Luego de esa extraña comida, algo mas tranquila que de costumbre según los tripulantes... se dispusieron a continuar sus labores.
Luffy iba caminando por el barco, pensando. ¿Cómo podría compensar algo así? ¿Cómo acercarse al cocinero sin recordar lo que sucedió?. Necesitaba un consejo, o más bien: muchos.
Entonces se aclaró su mente, ¡Robin! Ella podría ayudarlo, ¡Claro! ¿Cómo no se le ocurrió antes?.
Corrió apresurado por el Sunny, estiró el brazo para aferrarse a la baranda sobre la cocina y subir al jardín que cuidaba la pelinegra. Se apresuró en llegar a la puerta de la biblioteca y encontrarla leyendo como de costumbre.
-¡Robin!-se detuvo frente a ella-
-Ah, capitán-san... ¿Sucede algo?-
-¡Necesito tu ayuda! ¡Quiero saber cómo puedo hacer que Sanji vuelva a tenermesu confianza!-
-¿Te refieres a lo que sucedió en la cocina?-
-¡Si! Yo... yo quiero que Sanji y yo tengamos la misma amistad de siempre-
-Capitán-san... ¿Estas dispuesto a entender lo que te voy a decir ahora?-
-Si es para disculparme con Sanji.... ¡aprenderé! -dijo con firmeza del capitán que era.
-Pero te advierto que te llevará tiempo... entender la adolecencia, los sentimientos y los impulsos es algo complicado -
-Bien, creo que puedo hacerlo -el muchacho se sentó con las piernas cruzadas en el suelo, posando las manos sobre sus rodillas para escucharla atentamente.
Sin darse cuenta, charló y escuchó tanto tiempo a Robin que la siguiente comida ya había llegado. Se sorprendió, ¿Qué hora era?, su estómago no le informó de nada y tampoco se habia percatado del tiempo.
-Es mejor ir a comer -se levantó de su lugar la mayor, quitándose los lentes y dejandolos sobre la mesa- fue una buena platica, capotan-san.. me alegra que estés tomando responsabilidad de tus sentimientos y los de tus nakamas -le sonrió-
Luffy se levantó tambien, y fue ahí cuando su estomago rogó por comida. Ahora que entendía ciertas cosas se sentia mas despejadl y animado.
En el camino iba también sumerjido en sus pensamientos.
El mugiwara de la familia D. estuvo una semana completa muy tranquilo y pensativo, siempre haciendo visitas a Robin después de comer para recibir lecciones y resolver sus dudas.
¡Pero por fin lo estaba logrando! ¡Ya entendía todo mucho mejor! Incluso ver algunas cosas que de costumbfe hacía y veía las percivía de otra manera.
Por alguna razón se le vino a la mente aquella vez en la que Hancock estaba desnuda, y se sonrojó de repente. Se exaltó, su cara se había calentado... eso era extraño, pero por lo que Robin le explicó, eso sucedía cuando existia una escena comprometedora en la que él estuviese involucrado o de la que se enterase.
Una de esas tardes, se encontraba reposándo sobre la cabeza de Sunny, mirándo el atardecer, con una pierna sobre la otra y la cabeza apoyada en sus dos manos entrelazadas. Su sombrero de paja cubría sus ojos del sol que venía de un costado.
Ahora, esperaria llegar a la siguiente isla, allí podria realizar mayores cosas que estando en el barco. Podía hacer un monton de cosas en Sunny de todas formas, como pedirle a Usopp ayuda para un regalo, a Franky una súper maquina que sirviera para la cocina, flores a Robin... ¡Alto! ¡Eso podría ser un buen comienzo! ¿Las flores eran lindas, o no?... aunque, ¿A Sanji le gustarían? Eran cosas que se regalaban a las chicas según el conocimiento de Robin.
-¡Qué complicado! -se quejó, para sentarse y acomodarse el sombrero. De un salto se paró- tengo que buscar algo que le guste a Sanji -se bajó para correr. En el transcurso encontrandose con Zoro y tropezandose con él, desperta dole.
-Demonios, Luffy... ¿Qué haces corriendo tan distraido?-
-Lo siento Zoro, es que estoy buscando algo -dijo levantandose-
-Oye, Oye. Has estado muy extraño estos días. ¿Se puede saber que te pasa? -arqueó una ceja a modo de irritación por tanta raresa por parte del capitán-
-Creo que estoy un poco apurado. Quiero que Sanji tenga confianza conmigo-
-¿De qué estás hablando?-parecía más confundido-
-¿Te acuerdas que hicieron un trato de nakamas para ayudarme con mi pubertad? Bueno, no salió tan bien como creí... y necesito arreglar las cosas -
-¿Desde cuando tu hablas así de... bien?-
-¡Robin me a estado enseñando muchas cosas!-sonrió-
-Ya veo... eres un idiota. ¿Por qué no sólo te disculpas con el ero-cook y eres tu mismo? Eso bastará, el estúpido cocinero no es tan nena como para pedir que hagas tanto sacrificio por él-
Luffy quedó pensativo, eso no lo pensó... entonces, rebuscando en su nueva fuente de información... recordó cuando Sanji le dijo que Robin sólo estaba mirándo desde la perspectiva de una mujer, ¿Entonces tenía que verlo de la perspectova de un hombre?. Nuevamente se confundió. Miró a Zoro y se sentó junto a él.
-Zoro, ayúdame -dijo con seriedad, dispuesto a aprender otra vez-
-¿Qué demonios quieres que te enseñe?-por Roger, el capitán si que estaba hecho un lío.
-A ver las cosas como un hombre, y así saber que hacer con Sanji-
-¿No me dejaras en paz hasta que te ayude?-
-No! Zoro necesito ayuda! -se dejó caer hacia el lado con los brazos extendidos, aún así no le quitaba los caracteristicos pucheros que Luffy hacía-
-Bien... ahora deja de ser tan extraño -
El menor sonrió y puso atenció a lo que oiría.
Esa noche no logró dormir del todo, estaba ordenando sus ideas, por una parte estaba Robin.. por la otra parte estaba Zoro.
Los dos le explicaron sobre los sentimientos e impulsos, sólo que la diferencia era que el espadachín era mucho más tosco que Robin.
Su cara parecia algo irritada, y suspiró mirándo su sombrero. ¿Qué haría Shanks?....
En eso se quedó hasta que finalmente cayó dormido.
Llegaron a una Isla, esta se caracterizaba por tener una similitud muy identica a la cultura asiática. Las sakuras eran las que más reinaban en la bella isla, las casas eran tradicionales japonesas, la gente iba vestida con kimonos y yukatas.
-Bueno, ya lo saben, Zoro y Sanji por las compras, Usopp y Franky materiales, Robin se queda a cargo de Sunny y el resto explora la isla -dijo Nami, autoritaria-
-Con el dinero que sobre, aprovechen de comprar un vestuario también, así no somos tan distintivamente sospechables entre la gente -mencionó Usopp-
Los demás estando de acuerdo, comenzaron la aventura. Y Luffy ansioso, corrió como siempre a ver el gran pueblo y qué podría encontrar allí.
-¡Algo para Sanji! -recordó, miró a todas partes y volvió a correr en busca de alguna calle que tuviese más tiendas. Pasó sobre un bello puente, el cual le llamó mucho la atención por ser tan sensillo y de aspecto Chino.
-Hum... este puente es lindo...-se dijo, mirandose en el reflejo del ahua cristalina- Cierto! ¡Algo para Sanji! -
El pobre capitán se hechó a correr nuevamente, y cuando se encontró en un lugar de más gente bajó la velocidad a la que iba para caminar.
No sabía que comprar, no había algo que convinase con Sanji, y pensando en él... logró verlo a lo lejos junto a Zoro, este cargando sus compras.
El corazón le dio un vuelco, iba a seguirlos... sentía extraño que el rubio estuciese a solas con Zoro, no parecía simpatizarle demasiado y no sabía por qué... pero sentia que ya se lo habían explicado antes. Aun así continuó.
-Vaya, hay tantas cosas que mirar! -exclamó un entretenido cocinero-
-Tsk... Cook, déja de distraerte para terminar de una vez las compras! -dijo enojado como siempre, muy poco amable, hacia el ceja remolino.
-¡Silencio! ¡Que por mí comes delicioso todos los dias!-le regañó inmediatamente, disgustado por su compañía.. y al desviar la mirada pudo ver algo que llamó su atención- Oh?...-
-¿Hmm..?-se dio cuenta que Sanji se alejaba, y él lo siguió poco después... casi perdiendose en el intento- ¿Qué te pasa, Ero-cook? De repente te vas sin avisar! -
-Silencio! -le gritó el mayor, mirando el objeto tan bello que tenía en frente- ¿Disculpe, dama?-llamó la atención de la mujer que estaba terminando artesanías- ¿Qué es esto?-
-Oh, ¡Es un juego de tasas muy especial! Viene de una familia muy queridisima y antigua, sus cosas se encontraron en los restos de su hogar. Además, como estaban rotos sólo los repararon forjando los pedazos de cada pieza con oro! ¿a que se ven preciosos? Esta hermosa tradición se llama Kintsugi -
-Vaya, ¿Y cuanto costaría un juego de estas?-
-Veamos...-tomó una agenda y miró al joven rubio- unos 67 Belis -
Al rubio casi se le derrumbó el alma, podría imaginarse cuan antiguos eran.
-B-Bueno, muchas gracias. Yo... lo pensaré -le sonrió torpemente el chico de la ceja extraña para alejarse del puesto y continuar- ahh, bueno. Continuemos las compras mari..... ¿Marimo?... ¡NO ME DIGAS QUE YA TE PERDISTE! -
Sanji, enfurecido, continuo su camino entre la multitud para buscar a Zoro.
Luffy al ver que se fue, se acercó al puesto de la señora y miró el juego de tasas, era lindo... pero no le veía mucho en especial. Aún asi, si Sanji lo quería... ¡entonces lo conseguiría!
-Oiga, vieja, ¿cuanto cuesta esto? -apuntó las tasas-
-67 Belis -le dijo, ignorando el "vieja"-
-Hum.. entendido. ¡Guardelo para mí! Vendré a buscarlo después! -
La señora lo miro extraño, el chico parecía estar en una misión o algo por la actitud tan comprometida y la mirada tan determinada.
Luffy debía conseguir el dinero para comprarlo, no pediría a Nami o sería una encuesta tres veces mayor. Asi que tendría que buscar en sus ahorros o bien.. conseguir dinero por sí mismo.