Y el moreno por su parte pasó las manos por el vientre del rubio para abrazarlo, pegando su pelvis con el trasero del cocinero.
Sus manos subieron por la nívea piel del mayor hasta llegar al pecho, donde acarició en circulos encomtrandose con una pequeña sorpresa....
-Sanji... ¿Estás cachondo?-
La pregunta del capitán le sacó de orbita.
-B..baka... ¿Por qué me lo preguntas?-
-Esque tus pezones están duros -la voz era muy natural que causaban estremecimiento en el rubio-
-No seas estúpido! Y..yo no tengo pezones! -se removió intentando golpearlo- se llaman tetillas!-
-Ehh?? Y cual es la diferencia? -hizo puchero-
-Los pezones por lo general son más grandes... y de ellos puede salir leche..... los hombres tienen tetillas, son más pequeñas y no sirven practicamente para nada!-le gritaba avergonzado-
-¿"No sirven para nada"? ¿Pero si no sirvieran entonces por qué te pones cachondo?-
-E..eso es porque las tetillas son sensibles al tacto!....ah..!-gimió nuevamente-
Luffy reanudó su juego en los botones rosados de Sanji, en circulos y aveces hundiendolos un poco.. le divertía la duresa.
El cocinero por otro lado podía notar como las extremidades de su anatomía reaccionaban a ello. ¡Maldito Capitán! ¡Mira lo que estás provocando!...
Quería pedir por más, claro que sí... pero su orgullo no se lo permitiría en ningun momento, sólo al enloquecer. Además, en parte le excitaba y asustaba el hecho de que estaban en la cocina con un par de nakamas en el Sunny, ¿Qué pasaría si se enteran de ésto?.
-Ya... e..es suficiente...!-
-Nooo! No puede terminar aquí! Ya me dolia el pene y tu te quieres parar! Sanji, eso no es justo!-se quejaba infantilmente-
-G..gh! ¡N-no lo digas tan bulgarmente, baka!-logrando voltearse para quedar frente a frente con su capitán, le dio una bofetada que dejó roja la cara de Luffy e inchado el ojo izquierdo-
-Humm...-pensativo ante aquel acto, no había notado el golpe que había recibido... era demasiado rápido para su cerebro procesarlo ya que estaba muy ocupado pensando en cierta parte que necesitaba satisfacer-... Sanji...-dijo firme, agarrándolo con fuerza por la cintura, enterrándo los dedos en la piel.
Robin había enseñado lo que Luffy necesitaba saber, bocabulario, acciones e información que le servirían.... desde entonces el de sombrero de paja no pudo quitarle una singular palabra que significaba la resolución al problema que tenía en la entrepierna.
-... Sanji...-volvió a nombrar... pero en un susurro algo seductor-
¿¡Qué demonios le pasaba a Luffy?! Se preguntaba el cocinero, que ya no sabía que hacer ni por dónde escaparse... tenía en cuenta que su imprudente capitán no le dejaría ir y que tampoco podía ganarle en fuerza... La mirada que tenia sobre él era tan posesiva que sus zafiros eran sumisos.
Luffy acercó, con una sonrisa coqueta y juguetona, al oído del rubio que tenía bajo su poder...
-Sanji...-reiteró-... yo... quiero... S-E-X-O...-
-...-
Sintió como la lengua pasaba por el lóbulo de su oreja.
¡Mi capitán es un loco maníatico del sexo! Y yo... solo soy un pobre y triste muñeco que le satisfacerá... ¡Menuda mierda! ¡Tengo que escaparme! ¡S-Soy un amante de las mujeres, no puedo ser violado por un hombre! ¡Tube suficiente homosexualidad en esa isla y lo único que me falta es tener un palo metido en el anillo!.
...
¿Eh...?
¿Q..qué haces?...
¡I-Idiota, no te muevas así! ¡Mono! ¡Bestia! ¡No puedes rosarte así conmigo! ¡N-N-No hagas un baile erótico con nuestros...!
-a...ahh~...-casi como un ronroneo, el cocinero del barco sedió ante los roses con un rico gemido de placer... y sus ojos entrecerrados del gusto-
La risa tan suave que salió de los labios de Luffy parecía algo burlona... ¿Qué le paso a su capitán? ¿Dónde estaba el ingenuo y estúpido Luffy de siempre?.
"Ahh... aah... kgh!..."
-¿Qué está pasando allí dentro? -preguntó Nami, caminado junto a Robin, quienes se dirigían a pedir algo de beber a la cocina-
-Se oyen como gemidos de cocinero-san -agregó tranquila como siempre la morena-
-R-Robin! No digas cosas como esa, t..tal vez las paredes distorcionan el sonido...!-dijo nerviosa la navegante-
Robin la observó con su serenidad de siempre y Nami dio un suspiro, rendida.
-¿A quién engaño...? Robin, por favor detén lo que ocurre en la cocina -dijo lloriqueando arrodillada en el suelo, siempre debía lidiar con los hombres de su tripulación... se preguntaba por qué eran tan desconsiderados y poco disimulados- ¿Qué hice para merecer ésto...?-
La pelinegra entró relajada a la cocina, cerrándo la puerta tras de sí para que la navegante no sufriera más y se encontró con la comprometedora escena.
-Capitán-san, cocinero-san -
-R-R-Robin-chwan! -se exaltó, ahora sí.. ¡Por favor que se hundiera el Sunny!-
-Ah! Robin! -sonrió a la morena- ¡Tus consejos son muy útiles! Aunque aún tengo dudas, ¿Puedes ayudarme? shishishi-
-¡Baka!, ¡No le pidas esas cosas en un momento asi! -le dió reiteradas bofetadas de lo furioso y avergonzado que estaba... con la tipica mirada en blanco asesina y los dientes de tiburón-
-¿Cuáles son tus dudas?-
¡QUE ALGUIEN ME TIRE AL MAR! ¡VOY A CASTRARLO! ¡CLARO QUE SÍ! ¡CON EL CUCHILLO MÁS AFILADO DE MI COLECCIÓN, LUEGO LO ROSTIZARÉ Y SE LO DARÉ DE COMER HASTA QUE SE LO TRAGUE POR COMPLETO!...