Las sabanas de terciopelo blanco se sentían tan cálidas esta mañana contra mi piel desnuda, tanto así que no me quería levantar para nada un a pesar de que la luz del sol daba directo en mi cara, lo único que hice fue darme la vuelta y cubrí mi rostro en el firme pecho de mi acompañante para que no me molestara más, pero en vez de eso siento unas pequeñas carcajadas de parte de mi amante.
-Izaya-kun, ya debes levantarte- me susurra suavemente Shizu-chan mientras me acaricia dulcemente mi enmarañado cabello ¡Por favor, así nadie querría levantarse!, solo solté una queja mientras me abrazaba al cuerpo de mi rubio escondiendo aún más mi cabeza en él.
-mmngm… unos minutos más…-murmuro entre dientes mientras sentía la calidez del cuerpo de Shizu-chan contra mí, llenándome por completo de tranquilidad, pero él no cedió tan fácilmente ya que deslizo una sus mano hasta mi cintura y de un suave empujón me alejo de él logrando así que abriera los ojos poco a poco un tanto malhumorado, sentí de inmediato el brillante sol deslumbrarme, poco a poco fui acostumbrando mi vista y pude ver un par de hermosos ojos café claro sobre mi observándome con adoración y amor, solo lo observe de vuelta con la misma intensidad y una sonrisa.
-Buenos días Izaya-kun-me dice tiernamente mientras pasaba su mano por mi frente moviendo así un mecho de cabello y finalmente depositar su mano en mi mejilla acariciándola.
-Buenos días Shizu-chan-le digo de regreso para después levantarme un poco y depositar un profundo beso ¡Por Dios como amo sus labios! Encajan a l par con los míos, mientras el gustoso me regresa con pasión el beso separando un poco nuestros labios para que nuestras lenguas se unan en una danza que solo nosotros dos conocemos de memoria, al separarnos mantengo mis ojos cerrados mientras Shizu-chan se dedica a repartir besos por todo mi rostro y cuello mientras yo solo suelto una pequeña risita por su cariñosa forma de despertarme.
-te espero en el baño-finalmente susurró contra mis labios mientras apoyaba su frente contra la mía tentándome a volver a besarlo, pero el solo se levanta dejándome ahí con las ansias de tener sus labios nuevamente, suelto un pesado suspiro de reproche mientras volteo la cabeza en dirección a Shizu-chan para deleitarme con su alta y esbelta figura de espaldas desnuda caminar en dirección al baño, me muerdo el labio recordando esa noche, solo nosotros en esta gran habitación demostrando nuestro gran y profundo amor, poder satisfacerme con su cuerpo a plenitud, dejarme tocar por sus manos sin límite o restricción alguna, escucharlo gruñir mi nombre mientras tomaba con propiedad mi cuerpo, mientras que yo gemía el suyo con fervor mientras me hacía tocar el cielo toda la noche, en la cama, en el sillón, sobre el buró, sobre la alfombra, contra las paredes… fue una gran y apasionada noche.
Me quede acostado en esa enorme cama vacía la cual sentía completamente fría sin Shizu-chan en ella, me quede observando el amplio techo de piedra pulida en esa enorme habitación amueblada de grandes sillones de terciopelo y madera y mesas de madera talladas a mano junto un enorme buro de madera de caoba hecha específicamente para mi habitación, una enorme alfombra de color rojo con adornos blancos tejidos a mano sobre un suelo de mármol pulido, y con hermosos cuadros que yo mismo escogí de los mejores pintores de la zona, esta habitación era el sueño de muchos yo muy claro lo tenía, pero no importaba que tantos muebles, armarios, cuadros o diferentes tesoros colocara en este cuarto, siempre se sentía frio y solitario sin Shizu-chan en él.
Por fin me decidí a levantarme de esa gran cama de sabanas de terciopelo blanco y grandes almohadas y almohadones de plumas, pero al hacerlo una corriente eléctrica paso por mis piernas al igual que una punzada de dolor en el fondo de mis caderas, de inmediato y para no caerme de cara contra el piso me sujeto con fuerza del cabezal de la cama, siento mis piernas de gelatina mientras hago una pequeña mueca de dolor, siento al moverme un poco como un líquido empieza a deslizarse por mis muslos, un pequeño sonrojo invade mi rostro al sentirlo para después soltar una pequeña risa de timidez.
Después de un momento para acostumbrarme al dolor, logro caminar hasta la puerta del baño donde me apoyo un poco para ver a mi amor entrando en la bañera después de que esta por fin se había terminado de llenar, ya que al ser un poco grande le toma un poco de tiempo, sonrió con complicidad al observar los grandes arañazos de la espalda de Shizu-chan que yo le provoque anoche, aunque yo tampoco salí del todo ileso que digamos.
-¿necesitas compañía?-pregunto con falsa inocencia mientras empiezo a caminar hacia la tina, él me sonríe.
-si, por favor ¿podrías ayudarme a tallar mi adolorida espalda?-pregunta recalcándome en mi cara los arañazos que le había dejado, mi sonrojo aumenta mientras entro en la tina con él.
El me da la espalda dejándome ver las largas marcas rojas que le había dejado en su piel, tomo el jabón para empezar, pero antes le doy un par de besos en su espalda como una pequeña disculpa por lo que hice, para luego empezar a tallar suavemente para no lastimarlo. El agua estaba tibia gracias al depósito de agua caliente que había, el baño también era algo grande, contaba con una gran tina de mármol al igual que el piso que contaba con bellas amoldadoras doradas, tenía un bello tragaluz de vitral y todas las paredes contaban de suaves colores pasteles que le daban al lugar un ambiente de paz y calma.
-¿Duele?-pregunto mientras sigo tallando suavemente para no lastimarlo, su espalda estaba tan marcada y definida que perdía la mirada en ella mientras lo limpiaba, él se da la vuelta para empezar a tallar su pecho que estaba a la par de su espalda, amplia y musculosa.
-no, casi nada no te preocupes, solo bromeaba un poco contigo-responde tranquilamente mientras me dedica una pequeña sonrisa burlona, yo por mi parte solo bajaba mi mirada avergonzado mientras terminaba de tallar sus marcados abdominales y sus fuertes brazos-ahora tu-declara mientras me quita el jabón de las manos y me pide que me voltee, al darle la espalda empieza a darme pequeños masajes con el jabón en mi espalda, subiendo y bajando cubriendo toda la zona, yo solo cerré los ojos por lo bien que se sentía, empezó a pasar sus manos jabonosas por mi pecho pasando lentamente por mis pezones ganándose un suspiro de mi parte, deslizo suavemente hacia abajo sus manos con jabón por mi abdomen, para después sentir los labios de Shizu-chan sobre mis hombros y cuello repartiendo suaves y húmedos besos, yo hay llegue a mi limite al punto que necesitaba más atención terminando volteando mi rostro para encontrarme con el de el para finalmente unirnos en un apasionante beso lleno de necesidad y pasión, las manos de Shizu-chan terminaron en mis caderas levantándome levemente para ayudarme a voltearme y abrir un poco mis piernas para sentarme a horcajadas sobre el en la bañera.
Nuestras lenguas se movían con libertad en la boca del otro, mientras yo me sujetaba del cuello y cabello de Shizu-chan triando suavemente de él, podía sentir el agua caliente moverse por debajo de mis partes más íntimas haciéndome estremecer, mientras Shizu-chan deslizaba sus manos por mis caderas pasando por mis muslos acercándome más a su cuerpo. No podíamos seguir así, sabía que si continuábamos no nos podríamos detener y podríamos lamentarlo el resto de nuestras vidas, y por más que lo deseara en este instante… se nos estaba haciendo tarde.
-alto, hahh… Shizu-chan, hahh… debemos parar…- jadee con dificultad mientras me separaba a duras penas de esos labios a los que soy adicto, Shizu-chan se encontraba en las mismas que yo mientras pegaba su frente con la mía con su respiración entre cortada y conmigo aun sobre él.
-Lo sé, lo sé, es solo que…-decía agobiado y frustrado mientras me veía directamente a los ojos aun con nuestras frentes juntas, pero yo lo acalle delicadamente mientras le acariciaba la mejilla.
-shhhh… te entiendo Shizu-chan, pero veras que lo podremos lograr de algún modo-le murmure para luego darle un corto beso la frente-ve a vestirte, yo aún debo limpiarme un poco-ordene mientras me bajaba de él.
-Muy bien…-dijo por lo bajo pero igual dedicándome una pequeña sonrisa reconfortante, para luego tomar una de las tantas toallas que había en la pequeña mesita de baño y salir de nuevo a la habitación.
Cuando salió del baño me deslice en la enorme y vacía bañera hasta la altura del cuello, tome un poco de jabón y termine de lavar los residuos de Shizu-chan de la otra noche de mi cuerpo, cuando termine de asearme tome una toalla y salí del baño para dirigirme al armario de mi habitación y ver que me ponía hoy, al entrar al cuarto pude ver a Shizu-chan terminando de ponerse los pantalones y empezar a ponerse su camisa blanca y abrocharse los botones. Al entrar al armario y ver la inmensidad de prendas, me invade la completa flojera de buscar la prenda indicada para hoy, en eso escucho una pequeña risa a mis espaldas de parte de mi amante rubio.
-Si es tan gracioso pues escoge tú por mí-ordene algo fastidiado ya que algo que odiaba era que cuando era el día de Shizu-chan de escoger mi ropa, siempre se reía por mi indecisión.
El solo se levanta tranquilamente después de abrochar el ultimo botón de su camisa, y se dirige al amplio armario en el cual rápidamente saca un par de botas de cuero color gris oscuro, un pantalón de vestir color blanco, una camisa de cuello alto de color gris oscuro y la chaqueta blanca con adornos dorados que debía usar hoy obligatoriamente, lo colocó sobre mi cama mientras tomaba su chaqueta negra de uniforme empezándosela a poner, yo solo lo miro malhumorado pero a la vez aliviado de que me haya ahorrado horas y horas que no tenía probándome atuendos.
Empecé a vestirme rápidamente ya que se estaba pasando el tiempo y no debía llegar ni un minuto tarde, me puse el pantalón y luego las botas, fue cuando tome la camisa que me pregunte.
-¿Por qué cuello alto, no me dará calor?-pregunte ya que hoy había mucho sol, Shizu-chan el cual ya se había terminado de poder su uniforme se levanta y se coloca detrás de mí abrazándome posesivamente por la espalda.
-supongo pero, creo que querrás mantener esto oculto-menciona mientras me ponía frente al espejo y acaricia las marcas de amor que había dejado en todo cuello con sus labios causándome escalofrios,¡Vaya, no me di cuenta de ello! Suelto una pequeña risa.
-sí, supongo-contesto para recibir un beso de parte de Shizu-chan en mi hombro, para finalmente ponerme la camisa junto con la horrenda chaqueta que marcaba mi inevitable destino.
-¿listo?-me pregunta un Shizu-chan con su respectivo uniforme y cabello bien peinado, el cual me sonreía de medio lado y con una mirada triste pero con apoyo desde la puerta.
-es creo…- susurro por lo bajo mientras Shizu-chan abría la puerta indicándome que saliera primero, ¡No estoy listo! ¡¡Claro que no estoy listo!! ¡¡Yo ya no quiero más esto pero, no puedo hacer nada!! Era una lucha interna en mi cabeza mientras caminábamos Shizu-chan y yo por los largos y amplios pasillos y corredores los cuales estaban amueblados elegantemente, con largas alfombras rojas, estatuas y pinturas bellísimas de escultores y pintores famosos, grandes candelabros de cristal y un montón de personal correteando de aquí para haya haciendo preparativos para el gran suceso que se hará hoy.
En uno de los últimos corredores en donde ya no había nadie, ya que ahí todo estaba listo y todos estaban arreglando los preparativos para el festín de esta noche, me detuve completamente mientras solo me quede viendo la alfombra por un momento, me sentía mal, sentía que en cualquier momento iba a desmayarme, me costaba respirar y la boca la tenía seca, sentía que el corazón me explotaría ¡¡Yo no quiero hacer esto!!
Fue cuando escuche los pasos de Shizu-chan acercarse a mí y después sentir que me tomaba suavemente de la barbilla pon su mano con guante obligándome así a verlo a los ojos, esos ojos que desde el primer momento que los vi me cautivaron de una manera u otra, y lentamente me fueron enamorando.
-Tranquilo Izaya-kun lo harás bien, sé que no es lo que quieres pero sé que saldremos de esto juntos, te conozco muy bien y sé que no te dejaras dominar por esto- declaro seguro de sus palabras, para luego acariciar suavemente mi mejilla poner su otra mano en mi cintura atrayéndome a el-pronto todo acabara y saldremos de esto, te lo prometo-finalizo para luego darme un fugaz pero apasionante beso llevándose todas mis angustias por un momento, lleve mis brazos atrás de su cabeza profundizando ese beso, alargándolo lo más que pudiera en ese corto momento, al separarnos un par de lágrimas salieron de mi sin poderlas detener, pero tome un gran esfuerzo de sonreír ya que sabía que eso era lo que quiera ver Shizu-chan, el cual ahora secaba mis lagrimas deslizando su pulgar por mis mejillas.
-Te amo Shizu-chan-exprese desde lo más profundo de mi corazón mientras no dejaba de verlo.
-Yo también te amo Izaya-kun-dijo seguro de sí sin apartar su mirada de mí.
Y con esas palabras tome una gran bocanada de aire y me dirigí hacia las grandes puertas de hierro que daban hacia la terraza, Shizu-chan tomo lugar junto a sus otros 19 compañeros y 20 compañeras, y yo me senté en mi respectivo lugar mientras se realizaba la ceremonia de coronación… marcándome ante todo el reino de Ikebkuro como su nuevo rey.
Me mantuve hay sentado con la mirada en el mas allá, sin ningún punto fijo en particular, mientras mi padre daba su discurso ante todo el pueblo sobre como nuestros antecesores los han guiado a lo largo de los años y que ahora era mi turno de guiarlos junto a “mi prometida” y “futura reina de Ikebukuro”” Namie Yagiri, la cual es solo una máscara para poder unir nuestros reinos y expandir nuestras tierras aún más para así tener más poder.
-Y ahora es un placer para mi pasar mi mandato a mi primogénito, ¡Orihara Izaya!-anuncio con fuerza desde la terraza al poderoso reino de Ikebukuro, los cuales gritaban y celebraban ante la mención de mi nombre, me levante del asiento para arrodillarme frente a mi padre como era debido, y fue en ese momento, mientras veía como lentamente mi padre se quitaba la corona con la intención de colocármelo que mi vista se posó por un segundo en ese mayordomo rubio que se encontraba junto a sus compañeros, ese de gran porte y carácter fuerte pero de sonrisa amable y gran corazón, fue en ese pequeño segundo que recordé todo lo que viví desde que lo conocí, como mi vida dio tal brusco vuelco el día que me beso, cada regalo, cada palabra, cada huida, cada encuentro de amor y pasión, todo choco contra mí como un millón de cuchillas al corazón al darme cuenta que nuestro amor jamás lo podremos mostrar al mundo, que sencillamente jamás será aceptado que el rey de Ikebukuro este con un humilde y simple mayordomo, fue un duro golpe de realidad el sentir ese pesado trozo de oro circular y decorado de piedras preciosas ser depositado en mi cabeza- ¡saluden, a su nuevo rey!-anuncio mi padre definitivamente haciéndolo oficial, esa corona se convirtió en mis cadenas con este castillo y este pueblo para siempre, me levanto y tomo lugar en frente de todos justo en la orilla de la terraza para dedicar unas simples palabras de “agradecimiento por este honor”
Ni yo mismo me creía ni una palabra de lo que decía, solo quería acabar lo antes posible esta maldita ceremonia de coronación para ir después a ese estúpido festín, para finalmente irme a llorar en mi habitación dúrate toda la noche, después de mi fingido discurso de orgullo de rey me siento en el que ahora será mi trono, guiando y dirigiendo contra mi voluntad, el pueblo se regocijo ese día ante su nuevo rey.
La ceremonia por fin acabo y los 20 mayordomos y 20 sirvientas, realizan su típica reverencia ante su rey para después irse a cumplir con sus labores diarias, uno por uno fue saliendo del lugar, yo me mantuve lo más fuerte que pude, con la mirada al frente inexpresivo y frio ocultando mi terrible dolor y desesperación, mi habitación, mi baño, mi jardín, toda mi vida en ese momento mientras Shizu-chan pasaba a mi lado para entrar… se sintió completamente vacío, algo en mí se quebró por completo, ya se cumplió lo inevitable e ineludible, me convertí en el rey y el en mi fiel mayordomo… y nuestro amor jamás se podrá dar a conocer.
Te amo Shizu-chan… con todo mi corazón…
Duele como no tienes una idea, el haberme enamorado de ti es un completo calvario pero…
Jamás me arrepentiré de lo que hicimos, jamás olvidare lo que nos prometimos, no importa que me depare esta corona, tu siempre serás mi tesoro más preciado