No soy un pedazo de pastel que solo puedas dejar, no dejare que juegues con mis sentimientos y con mi cuerpo. Puedo estar enamorado de ti Seung Hyun, pero eso no me hace un estúpido.
No porque me abraces y hagas cariños dejare que juegues con mi corazón. Sé que no tienes la culpa, yo tengo la culpa por enamorarme de ti. Aun sabiendo que nunca vas a corresponder mis sentimientos. Aun sabiendo que solo son ilusiones.
Pero vaya que placer es saber que en cierto modo, te encuentras confundido gracias a mí, gracias a ese bendito vino, gracias a que te bese y correspondiste. ¿Habrías discutido con tu novia? Fue demasiado fácil tomarte con la guardia baja ¿En quién pensabas mientras me besabas?
Poco importaba en realidad.
Tuve lo que quería, un beso tuyo, una mirada incomoda a la mañana siguiente y esa pequeña sensación de satisfacción al ver a tu pequeña novia, de saber que nuestro beso será un secreto que ella nunca podrá saber.
Los días han pasado, y me encuentro aburrido. Aunque has hablado conmigo sobre si recordaba algo fingí demencia y solo dije que no recordaba nada. Te encuentras algo atormentado. Lo sé bien, llevo muchos años viéndote a escondidas. Puedo ver que rehúyes mi mirada, que escapas de tu novia.
Al parecer no es tanto el amor que sientes como profesabas. Aquello en cierto modo me hace reír.
Me llena de una seguridad que no pensé tener, me siento poderoso, siento que puedo intentar ir más allá.
He tratado de invitarte a beber de nuevo, pero estas en guardia, más que antes. Ni modo, tendré que usar otra técnica. Una fiesta de YG.
La fecha ha llegado y he movido los hilos para que vayas a la fiesta de la compañía, todo ha sido tan sutil que nadie ha sospechado de mí. Ni siquiera la mosca muerta de tu novia, quien se ve algo deprimida. No me siento culpable. No después de que gracias a ella he sufrido tanto, estábamos cerca de ser algo más hasta que ella apareció. Ella me odio desde el primer momento, pude verlo desde que cuando anunciaron su relación ella simplemente me observo con desdén. Como si tú fueras un trofeo que ganar.
Que chica más ilusa, jamás podrás ser un trofeo. Ella jamás te conocerá como yo, jamás te entenderá como yo. Todo el mundo lo sabe, solo era secreto para ti.
Estoy usando mi mejor tenida, aquella camisa transparente negra, pantalones de tela negra, zapatos de cuero, cabello hacia atrás, collares y como olvidar aquel anillo que me regalaste en mi cumpleaños. He pedido ayuda a la maquillista de nuestro grupo para terminar de retocarme.
Pude ver con satisfacción que estas con la boca abierta, supongo que debo lucir bien. Esta vez he venido acompañado con una amiga, Kiko. Sé que en el fondo te cabrea, antes de que tuvieras novia siempre me pedias explicaciones de que sucedía entre ambos. Siempre contestaba que era una amiga, con la cual podía ser yo. Créeme que lo decía simplemente para ver tu ceño fruncido, aquel gesto que a mis ojos era adorable. Gesto que no ha desaparecido, tu sonrisa esta tensa, puedo verlo. Finges llevarte bien con ella, y yo, solo centro mi atención en mi amiga. La invito a beber, saco mi lado más caballeroso.
No hay problema con eso, ella sabe que en realidad estoy enamorado de ti. Como dije, con ella puedo ser yo.
Hay varios invitados, tanto nacionales como internacionales, las horas pasan y el alcohol se comienza a subir a la cabeza de todos. Yo he tenido cuidado de no beber tanto, quiero estar consciente para lo que planeo esta noche. He hablado un contigo, estas más amable gracias al champagne, eres más cariñoso conmigo. Como antes de que todo se fuera a la mierda. Tu novia está harta, a cada momento trata de sacarte de nuestro lado, pero estas vigilante, tanto de Kiko como de mí. Al fin ella se aburre, me mira con total desprecio mientras bebo un poco de vino y decide irse. Te exige que la vayas a dejar, a lo que mi amiga le dice que no podrá ya que te encuentras ebrio. No es muy inteligente salir con alguien que esta tan bebido. Llama a un taxi y otra vez exige que ambos se vayan. Seung Hyun queda mirando a Kiko, ella le dedica una sonrisa astuta y coloca su mano sobre mi rodilla, pretendo no darme cuenta.
Frunces el ceño y en un impulso le dices que se vaya sola, que deseas quedarte un rato más. No podrá hacer que cambies de opinión… Seung Hyun….eres tan fácil de leer.
Ella refunfuña, te amenaza, pero aun así decides no irte. Antes de que se vaya, toma tu rostro y te roba un beso apasionado, marcando territorio. Voltea a verme de una forma poco disimulada mientras sonrió satisfecho. Ella me reconoce como rival… ella sabe que si yo quiero puedo hacer que Seung Hyun se vaya de su lado.
Luego de que se retira, vamos a la pista, Kiko solo sonríe satisfecha, tengo que darle un gran regalo. Puedo ver a Daesung bailando con una japonesa de grandes atributos, ambos están a un pequeño paso de besarse, Seungri se encuentra enfadado bebiendo con un par de amigos. Pobre maknae, Taeyang ha decidido venir con Hyorin y nuestro pequeño no puede hacer nada para remediarlo. Él es un chico bueno, él no se metería en la felicidad de quien ama. No es egoísta como yo.
Yo luchare con garras y dientes por el amor de Seung Hyun. Usare todos los trucos que pueda, porque por desgracia no soy mujer.
Finjo estar ebrio, tomo tus manos y las coloco sobre mis caderas, sonríes de manera boba mientras ves como Kiko se encuentra riendo con un modelo italiano. Supongo que pensabas que ella ganaría el placer de estar a mi lado, pero querido, aquí el único que puede estar conmigo eres tú.
Mueves tus caderas de manera torpe mientras rio, no dejas de ser adorable. Eres un bastardo que no sabe cuan sucio juega. Me tienes completamente, puedes pedirme lo que sea y lo hare. No dudaría ni un segundo si solo puedo ver tu sonrisa.
La música cambia a una más lenta, las parejas se apegan más, me tomas de las caderas y te apegas a mi cuerpo. Aquello me ha tomado con la guardia baja. Reposas tu cabeza en mi hombro, puedo sentir como hueles mi cabello. Eso me agita de una manera que no pensé, me siento ansioso. Un gemido gutural sale de tu garganta… solo yo puedo escucharlo. Mis manos acarician suavemente tu espalda, esto es demasiado íntimo. De un momento a otro parece que has recuperado la cordura, y te alejas de mí con una expresión culpable. Volteas sin mirarme y caminas hacia el baño.
Oh vaya, parece que tendré que tomar cartas en el asunto.
Mientras avanzo entre la gente pienso en que hare. No tienes que alejarte de mí, no tendré otra oportunidad, tengo que tomarla ahora. Entro al baño del recinto, no hay nadie, puedo ver como mojas tu rostro con agua y te golpeas las mejillas en un intento de despertarte. Cierro la puerta con cuidado y camino hacia ti.
Te ves confundido, no puedes creer que te haya seguido. Tratas de disculparte por haberme abrazado, le hechas la culpa al alcohol. Suspiro enfadado, estoy harto de aquellas malditas excusas. Sin decir una palabra me acerco rápidamente a ti, te tomo del cuello de la camisa y te beso de manera hambrienta, de una manera que nadie podrá besarte. No quiero que olvides mis besos, no quiero que a la mañana siguiente pienses que es culpa de la resaca. Porque no es culpa de la resaca.
Sin decir una palabra correspondes mis besos de manera más apasionada, me estas dejando sin respiración, repartes besos por todo mi cuello, acaricias toda mi cintura. Nos detenemos por un momento solo para mirarnos fijamente a los ojos, supongo que el alcohol ya ha abandonado nuestro sistema. Sin decir una palabra tomas mi mano y me sacas fuera del baño.
Sonrío de manera astuta al darme cuenta a dónde vamos. Nos encontramos en una de las habitación VIP del recinto, hay varias parejas de diversos sexos, rápidamente nos entregan la llave de una habitación. Todo ahí será confidencial, nadie dirá nada, ni siquiera el viejo puede hacer algo.
Ingresamos todavía de las manos, y ya al entrar nos espera una cama matrimonial, velas y un champagne. Pero has perdido el impulso, tratas de dar la vuelta e irte, tomo tu mano y te miro de manera suplicante. Tragas duro y suspiras.
“Solo será una vez”
Te hare creer esa mentira, alguien tiene que decirla. Aquella línea que has trazado esta pronta a ser rota.
Los besos se intensifican, las caricias se hacen más íntimas, nuestras ropas se deslizan de tal manera que terminan por toda la habitación. Sabía que sería intenso, dejare que mis llamas te quemen, que te absorban, para que cuando esto se trasforme en una memoria solo me recuerdes a mí.
Llegamos juntos al clímax, ha sido maravilloso y sublime, besas mi espalda de manera delicada, acaricias mi estómago, entrelazo mis manos con las tuyas. Dejo que todo tu calor me envuelva, disfruto de la sensación, porque sé que a pesar de que el alcohol fue el que te impulsó, en fondo lo deseabas. Nadie hace algo que no quiere.
No me arrepentiré, aun si a la mañana siguiente me ves horrorizado. No retrocederé. Quizás no me termines eligiendo, quizás esto solo fue sexo. Pero eso no hará que logres olvidar este momento, porque jamás olvidare tu mirada, tus besos… jamás olvidare que en esta noche fui tuyo y que solamente era yo en tu mente.
Aunque solo haya terminado siendo un pedazo de pastel.