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Asimetría por StrangeTH

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Elle

 

 

Lo sabía, sabía que no podría conciliar el sueño una vez despierto, desde niño siempre ha sido igual. Sin embargo, a pesar de aquello, no me apetecía levantar. Estaba cansado, cansado de este lugar, del encierro, de la convivencia, de las discusiones... de las personas en general.

Si no es Kira con sus arrebatos de bruja por el orden, es Beyond saltando y fanfarroneando por todos lados. O conversan bien o se la pasan en conflicto. Necesito mi espacio, el patio, mi antigua cama, el silencio, los libros, mis dulces, las tardes heladas. No ruido, no esta incomprensión y rudeza. No dura la paz en este cuarto, nada me da aquí ni un poco de felicidad a excepción de... La sonrisa de Light.

Me cubrí la cabeza con la manta y volví a pensar en aquellos labios dibujando lo único que me salvaba de este infierno. Cerré los ojos y escuché lo armonioso de su risa entre recuerdos y pude sentirme mejor. Sin embargo, cada vez veía menos la inocencia de sus gestos. Light se notaba agotado, ojeroso, introspectivo. De vez en cuando lograba sacarle de su ensimismamiento y dialogábamos, pero no era sencillo, me costaba su rato. A veces, en las noches, murmuraba el nombre de Kira con una mueca de dolor, y yo, preocupado, decido quedarme sentado sobre su cama acariciando los mechones de su cabello hasta calmarlo.

Escuché un portazo y alcé la cabeza buscando la razón. Light salió del cuarto de baño, vi de reojo a Kira dentro, y a Beyond apoyado en el muro como tratando de averiguar qué había ocurrido. Me levanté de un salto y partí a su encuentro. En realidad, no pensé en qué debería decir si le encontraba, pero creí notar un par de lágrimas descender por su rostro y me invadió el deseo de ayudar a Light.

Entró en la biblioteca, el cuarto al que sólo los cuatro que convivimos en el piso pagado por el gobierno podemos compartir, y me adentré con sigilo también. Le vi sentarse en una de las sillas y esconder el rostro entre sus brazos. Le oí sollozar, frustrado, como estallando luego de un buen rato de contención.

En acto de reflejo, posicioné mis manos en sus hombros, y comencé a acariciarlos por sobre su pijama de cuadros. Se sobresaltó, giró la cabeza, al verme, fijó sus ojos con inseguridad y nerviosismo, luego, saltó hacia mí, abrazándome con fuerza, botándonos a ambos al piso. No pude quejarme, ni ganas me dieron al ver su rostro.

Nos quedamos así, un rato, agarrados del otro, en el suelo, envueltos en el inevitable silencio que llenó la habitación.

—Te gusta Kira, ¿verdad? —pregunté sin poderlo evitar.

No me respondió enseguida. De hecho, le costó unos segundos el poder hablar sin moquear. Me es imposible imaginar qué tan colapsado debe estar Light como para llorar así.

—Es que... Es que yo... —titubeó inseguro— no lo sé, realmente no tengo idea de qué me pasa —admitió. Es comprensible. Levemente le distancié de mi cuerpo, y alcé su cabeza situando ambas manos a los costados del rostro—. Yo... Elle, nunca había pensado en Kira de ese modo hasta que tu hermano... —frunció el entrecejo como si aquel ser humano fuese el progenitor de todas y cada una de sus desgracias— hasta que tu hermano se metiera entre los dos, confundiéndole. Yo sé que podría ganarle a Beyond, pero no puedo soportar que su sexual forma de ser interfiera con la razón de Kira cada vez que intente despejarse. Quizás debería pensar en un plan para recuperarle del todo y...

—Shhh... —siseé mirando con templanza aquel bello brillo que mostraban sus ojos—. Light, te lo digo porque sé de lo que hablo. No hagas ningún plan, no quites el avance, el enredo o la cosa rara que tengan esos dos. Valórate. Piénsalo buen, a ti no deberían meterte en una cosa tan siniestra como lo es el amor de dos seres humanos podridos. Tú y yo somos diferentes a esa malicia, a ese sadismo. Olvídate de Kira, olvídate de Beyond, Light. Tú mereces algo mucho más grande que aquel revoltijo repugnante que te ofrece.

—Pero tú también tienes mañas de ese tipo... —blanqueé los ojos.

—A mí me gusta besar, Light, me encanta el sexo, el calor de la otra persona, sin embargo, mi situación no se parece a la de ellos. Yo busco el placer a través de algo más sano (hay una diferencia notable entre las travesuras y las maldades). Al contrario de Kira y Beyond, ese par se besa y luego se golpea, pasan del amor al odio en cuestión de segundos, se acarician y apuñalan porque la locura les embriaga los sentidos. Beyond es asumido, Kira es más reprimido, pero ambos pertenecen a la misma especie. Tóxicos.

—¿Tóxicos?

—¿Sabes?, quizás no está mal que dos personas que comparten aquella actitud mantengan una relación, sin embargo, ese estilo de: amor por dolor, sólo la pueden soportar ellos, a ti acabaría consumiéndote. Bien o mal, no te incumbe. Eres tú el que debe salvarse, eres tú quien no debería aguantar la inseguridad de esa extraña relación. En mi opinión, Light, tú mereces que alguien te agarre de la mano con firmeza, te bese tierno, se te entregue sin falsedad. Nada parecido a la mierda que tiene mi hermano y el tuyo, tú no estás así de manchado.

—Si es tan malo y dañino ¿por qué no puedo evitar sentir celos por su relación? —murmuró avergonzado.

—Son celos por la atención que Kira ya no te está brindando. Siempre vivieron juntos, compartían todo. Light, siempre le tuviste para que él te sonriera sólo a ti, y, ahora que el mundo se abrió para ustedes, es cuando se extrañan. Pero no es sano ni mucho menos real, Light.

Se quedó callado, agachando la vista. Pensándose mis palabras con extrema seriedad. Luego, se sacudió un poco el cabello, y posicionó sus manos en mis piernas, con los brazos firmes, alzando la cabeza, juntando nuestras frentes. Quedé abochornado cuando intensificó el brillo de su mirar.

 

 

—¿Yo te gusto, Elle?

 

 

—¿Qué? —balbuceé.

—¿Te parezco lindo o algo así?

—¿Qué clase de pregunta es ésa?

—Sólo responde y ya.

—Bueno... Sí, me pareces lindo —y violable—, pero ¿a qué vas? —descendió su vista a mis labios, se mordió los suyos y apretó mis muslos, temblando como un niño.

Me estaba perdiendo en el largo de sus pestañas, en su aroma, en el rosa de sus labios y el color que adoptaron sus mejillas. Light me volvía loco con esa torpeza e inocencia que disfrazaba de astucia. El marrón de sus ojos acabó por hipnotizarme, y, poco a poco, me fui inclinando hacia adelante, hasta dejar que su espalda tocase el suelo. Comencé a sentir mi respiración agitada junto a la de Light, quien me miraba entre ansioso y asustado. Tragué grueso, y empecé a besarle las mejillas, recorriendo desde muy cerca de sus labios, hasta el cuello. El cuerpo de Light se deshacía en temblores y yo no dejaba de acorralarle cada vez más contra el piso. Introduje mis piernas al interior de las suyas, y, al tener mi abdomen pegado al suyo, me percaté del ánimo de Light. Su miembro endurecido rozando mi ingle.

Quizás lo que hacía no estaba bien, pero ¿qué lo estaba en realidad? Light no se quejaba, y yo tampoco.

Se agarró de mis hombros, como deseoso de experimentar lo desconocido. Su cabello se estaba despeinando, y yo no dejaba de verle cada vez más sensual en esa posición. Sin aguantarlo más, introduje mi lengua a su boca, saboreando un toque de menta fresca y me embriagué con la impericia de la suya. Un hilo de saliva comenzó a descender por su barbilla y yo no pude evitar aumentar el ritmo cuando le oí gemir por la velocidad de un beso. Paseó sus manos por mi espalda, y yo le acaricié la cintura, sus hombros, las piernas. No quería ser más invasivo, no deseaba que me tuviese terror. Kira y Light deben estar recién destapando sus instintos sexuales, me los imagino diecisiete años reprimidos, pensando en la sexualidad como algo sucio o prohibido. Ésto es parte de la edad, de la vida misma.

—Elle... —jadeó al sentir mi lengua paseándose por su cuello y posicionándose en uno de sus pezones. Se lo lamí por el contorno y le pellizqué el otro con los dedos deseando equilibrar el placer que inundaba su cuerpo. Situó las manos en su boca queriendo ahogar la intensidad de sus gemidos, y yo sonreí por la inocencia que me transmitía Light al tratar de negarse dichas sensaciones.

Beyond solía gritar y no se reprimía ni un suspiro.

—Oye, Elle... ¿tú sí podrías amarme? —preguntó.

—¿Amarte? —murmuré. ¿De qué habla? Acabamos de conocernos hace un par de meses. Asintió emplazando el antebrazo a sus ojos completamente azorado.

—Tú dijiste que yo no necesitaba un amor como el que Kira podría ofrecerme... Pero ¿qué hay de ti? —sonreí.

—Apenas nos conocemos Light.

—¿Y qué? Aún nos queda mucho tiempo aquí. No tiene que ser ahora.

Es cierto.

—Sólo quieres sacarte a Kira de la cabeza, ¿verdad? —se incorporó sobre el suelo y bajó la mirada inseguro mientras jugaba con sus dedos algo descompuesto por mi comentario. Quizás fui muy indiscreto e injusto. No debe ser fácil aceptar que estás enamorado de tu hermano.

—No puedo negarte éso... —masculló—. Sin embargo, es mucho más de lo que insinuaste, Elle —sonaba más que determinando—. Es cierto que quiero quitarme a Kira de la cabeza, después de todo, bien que se lo pasa con Beyond en el baño, no debe extrañarme nada, y yo no quiero éso. Lo que yo quiero es a alguien que pueda tomarme de la mano pensando que soy lo mejor que le ha pasado, alguien que se enamore de mis cualidades, de mi forma de ser... Me aterra el imaginar que me quedaré solo por ingenuo, por pretender obtener algo que no existe. ¿Está mal soñar con ese tipo de amor, Elle?, ¿estoy siendo muy egoísta? —quedé embobado por su repentina confesión y le alenté a continuar hechizado por la claridad de sus anhelos—. Quizás no eres tú quien busco, ni yo quien tú buscas, pero... algo podemos hacer, después de todo, siento que puedo confiar en ti —quedé atónito y pasmado al escucharle decir aquello.

—¿Confiar en mí? —repetí escéptico.

Sé que últimamente nos la pasamos conversando en los trayectos mientras Beyond bromea con Kira, y, a veces, hasta vamos a por un helado a escondidas de esos dos, no obstante, si decimos confianza, ya estamos hablando de palabras mayores.

—Así es, Elle. Tú eres más bueno de lo deseas aparentar tras esa fachada de neutralidad. Yo puedo ver la simpleza en tu mirar, la bondad en tus intenciones. Te gusta el sexo y esas cosas, pero éso es parte del ser humano, yo lo comprendo a pesar de no haber tenido ese tipo de intimidad con alguien. Ahora bien, entiendo esa necesidad que cargas de querer camuflarte, créeme pues, yo... a través de tus ojeras, puedo distinguir una historia que te atormenta cada noche, Elle —¿qué—. Te asfixia el remordimiento de algo que piensas que pudiste haber hecho, y no hiciste.

A estas alturas, ya me era imposible estar más mareado por las declaraciones de Light. Siempre creí que vivía en una burbuja, pero no, la verdad es que está muy atento a lo que sucede a su al redor, simplemente se deja sus observaciones, es prudente y calla. Supongo que no había tenido la oportunidad. Me puse de pie con brusquedad al recordar aquella desagradable experiencia, y Light no pareció asombrarse ni asustarse por la tosquedad de mi reacción.

—No sé de qué hablas —contesté, aparentemente calmado.

—No tienes por qué contármelo si no lo deseas, Elle, tranquilo. Pero es que, me fue inevitable decirte que sé que algo ocultas y te está matando... Sólo quiero que sepas que estoy aquí por si lo requieres —me tranquilizó oírle que no iba a presionarme a decir algo que no estaba preparado a relatar—. ¿Sabes? Siempre hay algo misterioso en la mirada de mi hermano, incluso sospechoso y aterrador, con tu hermano me ocurre lo mismo, si les miro demasiado, me causan escalofríos. Es como si siempre ocultasen algo. En cambio, tú, Elle, tú eres especial, a ti te puedo leer, y éso me agrada. Me gusta mirar el gris de tus iris, y contemplar la negrura de tus pupilas sabiendo lo que opinas.

Me senté nuevamente cerca de Light, conmocionado, y él me sonrió con esa dulzura que le caracterizaba al verme bajar la guardia.

—Eres como un gatito, Elle —aseguró alzando una de sus manos y revolviéndome el cabello de forma cariñosa y sutil. 

Me rasqué la cabeza abochornado producto de sus observaciones y, como no me pasaba hace ya bastante tiempo, sentí los latidos de mi corazón más rápidos que de costumbre. Estos latidos no eran nacidos de un movimiento continuo, ni de forzoso ejercicio, sino, más bien, de una mirada inocente y una sonrisa curiosa.

Por primera vez en varios años, miré a alguien con ansiedad, y nerviosismo. Junté nuestras frentes posando con delicadeza mis labios contra los suyos. Todo fue distinto entre nosotros, cautivador, romántico, pero no duró demasiado. Beyond hizo presencia con mueca de asco.

—¿Verdad que son desagradables las interrupciones, Light?

—¿Beyond?, ¿qué...?

—Normalmente me da igual con quien elijas liarte, Elle, sin embargo, preferiría que no fuese con alguien acostumbrado a comportarse como una repugnante mosca muerta —Light frunció el entrecejo y se puso de pie cruzando los brazos, adoptando el mismo talante de mi hermano—. Detesto a la gentuza como tú, Light, falsos, hipócritas. Pones esa carita de santo y todos te compran el cuento del niño bueno —Light bufó.

—Qué pena das, Beyond, ¿no te incordia ser siempre el segundón? —Beyond alzó una ceja, y yo preferí no ser más que un espectador en dicha discusión. De momento, no me convenía ni me correspondía ser más que aquello—. No sé de dónde proviene tu desfachatez, pero deberías dejar de jactarte de lo que no tienes.

—¿Lo dices por Kira?, poco me falta para que se olvide de ti, crío, no te sientas especial —Beyond mentía, yo era capaz de notar su inseguridad respecto a eso.

—Ay, Beyond, por favor. Sabes perfectamente que el juego que tienes con Kira va a durar hasta que yo quiera.

—¿Hasta que tú quieras?, ¿qué poder te crees que tienes? —suspiró con ironía—. No eres más que un payaso —contestó mi hermano, ardido, extrañamente fastidiado.

—¿Payaso yo? Eres tan vulgar, Beyond. ¿No te apena saber que si Kira cae ante ti es sólo por impulso sexual? —le retó. Vaya, Light está más molesto de lo que me había logrado percatar, parece haber esperado una ocasión de conflicto para enfrentarle—. Si debe elegir entre uno de los dos, Beyond, ten por seguro que yo sería su primera opción, y sin titubeos. Sólo eres un vil y asqueroso cuervo.

Vi cómo la cara de Beyond se tornaba roja de furia. Se mordió los labios y empuñó las manos. Quiere golpearlo, desea hacerlo, pero no puede, Kira no se lo perdonaría. Light dio con una de las fibras más sensibles de mi hermano, la comparación, ser la segunda opción.

—Beyond, Light, creo que es mejor subir —sugerí al reconocer cómo se congelaba el ambiente a pasos agigantados entre esos dos.

—A mí me parece una gran idea —respondió Light satisfecho de no haber recibido contestación de quien no suele callarse muy a menudo—, ¿me acompañas a por un café, Elle?

Beyond gruñó dando media vuelta, y evacuó el lugar sin mencionar nada adicional. Me preocupa que desee vengarse, a veces su cabeza es un complemento misterio, hasta para mí, que puedo leerle los pensamientos con relativa facilidad.

—Elle, apresúrate —me gritó Light con una sonrisa que no se esforzaba en camuflar lo feliz que se encontraba de haber logrado silenciar a Beyond. Le tenía ganas. Zarandeé la cabeza una vez más antes de seguirle los pasos en dirección al exterior.

***


Nos encaminamos al cuarto guiados por la necesidad de tomar desayuno y no desmayar. Durante el trayecto, Light me contó el por qué está enfadado con Kira, que no quiere verle, y me suplicó que le siguiese la corriente con todas sus ocurrencias. Es decir, le vamos a montar un espectáculo a Kira, en lo posible, hasta que se quede calvo de cólera. Light sabe que su hermano y el mío tienen algo, le complica de sobremanera ese hecho, no obstante, también tiene perfectamente claro que con el tamaño irracional de la indiferencia que planea regalarle, a Kira con algo de suerte le quedarán ganas de siquiera escuchar a Beyond.

—Oye, Elle, me das la mano, por favor —pidió con suavidad, murmurando aquellas palabras con una afable sonrisa en los labios.

—Vale —contesté imitando su ademán, extendiéndole el brazo. Él, por su parte, posó mi mano cariñosamente por sobre una de sus mejillas, y la frotó.

Nos habíamos sentado en los pisos de la cocina ubicándonos de frente con un café y unas medias lunas encima de la mesa. Light, que al llegar a la habitación se percató de que "tenía las puntas del cabello intratables", en medio de su vanidad, decidió colocarse un adorable gorro de lana color rosa pálido que tenía un notorio y esponjoso pompón en el sector de la punta. Con las mejillas sonrosadas, el tono de sus labios, las pestañas, y esa mirada acogedora, me conquistó nuevamente. Es que, joder, dan ganas de comérselo. Qué horrible sería tenerle de hermano ahora que lo pienso.

Beyond y Kira se encontraban conversando mientras alistaban su bolso, pendientes de todas y cada una de nuestras acciones.

—Tus manos son suaves, y están frías —estimó acariciando nuevamente su mejilla contra mi palma, sonriente, como si no hubiese botado si una lágrima hace un par de minutos.

De repente me sentí retraído e incómodo, y era completamente consciente de la razón. No es de exagerado, pero la mirada de Kira ya me tiene estresado. Dios, es que observa como si quisiese matarme. Sin embargo, para ser honesto, no me es del todo irritante, sino, más bien, me resulta... divertido. Siento la adrenalina transitarme por mis venas, esta calma es de cartón, y, con la tormenta que Light está formando en estos momentos, no tardará en desmoronarse.

Me motivaba el presenciar la coquetería de Light, es mucho más que excepcional. Desearía que no fuese mera actuación... pues, debo asumir que Light me encanta, no es tan inofensivo y pájaro como pensé. Casi sin esfuerzo está consiguiendo que su hermano expulse humo por la cabeza. Sin mencionar la ira que está provocando en Beyond... Es increíble, le está costando cada vez más mantener la atención de Kira, o, en realidad, ya la perdió.

Light está desatando el infierno en dos personas con una sonrisa. Vaya, Por éso dicen que calladitos son los peores.

—Tu rostro es cálido, Light...

—¿Te lo parece? —preguntó con gracia—, puedo calentarte las manos siempre que lo desees, no tengo inconveniente.

—¿De verdad?

—Claro que sí, sería un... placer —acentuó. No te imagines nada raro, Elle, por favor, respira.

—¿Ah sí? —asintió—, ¿sabes? también estoy durmiendo con algo de frío en las noches, ya sabes, la cama suele ser abrumadoramente solitaria, tú y yo podríamos... —Le miré con fijeza, malicioso, dejando que la respuesta hiciese cosquillas a su imaginación. Light se relamió los labios de modo sugerente, y Kira se levantó de golpe dejando a Beyond a un lado con la palabra en la boca. Parece que la actuación se nos da bastante bien.

¿Qué piensas hacer, Kira?


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