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Primerizo Capitán por AlanYevhimet

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La noche recaia en la isla, y los Mugiwara habían anclado en su lugar a Sunny tras unas rocas escondidas. Habían investigado el lugar y por suerte no habían barcos ni bases de la Marina instalados allí, era como una pequeña estancia donde iban y venían barcos.

Deseaban asistir todos al festival pued la isla parecía ser segura.

Luffy, al volver a Sunny luego de comprar el dichoso regalo, cuidó de que Sanji no se percatara de su precencia.. siendo ayudado por Usopp en el transcurso, llevando cuidadosamente las tasas a la habitación de los chicos para que el de nariz larga le hiciese el favor al capitán de envolver el regalo sorpresa que le tenía al cocinero.

-Arigatou ne, Usopp! -dijo sonriente de oreja a oreja, como normalmente era el alegre chico de origen D.

-No rompiste ni una tasa, de verdad comienzas a dar miedo, Luffy. Pero es un gran detalle de tu parte -mencionó el mayor, sentado de piernas cruzadas en el suelo, con las tazas dentro de una hermosa y pintorezca caja de madera con detalles y dibujos originarios japoneses. Decidiéndo qué diseño de envoltura de regalo utilizar.

-Usopp...-dijo Luffy, esta vez algo más serio con su voz, lo que provocó que el tirador alzara la mirada hacia él-... ¿Crees... que a Sanji le guste? -

-¿Por qué lo preguntas?...-

-Es que...-parecía pensativo.

El capitán perdió la mirada, apoyó una mano en su cadera y se cubrió la boca con el cuello de su ropa, se había ruborizado y al momento de sentir el calor en sus mejillas desvió la mirada a un lado. En realidad él no encontraba palabras adecuadas para describir lo que sentía que desea decir y gritar a todos los mares del mundo.

Luffy terminó por sentarse, cruzando sus piernas igual que Usopp y se acomodó el sombrero en la cabeza... cosa que este terminó por cubrirle los ojos con un semblante negro que daba más misterio a la extraña aura que emitía. Su nakama lo miraba extrañado, incluso podría decirse que preocupado.

-¿Luffy, que pa...?-

-Usopp -lo miró, penetrante y decidido, aunque no se veía muy estable. En cualquier momento estallaría en alguna emoción impredecible- Sanji..... es que Sanji...-

-¿Que pasa con Sanji, Luffy? Deja los rodeos, no es tan dificil... decir algo... ¿Cierto? -incluso a él le parecía que sí era dificil mencionar algo, aunqud nl tenía la mas remota idea de lo que era.

Luffy contrajo los labios, y apretó los puños, su pierna estaba inquieta al igual que su mirada. Se veía muy tenso... y Sunny se mecía con las suaves olas intentando relajarlo...

Olas...

Las olas del mar que Sanji tanto amaba. Se preguntaba si al encontrar su All Blue podría ser el primero en contemplar su rostro. Sería muy feliz si pudiera, ¡y claro que lo haría! ¡Se embarcó en una aventura para encontrar el One Piece y el sueño de todos sus nakamas!

Entonces, si es capas de convertirse en el rey pirata... puede conquistar a su cocinero. ¡Estaba decidido! Se le confesaría! Aunque... ¿Como se supone que le dices a alguien de forma adecuada eso? Necesitaba ayuda de Robin... o de Zoro..

-¿Luffy?...-interrumpió la voz de Usopp-

-Ah!... ¿Que? -

-¿Que me ibas a decir? De verdad te has comportado muy extraño -

-Usopp, me.... me gusta Sanji... y yo no sé como decirselo -confesó por fin, y su pecho se agitó salvajemente.

-¿Te gusta? Vaya!... vaya.. eso no me lo esperaba... hmm. Bueno, te daré un consejo. Sé tu mismo, Sanji seguramente está contento por como eres, no intentes actuar como alguien que no eres tu -dijo con una sonrisa el nariz larga.

-¿Ser yo mismo?..... ¡Claro! ¿Como no lo pensé antes? -sus ojos brillaron y de momento a otro se veía muy tranquilo-

-Eso es porque no te dedicas a pensar demasiado...-susurró para sí- Bueno! Me alegra que te esfuerces Luffy, pero ten cuidado -

-Claro Usopp. Arigatou! -se levantó de un salto para salir corriendo con una gran sonrisa de la habitación-

-OI! OLVIDAS EL REGALO!.... ¡Y UNA DUCHA! -gritó el mayor desde dentro, al menos le alegraba que Luffy volviese a ser el mismo idiota noble de siempre.

Pasó una media hora, los mugiwara estaban preparándose para salir al festival. Ya se habían duchado.. los que necesitaban un buen aseo personal claramente, y arreglaban tanto ropas como dinero para comprar. Sanji se sentía algo avergonzado aún gracias al kimono femenino que debía llevar, pero sólo porque el estúpido del marimo estaba allí esperándo a reirse de él por fuera no parecía inmutarle... además, ¡A Nami-swan y Robin-chwan les gustaba~!.

-Yosh! Estamos todos listos! Vamos al festival! -dijo Nami emocionaba, esperaba comprarse algunos accesorios para su vestuario y tambien ganar dinero por ahí. Y, por su puesto, divertirse.

-SI! -gritó Luffy con mucho ánimo finjiendo ser un sumo por la pose graciosa que hacía. Su yukata tambien había sido arreglada y limpiada por Usopp para estar presentable.

Sus nakamas rieron aliviados, Luffy había vuelto, al parecer, a la normalidad.

Sanji miraba discretamente al de sombrero de paja a través de su cabello, cuidando de no ser visto por alguno de sus compañeros, notando que llevaba un saco cruzado por el cuerpo como una mochila improvizada que parecía tener algo; recordó las tazas.

En uno de esos fugaces recorridos visuales se encontró con la vista de Robin, ah~.. de su damisela intelectual nadie se escapaba, pero se confiaba de que ella guardaría su secreto. Se ruborizó levemente.

Ya recorriendo por las calles, entre tanta multitud, cada mugiwara fue perdiendose.. acercándose a lo que mas les llamaba la atención y les gustaba. Entonces, Luffy aprovechó para tomar a Sanji del brazo y llevarselo a rastras lo más rapido posible para perder a sus compañeros, deseaba que ambos estuviesen solos toda la noche -algo en su pecho se lo dictaba así- para estar tranquilos.

-Wha!... Luffy! Demonios, ten más cuidado con mis muñecas! -se quejó el cocinero, siguiendole el paso para que dejase de tirar. El menor siguió corriendo hasta llegar a una singular calle la cual ese mismo día por la tarde ya habían recorrido, por donde habían hecho las compras- Nos hemos alejado de Nami-swan y los demás...-

Por mas que se negase, Sanji sabía el motivo por el cual le incomodaba estar a solas con el capitán. No era normal para él una actitud así, tampoco el hecho de que Luffy fuese considerado ni mucho menos pensar de que este parecía que le gustaba.

¿Gustaba?...

Esa palabra resonó en su cabeza por un buen rato, hasta que sintió un suave contacto en su mano derecha. Desvió la mirada con curiosidad, y se encontró con que la mano nerviosa de Luffy buscaba tomar la suya, rosándola y dando leves caricias; aún le tenía agarrado de la muñeca, y la mano del menor comenzaba a desender lo más lenta y disimulada posible para poder entrelazar por fin sus dedos con el cocinero.

A Sanji se le hizo un gesto tierno, y sólo excusandose a sí mismo se dijo que le permitiría tomar su mano esa noche porque a hecho muchos sacrificios por él toda la semana. Apartando la mirada a otro sitio, haciéndo que no se enteraba de nada.. y un rubor más salvaje que el que experimentó en Sunny antes de bajar.

Luffy miró de forma rápida a Sanji para verificar si este estaba al pendiente, y como su nakama parecía estar distraído aprovechó de agarrar su mano con firmeza. Aunque le daba algo de rabia que el cocinero no se diese cuenta de sus intentos, se sentía completamente feliz de poder caminar juntos de la mano; los conocimientos de Robin le habian influenciadl un poco al fin de cuentas. Y estos dos sentimientos juntos lo confundían.

Se dedicó a contemplar sus dedos, entrelazados, apoyandose estos sobre el dorso de sus manos. El color palido de Sanji y el color moreno de su propia piel. También estas calsaban bien juntas, y las manos del otro eran más suaves de lo que aparentaban, sobre todo.. eran delgadas y se sentían algo frías, ¿Eso sería porque estaba constantemente lavando trastes? Eso tendría más sentido, pero aún así le gustaban.

Nuevamente se sintió ruborizar, y miraba los puestos. Sanji miró a Luffy, y este al voltear la mirada, el mayor miró a otro lado como si nunca lo hubiese mirado. Asi las miradas escapaban de la otra por un buen rato, hasta que Luffy se detuvo.

-Sanji! Vamos allí! -apuntó un lugar donde habia una gran carpa con las cortinas recogidas. Un cartel que decía "DragónEspecial", donde habia una larga mesa negra y varios asientos, en ella había un gran pedazo de carne. Un cuerpo de animal majestuoso ya terminado de cocinar.

-¿Tienda de carne?.. No lo creo, puede ser muy caro, Luffy... OI! -

Luffy lo ignoró y lo arrastró con el hasta la tienda. Uno de los hombres que atendía sonrio al ver quienes se acercaban y los recivió contento.

-Hey, chico del sombrero! Gracias por ayudarnos a cazar esta tarde! Queríamos agradecerte, pues esta carne es dificil de capturar y estamos teniendo mucha clientela! Ven aquí, les daremos unos platos gratis! -

-En serio?! Gracias, viejo! -sonrió Luffy y luego este miró a su nakama- Vamos Sanji! Te invito a comer! -

El rubio estaba sorprendido, ¿Comida gratis? ¿Una carne tan fina y cara?. Las azañas que el pequeño monito habia contado esa tarde eran ciertas entonces... de verdad.... la nobleza de su capitán terminaría matándole.

"Creo que me gusta un poco... pero es un idiota" pensó concretamente Sanji, aceptando lo que su pecho pedía a gritos ver como verdad. Y su corazón comenzó a agitarse de nuevo, de forma tal que su rostro se sintió caliente y su pecho... bueno, éste ardía a la par de los latidos.

 


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