Si dios existía estaba consumando su venganza por las burlas de Dipper en ese momento. Parece ser que alguien mencionado como tutor legal de los chicos Pines en el testamento de sus padres había hecho acto de presencia después de mucho tiempo, hubo su momento de consuelo al oír esto pero después de un par de palabras más este murió y volvió la joda habitual que habían estado pasando desde hace medio año, su tío Stanley Pines era el único familiar mencionado en el testamento como tutor legal de los niños sin embargo lo habían encontrado fuera del país metido en ciertos asuntos discordantes con la ley según le dijo el abogado. Su mala suerte fue peor cuando se enteró que el ya no podía usar más el dinero de la herencia hasta tener 18… a veces encontrar a tu tutor perdido puede joderte más de lo que te ayuda.
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A la tarde él estaba tirado sobre su cama viendo su techo, tenía una expresión tan pacifica que recordaba al como era antes cuando solo tenía que preocuparse de el mismo, su escuela, sus amigos, sus asuntos, pero fríamente el estar por tanto tiempo preocupado de cosas ajenas ya le había hecho más que inmune a las molestias y sus quejas habían muerto ya, aún tenía la misma imagen de lo que era su vida hoy en día pero quejarse descaradamente no le iba a arreglar nada aunque aún vivía amargado por ser el quien soportara toda la carga emocional y física.
Respiro hondo y se levantó tomo su cartera se puso una sudadera y salió de la casa, había decidido que hoy quería volver al pasado, hoy quería que fuera diferente al resto de los días, quería declarar el ultimo día de su vida como adolecente para al fin dedicarse a ser un adulto aun si no tenía la edad, aun si no tenía la apariencia, quería dejar de ser un niño berrinchudo y ser un adulto pero hoy quería que fuera su ultimo día y como último día debía disfrutarlo para poder volverse un adulto sin arrepentimiento.
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En su “último día” hizo su primera parada en Arby’s un restaurante que frecuentaban los fines de semana cuando sus padres aun vivían. La mesa que tomo era según recordaba donde se habían sentado la última vez que visitaron el lugar pero no tomo el asiento que esa vez ahora ocupo el asiento donde su padre se había sentado del lado de la ventana por donde podía ver la calle y la estampa pegada al vidrio anunciando el nombre del establecimiento en letras grandes de colores rojo y azul, pidió lo mismo que antes, que por lo regular era lo que siempre pedía en ese lugar. Terminado eso siguió por la calle hasta llegar a la principal donde enfilo hasta llegar al parque central. El lugar era como cualquier otro parque solo que más grande y con mejor presentación en lo que cabía decir, había una fuente grande y llena de agua cristalina donde algunos barcos de papel navegaban arrojados por los niños que andaban por ahí hace unas horas, tomo asiento en la orilla viendo el agua que recibía gustosa la luz anaranjada del sol del atardecer se mantenía calmada mientras los barquitos avanzaban lento sin un rumbo fijo y el solo pensaba en su familia, la familia que antes eran… no otra vez al pasado, había decidido no pensar en el antes otra vez pero se mostraba imposible cuando recorría esos lugares, ya, ya, había sido suficiente de sus recuerdos crueles ahora debía concentrarse en disfrutar lo que quedaba del día, veamos que podía hacer ahora… ¿ir a la heladería? No ya era tarde ¿ir a la librería? Tal vez hace una hora pero ahora ya no llegaba ¿ir a la iglesia?... ok ni siquiera sé porque esa opción, había comprobado que no había dios hace un tiempo ¿ir a… a… a… a dónde? Demonios, ¿que no era una familia unida? Porque no había tantos lugares que poder visitar para dejar ir el pasado con dignidad… joder, tal vez realmente no había porque envidiar al pasado…
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“cepillar tus dientes antes y después de cada comida es un hábito de limpieza por excelencia, hijo. Así que hazlo y no repliques” por alguna razón podía recordar a su madre repetirle eso cada noche hasta que logro pegarse el hábito, como a los nueve años tal vez, ahora no lo hacía como decía ella después de comer, después de su visita al Arby’s no había probado bocado y eso fue hace un día. Hoy su apetito había muerto después de la visita al hospital en la que felizmente el doctor le había informado que necesitaba cubrir el pago de una medicinas extras que habían de suministrar a su hermana desde ahora “¡MIERDA!” grito en su mente salido de sus cabales pues el dinero que sobraba en casa lo había gastado en su visita al Arby’s “maldita conciencia derrochadora” se quejaba pensando en que hacer sentado afuera de la oficina del doctor que llevaba el caso de Mabel. Pensó que podía hacer un “pagare” o algo parecido pero el doctor tenía otra cosa en mente
Y gracias a la idea del doctor para que Dipper no tuviera que pagar por la medicina y el pudiera dormir esa noche sin Manuela ahora se lavaba los dientes como si no hubiera mañana. Las encías ya le hacían escozor por el roce de las cerdas pero el aun sentía la boca horriblemente sucia y no decir de su estómago quería seguir vomitando pero ya ni la bilis era algo que quisiera salir, dios como le ardía la garganta.
Antes había decidido ser un adulto… quizás fue mala idea.
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