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OTRA HISTORIA por BConejo

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Notas del capitulo:

Hola,  ya tengo aqui el pinche capitulo,  si pincche capitulo por que sufri haciendolo,  literalmente,  primero me enferme,  luego no podía acceder a la pagina y luego no tenia internet,  pero aqui esta recien corregido.  Muchas gracias a Galatea Trancy por su apoyo.  Y espero que les guste el cap,  es con mucho cariño 

En el lugar, todas las luces estaban prendidas, personas pasaban tranquilamente, las máquinas hacían un sonido agudo cada vez que se cobraba un objeto, y los pasillos recibían gustosos a quienes se habían rezagado con sus compras ese día.

Eran las veintitrés horas, nuestro querido Stan estaba en aquel lugar. Consiguió volver a estafar a alguien ganándose unos cuando miles de dólares. Le había hecho creer que él era un magnate que necesitaba financiamiento para su negocio. Evidentemente aquel negocio no existía. 

Así que, por ahora, él se encontraba comprando todo lo necesario para el mes y preparar algo para cuando sus hijos llegaran al mundo. 

Al momento de poner en el carrito algo de leche en polvo, sintió una potente patada venir de dentro de su ser.

 —Wow, tranquilos muchachos— dijo sosteniéndose el vientre —El día de hoy están demasiado revoltosos— Era cierto, desde la mañana aquellos dolores no habían parado, incluso, podría decir que su intensidad había aumentado—Si siguen así, no habrá helado para cenar— Una nueva patada le hizo soltar una carcajada.

Aunque está no duro mucho tiempo.

—Hola Stan—Al doblar por el pasillo una figura le sorprendió. Era el mismo bastardo al que le había robado—Quiero mi dinero—y para acabar, el sujeto tenía un arma en la mano, apuntándole.

 —No eres muy listo si piensas sacar eso en un lugar público—El castaño jamás demostraría miedo.

 —Los guardias ya se fueron— Puta seguridad incompetente— además, ya es muy tarde, apuesto que aparte de ti, solo hay unas tres personas más y la cajera— Mierda. Tenía que idear un plan para salir de ahí

—Vaya, entonces solo eres lo bastante torpe para que te estafen—Okey, eso último fue muy mala idea, "¡Claro Stan, reta a quien te está amenazando!" El sujeto torció los labios y empuñó más fuerte la Magnum 44.

—Y tú no eres tan listo si recibes una bala de estas— Definitivamente estaba en un puto problema. Aunque no era el primero que tenía. Stan lanzó el carrito con toda la comida para embestir al inversionista, salió corriendo a todo lo que podía. Más personas lo seguían, al parecer el otro sujeto tenía amigos, y todos querían lo mismo: a él dentro de una zanja. 

Pines atravesó rápidamente los pasillos, tirando escaparates para dificultar un poco su persecución. Al llegar a la caja, se deslizó sobre la banda pasando por el verificador de precios y la cajera, para terminar en el frio mármol saliendo despedido hacia la entrada del lugar. En la caja registradora se podía leer "NO ESTA A LA VENTA".

 El castaño logró atravesar el estacionamiento, llegando hasta su auto, pero al momento de intentar sacar las llaves de su bolsillo trasero escuchó un relámpago seguido de algo metálico, el sonido de un balazo que terminó en la defensa de su coche. El impacto (jamás admitiría que el susto) le hizo tirar las llaves—¡¡Puta madre!!— Los sonidos rugían a su alrededor, agradecía con demasía que su persecutor tuviera mala puntería.

 Al momento de entrar al coche un dolor intenso en la parte posterior de su pecho lo hizo gritar. Sin darle importancia encendió el motor y arrancó dispuesto a despistar a cualquiera que lo siguiera. Iba a 180 km/h, ya no lo alcanzarían. Stan tocó su espalda, algo caliente le brotaba de la herida, al ver su mano observó su propia sangre. 

El muy cabrón había alcanzado a dispararle. —Mierda— Los dolores en la espalda y el vientre le estaban matando. 

 

...

 

Las luces resplandecían, las maquinas chirreaban y lo metales crujían. 

— ¡Estabiliza el campo gravitacional!

Las palancas giraban y los datos iban y venían

— ¡Tengo la potencia establecida!— Dos hombres se encontraban en ese laboratorio, intentando controlar la máquina que ambos pudieron construir. Nada podía salir mal, era la primera vez que aquel portal se encendía, si lograban realizar todo adecuadamente, sería perfecto para iniciar con las pruebas. Y entonces, su vida cambiaría, el nombre de Stanford Pines sería conocido por todo el mundo, por fin demostraría que valía algo en esta vida. Entonces un rayo de blanquecina luz le cegó por completo. Al abrir los ojos, pudo apreciar lo más hermoso que tenía en esta vida: la máquina funcionaba, y rugía para demostrar su presencia.

...

 

Definitivamente esos putos dolores lo estaban matando. Stan sostenía firmemente su vientre mientras sus dientes chirriaban, intentando, inútilmente, contener un grito agónico.

 —No ahora, por favor— los calambres en su vientre iban y venían, la sangre brotaba incesantemente tanto de su espalda como de su entrada. Después de perder al idiota que le disparó, un intenso dolor en su parte baja lo hizo frenar inesperadamente, deteniéndose justo en medio de la carretera cerca de un pueblo en Tronco Suelto, Oregón.

 Al momento de tocar, pudo ver que un líquido transparente le escurría de entre las nalgas, para después ser asaltado por un intenso dolor en su vientre. Stan no se consideraba a sí mismo una persona inteligente, sin embargo no era idiota, sabía exactamente lo que estaba pasando. Había entrado en labor de parto. 

Así que ahí estaba, en la parte trasera de su flamante Mustang rojo del 69 dando a luz en medio de la nada. 

Aquello estaba mal, no podía tener a sus hijos en un lugar así, mucho menos en ese momento, apenas estaba terminando el séptimo mes, aún no era la hora. 

Tenía miedo, si carajo, Stanley Pines tenía miedo. Todas aquellas preguntas, todas aquellas inseguridades que se le presentaron a lo largo de su embarazo lo estaban persiguiendo ahora con mayor intensidad. Estaba el temor de no ser un buen padre, estaba el miedo de que alguno de ellos presentara una deformidad, el terror de que nacieran enfermos, la desesperación de si los vería con vida, y el pánico de no saber que carajos hacer. 

Y por supuesto, la soledad, tan abrupta como siempre, tan reveladora y tan aprisionante, que sentía que el aire ya no sería retenido por sus pulmones. 

Ignorando todo eso, Stanley desabrochó su pantalón, se deshizo del bóxer, tomó su cinturón, se lo puso en la boca para tener algo que morder y empezó a pujar.

Importaban un carajo sus miedos, importaba una mierda que no estuviera listo. Era una idiotez preocuparse ahora mismo, sus pequeños tenían que estar aún más asustados en ese momento, tenía que ser valiente por ellos y el mismo. Después de todo, ¿no era él el más fuerte? 

Podía sentir los huesos de su pelvis y coxis quebrándose para darle espacio a la cabecita de su primogénito. Esa pequeña cosita le estaba partiendo la madre, y para acabarla de joder, estaba tardando mucho en salir, ¿Por qué no podía ser como en las películas y solo pasar del rompimiento de fuente a donde ya tenía a sus bebes en brazos? Sin esos putos dolores. 

Desearía que Ford estuviera ahí para descargar toda su furia en contra de la cara de ese desgraciado, cierto, lo extrañaba, pero en ese momento solo quería partirle su miserable aparato reproductor por hacerle pasar por esto. ”Hijo de puta”

–Cariño, por favor, sal ya– En ese momento quería maldecir a los cuatro vientos, pero se había prometido que sus niños no tendrían el mismo vocabulario soez que utilizaba con frecuencia. 

Entonces se podría decir que sintió el peor dolor de toda su puta vida, absolutamente nada de lo que había pasado se podía comparar con este momento. Era muchísimo peor que recibir una patada en la entrepierna: Acababa de sentir a su bebé salir de su interior. Los calambres se detuvieron. 

Stan intento tomar una postura un poco más cómoda para poder tomar a su recién nacido, que con un potente llanto demostraba su presencia al mundo, como si dijera "¡Ya llegué!". 

Agarró de la manera más delicada que pudo a su dulce bebé. Esté tenía todo el cuerpecito ensangrentado con una mezcla de un líquido blanquecino que escurría por su piel, la cual estaba toda arrugadita, y apenas si tenía una pequeña mata de pelo café que confirmaba su ascendencia. Tomó su chamarra del asiento del copiloto y la envolvió con ella

–Bienvenida mi pequeña– Nada jamás en la vida, se podría comparar con la sensación de tener su hija en brazos. Un calambre lo asaltó de nuevo. “Ya llego una, faltan dos" 

Su trabajo aún no habia terminado. Pero... estaba tan cansado. Sentía absolutamente todo su ser adolorido, no mentía, ya no sentía las piernas. La parte trasera de su auto estaba repleta de color rojo, la sangre ya empezaba a escurrir de los asientos de piel blancos. 

Él podía sentir ese espeso líquido caliente drenarse de su cuerpo, incluso podía decir que ahora brotaba la misma cantidad tanto de su espalda como de su trasero. Estaba cansado, tenía sueño.

Aunque los calambres seguían, una oscuridad se cernía sobre él, invitándolo a cerrar los ojos y descansar. La idea era tan placentera. 

Entonces sintió algo nuevo, que le hizo abrir los ojos y olvidar sus problemas por un momento: su pequeña niña había dejado de llorar para abrazar con todas su fuerzas contenidas en un puñito, el gigantesco dedo de su padre.

Aquello era lo que necesitaba, así que volvió a tomar el cinturón con más fuerza y se dedicó a lo único que importaba en ese momento: saludar por primera vez a sus hijos. De cierta manera se compadecía de su madre por traer a él y a su hermano al mundo. 

No se dio cuenta cuando fue que el pequeño ser fue expulsado de su cuerpo, solo podía escuchar otro llanto un poco más agudo que el de su hija. Intentó tomarlo, juraba que lo intentó, pero la neblina le coqueteaba tanto, y la oscuridad era tan tentadora, que solo alcanzó a apreciar que era un bello niño. 

Cuando sintió la cabeza de su tercer hijo y un tremendo dolor en su espalda baja, ya no pudo más, la oscuridad se cerró por completo sobre él y todo se volvió negro.

 

Notas finales:

Y que les pareció? 

Si li chemenme o lo que quieran,  tarde un mes en actualizar y eso no puedo cambiar.Ahorah contestare sus dudas,  primero,  por que Ford ya esta graduado,  hay una parte en el capitulo de historia de dos Stan,  en la que Ford dkce que se graduo antes de lo previsto,  y en mi pais,  nose como sea en otros,  hay ciertas carreras,  llamadas técnicas,  que son conocidas por ser baratas y rapidas,  como dibujo publicitario,  psicología filosofía y leyes, Ovbiamente estas son sin especializaciones ni ramificada,  yo me imagino qje si Ford fuera de aquí, su idea sería estudiar algo asi ya que como dije es rapida y barata. 

Sobre como Stan corre tanto en su estado,  antes yovivía cerca de un hospital y me llego a tocar varias ocasiones en donde las mujeres embarazadas hacian lo imposoble,  como correr a una velocidad alarmante,  o levantar a un tipo desde el cuello de su camiseta.  Nunca subestimen a una embarazada enojada,  y tampoco quiero ver a un Stan debil e indefenso.  Perdon si me sale el occ de repente 


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