decirlo que hacerlo, después de todo no era más que una principiante, apenas sabía pelear, ¿cómo iba a protegerlas si ni siquiera podía protegerse a sí misma? -Tú tienes el poder, eres una guerrero del Milenio de Plata, tienes mucho más poder en tu interior, sólo tienes que liberarlo. 


-Luna…


-Eres mucho más fuerte de lo que crees, Neptuno. -Aseguró con firmeza de nuevo la pequeña felina, mirando a su aprendiz con convicción.- No puedes rendirte ahora.


-Si sabes lo que te conviene, es mejor que te quedes ahí. -Interrumpió su combatiente, sacando una nueva arma, ésta vez más grande y con el cañón más ancho, aquello le recordó a una bazuca.- No te preocupes guerrero, en un momento, te borraré a ti y a esas humanas del mapa.


Neptuno se mordió el labio inferior, se sentía tan impotente y rabiosa, miró en dirección a las estudiantes, Haruka parecía descansar apaciblemente, era la primera vez que la veía dormir. No podía permitir que nada le pasara, debía protegerla, sin importar qué, no era el momento de rendirse, todavía no. En silencio, apretó los puños y sacó fuerzas para comenzar a incorporarse, haciendo caso omiso del dolor y los músculos entumecidos, a pesar de todo, dejó escapar algún quejido, sobre todo cuando utilizó su brazo derecho para apoyarse, ya que era el brazo donde había sido herida antes. Y así logró ponerse en pie, haciendo frente al enemigo, lo miró decidida, mientras este cargaba su nueva arma, dispuesto a disparar directamente contra ella.


-Así que te has levantado, eh. -Dijo mientras observaba como la muchacha apenas se podía mantener en pie, sujetándose el brazo herido, desde luego era realmente divertido.- ¿Qué crees que puedes hacer así? Tsk, como sea así será más divertido. -Dijo mientras se preparaba para disparar contra ella.


-¡Neptuno, corre!


-Ni hablar. -Se negó rotundamente, miró hacia atrás donde ambas muchachas aún dormían, centrándose en el rostro de la rubia, tenía un rostro angelical mientras descansaba, ajena al peligro que las amenazaba. No podía echarse atrás ahora, no podía huir, iba a quedarse ahí y enfrentarse a su contrincante y definitivamente no iba a perder, porque iba a protegerla por encima de todo.


-¡Neptuno! Si te vuelve a alcanzar uno de sus ataques no podrás…


-Estaré bien.


-¿Eh? -Luna la miró totalmente sorprendida de sus palabras, era como si su actitud hubiese cambiado, parecía que su espíritu de lucha había renacido, era como si la verdadera guerrero Neptuno hubiera vuelto.


-Date por muerta. -Sentenció el extraterrestre disparando aquella bazuca, la cual lanzó una gran esfera de energía contra ella.


-Mares y océanos… -Recitó la joven mientras alzaba sus brazos al cielo, concentrándose en depositar la mayor cantidad de poder para crear una gran esfera de agua, la cual dirigió contra el ataque contrario.- ¡Ahora!


Lanzó su ataque contra la esfera ajena con todas sus fuerzas, las cuales al chocar desencadenaron una explosión colosal, la cual lanzó al invasor contra una de las columnas del edificio, hiriéndolo considerablemente. Mientras que la joven guardiana tras haber lanzado su ataque, se apresuró en colocarse sobre ambas chicas, para así protegerlas de la explosión.


Fue el sonido de la explosión lo que hizo que Haruka entreabriera los ojos, al principio le costó enfocar, se encontraba mareada y tenía náuseas, podía sentir la calidez de alguien, como si tuviera a alguien sobre su pecho. Entonces vislumbró una larga melena que ondeaba como si fuera las olas del mar con el viento. ¿Quién era?


-¿Neptuno estás bien? -Preguntó la gata, acercándose al lugar donde se encontraban las tres chicas.


-Mm… estoy bien. -Dijo la muchacha mientras se levantaba con cuidado y volvía a ponerse al frente, dandole la espalda a sus compañeras de clase.


¿Neptuno? ¿Quién era? Pensó la rubia mientras observaba la figura de una chica con un traje de marinero, por desgracia, no había podido verle la cara. 


-Maldita seas… -Comenzó a maldecir su adversario, el cual se intentaba poner en pie, tras haber sido lanzado contra la columna, desde luego aquello le había causado algo de daño.- Te arrepentirás de esto, guerrero Neptuno… Pienso volver y entonces robaré la energía de todos los humanos y ni siquiera tú podrás impedirlo. 


-Eso ya lo veremos.


-Hm, no te enorgullezcas tanto, casi acabo contigo por haberte puesto a proteger a esas humanas, la próxima vez, no fallaré. -Y dicho esto, desapareció, por lo que dedució que finalmente había optado por retirarse por aquel día.


-Ha huido. -Comentó Luna, volviendo a posicionarse a los pies de la guerrero del planeta marino.- Estamos a salvo por ahora.


-Eso parece. -Dijo la más alta, volviendo a sujetarse el brazo herido, aunque no podía dejar de pensar que tarde o temprano, aquel ser volvería a atacarlos y entonces, no iba a ser tan fácil como hasta ahora.


Volteó apenas el rostro para ver a Hanako y Haruka, las cuales se encontraban sin un rasguño, al contrario que Neptuno, la cual estaba llena de rasguños, sin contar alguna que otra herida provocada por la batalla, aún así ignoró el dolor de su cuerpo y se acercó a Haruka, se agachó y tocó su frente, ésta parecía dormir tan tranquila ajena a la batalla que había sucedido apenas hacía unos minutos. Suspiró aliviada tras haber comprobado que no había sido herida, en realidad había tenido miedo durante su enfrentamiento, estaba asustada de no poder vencer, de que hiriesen a Haruka…


-Neptuno, debemos irnos. -Fue Luna la que la hizo volver a la realidad.- No te preocupes por ellas, despertarán pronto.


-Sí. -Asintió la muchacha de cabellera verdemar, volvió a mirar el rostro dormido de la chica y antes de incorporarse, depositó un pequeño beso sobre la frente de la atleta.- Cuídate Haruka.


Sonrió levemente tras haberle dado un beso a la chica de la cual estaba enamorada, parecía mentira que antes fuera incapaz de ni siquiera acercarse a ella y ahora, había sido tan atrevida, simplemente no pudo evitarlo, fue una reacción de su cuerpo.


Y sin mediar palabra, se levantó y se alejó de allí con Luna, saliendo del recinto estudiantil.


Apenas un par de minutos después de que se hubieran marchado, Haruka se incorporó con lentitud, quedándose sentada mientras observaba a Hanako, la cual también comenzaba a volver en sí. 


-¿Hanako te encuentras bien?


-Mm… sí, creo que me he dormido. -La muchacha no recordaba nada de lo sucedido al parecer y bostezó, tras haberse frotaba los ojos.- ¿Y tú Haruka?


-Sí, estoy bien… -Dijo algo ensimismada en sus pensamientos mientras pasaba sus dedos por su frente, justo en el lugar donde Neptuno la había besado.

Notas finales:

¿Haruka recuerda lo que pasó? ¿Y aquel beso? ¿Cómo será ahora la relación de Michiru con la atleta? ¿Podrá acercarse a ella? 


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