Para Liane Cartman la vida había mejorado considerablemente, encontró un hombre que la hace feliz y no la juzga por su pasado, Eric como se esperaba, no acepta su relación pero sabe que con el tiempo entenderá que ya no es el único en su vida. Todo mundo creía que la señora Cartman no podía caer más bajo, y es que su nuevo novio era muy rico y se creía que solo por eso Liane estaba con él. Pero el tiempo paso, y la gente dejo en paz a la pareja, salvo que ahora su madre hablaba mucho por teléfono, nada más había cambiado en la vida de Eric Cartman.
Al pequeño Cartman le empezaba a agradar el tipo, no había hecho nada para ahuyentarlo porque aunque su madre lo regañase el cada que quería lo chantajeaba para recibir obsequios caros o dinero, podía soportar mientras se beneficiara económicamente, hasta que más temía se hizo realidad. Su madre se casa, lo que significa que tendrá un padrastro, eso no es lo malo, ya se sentía de ese modo, tener un papa nuevo, lo que le enfureció es que se tendrán que mudar con aquel tipo, cambiar de vida, de escuela, dejar South Park.
Había perdido el tiempo con todo lo que le regalaban, no estaba preparado para aquello, si, era uno de sus sueños el ser millonario pero si no podía restregárselo en la cara a la gente que tanto lo humilla y desprecia, ¿Qué sentido tiene?
Ahora para él todo el mundo se llenara de Kennys y aun así extrañara burlarse del pobre original, Stan queriendo siempre hacer lo correcto pero últimamente se pasaba de su lado en sus aventuras y discusiones de grupo, a quien más echara d menos el al pequeño Butters, su fiel sirviente, extrañara a South Park, y aunque no lo admita ni en sus pensamientos muy en el fondo sabe que extrañara a Kyle, cuando piensa en ello se dice a si mismo que lo que le molesta es que ya no podrá hacerle la vida imposible al judío. La diversión se acabó para Eric. Viendo lo mucho que ha cambiado su madre en tan pocos meses.
Nadie creería que esta nueva Liane antes era la puta del pueblo, no ahora que parece y se comporta como toda una dama, elegante tanto en su movimientos y forma de hablar, pero su expresión es la más ha cambiado, radiante y feliz sin duda. Lo que hace el amor con una persona que ha tocado fondo, no hay imposibles para ese sentimiento, y Liane Cartman es la prueba de ello.
Pero ella no se ha olvidado en ningún momento de su hijo, siempre buscara lo mejor para él y esta felicidad es la que quiere para su hijo también, pero siendo como es Eric está segura que terminara solo e incluso siguiendo sus pasos solo para sentir el calor de otro ser humano aunque sea superficial y falso.
Aún está a tiempo para reformarse y como lo esperaba de su nuevo esposo este le ayudara, empezando por ingresar a Eric a un buen colegio. El mismo día que se casaron ese día los Cartman se fueron de South Park, Eric no se despidió de nadie.
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Cinco años han pasado de la ida de los Cartman, y estos decidieron regresar, pero solo por las vacaciones de invierno de Eric, sin duda sorprenderán a todo South Park. Es más todavía no llegaban al pueblo y ya se estaba hablando de ellos. Y quien más que el team Stan.
Kyle, Kenny y Butters tenían una batalla de nieve cuando fueron interrumpido por Stan que se acercaba lo más rápido que podía a ellos, todos ahora con quince años, solo en edad y apariencia habían cambiado pero sus actitudes seguían igual, su vestimenta sin olvidar sus característicos gorros era la misma, con la diferencia en Kenny que ya no usaba su capucha y ahora se le entendía lo que decía. Stan llego junto a ellos pero se tomó su tiempo para recuperar el aire.
“Cartman se dirige hacia aquí, a South Park…” los chicos se paralizaron sorprendidos, excepto Butter, él ya sabía de la visita de Eric, pero él le obligo a guardar el secreto, pero lo que si se preguntaba era como Stan lo supo, pensaba que era al único de South Park que Eric contactaba.
“¿En serio?” pregunto Kenny.
“Sí, es cierto!”
“¿Cómo puedes estar tan seguro?” cuestiono esta vez Kyle, no se creía fuera verdad.
“A Shelley se le escapo y me conto que es amigo de Cartman desde antes que se fuera, me enseño el email donde dice que vendrá a South Park, solo eso decía…”
Los chicos seguían sin entender, Butter recordó un poco de esa historia que le había contado Eric de la vez que la hermana de Stan fue su niñera y este la ayudo a vengarse de no sé qué pero no recordaba que se habían vuelto amigos, lo que si era seguro es que verían Eric. Sus bocas decían que el solo venía a jactarse de vida de lujos, pero en sus pensamientos estaban emocionados de ver a su amigo.
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Al día siguiente ya todo el pueblo sabia de la llegada de la familia Cartman, seguían conservando el apellido Cartman por un asunto con la familia del esposo de Liane, muchos pasaban por la aun casa de los Cartman, los vecinos espiaban por la ventana y después de tanta espera por fin frente a la casa se estaciono una camioneta color roja, del lado del conductor salió Liane, y se esperaba que por el copiloto saliera su esposo pero en vez apareció Eric, los vecinos no notaban el gran cambio en el castaño pero tuvieron algo más de que sorprenderse, Liane cargaba en brazos a un bebe envuelto en una cobija rosa, era una niña obviamente. Sin interrupciones y en total normalidad entraron a casa.
Los primeros en ir a darles la bienvenida, y sacar información claro, fueron los Broflovski, incluyendo a Kyle. Cuando llamaron a la puerta Liane los recibió y dejo pasar enseguida, todo con una radiante sonrisa, la casa estaba impecable, no se notaba el abandono de cinco años para nada, al parecer había recibido mantenimiento sin que la castaña lo supiera es lo les dijo, ella también estaba sorprendida de que su hogar siguiera como lo había dejado.
Kyle pregunto por Cartman, Liane le respondió con gran alegría que estaba arriba en su habitación de ella con la nueva integrante de la familia, Milly Cartman. La madre de Kyle lo mando a buscar a Eric mientras ella y Liane preparaban café para comer el pastel que ella había traído para los recién llegados. Kyle obedeció y tratando de no parecer emocionado camino lo más lento y calmado que pudo.
Pensaba en como saludar pero no se le ocurría nada, solo tenía que decir hola y con eso bastaba pero no se sentía satisfecho con un simple hola, no se han visto en cinco años y es lo primero que le diría… es lo correcto, un “Hola” acompañado de una pequeña sonrisa, pero tenía una mezcla de emociones, nostalgia, molestia y otro sentimiento que no lograba ubicar, dejo todo a un lado y se decidió por el “Hola”, ya era un niño, todos había crecido y aunque no cambiaron mucho sí que han madurado un poco, no podría decir lo mismo de Cartman, se lo imaginaba exactamente igual pero con kilos de más, con ese pensamiento soltó una pequeña risilla que se apagó en cuanto vio a Cartman.
No era su apariencia física, un cuerpo delgado, estatura un poco baja del promedio, vestido de traje y lo que nuca cambio su cabello perfectamente peinado, y su voz, es como si hubiera recibido clases de canto, piensa eso al oírlo cantar, le está cantando a la bebe, no se da cuenta que está siendo observado por alguien más, solo hasta que la niña se distrae y voltea la mirada hacia la puerta, Eric se extraña ya que nunca le había dejado de prestar atención hasta que terminara de cantar su canción favorita, así que sin para de cantar mira también hacia donde ella dejo la vista clavada y queda en shock al ver a Kyle ahí parado en el marco de la puerta con la misma sorpresa que el al verse.
“¿Qué es lo que miras tanto, maldito judío?”
Kyle suspiro profundo, aliviado de que la persona que veía era en verdad Eric Cartman, su apariencia lo dejo shockeado por un momento pero al ver que sigue siendo el mismo hijo de puta por dentro le alegra de sobremanera.
La niña comienza a llorar y Eric tiene que cargarla ya que con Kyle ahí no le cantara y solo asi se calmara hasta que la lleve con su madre, pero justo al pasar por un lado de Kyle la niña lo agarra de su hombro, Eric se detiene una vez más extrañado por la acción de la pequeña.
“pa-pa” llama la niña a Kyle.
El gesto tierno de la niña lo hace sonreír, es normal que los bebes llamen mamá o papá a todo aquel que se cruzan, lo que el pelirrojo no sabe es que Milly no llama así a ninguna persona, ni a su propio padre. Eric se apresuró en ir con su Madre, le vino a la mente una vez que su hermanita lo llamo “Mamá”, completamente enrojecido comenzaba a pensar que regresar a South Park no era buena idea.