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Blaze. [BTS] por Heiofthemoon

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Notas del capitulo:

Aquí está el nuevo capítulo. Intentaré subir uno por semana~! :D

Capítulo 2

 

Al entrar en casa, abriendo la puerta de una patada, Hoseok vio una silueta durmiendo. Dejó las cosas en una esquina y caminó con prisa hacia él.

-  Maldito vago – dijo en el mismo momento que quitaba la manta de un tirón, quedándose estático al no encontrarse con lo que esperaba ver – ¿Quién es ese? ¿Qué hace un hombre desnudo en la cama de Namjoon?

Namjoon entró con unas bolsas en ambas manos que soltó de inmediato al ver a Hoseok con la manta en la mano y el cuerpo desnudo del chico. Corrió tropezando con las mismas bolsas, cayó y al levantarse tumbó la banqueta del comedor.

-  ¿Qué estás haciendo? – Inquirió quitándole la manta de un tirón para volver a cubrir la piel blanca del durmiente.

-  ¿Qué ha pasado? – Notó como el menor cobijaba suavemente al chico, como si fuera lo más frágil del mundo.

-  Estaba herido, fuera y… solo… tenía que curarlo.

-  Está muy mal – Dijo Hoseok, al ver el mal aspecto del chico.

-  Ya le ha bajado la fiebre, su herida está limpia y cuando despierte le daré medicamentos para prevenir una infección fuerte.

-  Bien hecho Namjoon – Dijo la abuela que entraba en ese momento – Pero hay que cambiar el apósito de vez en cuando y vendar el torso por si tiene algún esguince o fractura – Namjoon asintió.

-  Ya sé porque tiene tantas grietas la puerta – Reclamó al menor.

-  ¿Mm?

-  Ni esas placas aguantarán todos los días esos golpes – apuntó la puerta ya terminada.

-   Tenía las manos ocupadas – protestó, intentando hacerle sonreír con gestos tiernos.

-  No caeré ante tus “encantos” – apuntó.

-  Hijos – llamó la atención la abuela – deberíamos comer y descansar – La sirena del toque de queda había sonado mientras hablaban.

Comieron en silencio y con las luces apagadas, pensando en que los guardias podrían volver por ese bloque “No tenemos que llamar la atención” había dicho Namjoon. Pensaba que podrían estar buscando al chico que curó.

-  Has dejado ese pasillo como los chorros del oro – comentó Hoseok mientras ayudaba a recoger los platos – nunca lo había visto tan limpio.

-  Ya – dijo distraído. Pensaba en si había dejado alguna pista fuera ¿lo encontrarían los guardias?

-  ¿Estás bien Nam?

-  Estoy bien, estaba pensando en que mañana saldré con el carnicero.

-  Eso es buena idea, necesitamos proteínas.

-  Sí.

-  Estás adelgazando.

-  No, que va – mostró sus bíceps – pronto te ganaré – ambos sonrieron intentando hacer el menor ruido. La abuela los observaba con una enorme sonrisa.

-  Me iré primero – dijo la anciana – esta noche dormiré como un tronco.

-  Siempre duermes así abuela – dijo Hoseok, los tres sonrieron divertidos. La abuela corrió las cortinas que separaban su cama.

Al terminar, ambos caminaron al sofá, se sentían agotados, incluso suspiraron al mismo tiempo.

-  Te ayudaré a poner la cama – pronunció Hoseok lentamente, después de un gran bostezo.

-  No te preocupes, vete a dormir – contestó de la misma forma, le dio un empujón perezoso para animarlo a levantarse.

-  No te rogaré – bostezó mientras se pasaba los dorsos de las manos por los ojos. Temblorosamente llegó a su cama.

-  Buenas noches – pronunció bajo, con la voz más gruesa de lo normal.

 Cuando Namjoon abrió los ojos aún estaba oscuro, pero podía ver la silueta de su paciente que se movía con cada respiración, sonrió adormilado y estrujó las sabanas para subirlas hasta su mentón, no supo a que hora se había dormido ni como cogió las sabanas y almohada, no le importó, se acurrucó más en el sofá quedándose dormido de nuevo.

 

~*~

 

Jin observó incrédulo como la sangre recorría del cuello de su madre y bajaba por su cuerpo en ríos carmesís, bañando todo su torso. Se sintió como si flotara y todo su cuerpo se estremeció y entumeció dejando de sentir el agarre de sus agresores, las lágrimas nublaron su vista durante unos segundos y cuando la recuperó, uno de los agresores mantenía el cuerpo de rodillas sujetándole de la cabeza. Sonreían demoníacamente.

 Se soltó con fuerza y corrió desesperado, cogiendo el cuchillo que habían usado para matar a su madre, sintió como el líquido pegajoso y aún templado mojaba su palma, saltó hacia delante pataleando para ganar más distancia, apuntando al corazón del que sujetaba el cuerpo. Cayó con fuerza penetrando el cuchillo junto a la clavícula y el hombre se precipitó levantando una nube de polvo.

La cara de este se convirtió en la de su madre intentando hablar, atragantándose con su propia sangre…

Jin se incorporó rápido alguien lo abrazaba, una voz gruesa le decía que tan solo fue un sueño y no pudo controlar su llanto, se encajó en su hombro y lloró hasta que volvió a quedarse dormido.

Namjoon sentía una presión en el pecho, se sentía impotente al no saber como consolar el llanto del chico, solo podía abrazarlo intentando que se sienta protegido, dándole palmadas en la espalda de vez en cuando. Al sentir que los llantos de reducían a quejidos casi inaudibles y eventuales suspiros se relajó un poco hasta que sintió que pararon y solo sentía la respiración. Lo separó cuidadosamente y notó que la frente del chico se quedaba apoyada. Se había dormido. Lo acomodó con cuidado.

No pudo quitarle la mirada de encima, dormía con el ceño fruncido ¿Qué sería lo que le pasó? Paso las yemas de los dedos delicadamente por su ceño provocando que se relajara. Ya había dormido mucho, dos días enteros, necesitaba comer o no se recuperaría por toda la sangre que había perdido.

-  No te rindas – le dijo mientras le acomodaba el cabello.

-  Ya estoy aquí – saludó Hoseok ruidosamente. El mayor se había levantado de un salto.

-  Maldita sea, Hoseok – reclamó sujetándose el pecho como si el corazón se le fuera a salir – ¿¡No puedes entrar en casa como una persona normal!?

-  Na-Nam… - tartamudeó con cara de asombro.

-  ¿Qué? – preguntó aún alterado – ¿qué es lo que pasa? – miró hacia donde apuntaba el menor.

-  ¿Dónde? – preguntó débil el chico desde la cama, sujetándose el costado, tenía los ojos entreabiertos – ¿Dónde estoy?

Namjoon no reaccionó hasta que escuchó la voz de su amigo explicándole al chico con voz amable que lo habían encontrado herido afuera.

-  Gracias, me han salvado la vida.

-  No es nada – respondió el mayor – me alegro que al fin despertases, parecías el bello durmiente – La última frase provocó la más maravillosa sonrisa que Namjoon había visto jamás.

-  ¿Cómo te llamas?

-  Jin.

-  Yo soy Hoseok – regresó a ver a Namjoon, al ver que seguía callado continuó – y este es Namjoon.

-  Mucho gusto – expresó aún sonriente.  Estaba visiblemente cansado pero mantenía una sonrisa delicada en todo momento.

-  En realidad Nam te encontró – comentó Hoseok.

-  Estoy agradecido.

-  Yo… yo solo – carraspeó – creo que cualquiera lo habría hecho.

-  Iré a hacer la comida – soltó Hoseok lleno de alegría – ¿Te gustan las lentejas? Ahora eso te vendría muy bien – continuó sin dejar que respondiera.

Namjoon permaneció donde estaba, observando a Jin, este intentó incorporarse y rápidamente corrió a ayudarlo, lo tomó de la cintura con una mano y con la otra la espalda, intentando darle el mayor apoyo posible hasta que se quedó sentado. Sus mejilla rozaron un instante en el momento de separarse y Namjoon se disculpó.

-  Tranquilo – dijo Jin sonrojándose – puedo solo.

-  Sí, lo siento.

-   Deja de disculparte, más bien yo debería hacerlo, no quiero causarles más problemas

-  Ni hablar – Interrumpió desde la cocina, Hoseok, que había estado siguiendo la conversación atetamente.

-  No te preocupes – sonrió Namjoon – no ha sido ninguna molestia – vio el vendaje manchado. Jin lo notó – ha vuelto a sangrar – Jin hizo una mueca.

-  No te preocupes, es poco.

-  Te cambiaré el vendaje.

-  Antes me gustaría lavarme un poco, si no es una molestia.

-  Claro.

La anciana entró saludando provocando la mirada de todos. Hoseok corrió a darle un beso aún con la cuchara de madera en la mano.

-  Por fin despiertas – exclamó feliz la anciana – Bienvenido – Jin se incorporó despacio intentando inclinarse.

-   Buenos… días – expresó amable. No estaba seguro si era de día o de noche.

-  Vuelve a sentarte, aún estarás agotado – el chico obedeció – Namjoon, llévalo a la bañera, necesitará un buen baño y es peligroso dejarlo solo, podría desmayarse.

-  Si abuela – notó como sus orejas se calentaban.

-  Pronto estará la comida, será mejor que se den prisa – avisó Hoseok mientras ofrecía a la anciana una de las sillas del comedor, mientras miraba a Namjoon con una mirada inquisitiva.

 

~*~

 

 

En el gimnasio, Taehyung y Jungkook observaban como Jimin impresionaba a todas las chicas y chicos con sus abdominales.

-  Se lo tiene muy creído – comentó el mayor.

-  Es un exhibicionista – pronunció riendo Jungkook.

-  ¿Crees que algún día madure? – ambos se miraron, antes de reír.

-  Envidiosos – dijo una voz a su espalda. Un chico fuerte y más alto que ellos los sorprendió, su cabello era negro haciendo juego con sus ojos. Había atrapado a Taehyung entre sus brazos y le daba besos en el cuello después de terminar la frase.

-  Los van a ver, asquerosos – Se quejó el menor.

-  Qué va, estamos haciendo lucha libre – exclamó Minjae al tirar a Taehyung en el ring. El rubio cruzó las piernas en la cintura del moreno, rotaron y quedó encima.

-  Si, claro – bufó Jungkook, sin que ninguno le hiciera caso. Les dio la espalda, se cogió de las cuerdas y saltó fuera, dejando a esos dos solos.

Jimin saludó a su compañero con un sonoro apretón de manos y una sonrisa radiante.

-  ¿Boxeo? – Dijo Jungkook con una cara más bien de súplica.  Tenía que distraerse y sacar las repugnantes imágenes que tenía de la pareja dando vueltas en su cabeza.

-  Solo un poco, Kookie – tengo que ir a ver a mi padre dentro de un par de horas.

-  En media hora acabaré contigo – respondió juguetón.

-  Eso ya lo veremos – le guiñó el ojo.

El primer golpe fue dado por el menor, con la derecha en la cien de Jimin, rápidamente repitió el movimiento con el otro puño, pero esta vez fue esquivado. Dio unos pasos atrás cubriéndose de los golpes rápidos del mayor.

Esquivó a la derecha y notó una oportunidad para contraatacar por la izquierda, propinó dos golpes directos con la derecha y un gancho con la izquierda provocando que el mayor retroceda cubriéndose con una mueca mostrándose a entre los guantes. Bailaron un momento, dando vueltas, lanzando un que otro jab para mantener las distancias. Al menor le sorprendió el straight-left que impidió su ataque. Se apartó pero el otro continuó con golpes mixtos que le obligaron a cubrirse, al sentir las cuerdas, esquivó lateralmente y lanzó un gancho hacia las costillas, dejando a Jimin sin aliento, aprovechó a golpearle con un crochet… su rival cayó apoyando una rodilla.

El sonido de la sirena los alarmó ¿Era un simulacro? Ambos empezaron a dirigirse al punto de encuentro con calma, uniéndose a los demás compañeros

“Ha surgido unos problemas en el sistema de alarma” Rugió una voz robótica por los altavoces.  “Continúen normalmente con sus acciones habituales” Un pitido molesto terminó con la voz.

Taehyung llegó corriendo quejándose de las instalaciones “Siempre con problemas” decía entre otras palabras que no entendieron. Paró frente a sus compañeros con una enorme sonrisa.

-  Pero me alegra que todo esté bien.

-  ¿Has dejado tirado a tu novio por nosotros? – preguntó Jungkook fingiendo sorpresa. El otro se burló.

-  ¿Eso no te ha gustado? – expresó innecesariamente cerca. Jimin se colocó entre los dos abrazándoles por los hombros, provocando que sus frentes chocaran ligeramente. Jungkook emitió un quejido de dolor y Taehyung se limitó a sonreír ampliamente.

-  Mejor vamos a ducharnos, ya falta poco para la hora de comer.

En la mesa Taehyung comía desesperadamente, como si alguien fuera a llegar para comérselo todo. Sus compañeros compartieron una mirada cómplice y sonrieron, el menor cogió una brocheta y la llenó de salsa picante sin que Taehyung lo viera. Jimin asintió ante la mirada juguetona del menor.

-  Últimamente estás delgado, Hyung – dijo Jimin.

-  Si, es verdad – dio la razón Jungkook. Taehyung miró a sus compañeros aún con la boca llena – Ten, comete esto – le dio un vistazo a la brocheta como si no quisiera dársela antes de extenderla.

-  ¿Enserio? – se sorprendió después de tragar la comida que tenía hinchándole una de las mejillas – gracias – cogió la brocheta y sin pensárselo se metió la mitad de ella en la boca, la arrancó con un mordisco.

Jimin no pudo aguantar más la risa y el menor lo acompañó en sus carcajadas. Taehyung empezaba a ponerse rojo, a hacer muecas y maldecir después de cada bocado de agua.

-  Jimin, ¿tú no tenías que ir donde tu padre? – logró decir Taehyung una vez empezaba a recuperarse. La sorpresa de los ojos del mencionado, hizo que se abrieran como dos platos, se notaba que se había olvidado completamente.

-  Mierda – exclamó levantándose.

-  Corre, Park – tartamudeó aún entre risas Jungkook. Taehyung le lanzó una risa de venganza y se unió a las risas de su compañero.

-  Me vengaré – dijo antes de marcharse, con una risa entre malvada y juguetona.

-  Y tú – dijo dejando de sonreír – te comerás la mitad de esto – movió el pincho frente a su compañero – ¿desde cuando actúas tan bien?

-  He ganado a Jimin en boxeo – dijo cambiando de tema, bajando la vista nuevamente hacia la comida.

-  ¿Qué? – dejó caer el pincho.

-   Sí – movió la cabeza afirmando, estaba orgulloso.

-  Enhorabuena – chocaron el puño.

Caminaron hasta la casa de Jungkook mientras esté le contaba la pelea, haciendo gestos para imitar los golpes que había hehco. Taehyung se paró al ver que ya habían llegado al edificio.

-  No creas que me he olvidado de lo del picante – hizo una mueca torciendo la boca a un lado – aún lo siento – suspiró.

-  Lo siento Tae, eres muy inocente – respondió divertido.

-  Ya, lo que tu digas – dijo dándoles la espalda – nos vemos.

-  Hasta mañana – se despidió dentro del ascensor.

 

~*~

 

 

Jimin llegó con la respiración agitada a un salón grande, con un techo ridículamente elevado desde donde colgaban un par de lámparas de cristales brillantes, era blanco entero y contrastaba con la variedad de plantas que colgaban de estantes junto a unos cuadros de los antiguos fundadores.  En el centro se extendía una puerta doble de madera reluciente e igual de grande que todo lo de esa habitación. ¿Habían construido eso pensando en traer a gigantes o algo así? Estúpidos.  

-  Buenas tardes señor Park, estábamos esperándole – saludo la secretaria.

-  Sí, lo siento, tuve un pequeño inconveniente.

-  Avisaré su llegada – dijo mientras mostraba un sofá entre dos cuadro de gigantescos.

-  Gracias.

Los minutos pasaban y seguía sentado, la secretaria le lanzaba incómodos gestos parecidos a una sonrisa, ¿por qué no simplemente me ignora?  Pensó devolviéndole el gesto mejor que ella. Estaba perdiendo el tiempo, como siempre saldría poniendo una escusa y tendría que regresar a casa solo a no ser que solo sea trabajo.

La puerta se abrió con un chirrido seguido de risas cómplices entre su padre y el cliente. Se despidió hasta que las puertas del ascensor se cerraron.

-  Jimin – pronunció serio. Trabajo solo era trabajo – pensó decepcionado mientras lo seguía. ¿Es que nunca aprendería? No tenía que esperar nada de ese muerto en vida que era su padre.

-  Tu equipo es muy joven aún – no esperó ni a que se cerraran las puertas.

-  ¿Qué quiere decir, señor?

-  No saldrán más

-  Pero…

-  No, no quiero que pase lo de la última vez. Tu amigo estaba en ese grupo. ¿Acaso quieres que te pase lo mismo?

-  Eso no pasará pa… señor.

-  Era muy joven y ahora está muerto. – Jimin sintió una punzada en el pecho.

No quería decir lo que pensaba, le dolió la frialdad de su padre y además el pensaba que Yoongi podría estar en cualquier lugar, era el mejor, el más listo, y aunque él más joven de ese grupo, un luchador nato. A lo mejor encontró una forma de seguir vivo. ¿O es que la idea de la perderlo para siempre le era imposible de aceptar?

-  Jimin, sigue entrenando, hazte más fuerte – por supuesto que lo haría – y no hagas tonterías. Me contaron que fueron muy lejos, casi a la zona prohibida – lo miró con rabia en el mismo instante que dada un golpe a la mesa – Aléjate de esos, son una mala influencia, de familias bajas, impuras – la última palabra la dijo con una expresión de preocupación.

-  No lo haré – el padre camino bruscamente hasta coger del cuello de la camisa a su hijo. Lo zarandeó.

-  ¿Ves a lo que me refiero? – gritó – cada ves eres más rebelde – Jimin sujetó la muñeca de su padre intentando calmar los agitados movimientos pero recibió un empujón que lo dejó en el suelo – No saldrán – se arregló la camisa y se peinó hacia atrás – y si tengo que suspenderlos, a los tres – recalcó lo último mientras se sentaba en su sillón – lo haré – abrió los ojos desafiantes. Jimin le devolvió la mirada, fría y profunda.

-  ¿Puedo irme? – se acomodó el cuello arrugado de la camisa - ¿señor? – con un gesto le dio permiso.

 

~*~

 

 

Jungkook soltó un suspiró que retumbó en el cuarto oscuro, no podía dormir, toda la noche dio vueltas en su cama hasta que se dio por vencido y fue al salón, pasó olímpicamente de encender la luz, las luces de fuera ya eran suficiente iluminación, aunque de todas formas se dio un golpe en la pierna al pasar al lado de la mesa del salón. El timbre lo cogió por sorpresa.

Al ver la pantalla, un cabizbajo Jimin se mostró, cuando se dio cuenta que lo estaba viendo, le mostró una expresión triste dejando que sobresalga más el labio inferior.

-  Tienes mala cara – le recibió con los brazos abiertos, su compañero se enterró entre ellos.

-  No puedo dormir – la última palabra la dijo separándose de él, de nuevo mostrándole aquel gesto infantil.

-  Yo tampoco – se quejó mientras se dirigía al sofá – ¿que te ha dicho el jefe? – preguntó con un atisbo de sonrisa.

-  Nada importante, eran cosas de… ya sabes… padre e hijo.

-  ¿Te echó la bronca por no tomarte los entrenamientos enserio? – esta vez se le escapó una carcajada. Sabía que era el que más entrenaba y que odiaba que critiquen sus esfuerzos.

-  Eso claro – respondió bostezando al mismo tiempo que golpeaba el hombro del menor. Jungkook sonrió sin decir nada el sueño de su compañero era contagioso.

 

~*~

 

 

Yoongi se maldijo por la imprudencia que había tenido, fuera nunca había que bajar la guardia.

 Sentía como el viento caliente azotaba su piel mientras saltaba troncos caídos, derrapa e intentaba con todas sus fuerzas huir. Soltaba maldiciones cada vez que sentía una mueva oleada de calor y algunas veces soltaba quejidos de dolor. El ya conocido montículo de tierra que llegó a ver le dio más energía y de un salto, como si se tirara a la piscina, entró por el agujero entre la tierra. Cayó mal y se dobló el brazo sintiendo una a punzada de dolor en el codo, pero eso no le importó, se levantó de prisa y cogió la puerta de hierro que tenia mas adelante empujándola con desesperación, ya se estaba calentando y sentía sus manos calentarse al mismo ritmo, soltó un grito por toda la fuerza que empleó por el viento que la empujaba al lado contrario que Yoongi quería empujarla. Vio como la arena empezaba a colarse en el agujero de tierra justo antes de cerrar la puerta.

Se tiró al suelo intentando recuperar el aliento y con el cuerpo adolorido, por partes sentía la piel demasiado caliente, especialmente la espalda, el efecto que hacía la adrenalina en su cuerpo estaba terminando y a lo contrario de recuperarse, empezó a respirar más rápido por el dolor que aumentaba en su espalda. Su mirada se nublaba por momentos. Tenía que hacer algo, y rápido, no quería morir de esa forma. Al moverse un calambrazo recorrió su brazo desde el codo, repartiéndose a ambas direcciones de la extremidad. Era una tortura. Se apoyó en la pared dando tumbos hasta que pudo reconocer entre borrones la mancha gris de la bañera, tenía que llenarla a mano

–                   Maldita sea – se quejó. Apartó la tapa del tanque donde acumulaba agua para depurarla y con un bote empezó a llenar la bañera con su mano buena, aunque por las quemaduras, seguía siendo una tortura. La dejó a medio llenar y se metió lanzando suspiros al sentir alivio en las quemaduras.

El brazo lo mantuvo inmóvil. Lo examinará luego… sus párpados pesaban y cada pestañeo que pasaba le era más duradero.

 

La bestia que miraron apareció de la nada, no, era la roca que habían visto más adelante y cada una de las que había por su camino cobraban vida. El jeep se tambaleaba por cada empujón que una de las bestias alcanzaba amenazando con tirar a Yoongi por la borda, este se aferraba con todas sus fuerzas a la metralleta apuntando la parte supuestamente blanda del animal, pero ni siquiera las balas del calibre 50 atravesaban su piel.

La parte de arriba del animal se alzaba como una joroba que les obligaba a correr desproporcionadamente según la forma de la protuberancia rocosa, su piel era reseca y arrugada, parecida a la piel de un reptil que se a quedado al sol durante mucho tiempo, tenían manos demasiado parecidas a las humanas y un rostro grande y deforme, como si lo hubieran estirado, como si tres cráneos humanos, excesivamente anchos  se hubieran fusionado entre sí, incluso se podían ver seis ojos  y lo que podría haber sido tres bocas dilatadas fundidas entre sí.

Yoongi se estremeció al mirar los ojos humanos que tenía uno de ellos al chocar nuevamente con el jeep, no encajaban en ese cuerpo tan desproporcionado.

John conducía todo lo rápido que podía, parecía que ya empezaban a alejarse.

Marshall disparaba a los animales que se aproximaba al lateral.

De pronto una roca emergió de la arena, pasó la última rueda sobre una parte de la roca, casi no pudo esquivarlo. Otra salió más adelante, esta vez el automóvil casi vuelca, se quedó a dos ruedas durante unos segundos, el copiloto notó como el agarre de su compañero de atrás cedía e impotente miró como la figura de su cuerpo rodaba por la arena.

Yoongi se ha caído – gritó disparando hacia las bestias que se acercaban a su compañero. John derrapó en el mismo instante en que escuchó esas palabras.

¡Agárrate!

Yoongi se levantó mareado, milagrosamente no se había roto un hueso, aunque si le dolía el pecho. Se había llevado un buen golpe pero todo lo que pensaba en ese momento era correr, correr con todas sus fuerzas.

Se dio cuenta que sus compañeros volvían disparando a los animales que le perseguían. Puso más fuerza en sus piernas pero observó como una mueva forma salía del suelo frente al automóvil, demasiado cerca como para evitar colisionar, los pedazos del jeep se esparcieron algunos pasando a su lado como una bala, un pedazo atravesó un ojo de uno de los animales y este inmediatamente dejó de moverse. Ahora sabía como podría matarlos.

Buscó a sus compañeros entre el escombro, el rifle de Marshall estaba intacto, recargó y siguió corriendo. Vio una figura ensangrentada moverse, intentando incorporarse sin éxito, detrás tenía otro animal, Yoongi disparó sin pensárselo, observó como caía a unos pocos metros del soldado. Aumentó su velocidad para intentar pasar a la bestia que aún estaba arremetiendo contra el coche, notó como algo muy pesado caía detrás suyo, su compañero logró darle a la bestia que estaba alcanzándolo. Una ráfaga de viento templada se levantó ocasionando que los demás animales se sumergieran en la arena, a unos kilómetros había una manta de arena oscura que se levantaba y se aproximaba.

Llegó hasta su compañero, era John, tenía sangre por todo el cuerpo y sus piernas estaban en una posición anatómicamente anormal. Notó como se le nublaba la vista y un nudo atascándose en la garganta.

Maldición Yoongi – escupió sangre - tienes que seguir.

No… no puedo dejarte así.

Algo va a pasar – pronunció difícilmente – esa tormenta de arena asustó a esos… - se retorció de dolor. Yoongi dejó caer las rodillas a su lado, ya no podía contener las lágrimas.

No puedo hacerlo – balbuceó. Le limpió la sangre de la cara con manos torpes y temblorosas.

Si que puedes – animó sujetando débilmente la mano que su compañero tenía posada en su pecho. La tormenta calentaba más el ambiente mientras más se aproximaba – Yoongi… Te amo – susurró antes de desvanecerse.

No – pronunció dolorosamente – por favor – las palabras salían rasgando su garganta. Se inclino para sentir su respiración, no se movía, lo tomó de las mejillas con delicadeza, sus lágrimas caían en el rostro de John, posó con suavidad sus labios y lo dejó de la misma manera.

El atardecer se cubrió por la espesura de la arena, el viento revoloteaba el pelo de Yoongi, no se había dado cuenta hasta ese momento que había perdido la máscara. Estaba preparado para morir y moriría viendo a la muerte a los ojos.

¡Yoongi! – Escuchó un grito que mas bien parecía un quejido.

¿Marshall?

Estaba apoyado en la gran espalda de un animal, con un aspecto parecido al de John, tenía golpes y heridas por todo su cuerpo. Le dio su cuchillo apenas llegar.

Esos… bichos, resisten eso – dijo pesadamente al apuntar la tormenta.

Esto no servirá – explicó con el cuchillo en su mano.

Maldita sea – se quejó. – ábrele la boca, es… es lo suficientemente grande…

No hables más – dijo mientras lo levantaba con cuidado.

La pierna – se quejó – esta rota… y creo… que unas cuantas costillas... también.

Yoongi utilizó un pedazo de metal para abrir la boca y pudieron entrar. Sentían muchísimo calor y la piel empezaba a ponerse roja en las partes descubiertas, Marshall pateó con todas las fuerzas que le quedaban el metal, y se quedaron envueltos en una húmeda oscuridad. El viento movió el cuerpo del animal sepultándolo, solo quedó la joroba de piedra expuesta al calor que hacía ponerla de un rojo brillante, como cuando se sopla un carbón caliente…

Yoongi abrió los ojos despacio, por un momento pensó que estaba aún envuelto entre la saliva del animal y el cuerpo frío de Marshall. No pudo parar una lágrima que recorrió su mejilla húmeda hasta juntarse con el agua de la bañera.

Su pecho estaba apretado, como cuando estuvo en los paladares del animal, parecía que esa sensación de pesadez y falta de oxígeno había permanecido con él, ya no podía más. Se cubrió los ojos con el brazo intentando detener las lágrimas que empezaron a emanar incontrolablemente.

Notas finales:

No estaba segura de si se entiende muy bien el nombre de los golpes en la pelea de Jimin y Jungkook (?) Espero que todo se haya entendido correctamente. 

He tenido un accidente, tenía el capítulo tres acabado... ¡¡Pero se ha borrado!! TT^TT ¡Esto es horrible! ¡El karma me odia!

Estoy volviendo a escribirlo, no se puede hacer nada, supongo...... (づ◕n◕)づ

Bueno, ¡Gracias por leer!

Arrivederci~! 💗 

PD: Gracias a Kath23 por su ayuda nuevamente~! <3


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