Min YoonMin siempre supo que si alguna vez se me enamoraba estaría completamente jodido.
Y ahora estaba más que jodido.
—Hyung, ¿Vamos? —Uno de los menores del grupo extendió su mano hacia el rapero principal, y justo era el motivo de sus delirios diarios, Park JiMin.
—¿Por qué tienes que ser tan endemoniadamente lindo, mocoso? —De un solo tirón tiró de la mano del bailarín del grupo y robó un beso de esos carnosos labios antes de salir con una enorme sonrisa, dejando a JiMin con un sonrojo en todo su rostro.
—Estúpido Suga…
Estos dos desde hace más o menos un mes han comenzado una relación, sin embargo el menor aún no se acostumbraba a los arranques de amor que tenía Suga. Y más aún con la particularidad que éste tenía.
Se confesaron sin querer, su primer beso fue torpe y un poco doloroso, ¿Por qué doloroso? Entre la emoción de ser correspondidos, no midieron la fuerza con la que se juntaron y terminaron mordiéndose y lastimándose los labios. Los demás miembros los molestaron hasta que las pequeñas heridas sanaron por completo.
Ambos agradecían el enorme apoyo que sus amigos y familiares les daban, aún no querían hacer pública su relación por miedo a la reacción de sus queridas ARMYS. Les había costado mucho llegar a tener esa fama, hicieron muchos sacrificios y no quería arriesgarse aún.
En el departamento ya había dos parejas establecidas, además de que entre Suga y JiMin eran los únicos que no se habían fijado de su atracción mutua.
Por esto mismo se cambiaron a un departamento más grande, con cuatro habitaciones; una para la parejita de mamá y papá, o sea Jin y NamJoon, la segunda para la parejita más divertida del grupo, TaeHyun y J-Hope, la más reciente pareja, pero al mismo tiempo la más melosa (al menos delante de los chicos y dentro del departamento) de JiMin y Suga, y finalmente tenemos la habitación de JunKook, quien tenía a alguien en mente pero ninguno de los otros chicos sabían quién había robado el corazón de su bebé, lo único que sabían era que pertenecía a Seventeen.
Y como bono extra, cada habitación tenía unas paredes muy gruesas, o sea, no salían ruidos extraños como pasaba en el otro departamento.
—I NEED YOU GIRL, WAE…—TaeHyun estaba cantando a todo pulmón mientras terminaba de lavar los trastos que habían usado para la cena, estaba feliz, como Suga había sacado su solo, no tenían casi nada en la agenda, lo que significaba poder estar en casa, con su novio, y descansar.
—¡TaeTae! —J-hope llegó corriendo a la cocina y de inmediato besó una de las mejillas del menor y luego le tendió una caja de un nuevo videojuego. — Este es el juego que querías, ¿Verdad? Vayamos a jugar, anda, anda.
—Pero la consola está en la habitación de Suga hyung y me da miedo entrar, ¿Has visto la cara que se trae estos días? Siento que me va a morder en cualquier momento…—Ambos suspiraron rendidos.
Y como se dijo anteriormente, la agenda de la mayor parte de los BangTan estaba casi libre, casi. Suga debía ir de aquí para allá, creando nuevas melodías, presentando su canción en programas de entretenimiento y eso lo traía agotado, de mal humor, bueno, más de lo normal.
—Deberíamos darle una…”dosis de JiMin”. —Dijo de pronto TaeHyun en un bajo susurro mientras veía desde la cocina, como JiMin estaba prácticamente hecho bolita en el sofá viendo “Lo que el viento se llevó” a punto de llorar. — Y a ese darle una “Dosis de Suga”.
—¿Y cómo se supone que haremos eso, genio? —El menor golpeó juguetonamente el brazo del rapero y luego se encogió de hombros. — Oh no…Tae, no hagas nada extraño, por favor.
El otro chico sólo robó un rápido beso de los labios de su rapero favorito y luego salió a la sala.
—Hey, JiMin, ¿Por qué no vas a la habitación y descansas allá? Quiero hacer cositas con Hobi y no creo que te guste estar presente. —Con toda la inocencia que pudo tener en ese momento, TaeHyun hizo un pequeño puchero y JiMin se estremeció mientras veía la cara de idiota que se traía J-Hope por el beso robado de hace sólo unos segundos.
—No hagan nada raro sobre el sofá, es lo único que les pido. —Literalmente con una nube negra sobre su cabeza, primero su romance con Suga se vio interrumpido por el solo de éste, y ahora su romance ficticio con una bella película se veía interrumpido por el V-Hope.
Medio entró a la habitación, se recostó del lado de su queridísimo mayor y cerró los ojos con la esperanza de que al despertar lo primero que viese fuera la tierna sonrisa de su hyung.
En la sala, el dúo de la diversión se había acomodado en el sofá, aunque el mayor seguía algo confundido con el plan de su alíen, que estaba entretenido en su celular desde que JiMin se fue, ¿Qué carajos quería hacer?
Antes de que pudiese preguntarle algo a su bebé, la puerta principal se abrió, dejando entrar a un ojeroso Suga, con el maquillaje medio corrido y con la respiración agitada. — ¿Dónde está mi JiMin?
—¿Hyung…? —HoSeok estaba tan horrorizado como sorprendido, ¿No se suponía que Suga llegaría hasta entrada la noche?
—¡Ah, hyung, hasta que llegas! JiMin está en la habitación, no quería que supieras que había estado llorando por ti desde hace horas, de seguro se quedó dormido por tanto llorar, incluso no ha querido comer. —Ok, J-Hope sabía que su V era bueno actuando, pero ¿Eso? Eso era para ganarse un gramy.
—Joder. —Suga volvió a correr, pero esta vez en dirección a su habitación, cerrándola con pestillo tras su espalda.
—Kim TaeHyun, ¿Si sabes que estás muerto, verdad? —HoSeok se giró sólo para encontrarse con la peculiar sonrisa rectangular de su novio.
—Al menos tendrán un momento para conversar como pareja, valdrá la pena. Ahora…yo de verdad quería cariñitos aquí…—El menor se subió a la cadera del rapero sólo para comenzar un fogoso beso.
Dentro de la habitación del YoonMin, el mayor no podía sentirse más culpable, hacía poco habían comenzado una relación y ni siquiera se podían ver una hora al día, apenas dormían juntos, incluso un par de días, YoonGi se quedó dormido en el estudio de lo cansado que estaba, pero ¿Dejar solo a su ChimChim tanto tiempo? Ni en los tiempos de comeback pasaba eso.
Efectivamente, su cantante favorito estaba durmiendo y en su lado de la cama, no sabía si eso le apretaba el corazón de ternura o de tristeza, ¿De verdad había estado llorando?
En cuanto recibió el mensaje de TaeHyun diciendo que su JiMin estaba llorando, no supo cómo reaccionar, JiMin no era de las personas que lloraba a menos que algo realmente le afectaba. Casi le rogó de rodillas al manager que le dejase la tarde libre, y apenas logró la aprobación, corrió hacia la camioneta que le llevaría a su hogar.
Ni siquiera esperó el estúpido ascensor, simplemente corrió por las escaleras para llegar al departamento y ver a su querido JiMin.
—JiMinnie…—Suga movió cuidadosamente el cabello del menor y éste abrió los ojos perezosamente y una lágrima bajó por su mejilla, aunque era más una lágrima de sueño que de otra cosa. — Oh dios, no llores…
JiMin en cuanto terminó de despertar, se quedó totalmente extrañado por el abrazo que Suga le estaba dando. Limpió disimuladamente la lagrimilla que se le había escapado por haberse dormido, y luego correspondió a aquel abrazo.
—¿Qué haces aquí? —Preguntó JiMin en un tono suave, acariciando los arreglados cabellos del chico sentado a su lado.
—Vine porque mi bebé me necesitaba, tengo toda la tarde libre y soy sólo tuyo. —JiMin quedó aún más extrañado, pero no se iba a quejar, había extrañado tanto a su rapero que, sea lo que sea que haya pasado, nadie le quitaría su día con su novio.
—Hyung…bésame, realmente te he extrañado estos días…—JiMin se separó y sólo le dedicó su infantil sonrisa al mayor, quién sonrió tontamente, ¿Cómo no enamorarse de esa hermosa sonrisa y de esos pequeños ojos convertidos en medias lunas?
—Tranquilo, mocoso, que eso iba a hacer. —Ambos rieron y segundos después se estaban fundiendo en un beso lento, probándose con calma, distinguiendo cada sentimiento que compartían. Amándose simplemente.
De una forma pura.
De una forma que sólo ellos conocían.
De la forma que sólo Suga podía amar a JiMin y JiMin podía amar a Suga.