"¿Cuando comenzó a esto? ¿Cuando piensa acabar?"
Se cuestiono en la penumbra de su habitación, el suelo estaba completamente lleno de fotos, todas de diferentes ángulos, de diferentes situaciones y de una misma persona.
" K..Kacchan. . . "
Titubeo el pequeño de cabellos ligeramente violetas, mientras sostenía en sus manos una fotografía de cierto chico rubio, con iris carmesíes, sonriendo para la foto. El era su amigo de la infancia, su apoyo, su amable y problemático amigo. Su mas grande tesoro.
No hace mucho que empezó a tomar fotografías en secreto de Katsuki, la foto que sostenía en sus manos era la primera que saco de el, lo que inicio eso, el desastroso acosamiento de su amigo de la infancia. El gran aprecio a Katsuki en Yamikumo no era relevante, desde la infancia siempre quiso estar cerca de el, lo admira, Bakugou era genial. Hace mucho tiempo que esa admiración se volvió anhelo y ese anhelo en un gran y obsesivo amor.
En la escuela media se separaron, aun así su amor no desapareció, los ligeros maltratos que iban con una pizca de amabilidad por parte de Katsuki no eran notados por Yamikumo, incluso si el tira su almuerzo, solo fue un choque, incluso si mojaban su mochila, solo fue un accidente, incluso si lo golpeaban con el balón en, solo fue un error de calculo. Incluso si. . . Era despreciado, el lo amaba.
. . .
Si, lo sabia, el ser maltratado al punto de llorar y rogar que paren era despreciable, pero seguir amando a esa persona sin importar cuanto te golpe e insulte es desagradable ¿Cierto? Su amor era un asco.
El amor de Yamikumo era sincero, en todos sus abusos quien solo era el encargado de decir "Lo siento" Era Katsuki, la razón por la que Yamikumo seguía en pie eran esos momento a solas, cuando volvían a su infancia y bromeaban con tranquilad mientras la amabilidad de Katsuki se hacia notar.
Los abusos se detuvieron cuando ambos entraron a la Academia U. A. ahora ambos contaban con nuevos amigos, pero de alguna manera se encontraban un poco mas cercanos.
Su amabilidad, la forma en que hacia sentir seguro a Yamikumo. . . Lo amaba tanto. Lo atesoraba tanto. Pero . . . estaba fuera de su alcance.
Por otro lado. . .
Bakugou estaba en su limite. Estaba vació, corrompido, estresado, cansado y somnoliento hecho completamente un desastre, ¿la razón? Yamikumo Midoriya.
Su querido amigo de la infancia, tan inocente e ingenuo ¿Como alguien podría sobrevivir una criatura como el en ese mundo tan cruel? Es por eso que debía cuidarlo, para que no fuese lastimado por otros, para que no fuese cercano a otros, para que no se fuera de su lado y solo fuese suyo
¿Que podía hacer?
Captar su atencion, volver a todos en su contra para que entendiese que ese mundo no era mas que una aberración, y la única persona en la que podía creer era en el, confiar en el, depender de el y solo de el. Porque le pertenecía.
Pero todo se fue abajo cuando ambos entraron a esa patética y prestigiosa academia. Midoriya encontró nuevos amigos, nuevos apoyos en los que podía confiar y creer, poco a poco lo entendió. Aun no era suyo.
¿Que debía hacer ahora?
No paraba de repetirse a si mismo, debía encontrar una forma de que volviese con el, que se olvide de todos y solo quiera estar a su lado y de nadie mas. Poder tomar su cuerpo y mostrarles a todos que Yamikumo Midoriya era totalmente suyo, pero ¿Como?
Estaba estancado y en su limite, los pocos ratos que podían estar a solas le provocaban, no podía seguir fingiendo ser de buen corazón ya que, estaba podrido.
Mas sin embargo, un rayo de esperanza surgió. Habia encontrado, fotografías de si mismo, no pocas, si no muchas, justamente en las cosas de Yamikumo, ahora. . .
¿Que haría esta vez para ver llorar a su preciado Yamikumo?
Tan ingenuo, tan torpe, tan inocente
Tan equivocado.